Partida Rol por web

Tras la visita al río y el pequeño paseo hasta la casa en la que les dejarían alojarse Leon-O asintió a las palabras de Amanecer sobre la cena de bienvenida que les harían a la noche:

-Me encantará asistir a esa cena, sois nuestros anfitriones y querremos agradecer vuestra atención siendo buenos invitados le dijo intentando ser los más amable que pudo pese al cansancio acumulado Ahora, necesitamos descansar y hablar sobre todo lo que nos ha pasado, así que a la noche podremos hablar con vosotros más tranquilamente sobre todo esto. Sonrió dejando paso a que sus compañeros se despidieran también hasta la hora de la cena.

Mientras sus amigos terminaban de hablar con Amanecer, Leon-O se alejó hacia uno de los jergones y se sentó en él con las rodillas levantadas, la cabeza apoyada en ellas y los ojos cerrados, esperando pacientemente a que por fín, pudieran hablar con más calma entre ellos sobre todo lo ocurrido.

Estoy agotado, desde lo que pasó en la nave no hemos parado ni un momento y apenas he tenido tiempo de pensar en aquello, que lejano queda el recuerdo de Jaga... ese último pensamiento le produjo una punzada de dolor, sabedor de que había llegado el momento de enfrentarse a la realidad en la que ahora se encontraban.

 Acompaña a los thundercats y a Amanecer hasta lo que parecian sus aposentos.La verdad es que estaba parcialmente contento, ya que la llegada a ese planeta no había estado mal del todo.Al escuchar la cena de binvenida, sus ojos se ponen como platos.Un retortijon suena en su pequeña barriguita y comienza a babear.

Por su mente pasaban todo tipos de comidas que recordaba cuando vivia en Thundera.La verdad es que había pasado tiempo desde que dejaron el planeta.Se sentía cansado y hambriento.Se acerca a Leon-O.

-Debes descansar.....Porcura no esforzarte mucho..- dice preocupado, ya que le veía con una cara agotada.

-Si ves que es demasiado trabajo, dejaselo a tus compañeros, ellos lo harán gustosamente por ti....- o eso creía Snarf.

Tigro se despidió de Amanecer con una inclinación amable de cabeza. Miró cuanto había a su alrededor en la cabaña. Todo era sencillo pero resultaba funcional y resultaba acogedor. Más que dormir a la intemperie expuestos a cualquier cosa. Con decisión, tomó una de las telas y se la echó sobre un hombro.

- Creo que ya hemos tenido demasiadas emociones por hoy y el día aún no ha acabado. Aconsejo a todos que aprovechemos los estanques termales para relajarnos un tanto, y en tu caso y el mío, Pantro, para quitarnos esta mugre incrustada de ceniza y sudor. Además, podemos aprovechar el baño para hablar, al margen de que estaremos presentables para la cena. ¿Venís? - preguntó antes de dirigirse hacia la salida.

Con cautela, me quedo el ultimo de todos en el recorrido que nos hace la nativa por el poblado, aun no me fio demasiado de estos lagartos, quien sabe si todo esto es una treta y en cualquier momento nos encontramos en problemas.

Al entrar en la cabaña y verlo todo tan limpito y tan parecido a lo que necesitamos y no al cubil lagarto que me esperaba encontrar, empiezo a relajarme un poco.

Y siento la mirada de Tigro sobre mi -Opsss...no me acordaba de la capa de ceniza y mugre que tenemos....!Si parece que soy de color negro! Buagggg! Vayamos a darnos ese baño.... -Con las uñas de mis garras agarro una manta igual que la de Tigro, para no mancharla mucho y me dispongo a seguirlo a ver si las aguas de este planeta son capaces de dejar aparecer mi color de pelaje normal.

Al pasar junto al río, Cheetara mira con anhelo las dos bañeras naturales de aguas termales. En ese momento se le hace muy apetecible entrar allí dentro y relajarse. Pero con su elegante y ágil caminar continúa caminando junto a sus compañeros.

Llegan a la casita donde podrán instalarse, la mujer sorprendida por la amabilidad de estos seres sonríe a Amanecer. Gracias por todo. Dice escuetamente, siente que el resto ya lo ha dicho Leon-O y sus palabras únicamente sonarían vacías.

Sí, creo que a todos nos sentará bien un buen baño. Responde Cheetara a las palabras de Tigro. Aunque, al contrario de sus compañeros deshecha la idea de coger ninguna manta, prefiere tenerla seca para la noche, y secar su pelaje con la brisa.

Ya estaba todo dicho así que lo único que hice fue sonreir a aquella mujer por su hospitalidad, ya que según dijo sus primeras palabras pensé que íbamos a tener que dormir en el suelo. Todo parecía acogedor al menos y seguro que podríamos reposar tranquilos. Serían demasiadas sorpresas para un mismo día de no ser así.

Me acerqué a las telas de encima de la balda, cogí una y me la eché sobre el hombro.

- Vamos ahora que aún hace sol, creo que podría quedarme dormida allí..

A todos os pareció buena idea eso de daros un buen baño caliente, así que os volvisteis a dirigir hacia la zona que os había mostrado la mujer, para poder hablar mientras descansabáis un poco.

El río era bastante ancho y en las especie de bañeras formada por rocas, seguía saliendo el vaho blanco del agua, como si el paso de los minutos no fuera con él.. Las rocas estaban lisas debiso a la erosción del agua y a ambos lados, había sendos matorrales cargados con unos frutos anaranjados que no teníais demasiado claro si serían comentibles o no, pero que proporcionavan una intimidad casi perfecta para poder estar tranquilo y relajado.

Ambas " bañeras " se encontraban libres y por su tamaño calculabáis que en cada una de ellas entrarían unas diez personas. Ver laba en ese planeta y en el caso de algunos, casi caer a ella, tenía su lado positivo después de todo, unas agradables aguas termales.

Leon-O levantó la vista para mirar al pequeño Snarf cuando este le habló, pero no encontró palabras con las que responderle, luego escuchó las del resto de compañeros.

La verdad es que un buen baño y una pequeña siesta antes de esa cena me va a venir muy bien y nos ayudará a todos a ordenar nuestras ideas. Pensó alegrándose de la suerte que habían tenido al ir a parar allí.

-Entonces vayamos dijo incorporándose perezosamente y cogiendo una de las telas para secarse siguió a sus amigos ese baño nos va a sentar de maravilla y podremos despejarnos la cabeza para hablar con más calma sobre lo que nos ha pasado... reparó en su garra y en la Espada del Augurio cuando pensó en el baño y una punzada de alarma recorrió su cuerpo.

Hummm... no puedo dejar la espada así como así. Es mejor que no nos fiemos hasta que no estemos realmente seguros de nuestra seguridad, no puedo olvidar las palabras de Jaga y lo importante que es esta espada para nosotros, no la voy a dejar aquí, me la voy a llevar conmigo.

Con estos pensamientos en la cabeza, caminó junto a sus amigos hasta el río, una vez allí estudió cual era el mejor lugar en el que dejar la espada enfundada en la garra sin perderla de vista desde las "bañeras" y la depositó con cuidado intentando dejarla oculta a cualquier vistazo casual y avisando con la mirada a sus amigos lo que hacia. Luego procedió a desvestirse quitándose primero la parte superior del traje que Jaga le dió y dejando a la vista los poderosos músculos de su torso, en ese momento titubeó echando una mirada de soslayo a Felina y Cheetara.

Eeeeestoooo... pensó notando como la sangre le coloreaba el rostro.

-¿Cómo nos ponemos? Preguntó tímidamente, una vez pasada la tensión anterior, volvía a aflorar en Leon-O su mentalidad de niño a pesar de su cuerpo adulto, sintiendo emociones que las hormonas desarrolladas de su cuerpo ahora crecido, antes no le provocaban, a pesar de que antes de que Jaga les diera aquellos trajes, nunca viera a ninguno de sus compañeros con nada encima.

Asiento a Leon-O cuando nuestras miradas se cruzan al esconder la espada Nadie se acercara a ella...

Con un rapido movimiento, me quito mis ropas y escucho las palabras de Leon-O. Al mirarlo para responderle veo que....¿se ha puesto colorado? ¿por qué? Miro alrededor y no veo nada especial...ah!! eso...las chicas...jejeje... -!!!Yo elijo esta bañera!!! -le contesto, a la vez que me tiro en plancha en una de los remansos de agua.

-Uffff que alegria!! esta caliente!!

Tigro se desnuda, observa los frutos y toma uno de ellos. Lo observa mientras entra en el agua poco a poco. Lo huele, lo abre por la mitad y contempla su estructura. Imagina que el planeta debe contener innumerables maravillas, tanto de fauna como de flora, estructuras y formaciones geológicas únicas, compuestos minerales tal vez desconocidos. Un hambre enorme de conocimientos, un deseo de estudio y catalogación se abre en él. Este es el llamado a ser su nuevo hogar.

Arroja el fruto y se sumerje completamente en las aguas termales, dejando que el calor le invada y relaje sus músculos. Cuando emerge se forta vigorosamente para quitarse la mugre de cenizas y sudor acumulados en su pelaje, lo que provoca que el agua se enturbie rápidamente, pero pronto vuelve a quedar limpia gracias a la suave corriente.

- Mmm, esto es veraderamente placentero. Decidme, ¿dónde acabaron vuestras vainas? Tengo curiosidad por saberlo. las de Pantro y mía acabaron más o menos próximas entre sí y demasiado cercanas a un río de lava, no muy lejano. Por lo que parece, la actividad telúrica debe ser importante por aquí. Resulta extraño que estas gentes hayan establecido aquí su campamento. No debe ser el lugar más seguro.

Sin ningún tipo de pudor, Cheetara se quita su ajustado traje y entra en la misma piscina que sus compañeros. Le lanza una mirada extrañada al joven Leon-O, pero comprendiendo de repente el pudor del joven, sonríe.

Deberíamos entrar todos en la misma piscina, si queremos poder hablar... Comenta guiñando un ojo a su joven líder... Venga, Leon-O, no es la primera vez que nos vemos desnudos... Te recuerdo que en Thundera era nuestra forma de ir, hasta que Jaga nos hizo entrega de estos trajes...

La mujer guepardo se relaja al sentir la calidez de las aguas termales. Ummnhh.... Sí, es realmente placentero. Comenta cerrando los ojos y dejándose llevar por la sensación cálida que embarga sus sentidos. ¿Nuestras vainas? Abre nuevamente los ojos y mira fijamente a Tigro. Nosotros nos encontramos en una charca. No llegamos a investigar la zona, acabábamos de despertarnos y todavía estábamos preguntándonos qué había ocurrido, cuando vimos la señal.

Conocedor de la verdad que había en las palabras de Cheetara, Leon-O se ruborizó algo más al darse cuenta de lo ridículo de su comportamiento.

Maldita sea, no se por que me siento así, antes no me importaba nada este tipo de cosas y me parecía algo de lo más normal caminar desnudo junto a los demás pensó avergonzado y de pronto se dió cuenta de que el problema no era desnudarse, si no una repentina, y desconocida hasta ahora, tímidez hacia las hembras. Con un último esfuerzo de voluntad terminó de desvestirse y meterse en la misma bañera en la que ya se habían metido sus compañeros más mayores.

Se mantuvo en silencio, escuchando lo que decían sobre su llegada al planeta y luego habló relatando lo que el había vivido junto a Snarf, sintiendo que la conversación y el baño lo relajaban:

-Snarf y yo no tenemos mucho que contar, salvo por un pequeño detalle del que aún no hemos podido hablaros. Cuando salí de la capsula Snarf estaba esperándome fuera, así que supongo que él aterrizó cerca de mí y luego me encontró en el cañón en el que nos juntamos. Miró a Snarf esperando alguna señal de confirmación Cerca del lugar había una especie de templo, muy raro la verdad, pero no nos acercamos a él, dejándolo para más tarde en caso de necesitar un refugio,lo que hicimos fue buscar una salida del cañón por el otro extremo intentando encontrar un sitio alto en el que mirar el lugar en el que estabamos, y fue entonces cuando llegando a los límites de esa zona selvática, que me acordé de usar la Espada del Augurio para realizar la llamada. Iba a mencionaros lo del templo, cuando aparecieron los reptiles que nos han traido a su pueblo.

Mientras hablaba no dejó de frotarse con el agua y zambullirse de vez en cuando para limpiarse.

Iba a quitarme lo que quedaba de mi ropa, ahora más parecido a una camiseta un poco larga debido al cambio sufrido en la cápsula cuando el comportamientode Leon-O me frenó y me hizo pensar que bueno, era la primera vez que iba a andar sin ropa desde que.. había crecido y bueno, que había mucha gente.. Noté como la sangre se agolpaba también en mis mejillas mientras bajé la vista al suelo.

- ¿ Por qué me da tanta vergüenza? - Pensé por unos instantes, aunque las palabras de Cheetara me hicieron reaccionar.

Me quité sin decir nada la ropa, aunque evitando levantar la vista para no encontrarme con la mirada de nadie y me metí en el agua caliente. Estaba riquísima, no como el charco en el que estábamos flotando cuando me encontró Cheetara.

- Creo que me voy a quedar aquí hasta que se me queden sin color hasta los pelos.. - Sonreí con los ojos cerrados para luego meter la cabeza bajo el agua unos instantes.

- ¿Un templo? Quizás podríamos preguntar en la cena sobre él, aunque si estaba abandonado igual no nos quieren hablar sobre el tema..

 Se dirige a los baños, ya que el no tenía ropa, se mete directamente sin temor alguno de que estuviera muy caliente.Necesitaba un baño desde hace mucho y esta era una buena oportunidad de quitarse el polvo milenario que tenía encima.Se mete poco a poco en el agua zambulléndose por debajo del agua durante unos instates, y así continuamente, ya que le gustaba mucho bucear.Tras sacar la cabeza, todos sus pelos largos y suaves que hacían la cara de Snarf redondita, cayeron por su cara al mojarse, dejándole un aspecto un tanto extraño.

-Meeooow.....- mauya recordando el momento en el que despertó con un tremendo dolor de cabeza en el fondo de aquel barranco.

-Es verdad, Snarf vio un templo pero no se fijó en él, tenía mucho dolor de cabeza y de cuerpo....Así que lo primero que hizo Snarf fue buscar a sus amigos....- dice algo molesto.

-Nadie se preocupa nunca por el pobre y viejo Snarf.....meeow.....- murmura dolorido.

Tigro escuchó al resto del grupo, asintiendo con la cabeza conforme le decían dónde habían aparecido. Sus ojos brillaron ante la mención del templo. Sería interesante preguntar a los nativos durante la cena acerca del mismo y curiosear un poco acerca de su religión y de esa madre a la que la hembra reptil chamán había hecho mención.

No le pasó, asimismo, inadvertido el azoramiento de los jóvenes ante la posibilidad de bañarse desnudos. No le dio mayor importancia, sospechando que la razón del mismo radicaba en el brusco cambio físico experimentado.

- Me preocupa lo de la nave. Si Jaga seguía vivo cuando aterrizó... - señaló apesadumbrado sin acabar la frase -. Y sospecho que sí, a pesar de que el viaje era demasiado largo como para siquiera plantearse la posibilidad de su supervivencia. Con lo cual temo por su vida, si tal y como han afirmado los nativos, los mutantes se apropiaron de ella. Veréis, no tiene sentido que nuestras vainas fueran eyectadas antes del aterrizaje. Pienso que fue el propio Jaga quien lo hizo y no un automatismo de la nave. Probablemente, se dio cuenta de la presencia de nuestros enemigos y trató de salvarnos expulsando nuestras cámaras de éxtasis. Mañana deberíamos ponernos en marcha cuanto antes, lo más temprano posible, y tratar de dar con ella. Y averiguar el destino de Jaga.

Despues de meterme debajo del agua en dos ocasiones aguantando todo lo que mis pulmones me dejan, cojo de un puñado mi traje y lo meto tambien en el agua, intentando que por lo menos, parte de la mezcla de sudor, ceniza y tierra desaparezca. Ummm nunca fui bueno en esto, a ver si sacudiendo esto un poco dentro del agua consigo sacar algo decente...

Mientras intento lavar el traje, escucho distraido los comentarios de donde aparecieron las vainas de cada uno y solo la levanto al escuchar el chapoteo que hace Snarf al salir del agua. Lo miro bien, porque realmente, no se donde tiene la cabeza ni los ojos. Parpadeo un par de veces y el pequeñajo por fin comienza a hablar y entonces le situo la cara dentro de la maraña de pelos chorreando agua en la que se ha convertido. Ruidosamente comienzo a reir sin poder parar mientras que lo señalo e intento contenerme.

-Snarf...tus pelos...tus...jajajaja....echalos hacia atras un poco...asi si... -consigo decir mientras que pongo un poco de orden en su pelaje - !anda! si hay un Snarf debajo de todo ese pelo -termino dandole un puñetazo amistoso en su hombro.

Cuando Tigro habla, el momento distendido pasa como por arte de magia. Sus palabras tienen cierta logica -Tigro, ahora que lo dices...no recuerdo que las vainas estuvieran programadas para su eyeccion automatica al atravesar una atmosfera. Tal vez no sea tan descabellado pensar que fue Jaga quien lo hizo. He dado tan por supuesto que...bueno...que eso, que no pense en otra posibilidad. Pero si, puede ser posible. Lo que implica que ahora Jaga !estaria en manos de esos asquerosos mutantes! -termino de decir a la vez que mi puño golpea la superficie del agua.

Me quite toda la ropa el ultimo y me zambulli con cuidado en el interior de la bañera con cuidado de no golpear a ninguno de mis compañeros...vaya...si que esta calentita si,no se Pantro tu eres el piloto...crees que no pudo ser cosa de la nave?? pues cuanto antes vayamos a buscar a esos repelentes antes encontraremos las respuestas que necesitamos...El joven sonaba energico y decicido.

Mi vista iba de uno de mis compañeros a otro, escuchando y acordándome de Jaga. - Si hay alguna posibilidad de que Jaga siga con vida, tenemos que ir a  bucarlo.. - Pensé escuchando también la determinación con la que mi hermano acababa de hablar.

- ¿ Entonces a nuestros anfitiones les diremos que sí que vamos a deshacernos de los mutantes? No creo que tengan que saber que vamos a porJaga ¿ no? Si nos han dicho que no les importaba cuál era nuestro problema con los mutantes, supongo que mientras digamos que vamos a ir tampoco van a preguntar más..

Esa era mi forma más simple de ver las cosas. Decirles que sí y así llevarnos bien con ellos, que parecía que íbamos a tener que llevarnos bien porque me sentía como invasores de su planeta y nosotros, tendríamos libertad para buscar a Jaga y sí, en el fondo deshacernos de esos " bichos asquerosos ".

Estoy con vosotros, quizás Jaga siga con vida...

Cheetara se queda mirando por un momento a lo lejos, sus ojos, empañados, miran casi sin ver. Rápidamente vuelve a la realidad, al entorno que la rodea, y con un suspiro retoma la conversación. Tenemos que ir, como bien decis. Pero hemos de acabar con los mutantes. Estas criaturas que nos han acogido han sufrido por nuestra culpa. Tienen razón en no involucrarse. Es un pueblo pacífico, y no merecen haber sido objetivo de nuestro enemigo. Tenemos que acabar con ellos, sabemos que no descansarán hasta que consigan el ojo de Thundera, y allá donde vayamos nos encontrarán. Así que no tenemos otro remedio. Además, si no conseguimos terminar con ellos continuarán exterminando pueblos inocentes.

Si es asi lo traeremos de vuelta, hermana espero que con el viaje no te me hayas oxidado, comente con una profunda sonrisa hacia mi hermana.

Tendrian hierbas aqui para poder preparar mis armas???, desde la llegada no nos habiamos preocupado por un posible combate pero tristemente ha llegado la hora...