Partida Rol por web

Tiempos Convulsos en Diez Ciudades

2. Las Armas de Aarun

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17/01/2020, 12:37
Lilandra

Lilandra se contrajo levemente al ver el golpe de Wido, no entendía la razón de inflingir dolor real cuando el tipo ya estaba hablando. - No miente, no es necesario que lo golpees a menos que lo haga, o que nos niegue información que posee. - dió un tono firme a su voz, y la segunda parte de su frase la dijo mirando a los ojos al Luskanita. - Seguramente teneis en el bolsillo a algunos hombres de la ley, ¿sabes quienes son, o cuantos? si has estado recolectando trubuto seguro sabrás a quien esquivar y quien hace la vista gorda. Dinos eso y despertarás en una celda mañana, no hables y saldré de la bodega hasta que mis compañeros me llamen.

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17/01/2020, 12:54
Matón Luskanita

—No lo sé —respondió el matón mirando con pánico a Wido—. Intentamos no hacer nada estrictamente ilegal, el atraco al almacén ha sido una excepción. Íbamos a robar un cargamento de armas, supongo que eran mágicas o algo así, pero no lo sé. 

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17/01/2020, 12:58
Lilandra

Lilandra levantó la mano para evitar que Wido reaccionara antes de que ella hablara - Compro que no sepas acerca de las autoridades ¿Cuanto hace que estais en la zona, y donde está vuestra base de operaciones? Me has dicho que El Flaco está en la Vista, lo que significa que tú y Espinillas parabais en otro lugar... ¿Donde? 

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17/01/2020, 23:20
Matón Luskanita

El matón parecía reacio a soltar la información pero ¿qué otra alternativa tenía?

—En una cueva en las laderas suroccidentales de la Cumbre de Kelvin— admitió—, a unas siete millas al Norte de Bryn Shander.

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17/01/2020, 23:24
Wido Cuervo Blanco

- ¡No mientas, bellaco! - Wido golpeó de nuevo y de forma gratuita en el estómago de aquel rufián.

Acto seguido miró a Hengar y comprobó que éste sonreía. Definitivamente su forma de sacar información tenía que ser graciosa por cojones. El alcohol que todavía inundaba sus venas tenía mucho que ver. Entonces su mirada se cruzó con la de Lilandra, la cual sin duda desaprobaba aquella conducta. Wido se encogió de hombros y bajó la mirada.

Creo que no dice todo lo que sabe... - Dijo entonces entre dientes. - ¡Y sé cómo sacarle la información! - Le agarró de la pechera, tiró de él y le enseñó el dedo índice.

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17/01/2020, 23:28
Lilandra

Esta vez Lilandra se enfadó y directamente palmeó la mano de Wido que sostenía al tipo - ¡Basta! - dijo seriamente - ¿Disfrutas golpeando a personas indefensas? - señaló al matón y se interpuso entre él y el bárbaro - Está hablando y hasta ahora no creo que haya mentido, si no ha respondido a algo es porque no se lo hemos preguntado. ¿Hay algo que quieras saber? pregunta. No permitiré que vuelvas a golpearlo sin razón, pero será tuyo si lo pesco en una mentira. - lo miró dándole la espalda al rufián, confiaba en que sus compañeros la protegieran. Dulcificó la mirada y susrró un - Por favor, cálmate - que esperaba que entendiera

Si Wido continuaba por ese camino abriría una brecha en el grupo, una brecha que no podían permitirse, lo cierto era que no conocía realmente al hombre al consideraba su amigo, y su comportamiento le hacía pensar que la patina de civilidad que había demostrado cuando estuvo en Aguas Profundas era sólo una máscara. Como fuera no podían darse el lujo de perder tiempo y el tipo estaba brindando información que serviría para desmontar a la banda y esperaba que siguiera hablando. Volvió a girarse para encarar al matón.

- Ya ves como están las cosas, será mejor que nos digas lo que sepas, ¿Cuantos quedan en las cuevas, y cuantos hombres tiene el Flaco? No mientas, sabemos contar y si son más, o menos cuando vayamos a buscarlos, mi amigo volverá por ti. 

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18/01/2020, 08:29
Wido Cuervo Blanco

Wido miró amargamente a Lilandra. Aquella "santita", empezaba a caerle mal. ¿No veía que eran puñetazos sin importancia? ¿Que ninguno de aquellos golpes comprometían la vida del bastardo? ¡Y estaban sacando más información! Pero claro, ella era una sacerdotisa de un dios del bien... ¡El más importante de todos! Y tenía que hacérselo saber a todos continuamente. Pasaba por alto que aquel maldito hijo de la gran perra acababa de tratar de matarles y de quemar el almacén. Pero parecía que tenían que chuparle los cojones en agradecimiento...

Hummg... - Wido dijo algo ininteligible mientras le dedicaba una indescifrable mirada a Lilandra. Acto seguido emitió un bufido y se apartó unos metros sentándose sobre unas cajas de madera. - Pues ya me llamaréis... - Dijo entonces resignado.

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18/01/2020, 08:50
Matón Luskanita

Lo malo de presionar tanto es que el matón empezaba a estar dispuesto a inventarse un dato antes de decir que no lo sabía para que Wido le dejara en paz. 

—En las cuevas somos veinte, entre ellos varios licántropos —respondió—, antes de que matarais a todos estos, al menos. Sé que hay un puñado más en la ciudad, en la Vista del Norte. Unos cinco o seis más el Flaco.

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18/01/2020, 12:47
Lilandra

Lilandra sabía que tendría que hablar con Wido más tarde, su forma de retirarse no presagiaba nada bueno; lo que no sabía era si él entendería o respetaría su razón para haberlo censurado. Como fuera el Luskanita había respondido, miró al matón por un momento, luego jugó su última carta. - Rami, tu los has visto en la ciudad, has tratado con ellos y sabes por donde se mueven. ¿Te parece adecuado el número que acompaña al Flaco? ¿O quizá nuestro amigo se olvidó de contar a alguno de sus compañeros? 

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18/01/2020, 13:36
Ramiel Gardeniere

Ramiel estaba tan frustrado que asistió en silencio al interrogatorio llevado a cabo por la sacerdotisa y el bárbaro. Ella era diplomática y serena, Wido le sacaba la información cómo mejor podía hacerse con rufianes de su categoría. Pero tras unas cuantas preguntas y bastantes más respuestas de las que esperaba, a Ramiel se le iba formando un nudo en el pecho que no lo dejaba respirar. Entre el enfado y el horror, acabó sentándose en una caja.

Menudo desastre. Su única acción racional en el día de ayer había sido no enfrentarse a Flaco y a sus matones, habría acabado muerto junto con Nadja. Y además, ¿un mago? ¿El artífice de todo aquel embrollo era... un mago? Se frotó los ojos con las manos, no era ya suficientemente malo tener a un puñado de hombres lobo como enemigos, a una madame amiga de su antigua y rencorosa madame, que probablemente querría esclavizarlo sexualmente o utilizarlo como medio para extorsionar políticamente, por ejemplo, a Duvessa, como para, además, sumar un mago con algún tipo de megalomanía peligrosa.

Sinceramente, era para echarse a llorar.

-Es un número considerable -respondió a Lilandra, seco, mirando al matón como si fuese el origen de todos los males-. A mí me visitaron media docena, aunque uno de ellos, al que rajé, en fin, no me parecía muy licántropo. Pero, ¿qué coño sé yo de licántropos si no he visto uno en mi vida? No sé si pueden cambiar a voluntad o solo durante la luna llena.

-Como sea, tenemos que ir esta misma noche a la Vista del Norte. Uno de ellos ha escapado y puede que dé aviso a los demás. El cargamento de armas está aquí. Me importa una mierda el almacén, tengo otros problemas encima: la madame de la Vista del Norte quiere buscarme la ruina. Sé que ha estado vertiendo mentiras sobre mí por ahí. Y además, Flaco debe estar relamiéndose de gusto. Y luego está Nadja. Lo siento, pero no veo otra salida. ¿Qué opinas, Wido?

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18/01/2020, 20:33
Wido Cuervo Blanco

Wido miró muy seriamente a Ramiel. Aquella mirada parecía hablarle y si hubiera hablado realmente le hubiera dicho un claro: "¿Tú estás loco? ¿Pretendes meterte en la puta boca del lobo? ¡Ni lo sueñes, no cuentes conmigo!".

¡No se decirle que no a un buen amigo que me invita a ir a un prostíbulo! - Soltó una carcajada acompañada de una buena hostia en la espalda que hizo aterrizar a Ramiel contra el suelo, abandonando la comodidad de la caja que había encontrado para reposar sus posaderas. - ¿Qué coño haces, Rami? - Le preguntó extrañado al verlo quejumbroso por el manotazo al levantarse del suelo. - ¡No te he dado tan fuerte! - Le recriminó extrañado. Entonces se giró hacia el indeseable del luskanita. - ¿Qué hacemos con ese? Puedo conseguir que parezca un accidente... - Sugirió.

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20/01/2020, 10:58
Lilandra

Lilandra escuchó a Ramiel, y si bien coincidía en parte con que un ataque inmediato acortaría el sufrimiento de Nadja a manos de los hombres del Flaco, también sabía que a Ramiel lo movía más la desesperación que la necesidad de rescatar a la mujer. Todo indicaba que Ramiel quería acabar con todo sin importar cómo, y que estaba tan desesperado que era capaz de llevarse consigo a sus amigos y compañeros. Estaba pensando cómo responder cuando Wido lo hizo de forma contundente, demasiado contundente, realmente no entendía cómo funcionaba su cabeza o, peor aún, comenzaba a entenderlo y no le terminaba de gustar lo que veía.

Corrió hacia Ramiel y se aseguró de que nada se hubiera roto con el golpe, había pretendido ser un golpe amistoso pero incluso uno de esos mal aplicado podía dejar consecuencias. Y entonces Wido preguntó cómo deshacerse del Luskanita, parecía relamerse ante la idea de matarlo. - Wido, si quisieramos matarlo lo único que habría que hacer es hacerlo y dejarlo con el resto sus compañeros, como si hubiera caído en combate. Yo creo que debemos entregarlo a las autoridades para que lo interroguen y sepan a que se enfrentan, pero me imagino que tan pronto como me de vuelta estará muerto. - terminó de revisar que no hubiera nada roto en el rostro ni en el pecho del espadachín y lo miró seriamente.

- Estás dispuesto a hacerte matar de la desesperación y lo entiendo, si realmente estás dispuesto a ir ahora debes saber que la única protección que puedo ofrecer es la que ya está activa y a la que le queda poco tiempo. Lathander me ha entregado todos sus favores durante el día y poco podré aportar a una pelea con licántropos y en un lugar que seguramente estará lleno de inocentes a estas horas. - apoyó una mano en el hombro de Ramiel y lo miró a los ojos - Mi recomendación es esperar a la mañana y atacar durante el día, después de que haya tenido tiempo de pedir a mi dios sus favores diarios. - miró a la genasi - No se cual es tu límite Nahyeeda, pero imagino que después de la pelea de la mañana y lo de ahora no debes estar muy al tope de tus reservas. - suspiró y bajó los hombros - Dependerá de lo que la mayoría decida, si deciden ir debe ser ahora, aunque implique incumplir con el contrato que hicimos con Dunavan y aunque vayamos a enfrentarnos a una cantidad desconocida de licántropos en inferioridad de condiciones. Mi voto, con todo el dolor del mundo, es en contra.

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20/01/2020, 12:48
Wido Cuervo Blanco

Puede que Nadja no pueda esperar a mañana... - Intervino Wido. - O puede incluso que ya esté muerta... - Dijo por lo bajo. Entonces agarró al secuaz luskanita por la pechera y lo zarandeó. - ¡Dime donde está la chica! - Le ordenó mientras le miraba con ira y escupía de rabia a cada palabra. - ¡Dímelo o tu silencio será tu sentencia de muerte! - Le amenazó.

Tras zarandearlo a base de bien lo separó de su rostro y lo mantuvo agarrado de la pechera. Wido esperaba una respuesta convincente y el luskanita, probablemente se sentía aterrado por no tener más información que darle a ese demente de aliento etílico. No obstante, sentirse aterrado o haber dicho mucho más de lo que en un principio se creía dispuesto a desvelar, no iban a salvarle la vida.

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20/01/2020, 15:43
Ramiel Gardeniere

El golpe despejó los turbios pensamientos de Ramiel al instante. Podría haberse peleado con Wido, no sería le primera vez que lo hiciera, pero partirle la cara a un bárbaro de la tundra no era fácil. Ramiel no tenía tanta fuerza, acabaría con más costillas rotas que otra cosa. Lilandra lo ayudó a ponerse en pie. La buena Lilandra. La devota Lilandra. La elegida de Lathander. Había tantas cosas que ella no sabía, que desconocía, que ignoraba.

Aceptó que lo tocara en busca de heridas, pero Ramiel no fue tan comedido y le puso la mano en el hombro a la joven, acariciando el contorno de su cuello desnudo con el pulgar. Un susurro sobre la oreja y estaría más que dispuesta, por Lathander o por quién fuese.

Ramiel dio un paso atrás y observó a Wido sacudir al pobre desgraciado.

-La última vez que dejé a alguien con vida, conseguí que secuestraran a mi ayudante. Lo más irónico es que no sé nada de ella y lo más probable es que se haya fugado con su amante a pasar una noche de diversión, mientras nosotros tragamos acero y sangre -dijo con amargura-. Pero si es verdad que está en la Vista del Norte, no llegará a mañana. Y sí, quiero ver el mundo arder -miró en dirección a Nayheeda, a la que guiñó un ojo, porque Ramiel nunca perdía oportunidad con la maga-. Y el burdel también. Ahora estará lleno de gente, probablemente Flaco y sus chicos estén sumergidos en alguna orgía de sexo y alcohol y lo último que esperan es que vayamos a buscarlos. O lo que es peor, que ese tipo que se ha escapado haya dado el aviso. Si vamos ahora, puede que no hayan tenido tiempo de organizarse. Mañana por la mañana nos estarán esperando y seguro que me envían un pedacito de Nadja como recordatorio. Yo digo que ahora, cuando no nos esperan.

-En cuanto a él -señaló al matón-. La información que posee es de utilidad a la guardia. Que lo dejen aislado y que no hable con nadie hasta que nosotros volvamos. Lo que nos lleva a otra cuestión, si vamos al burdel, necesitamos las puñeteras armas de plata. ¿Dónde están?

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21/01/2020, 10:21
Matón Luskanita

—¡Ya os lo he dicho! —protestó el matón cuando Wido lo amenazó por enésima vez—. ¡No sé quién es la chica, pero seguro que la han llevado a la Vista del Norte!

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21/01/2020, 10:22
Nahyeeda

—Yo aún tengo las mangas repletas de conjuros —le contestó la genasí de fuego a Lilandra.

Era un decir, porque el vestido de Nahyeeda no tenía mangas -aunque sí unos mitones rojos hasta la altura de los codos-, que mostraban la piel llena de tatuajes.

Nahyeeda dedicó un ceño fruncido a la mirada cañallita de Ramiel.

—Estoy de acuerdo con Ramiel, sin que sirva de precedente —se rindió la genasí—. Ellos pueden prepararse igual o más de lo que podemos prepararnos nosotros, y juegan con la ventaja de estar en casa. Prepararán una trampa o lo limpiarán todo y sacarán a Najda de allí para meternos en un lío con las autoridades. 

La genasí de fuego, fogosa, se golpeó la palma de la mano con el puño.

—Debemos atacar, de forma fulminante e inmediata —concluyó, antes de acercarse al matón—. Tú, ¿qué sabes del cargamento? ¿Cómo pensabais encontrar lo que andabais buscando?

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21/01/2020, 10:29
Matón Luskanita

—Sé que venía de Aguas Profundas —respondió el aludido—, pensábamos abrir todas las cajas que tuvieran esa procedencia y el tamaño y peso adecuado.

 

Guiándoos por las indicaciones del matón podéis encontrar el cargamento de armas de Aarun con una búsqueda de 10 minutos. En su interior, podéis encontrar armas de plata a vuestro gusto, mientras sean sencillas o marciales. Todas son mundanas, no hay armas mágicas. Hay un máximo de 50 flechas y 50 virotes de plata. 

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21/01/2020, 12:04
Wido Cuervo Blanco

- Buscaré ese cargamento de armas de plata... - Dijo al fin el Cuervo Blanco. - Tenemos que ir ahora... - Afirmó rotundamente. - Es el momento...

No le costó a Wido más de diez minutos dar con el cargamento de armas de plata. Rápidamente lo desembaló y empezó a buscar armas que pudieran ser de utilidad en contra de aquellos bastardos luskanitas. Muy pronto dio con un estoque plateado que guardó para su camarada Ramiel y encontró algo que no creía posible, un alfanjón de plata. Se lo enfundó satisfecho, pues no creía poder encontrar su arma predilecta entre las del cargamento. Se trataba de un arma bastante infrecuente. También había un gran hacha para Hengar y una maza plateada y virotes para Lilandra.

Acto seguido se acercó a todos y a cada uno de ellos y les entregó las armas plateadas. Estaban listos para el combate y tan solo quedaba saber que iban a hacer finalmente con el matón luskanita que tenían amarrado a una silla y amedrentado a más no poder. Wido le hubiera dado un bocado en el moflete para arrancarle un trozo de piel en el caso de dejarlo con vida. Para que recordase con quien se había metido, pero parecía que eso no iba a ser muy del agrado de esos sosos llaneros...

¿Estamos listos, verdad? - Dijo entonces. - Todos nosotros, porque...  - Miró a la sacerdotisa. - ¿Vendrás, verdad?

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21/01/2020, 12:28
Lilandra

La joven sintió el dedo del espadachín recorrer el cuello, una caricia que conocía bien y que ella misma había provocado hacía muchos años, en otro mundo. Ramiel pudo sentir como se estremecía bajo sus dedos por un instante, y luego su cuerpo se envaró y se alejó bruscamente. Retrocedió dos pasos firmes, negando con la cabeza, en su mirada se pudo ver una ínfima chispa de deseo siendo ahogada por el reproche y el dolor, y luego le dio la espalda y bajó la cabeza.

Lilandra oró en silencio a su dios, le pidió fuerza para resistir y tomó su relicario para sentir su alma más cerca del Amanecer. Sintió dos lágrimas amargas deslizarse por sus mejillas, una por cada traición, la primera por que Ramiel, a quien había considerado un amigo, no respetaba sus votos; la segunda porque su cuerpo había estado a punto de encenderse y esa era quizá la peor de ambas. Tras secarse las lágrimas y recomponer su gesto volvió a mirar al grupo, pero no se acercó.

Escuchó en silencio, asintió cuando Ramiel dijo de dejar al Luskanita encerrado, y cuando éste último dio la descripción del paquete ayudó al resto a buscar. Aceptó la maza y los virotes de manos de Wido, y tras comprobar su balance un par de veces asintió. No esperaba hacer más de un disparo de ballesta, en una pelea en un lugar cerrado no llegaría a usar más, y si había gente inocente en medio ni siquiera eso. - Cuando estéis listos os seguiré. - dijo en tono firme.

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22/01/2020, 10:18
Ramiel Gardeniere

Ramiel sopesó el estoque, no era ni bueno, ni estaba equilibrado, pero lo tenía que llevar en caso de que entablaran un combate. Por si acaso, buscó una daga, no quería perder la efectividad de su propia arma.

-Antes de meternos allí, ¿alguien puede decirme cómo funciona esto de los licántropos? -preguntó a los que parecían expertos, todos los demás menos él mismo-. Sugieron que dejemos a este tipo atado a un poste con un mensaje para la guardia y que cante todo lo que tenga que cantar.

Por lo demás, había que echar primero un vistazo a la Vista del Norte desde fuera. Luego ya plantearían cómo entrar dentro.

-Vamos allá.