Partida Rol por web

Thuathza

El Templo del Infinito.

Cargando editor
10/09/2009, 21:46
Adelphos

El tiempo pasaba inexorable, tal como Arezos lo había querido. Nada parecía diferente en la superficie del volcán, pero en su interior latía una fuerza divina.

La luna siguió su camino celeste hasta encontrarse con el horizonte, mientras el sol asomaba más allá del borde este.  El orbe ardiente se elevó en el cielo, trazando el mismo camino que seguiría durante la eternidad. Las sombras encogían a su paso, arrastrándose hacia las paredes, riscos, árboles que las proyectaban. A mediodía, el sol dominaba la Creación.

Llegó el ansiado momento para Adelphos. Fundido en la llama líquida de la caldera, era uno con el volcán. Sus venas eran los túneles de magma, respiraba a través de las chimeneas, su piel era la corteza de lava que se agrietaba al enfriarse en el exterior. Sentía la presión que se acumulaba en el subsuelo, pugnando por salir al exterior. Concentrando su voluntad, dirigió esa presión hacia el centro de la caldera. La roca fundida se comprimía, alcanzando mayor temperatura y densidad. En el exterior, la tierra comenzaba a temblar.

Adelphos visualizó su objetivo. Sus criaturas. Había deseado poder y gloria para ellas, pero comprendía que la Creación era más importante. En el norte, en los infiernos ígneos, serían libres. Poderosas bestias de llamas que volarán entre los volcanes. Hermosas y letales como el fuego del que descienden.

Los rayos del sol caían sobre la superficie del volcán. Adelphos giró su conciencia hacia él y absorvió la luz que irradiaba. Por un momento, pareció que iba a apagarse, iluminando tenuemente. Entonces, el Dios juntó su mano derecha, donde sostenía la luz, y la izquierda, que sujetaba el fuego, y las unió.

El sol continuó su camino, con su intensidad habitual. Los volcanes continuaron rugiendo. Las llamas continuaron danzando. Nada parecía diferente en la superficie, pero en su interior latía una nueva vida.

Notas de juego

Próximamente, el desenlace xD

No quería hacerlo tan peliculero, pero mientras escribía es lo que me llegaba.

Cargando editor
16/09/2009, 20:20
Adelphos

Cuando los últimos rayos del sol se apagaron, oculto tras el borde, Adelphos surgió del volcan. Los ojos llameantes iluminaban su rostro sonriente. Entre los brazos portaba una roca negra, de forma esférica. Dejándola sobre el suelo basáltico, recogió su armadura de oro y se vistió. Desplegó sus alas y levantó el vuelo, tras dar una última mirada al magma burbujeante.

Adelphos sobrevoló las tierras de la Creación a gran velocidad, en dirección a los picos de la cordillera central. Acercándose a su destino observó a Nimya, trabajando con la roca de la montaña. A su alrededor se movían dos grandiosas criaturas. Sin duda, Durmeg había realizado un trabajo digno de su reputación como artesano. Pasó unos minutos observando las primeras criaturas superiores que poblaban la Creación, imaginando las posibilidades que se abrían en su futuro.

Al fin, decidió seguir su camino, antes de que advirtieran su presencia.

El vuelo hasta la aguja donde se encontraba el portal fue breve. Adelphos tomó tierra y sacudió las alas de luz, como si pudieran sentir cansancio. Dejando la roca que transportaba en el suelo, volvió a admirar las vistas, esperando.

 

Cargando editor
16/09/2009, 20:35
Adelphos

La mente de Adelphos buscó a su hermano en la Creación y en el Templo. Cuando notó su presencia, le habló.

- Durmeg, querido hermano. He visto lo que has hecho, y te doy mi enhorabuena. Espero que el Cosmos les proteja por toda la eternidad. - Tras un momento de silencio, continuó - Necesito hablar contigo. Nuestra reunión acabó sin concretar los detalles de lo que tengo planeado, y me gustaría tu opinión y tu ayuda. Por favor, reúnete conmigo en la Creación.

Cargando editor
17/09/2009, 16:31
Ereymos

Todo era demasiado confuso para Ereymos o quizás simplemente estaba un poco agobiada de no decir a todo el mundo lo que pasaba por su cabeza pero ella era así y aquello no iba a cambiar. Resopló mirando al techo estrellado que se alzaba sobre ella y cerró los ojos imaginando a su raza, ya no había que esperar más. Cada cuál, estaba segura que su esposo también, estaba haciendo lo propio y ella no quería perder más tiempo postergando algo que se le antojaba extremo y excepcional pero necesario. Se levantó lentamente de la cama y se asomó por la ventana, comenzó a recitar unas dulces pero firmes palabras al viento.

-Asgetad maracio mardiac... Pesfuor hajëk madak...

El frío viento se convirtió en un nubarrón helado que movió no sólo las cortinas sino los cabellos de Ereymos y sin embargo para ella fue una caricia, la fidelidad de sus elementos y sonrió recibiendo y ordenando. La lluvia helada acompañó aquella danza de viento sobre el rostro y cuerpo de la diosa y poco después una gruesas piedras de granizo rodearon el lugar sin dañarla a ella. Las palabras fluían de su boca como una pequeña cancioncilla y de algún modo lo era, algo aprendido hacía muchos siglos atrás, ni siquiera ella sabía cuando, quizás en un sueño. Abrió los ojos y a sus pies eligió una roca de granizo, la más grande y continuó hablándole.

-Te concedo la gracia de un pequeño hombre, no muy alto. El don de la fortaleza y la fidelidad para con los tuyos. La frialdad para elegir y espero que el calor en el corazón de mi esposo...-tomó otra roca, está un poco más grande que la anterior y la apretó al lado de la primera.-Vos seréis la compañera, la guía... Serán los primeros de una raza fuerte y longeva, capaces de discernir entre el bien y el mal. Los años cobrarán factura pero la bondad está en sus almas desde ahora y si la maldad se apoderará de ustedes, morirán aún más jóvenes. ¡Crysthalis!

Tras gritar, los depositó en el piso, mirando cómo crecían lentamente hasta medir poco más de un metro, de piel azulacea, mirada vivaz, ojos grises, cabellos largos y rojos; algo rollizos ambos, él y ella y nuevamente la voz de Ereymos retumbó en el lugar.

-¡Crysthalis!

Entonces ambas figuras abrieron los ojos y empezaron a desperezarse como si hubieran dormido un largo sueño.

-Podrán controlar viento y frío, granizo y lluvia, heladas pero no les costará un gran esfuerzo, es un don que sólo podrán hacer valer una vez por año. ¿Habéis entendido?

Ambos asintieron y la diosa tomó las manos de ambos arrodillándose ante ellos. Sopló sobre ellos mientras empezaban a desvanecerse.

-Id, id y poblad las cordilleras, las montañas, los nacimientos de los lagos, esos serán vuestros hogares...

Cuando desaparecieron, Ereymos se asomó por la ventana. Les daría tiempo a empezar su propia creación, ahora se sentía demasiado exhausta.

-Asgetad maracio mardiac... Pesfuor hajëk madak...-murmuró y se tendió sobre el lecho cerrando los ojos.

Notas de juego

Mi pequeño y humilde aporte ^^

Cargando editor
19/09/2009, 11:23
Durmeg

Durmeg estaba agotado, más de lo que jamás lo había estado. Por supuesto, le quedaban fuerzas más que suficientes para sobresalir en sus artes por encima de todos los demás dioses, pero no para hacer irrupciones en las artes de los demás. El tiempo lo había cambiado todo y el estar en la Creación trastornaba las cosas sobremanera.

Oyendo la llamada de su hermano, el líder de entre todos ellos, el dios de la piedra acudió con sus pasos pesados y el ruido de su cayado al chocar contra la roca y la tierra recordaban a las tormentas que ahora ya existían en el mundo. En no demasiado Durmeg ya se había desplazado hasta el lugar donde Adelphos le esperaba.

Resultaba inquietante que el señor de la llama y la luz le llamara sólo a él, en especial en ese momento de debilidad, pero el líder debe ser escuchado y nunca había albergado malos modos hacia él, en todo caso sí le había llamado la atención y reconducido sus deseos, siempre de manera justa. Así pues, Durmeg se presentó ante Adelphos con la mente abierta y dispuesto a escuchar.

-Aquí estoy, hermano. Decidme qué se os ofrece -sentenció. 

Cargando editor
22/09/2009, 21:23
Adelphos

- Hermano - saludó Adelphos, cuando le vió llegar, - gracias por responder a mi llamada. Siempre me ha enorgullecido tu apoyo y solicitud.

Adelphos le observó, notando las leves señales del cansancio de su hermano, casi imperceptibles, pero a la vista de alguien que le conozca bien.

- Has hecho un gran trabajo, tu contribución a la Creación complacerá al Cosmos. - Apoyó su mano derecha sobre el hombro del Dios de la tierra y le acompañó hacia el objeto de su visita. - Comprendo el esfuerzo que has llevado a cabo recientemente, pero necesito que me ayudes.

Delante de ellos, en el suelo, yacía la roca esférica que Adelphos había traído desde el volcán. Parecía una simple piedra negra.

- En mi camino hacia el norte observé unas extrañas rocas, por fuera parecían simples y macizas, pero en su interior se escondía una hermosa composición de cristales. Era el resultado de nuestras fuerzas combinadas. La roca ardiente expulsada por un volcán, cristalizó para tornarse algo mucho más valioso.

El Dios del fuego divagaba sin mostrar el rumbo de sus pensamientos. Parecía que, fuese lo que fuese, le costaba pedir lo que quería.

- Ésto que ves aquí, Durmeg, es una de mis criaturas en este mundo. Crecen dentro de una esfera, dura como el mineral, mientras sus cuerpo de llamas se desarrolla, adquiriendo temperaturas cada vez más altas. La roca se fundirá, y surgirá el Dragón. Mis hijos serán libres en el norte, donde el infierno de llamas será su reino. Pero más allá, sus llamas se apagarán lentamente, extinguiéndose sin protección frente a los vientos que llegan del sur.

Adelphos se adelantó, posando su mano sobre la negra roca, notando el calor palpitante de su interior.

- Sólo una idea he inculcado en mi descendencia. Mi deseo es que sean los guardianes del equilibrio. Siempre que una raza, o elemento amenace el equilibrio de la Creación, ellos se encargarán de restaurarlo. Pero no pueden hacer esto así. 

Se levantó, mirando a su hermano con sus ojos ambarinos que brillaban con luz propia.

- Te pido, hermano mío, que les otorgues una piel que proteja su llama, para que así puedan proteger los picos y las montañas, y vivir en las alturas o las cavernas que comprenden la cordillera central.

El Dios del fuego dejó que su hermano meditara sus palabras, antes de añadir:

- No quería este destino para mi descendencia, pero será un seguro para lo que hayan maquinado Nerhu, Arezos y Melenunde en su reunión secreta. Más tarde pediré a Ereymos y Nerfedos que hagan lo mismo, para que puedan guardar también las zonas heladas del sur y los océanos exteriores.

Cargando editor
22/09/2009, 23:28
Durmeg

-Cuidado, hermano, aunque tu sinceridad es loable, me abruma. Hasta el momento estoy seguro de que todos nosotros nos hemos esforzado, nos esforzamos todavía, en que nuestra raza sea lo más afín a nosotros, la mejor y más poderosa. De una u otra manera, ya estamos compitiendo. Pero lo que dices ahora levanta suspicacias. Hablas de equilibrio y haciéndolo socavas la esperanza en un crecimiento sin fin, desatas suspicacias y das rienda suelta al espíritu de la guerra y la muerte que dos de nosotros tanto controlan. Haz a tu raza defensora de la paz, no de la guerra. A menos que quieras engañar a la propia Guerra y Muerte. Tú mismo -dice sabia pero contundentemente el dios de la roca mientras se mesa su larga barba.

-Haré lo que me pides, pero te lo advierto, Adelphos, aunque te quiera como el hermano que eres, ya he hecho todo lo posible por que mi raza deje el máximo espacio posible y evite en todo lo posible a las otras razas. No cederán más, lo sé. El interior de la tierra es suyo y si alguien quiere arrebatárselo, lucharán incansablemente, con armas de metal y el conocimiento del submundo. Yo los creé, lo sé. Y ahora, por las propias normas que el Cosmos puso, no puedo cambiarlo... -y por el tono, aunque pudiera, tampoco querría hacerlo. Tal vez Melenunde y Durmeg fueran más afines de lo que ninguno de los dos reconocía.

Cargando editor
24/09/2009, 23:50
Adelphos

Antes de poder responder, Adelphos se queda con los ojos en blanco y se paraliza durante un instante... El cosmos está interviniendo en su esencia. Tose incontrolablemente, se retuerce por los suelos y empieza a flotar sin dejar de moverse compulsivamente. Se hace un silencio vedado incluso a los dioses que paraliza el lugar.

De pronto se detiene, inerte, y durante un instante infinito unas palabras que no son suyas atraviesan su garganta. Se trata de la primera mitad de algo; de una profecía...

Todo podrá morir...

Se derrumba sobre el suelo, envuelto en el silencio irrompible. Poco a poco, el tiempo retoma su cauce, y los dioses se ven libres de sus invisibles ataduras.

El cosmos ha hablado.

 

 

 

Otro dios ha sido el destinatario de la segunda parte... y Adelphos tiene muy claro cuál.

Notas de juego

PNJotizado. Por cierto, es Arezos el otro destinatario. Por si no ha quedado claro.

Cargando editor
26/09/2009, 15:59
Asura
Sólo para el director

Asura llegó a sus aposentos... y se sentó en la cama, para luego estirarse... no miraba nada en concreto, y a la vez estaba observando su habitación... acariciándose la punta de los cabellos...

Pensando en su raza, quizás... o pensando en Arezos. O en los dos. O incluso quizás le pasó por la cabeza la "rebelión" que querían montar contra Adelphos... quizás... ¿debería avisarlo...? Pero... ¿eso no sería traicionar a sus hermanos?

Pero Adelphos también es mi hermano...

Cerró los ojos, pensando... aquello la estaba superando...

Cargando editor
26/09/2009, 15:59
Nerfedos

Había comenzado. Podía sentirlo en cada una de las ondas que las nuevas criaturas creaban en su piel de agua al llegar al mundo mortal, creadas por la voluntad y el poder de sus hermanos. Podía sentir sus vidas fluir por el caudal del tiempo como ríos que fueran a desembocar al mar de la muerte. Podía sentir a Asura y Nerhu, la primera viéndolos partir y el segundo esperando su llegada.

Si, Nerfedos lo podía sentir todo, pues su esencia se extendía por cada rincón del nuevo mundo. Él estaba en todas partes, pues en todos los rincones el agua hacía acto de presencia. Cubría la superficie como un manto, se deslizaba desde las montañas hasta los mares, se introducía en lo mas hondo de la tierra horadando la obra de Durmeg y flotaba sobre los cielos a lomos de las corrientes de aire de Ereymos, al igual que esperaba con paciencia en las tierras heladas del sur. Poco o nada escapaba a su mirada. Su poder alcanzaba a los tres estados de la materia... Solo las ardientes tierras del norte, donde su hermano reinaba, escapaban a su mirada. Tierras áridas de fuego y polvo, de roca fundida y eternas hogueras... Allí Nerfedos no tenía cabida.

El Señor de la Tormenta mediataba en su reino... Esperando el momento propicio para dar vida a su creación. Observaba con detenimiento a los otros primeros nacidos, con creciente interés, intentando entrever la intención de cada uno de sus hermanos a la hora de dejar en libertad a sus criaturas. Seguía sin ver con buenos ojos las creaciones de Durmeg, trabajando duramente en las montañas, ni tampoco a las criaturas de Ereymos, tan extrañas para un Dios como él. Nada sabía de los mortales de Adelphos por el momento, pero sería cuestión de esperar. El tiempo, ese nuevo concecpto creado por Arezos, se asemejaba mucho a parte de su propia naturaleza y, lejos de hacerle sentir incómodo, le daba cierta ventaja sobre sus hermanos.

Tenía que meditar seriamente... Pues en su mente sin límites se formaba una idea. Una idea que podría alejar a sus hijos de las garras del siniestro Nerhu.

Notas de juego

Lo dejo así porque tengo unas cosas que comentar a nivel de mecánica de juego antes de ver si son viables xD

Cargando editor
28/09/2009, 17:35
Master Walgor

Notas de juego

Ya te he cambiado de escena, como puedes ver. No saben de tu regreso, puedes postearlo si quieres o mantenerlo en secreto, aunque tal vez lo descubran por los destinatarios.

Suerte con la broma ;)

Cargando editor
28/09/2009, 21:03
Arezos

Una risa comienza ha quedar patente en la sala, unas carcajadas que van cojiendo fuerza en la estancia aunque no tienes procedencia fisica.

Pero no es necesario un medio fisico para que los Dioses sepan a quien pertenecen esa voz. Solo podia ser de Arezos. Durante mucho tiempo habian convivido con el Dios del caos, muchos tenian que soportar sus bromas de vez en cuando... Pero nunca lo habian escuchado reir asi, unas carcajadas que eran capaces de llenarlo todo y que rozaban la locura pero desde el otro extremo de la linea que la separa de la cordura. Un sonido que de ninguna forma podia ser buen augurio de nada... Unas carcajadas que habian hecho retroceder a la propia deidad del miedo.

En medio de la sala se manifesto Arezos, continuaba con su risa, sin importarle demasiado si interrumpia algo.

-JAJAJAJA... Ya esta, la mejor broma de la Creacion esta en el tablero jajaja -Decia mientras se movia con su habitual agilidad y excesos ante sus hermanos y hermanas presentes- Y vosotros... Jajajaja... Tendreis que ver vuestras caras jajaja...

La verdad es que el Dios estaba mas excitado de lo habitual mucho mas...

-Adelphos... ¿Tu... Tu les has contado la broma? jajaja...

Cargando editor
29/09/2009, 10:53
Cosmos

En ese momento, una luz cegadora se vió en toda la Creación.

En todo el universo.

Todos los planos de la Creación se vieron innundados con esa luz, cálida.

El Cosmos se hace presente en ese momento, con su luz, mirándo a cada uno, tocando el alma de cada uno de los dioses que está allí.

Algunos sintieron como el Cosmos se regocijaba en su Creación, otros, solamente percibieron una leve calidez en sus almas.

Pero allí estaba, controlando todo, mirando todo.

Su luz se quedo unos segundos, o milésimas, o décadas sobre Adelphos, Durmeg y Nerfedos, para después desaparecer lentamente, rozando con sus alas a Asura, la cual se estremeció por un momento...

Cargando editor
30/09/2009, 02:12
Master Walgor

Bueno, por un fallo de sincronización cósmica no te he dicho ésto antes -resulta que acabo de inventármelo-: Hay un vacío en los recuerdos del futuro de Arezos, muy pequeño... pero importante.

Arezos vive una y otra vez, encerrado en una singularidad temporal que enloquecería a cualquiera, viviendo una y otra vez los mismos acontecimientos. De hecho cada segundo de su vida está viviendo todos los segundos de su vida al mismo tiempo. Bueno, casi todos. Porque hay algo que siempre olvida, como si el cosmos -y ésta es la teoría más razonable- estuviera empeñado en que no supiera algo.

Sabe que Asura tiene una misión. Una misión que, en éstos mismos instantes, el cosmos le está encomendando. Sabe que Asura es especial entre todos los dioses por alguna razón... pero no sabe nada más.

Éste es uno de los motivos de su fascinación por la diosa del amor, o tal vez el único: él, que ha despejado la ecuación infinita del tiempo, no puede comprender a la diosa.

Cargando editor
30/09/2009, 12:33
Cosmos

El Cosmos te roza con su luz...

Y en tu alma escribe a fuego con su sabiduría...

Tu deber es trasladar su espíritu de belleza a toda la creación siempre más allá de los conflictos naturales entre los demás dioses, sobreponerte imparcialmente a ellos y resistir a las tentaciones de Melenunde, de valorarlos a todos como son y no como parecen y de luchar porque su inocencia sobreviva a los duros tiempos que esperan al panteón.

Cargando editor
01/10/2009, 00:34
Arezos
Sólo para el director

Notas de juego

Si lo de que vive todos los segundos a la vez ya me lo imaginaba, es mas, cuando pone que se teleporta de un lado a otro o que parpadea de aqui para alla, me lo imagino visitanto en billonesimas de segundo cada rincon del tiempo para comprobar como va ira y a ido todo xD

 

Pero eso de que se le escape un detalle... Cada vez me enamoro mas de este personaje xD

A ver si alguien me contesta algo jeje.

Cargando editor
01/10/2009, 20:10
Adelphos

Adelphos quedó en silencio durante largo rato. La presencia del Cosmos llenaba sus sentidos hasta mucho después de haberse marchado. La luz que sus alas irradiaban parecía una sombra al lado de la Luz, los fuegos que ardían en su alma eran cenizas comparadas con el Calor.

Poco a poco se fue recuperando, mientras la sensación de formar parte de algo infinito se disipaba en el universo.

Recordó que Arezos había regresado al Templo, irrumpiendo en esta realidad como un torbellino. Concentró su mente y le envió un mensaje.

En el pico que dominaba la Creación, el viento comenzó a soplar del sur, moviendo sus cabellos negros. Adelphos miró a su hermano Durmeg, intentando descifrar sus sentimientos.

 

Cargando editor
01/10/2009, 20:17
Adelphos

La voz de Adelphos sonó en la cabeza del dios del Caos.

- Como sabrás, tus bromas no siempre son entendidas por el resto de tus hermanos. Lo que para tí es una broma para otros puede ser una carga.

Parecía profunda y seria, como siempre, pero se podía notar algo más en su voz.

- Supongo que no te importará decirme lo que el Cosmos te ha comunicado, para que te haga tanta gracia.

Cargando editor
01/10/2009, 20:21
Adelphos

Tras los recientes acontecimientos, Adelphos prefería meditar sus acciones cuidadosamente. Se acercó a la gran roca y se arrodilló junto a ella, mirándola fijamente como si pudiera ver a través del tiempo, en lo que se convertiría algún día.

- No has entendido lo que quiero hacer, hermano, pero no te preocupes.

Levantó la roca en sus brazos y alzó el vuelo de un salto. Sin decir nada más, se alejó volando hacia el sur.

Cargando editor
02/10/2009, 18:01
Arezos

La cabeza del Dios del Caos era un hervidero de voces chillando y susurrando intentando hacerse oir sobre las demas, por suerte al poco una voz pudo imponerse entre el resto, no sonaba como la voz que usaba habitualmente Arezos para hablar pero Adelphos pudo entender que esa voz representaba la voluntad del Dios por encima del resto.

-Oh, Adelphos, rey de reyes, ni aunque usases tus poderes y tu voluntad podria acceder a lo que me preguntas. Como sabes, tengo ciertas palabras y expresiones censuradas por el propio cosmos, cosas que no puedo decir ni anunciar... Aun asi trato de hallar resquicios en estas prohibiciones para comunicarme con vosotros pero lo cierto es que esta vez me es sumamente dificil el conseguirlo.

Y por muy paradojico que pareciese, la voz interna del dios de la locura era mucho mas tranquila y organizada que su yo externo.

 

-Se que tu tienes parte del mensage y se que ahi mas dioses implicados y que nos afectara a todos y quiero que sepas que te ayudare en lo posible mas... Me temo que por el momento no puedo hacer mucho mas...