Partida Rol por web

Al llegar a la sala, el espectro se dirigió a una obertura que había en una de las paredes y la reconocistes enseguida. Era el pasillo oscuro que descubriste con Elendorn y que no llegasteis a explorar.

-Es por aquí, ya estamos cerca..., -informó el niño antes de adentrarse en el pasillo

En ese momento caiste en que durante todo el camino parecía que una luz iluminaba el camino por donde corrías, una luz que parecía provenir del rastro que dejaba el espectro al correr, y que gracias a la cual, te permitía moverte deprisa donde hubiera sido imposible sin una antorcha

Tratando de recuperar el resuello pensé que no debía haberme comido esos dos últimos pedazos de cecina...

- Ufff espera, Tordek tenía razón era demasiada cecina.

Me coloque con los brazos en la barriga unos segundos recuperando la respiración y acompasándola mientras entraba en el pequeño pasillo confiando en saber volver a tiempo para ayudar a mis compañeros.

El niño apenas se detuvo tres segundos y siguió hacia delante

El pasillo por el que avanzaba el niño seguido de Tavin acababa en un arco en el que a buen seguro en otros tiempo debió haber una puerta. A medida que llegaban a la arco, Tavin comenzó a escuchar unos lamentos, como si unos niños estuvieran llorando. Aquellos lamentos transmitían al kender un sentimiento de pesar, una sensación que Tavin no solía experimentar muy a menudo.

-Esta capilla estaba dedicada a la diosa Mishakal –explicó el niño a Tavin. El espectro hablaba de forma apresurada, como si todo dependiera de la rapidez de acción- es un lugar santo dentro de éste Alcázar, y todavía lo sigue siendo, ven, no te preocupes por los niños, no te harán daño.

El kender contemplo ensimismado aquella imagen, aquella capilla.
Un pequeño guau se escapo de sus labios era tan precioso…Digno de una diosa. Trato de recordar enérgicamente rascándose el cuello,

- Mishakal mishakal….mi abuelo me hablo de ella…

¿De veras un deseo? ¿Y puedo pedir lo que quiera? Pues manos a la obra.

El kender se lanzo a la ofensiva y comenzó a visionar las piezas tendidas en el suelo imaginando una posible solución al puzle planteado…

Cuando lo hubo reconstruido mentalmente comenzó a colocar las piezas con delicadeza y fe. Sobretodo fe.

Al observar los pedazos de la estatua llegas a la conclusión de que recomponer las piezas no debe resultar difícil, pues la estatua está rota en tres pedazos y se distingue bien cual va encima de cada una de ellas.

Contento al comprobar que no debe ser muy difícil, intentas coger la piedra que debería corresponder a la parte inferior de la estatua, pero te armas de fe pues la piedra tiene pinta de pesar mucho más del peso que podrías levantar.

Sin embargo, al intentar levantarte te llevas una gran sorpresa al comprobar que aunque es pesada, logras levantar el enorme trozo de estatua sin mucho problema, colocándola sobre el pedestal colocado en la parte trasera del altar.

Bajo la atenta mirada del espectro, que parece apremiarte con continuos gestos, recoges la segunda piedra y la colocas sobre la primera. Ambas piedras encajan a la perfección, por lo que orgulloso de ti mismo, coges la parte del torso superior y la cabeza de la estatua de la deidad. Esta tercera piedra te cuesta bastante más, pues tienes que alzarla por encima de tu cabeza, y entonces te das cuenta de que te es imposible subirla sobre la segunda piedra que colocaste, pues las dos piedras colocadas quedan a una altura superior a la que puedes alcanzar con tu corta estatura.

Al mirar a tu alrededor compruebas que los bancos de piedra son imposibles de mover y no parece que haya nada que pueda servir para acercarlo a la estatua y poder subirte. El altar podría ser una opción, pero te das cuenta de que la distancia desde el altar al pedestal donde se asientan las dos piezas colocadas es demasiado larga para que puedas llegar.

Cuando el espectro del niño vio como Tavin se quitaba la mochila y comenzaba a buscar algo para atarse el bloque de piedra, se acercó al kender y lo miró intrigado.

-¿Qué estás tramando kender? -le preguntó extrañado- No sería más fácil bajar la segunda pieza que has colocado, colocar la pieza superior encima y luego levantar las dos y colocarlas sobre la primera que pusiste...

Mientras el espectro hablaba el kender ya había vaciado la mayor parte de la mochila sin encontrar por el momento ninguna cuerda.

Tan ensimismado como estaba buscando su cuerda a toda prisa volvió a meterlo todo igual de rápido pero con orden en su zurrón.

- ¿Que haría sin ti?, confirmo radiante con una sonrisa que ilumino por completo su rostro.

Se lanzo hacia la pieza uniendo la parte superior con la media y subiendo las dos juntas.

Utilizando toda tu fuerza logras cargar con los dos bloques superiores y los colocas sobre el inferior. En ese momento, una luz azulada emerge con fuerza del pedestal, ascendiendo en forma de remolino hasta la parte superior de la estatua.

Observas detenidamente como la luz comienza a cerrar las grietas entre los tres bloques y para cuando la luz acaba desapareciendo en un deslumbrante fogonazo, la gris piedra de la estatua se ha convertido en blanca, dando la sensación de que la estatua acaba de ser esculpida.

El espectro observa la estatua en respetuoso silencio y los otros niños espectrales dejan de sollozar de inmediato, llevando sus miradas intermitentemente hacia tí y hacia la estatua

En ese momento en que la luz de la estatua desaparece, una voz suena en la capilla, pero no parece provenir directamente de la estatua. La voz suena suave y calmada, e incluso podrías afirmar que desprende un agradabla calor a la capilla

-Mucho tiempo he esperado a que alguien valeroso y de buen corazón pudiera recomponer la estatua que en su día unos valerosos caballeros me dedicaron... como recompensa por tu acto puedo concederte un deseo dentro de mis capacidades, soy Mishakal, a la que se conoce como la diosa de la curación... dime mi pequeño héroe... ¿qué anhela tu corazón?

La voz se apaga lentamente, esperando tu meditada respuesta

De nuevo mi boca se abrió de puro asombro ante lo que estaba contemplando y no pude hacer otra cosa que inclinarme ante su grandeza.

Diosa de la curación lo sabía, sabía que mi primo saltaliebres y mi abuelo estuvieron hablando de ello mientras tomaban un buen odre de vino…

Titubee un instante tras reflexionar lo que de verdad deseaba…

- Ehm mi señora me gustaría que mis compañeros recuperaran sus fuerzas para erradicar el mal que asola este alcázar, de no ser posible, que sea Tajpuk el que lo haga recobre sus fuerzas para volver a empuñar su arma y podamos derrotar a Dalamar. Si eso es lo que deseo.

Continúe postrado observando de reojo la majestuosa escena y la estatua de la diosa de la curación.

Después de unos segundos que al kender le parecieron eternos, la voz volvió a sonar en la capilla...

-Si es esa tu voluntad, compliré complacida con ella, ve con mi bendición, mi buen kender...

La voz volvió a apagarse dejando tras de sí un poco de eco y volvió el silencio hasta que los niños comenzaron de nuevo a sollozar como si nada hubiera pasado.

En ese instante una sensación de bienestar comienza a recorrer tu cuerpo y empiezas a sentirte como si hubieras descansado durante mucho tiempo y tus fuerzas se renovaran por completo.

El espectro se quedó unos instantes mirando al kender cuando la voz de la diosa ya se había extinguido. Luego pareció mirar hacia un rincón de la capilla con media sonrisa en la cara, sólo fue un instante, luego volvió a dirigirse al kender.

-Has salvado al enano y probablemente también a tus amigos, es mejor que vuelvas con ellos, seguro que todavía te necesitan, -le apremió el niño

-El camino no tiene pérdida, sigue recto hasta la sala donde combatisteis contra los esqueletos, luego todo recto y llegarás junto a tus amigos... suerte, kender -le explicó el niño que sin esperar a la respuesta del kender se desvaneció como si nunca hubiera estado allí.

El pequeño esbozo una gran sonrisa de agradecimiento y continúo postrado, de aquí en adelante recordaría ese nombre por siempre.

Mishakal…

Sin más dilación me despedí del espectro que ya había desaparecido y recogiendo todas mis cosas empuñe mi yupack con decisión y me lance de vuelta al pasillo, revise si había algún punto de luz para coger de no ser así una de mis antorchas que me alumbrara en el camino de vuelta.

Tenia que volver con mis compañeros cuanto antes.

Con la jupak en una mano y una antorcha en la otra, comienzas a desandar el camino anteriormente recorrido lleno de satisfacción por haber conocido a Mishakal, la diosa de la curación, y por haber salvado a Tajpuk.

Tu antorcha va poco a poco iluminando el oscuro pasillo y sin problema alguno llegas a la sala grande donde luchasteis contra los esqueletos. Te detienes un momento tratando de advertir el sonido de la batalla entre tus compañeros y Dalamar pero no te llega ningún sonido que te haga pensar que todavía están luchando. Deseando volver a ver a tus amigos para contarles tu experiencia, aceleras el ritmo de tus pasos tarareando una antigua melodía kender, la cual no recuerdas si te la enseñó tu abuela, tus padres o algún otro kender que encontraras en algún cruce de caminos.