Partida Rol por web

Tiempos Convulsos en Diez Ciudades

1. Trolls a las Puertas

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24/11/2019, 13:04
Lilandra

Lilandra palideció al escuchar las noticias, Aarun era un excelente explorador y un buen amigo. Él fue quien la reclutó en el grupo de los Arpistas de Calimshan y quien le mostró las diversas formas en las que ella podía ayudar a la causa. Era un buen hombre y era probable que ahora estuviera muerto. 

Respiró profundamente y se centró en la tarea que había emprendido para evitar que las lágrimas llegaran salir - Mal asunto si hay licántropos, te ayudaré a averiguar que ha sido de Aarun. Iremos a ver a Mishann en cuanto haya hecho lo posible por los heridos. - Los heridos tenían prioridad ante los muertos, era una dolorosa lección que había aprendido en la isla.

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24/11/2019, 16:12
Guardia

El guardia que lo estaba custodiando no estaba muy contento con la conversación con el prisionero, pero sobre todo porque le dierais más trabajo.

—Se le acusa de haber robado la recaudación de Brinna Alcott, una honesta ciudadana que regenta una tienda de telas un par de manzanas más allá —informó el soldado señalando una calle con la cabeza.

Escupió al suelo como elocuente respuesta ante el tono sabihondo y hostil de Ramiel.

—Una cornamenta de alce, ¿eh? ¿Como ese colgante que lleva al cuello más o menos? —se apoyó en la lanza—. Podéis ir a hablar con el Alguacil Markham si queréis, pero creo que esa es una prueba más de que él ha atraído a esas criaturas aquí directa o indirectamente. 

Esta conversación ha terminado. Dispérsense, ciudadanos.

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25/11/2019, 08:17
Wido Cuervo Blanco

¿Eso es verdad, Hengar? - Le preguntó Wido al pelirrojo.

Wido no era un ferviente seguidor de las leyes. Había algunas que consideraba que estaban mal y otras que directamente le parecían absurdas. Por lo tanto, Wido era un hombre que no siempre cumplía con aquellos preceptos establecidos por otros, pero sabía que robar no estaba bien. Más cuando el robo se había perpetuado contra una mujer indefensa. Otra cosa era un saqueo. Cuando se montaba una expedición de saqueo contra tribus enemigas, tirbus que les habían causado problemas en el pasado, se recuperaba lo que se había perdido. De esa forma se guardaba cierto equilibrio. Pero desde luego, robarle a una mujer que nada te había hecho, estaba mal.

¿Por qué le has quitado la recaudación a la señora Alcott, Hengar? - Le preguntó. - ¿Qué te ha hecho ella?

- ¡Ya te he dicho que me han incriminado, Wido! - Repitió el bárbaro. - ¡Me conoces! ¡Sabes que yo no lo haría!

Wido dudaba. Conoció a que fuera ese tipo años atrás, casi una década, pero no sabía en que asuntos andaba metido. Si Wido tuviera una familia y su familia no tuviera que comer, posiblemente él le robaría la recaudación a quien hiciera falta. Podía fiarse del Hengar que conociera, pero no sabía si seguía siendo ese mismo Hengar. Con todas aquellas elucubraciones en su mente, Wido tenía una corazonada. Hengar era sincero y estaba completamente desesperado.

Dice la verdad... - Le dijo al guardia. - Será mejor que le suelte. Es un hombre inocente. 

Aquello podía causarle problemas a Wido y por ende también a Ramiel, al menos si no era lo suficientemente rápido y astuto como para alejarse a tiempo de la zona. Pero Wido había tomado al fin la determinación de ayudar a su amigo y cuando Wido decidía algo, lo hacía con todas las consecuencias que ese algo implicaban.

- Tiradas (1)
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25/11/2019, 08:28
Ramiel Gardeniere

Sino podía orden, aquello podía terminar muy mal. Ramiel prefería hacer las cosas con calma, en todos los aspectos de su vida, así que lo mejor que podían hacer era investigar lo ocurrido para que Wido se quedase tranquilo. Además, puede que la presencia de su buen amigo le fuese de utilidad para solucionar... todo lo que tenía que solucionar. Por otro lado, tenía que pasar por la Academía y dejar instrucciones a su ayudante, por si se ausentaba.

Le puso una mano en el hombro al bárbaro.

-¿Qué te parece si vamos a preguntarle a la buena señora Alcott? A lo mejor puede darnos información. Si descubrimos al verdadero culpable no tendrán más remedio que soltar a tu amigo. Mejor de ese modo, ¿no crees?

- Tiradas (1)
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25/11/2019, 08:35
Wido Cuervo Blanco

Ramiel era un hombre sabio. Eso creía al menos Wido. Habían pasado un año juntos trabajando para Sarah. Habían cometido muchas tonterías, sobre todo Wido, y Ramiel con su clara visión mucho más clara sobre la diplomacia y las normas sociales. Evidentemente Wido entendía lo que era la diplomacia, aunque tenía una visión mucho más sesgada de ésta que la que podía tener una persona de más al sur. En el norte, las cosas se solían arreglar de otra cosa, a mamporros y manotazos.

Me fío de ti, Ramiel. - Le dijo entonces a su viejo amigo. - Hengar... - Llamó la atención de su otro viejo amigo. - Te sacaremos de ahí. Llegaremos al fondo del asunto y sino... - Se mordió la lengua. - Sino lo haremos a mamporros...

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28/11/2019, 11:51
Mishann

Nahyeeda asintió en silencio a tus palabras, y te siguió al exterior de la ciudad. Dentro de las murallas la batalla había sido relativamente rápida y limpia gracias a vuestra intervención. La escena que se extendió ante tus ojos fuera de las murallas pintaba una imagen muy distinta, y mucho más desoladora. Había no menos de una docena de heridos que yacían en mantas de lana. Escuchaste el llanto de madres y padres por sus hijos perdidos, viste cómo las esposas y maridos se aferraban al cuerpo de sus seres queridos y, lo peor de todo: huérfanos desorientados y con los ojos vidriosos.

No eras la única sanadora que se había desplazado allí. Había una mujer morena con la túnica llena de sangre lavándose las manos con la nieve. Observó tu símbolo sagrado, y le costó un momento que la memoria se sobrepusiera a la cortina de dolor. Se acercó hacia ti, con los ojos llorosos y atormentados.

—Vos debéis ser Lady Lilandra —dijo, haciendo una breve reverencia—. Yo soy Mishann. Su presencia es toda una bendición, mi señora, pero me gustaría ahorrarle el horror de lo que ha sucedido aquí.

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28/11/2019, 12:38
Brinna

Os despedisteis de Hengar con la promesa de que lo liberaríais. El bárbaro os exhortó a que lo hicierais pronto entre estertores de frío. Fuisteis conscientes de que su vida corría peligro: se congelaría de frío si pasaba mucho más tiempo encadenado a un poste a la intemperie.

Seguisteis las indicaciones del guardia hasta la tienda de telas de Brinna, anunciado por un letrero que rezaba: TELAS ALCOTT - abiertos desde 1.331 CV. La puerta estaba abierta de par en par, y daba paso un establecimiento estrecho y abarrotado de arriba a abajo por todo tipo de telas de abigarrados colores. Allí dentro hacía tanto frío como en la calle.

Brinna Alcott resultó ser una mujer de unos cincuenta años, con el pelo entrecano recogido en una trenza.

—Voy —dijo mientras daba las puntadas finales a una tela con la que había estado trabajando en una mesa diminuta iluminada por una vela.

Se levantó de la mesa y se sobresaltó al veros. Desde luego no parecíais el tipo de cliente que solía visitar su establecimiento.

—¿Os habéis perdido? —os preguntó, con el ceño fruncido.

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28/11/2019, 13:00
Wido Cuervo Blanco

¿Es Brinna Alcott? - Preguntó Wido.

La misma... - Respondió un tanto preocupada o eso le pareció a Wido.

Entonces no nos hemos perdido. - Respondió el bárbaro. - Venimos buscándola a usted. - Afirmó. - Es por el robo asunto del robo de la recaudación. - Le desveló. - Hengar... el tipo al que ha acusado. Es conocido mío. Quisiera saber que es lo que ha pasado. No creo que haya sido él quien se llevara la recaudación. Que por cierto... ¿De cuanto estamos hablando? 

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28/11/2019, 12:13
Lilandra

La escena fuera de las murallas impactó profundamente a la sacerdotisa de Lathander, no era su primer combate, ni siquiera su primera masacre, había visto cosas peores en los campamentos de esclavos. Pero en Calimshan las arenas del desierto absorbían la sangre, ocultándola de la vista, y aquí la nieve se teñía de rojo reflejando el dolor de la pérdida en toda su extensión.

Lilandra tomó las manos de Mishann entre las suyas y la miró a los ojos con dulzura - No te preocupes por mi, lo importante ahora es salvar a los heridos y ayudar a quienes han perdido todo. - con ternura limpió las lágrimas del rostro de la mujer - Lathander nunca pone en nuestras manos más de lo que podemos afrontar, vamos, indícame quienes corren peligro de muerte y le pediré al Señor del Alba que los restablezca. - apretó su mano - Por cierto, no necesitas decirme lady, con Lilandra alcanza. - luego le indicó a la genasi - Por cierto, ella es Nahyeeda, tiene asuntos que tratar contigo cuando todo esté más tranquilo.

Mishann asintió un poco más compuesta - Nadie agoniza, pero hay cinco que no han recuperado la consciencia. 

Lil asintió - En ese caso por favor ayuda a los niños, necesitan guía y consuelo, iré contigo tan pronto como termine con los heridos. Debes ser fuerte por ellos y suave con ellos, sonríe aunque te duela, ya podremos llorar cuando todo esto acabe. 

La morena asintió y Lilandra observó como se dirigía hacia el más cercano de los niños, luego se encaró con Nayheeda. - Por favor asegúrate de que los Trolls no presenten peligro alguno y luego ayuda en lo que puedas. - le sonrió - Imagino que ayudar a Mishann no será tu primera opción, pero considéralo.

Entonces fue que se acercó a los heridos, todos habían viajado con ella en la caravana, algunos la habían acompañado desde Aguas profundas, otros se habían unido a la misma durante el camino, con algunos tan sólo había intercambiado saludos y otros habían cenado o almorzado con ella. Compañeros de viaje, conocidos, atados a ella por el cordón de la vida.  Suspiró y les sonrió a todos - Me alegro de encontraros con vida, por Lathander intentaré devolveros vuestra salud.

La sacerdotisa se arrodilló y, uno a uno, le rezó a su dios para que restableciera sus heridas. Dedicó sus plegarias más poderosas a los más graves, aquellos a los que sus heridas les impedían recuperar la consciencia, y todos ellos despertaron totalmente renovados.

Luego dedicó su atención a aquellos cuyas heridas amenazaban con dejarlos lisiados de por vida, y estos sintieron como los huesos se enmendaban y lo peor del dolor se disipaba. La mano destrozada de un artesano recuperó su forma normal, la tibia destrozada de una lavandera soldó en su posición normal, el rostro desfigurado de un artista recuperó su lozanía, la respiración dificultosa de un comerciante se normalizó cuando su pecho recuperó su forma.

Finalmente dedicó una oración a aquellos cuyas heridas eran superficiales y, con cuidado y dedicación les limpió las heridas y aplicó vendas limpias, no podía hacer más por ellos en ese momento. - Intentad descansar bien en cuanto os sea posible, eso debería ayudar a que vuestras heridas sanen. Si quereis ayudar hacedlo, pero no hagais esfuerzos que reabran las heridas. 

Una vez terminada la tarea se paró y observó a los supervivientes, era evidente que aún estaban en estado de shock por las pérdidas sufridas y el dolor era la emoción predominante. Si los adultos estaban así los niños debían estar perdidos, sin dudarlo se dirigió a donde estaba Mishann, dispuesta a ayudarla en lo que necesitara.

- Tiradas (12)

Notas de juego

13 heridos, cinco inconscientes, cuatro graves, cuatro leves.
Para los cinco muy graves se cambian 4 conjuros de nivel 2 y uno de nivel 1 por curaciones. Recuperan 13, 14, 11, 13 y 14 PG respectivamente.

Para los graves se cambian 4 conjuros de nivel 0 por curaciones. Recuperan 1 pg cada uno.

 

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29/11/2019, 15:19
Brinna

Brinna se cruzó de brazos en cuanto Wido reveló que conocía a Hengar.

—Ya he dicho todo lo que tenía que decir a la guardia de la ciudad —replicó la comerciante de telas, visiblemente asustada por tener dos maromos armados hasta los dientes y cubiertos de sangre de troll en su tienda, haciéndole preguntas—. Si no van a comprar nada les rogaría que se marcharan. Me... están poniendo nerviosa.

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29/11/2019, 15:31
Wido Cuervo Blanco

Wido estuvo tentado a lanzar alguna amenaza o insulto contra aquella mala mujer. Era evidente que prejuzgaba a la gente por su apariencia, aunque claro... Sucio, hediendo a alcohol, lleno de sangre de troll, con una enorme alfanje a la espalda y con ligero tono amenazante, era normal aquella respuesta. Wido cerró su bocaza y miró a Ramiel, el maestro de la diplomacia. Él se encargaría...

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29/11/2019, 18:59
Ramiel Gardeniere

Ramiel había dejado que Wido llevara la iniciativa en este asunto, pero el bárbaro lo miró suplicando ayuda. "Venga, ya". El duelista miró a la comerciante de telas con una sonrisa amable, nada de sonrisas canallas, la mujer estaba asustada y no era cuestión de lanzarle ningún mensaje equivocado.

-Soy Ramiel Gardeniere, señora Alcott. Soy el maestro de esgrima de la academia para chicas. Lamento este aspecto, de verdad, creo que se habrá enterado de que los trolls han atacado esta mañana, hemos ayudado y defendido la ciudad y no he tenido tiempo de poder cambiarme... La cuestión -recapituló el espadachín, alzando las manos-. Es que nos hemos encontrado con el pobre Hengar y nos ha comentado lo sucedido. Creo que sé lo que está sucediendo y espero equivocarme, de verdad. Su caso no es el único. 

Ramiel bajó la voz hasta adoptar un tono más íntimo y privado. Wido, que estaba a su lado, conocía el tono que su amigo empleaba cuando quería ganarse la confianza de alguna dama.

-No tiene que responder de forma directa, señora Alcott. Le haré una pregunta y si la respuesta es afirmativa, parpadee una vez. ¿Ha recibido recientemente la visita de... ciertos individuos a su establecimiento? Huelga decir que no estoy hablando de nosotros dos. ¿Ayer, quizá?

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29/11/2019, 20:25
Brinna

Brina se sumió en una completa y absoluta confusión cuando Ramiel empezó a hablar. Y cuando le dijo que debía parpadear se perdió del todo. Es más, parpadeó de pura confusión y entonces se dio cuenta de que había parpadeado y abrió mucho los ojos.

—¡No, no, no! ¡No quería parpadear! —saltó, excusándose—. Ejem. ¿De qué está hablando, Señor Gardeniere, y qué tiene que ver eso con ese ladrón desharrapado?

Miró a Wido un segundo, pero devolvió la vista a Ramiel rápidamente.

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30/11/2019, 00:27
Wido Cuervo Blanco

Wido miró a aquella mujer con semejante expresión de perplejidad a la que ésta mostraba. El bárbaro estaba como ella. No entendía nada de lo que estaba pasado. ¿Que carajo pretendía Ramiel? Posiblemente Wido estuviera demasiado sobrio como para comprenderlo.

¿Qué mierdas dices Ramiel? - No se pudo contener más y soltó una risotada y acto seguido le lanzó una palmada en la espalda que casi le deja sin respirar. Pero en plan amistosos claro. - ¡Vamos a ver! ¿A cuanto asciende la recaudación? - Le preguntó a la señora Alcott.

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30/11/2019, 17:32
Ramiel Gardeniere

Ramiel lanzó un suspiro, estaba demasiado acostumbrado a las sutilezas y debía aprender que en el norte esas cosas no se llevaban. Todo el mundo iba de frente y tenía la delicadeza de un troll de hielo. Para colmo, Wido tampoco se había enterado de nada y se estaba poniendo nervioso.

-Nada, por lo visto no tiene nada que ver, a usted le han robado la recaudión y hay rumores por toda la ciudad acerca de una banda que se dedica a extorsionar a comerciantes... -se encogió de hombros-. He pensado que estaba relacionado, pero si está todo bien, Hengar solo le ha robado dinero y no le ha echado la culpa para disimular otra cosa...

Volvió a encogerse de hombros.

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30/11/2019, 17:54
Brinna

—Eh... —dudó Brinna—, pues unas trescientas monedas de oro.

Calderilla para aventureros como vosotros, pero una auténtica fortuna para gentes más sencillas.

—Ah, pues sí. Yo también lo he oído —respondió a Ramiel, entendiendo por fin a qué diantres se refería—, pero a mi no me han molestado. Es ése tipo el único ladrón con el que he tenido que lidiar.

Brinna seguía sin entender, empero, qué queríais de ella de modo que se volvió a cruzar de brazos y añadió en tono inquisitivo:

—¿Y... qué... quieren de mi?

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30/11/2019, 18:40
Wido Cuervo Blanco

Tengo doscientas veinticinco monedas. - Dijo Wido. - Se que Hengar no ha sido. Descubriré quien te ha robado. Pero debes aceptar lo que te ofrezco y decirle al alguacil que suelte a mi amigo. Es más de lo que tienes y más de lo que tendrás. Hengar no tiene el oro encima, es la.mayor prueba de que no ha sido él. ¿Qué me dices?

Era un buen trato. Él lo aceptaría sin duda alguna en el caso de ser la señora Alcott. Esperabas que esa zorra mentirosa fuera razonable.

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01/12/2019, 19:45
Brinna

—Se lo habrá gastado en furcias. O en alcohol  dijo arrugando la nariz con elocuencia ante el pestazo de Wido—. Es un ladrón, y debe recibir su merecido.

Paty, tirada de Averiguar Intenciones CD 21, please.

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01/12/2019, 19:57
Ramiel Gardeniere

Ramiel sonrió, esta vez sí, con su sonrisa de completo canalla, mientras se cruzaba de brazos y adoptaba una postura totalmente indolente.

-¿Desdeña la propuesta de mi amigo, así como así? -preguntó, extrañado-. Le han robado trescientas monedas, él le ofrece más de la mitad y saldar una deuda a futuro. ¿Tiene algo en contra de la buena voluntad de un bárbaro? ¿O no le gusta que los hombres vayan de putas? Es un pensamiento desalentador, pero debería saber que hay mujeres que buscan las atenciones de buenos putos -sonrió de modo sensual, la sonrisa que viene acompañada de promesas cargadas de sensualidad. La miró de arriba abajo, evaluandola, dejando que la imaginación de la mujer hiciera su trabajo-. Y no tiene nada de malo. Compañía y alcohol, por diversión o para olvidar. El deseo nunca se enfria, es como la fe, siempre está ahí, ardiendo en el interior del pecho. -Chasqueó los dedos para volver al presente-. ¿Acaso cree que él no dispone de esa cantidad? Hemos ganado ese oro hace unas horas, arriesgando la vida para salvar a las buenas gentes de la ciudad, del ataque de unos trolls de hielo. ¿Ve esto, señora Alcott? -le mostró el agujero en el abrigo, la sangre. Había intentado adecentarlo un poco, tenía que coser el roto y lavarlo. Por suerte era un abrigo oscuro, no apto para ir camuflado por la nieve sino para estar elegante-. Un troll me ha partido las costillas y de no ser por mi amigo y la buena voluntad de mi compañera, sierva de Lathander, no estaría ahora hablando con usted. En vez de estar celebrando que seguimos con vida, estamos intentando salvar a otro amigo, uno al que usted ha acusado; se muestra reacia a recibir la generosa cantidad de doscientas veinticinco monedas de oro. ¿Por qué, señora Alcott? Hengar no ha sido, lo ha acusado sin más, si de verdad le hiciera falta el dinero no habría dudado en aceptar nuestro oro. ¿Por qué ha inventado esa excusa? Un hombre inocente va a ser condenado sin pruebas, solo por su palabra. ¿Quiere quedar como una mentirosa para el resto del vecindario? ¿O es que no recibe suficientes visitas a su tienda y necesita publicidad para atraer clientes? No, eso no puede ser, le sobra el dinero y no quiere recibir doscientas veinticinco monedas de oro.

- Tiradas (2)

Notas de juego

25 en Persuasión

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02/12/2019, 09:31
Wido Cuervo Blanco

Esas palabras si las había entendido. Parecía que la depresiva espiral verde en la que Ramiel se había sumido, a tenor de los últimos acontecimientos que habían tenido lugar en su vida, empezaba a alejarse. Cuando uno entraba en el selecto club de la espiral verde difícil era salir. Ser invitado a formar parte de aquella organización era sin duda una condena, pues uno no podía negarse y salir del club, era prácticamente imposible, pero el bueno de Ramiel había logrado esquivar aquella carta de invitación. Al menos por el momento.

Mientras tanto, en un plano de existencia mucho más real, Wido no pudo hacer más que esbozar una sonrisa. Aquel truhán sabía hablar muy bien cuando quería. Dejando atrás el asunto de los guiños de ojo, había puesto las cosas muy claras y las cartas sobre la mesa. La señora Alcott mentía. ¿Por qué? Wido no lo sabía, pero estaba claro que había acusado sin pruebas al pobre Hengar. ¿Y si estaba compinchada con la bruja de hielo? Muy improbable desde luego.

- ¡Bien dicho! - Exclamó el bárbaro como única cosa a aportar. Ahora esperaría la respuesta de aquella mala mujer.