Partida Rol por web

Gaius se paró frente al camarote de Mr Smith. Era el momento de revelar algunas cartas. O más bien de intentar que el corporativo le revelara a él alguna de las suyas.

—Seis, si tienes la oportunidad me gustaría que sacases los datos y cuestiones de agenda, como hiciste antes con la Consejera Wray, con la PDA o la asistente de Mr Smith —le dijo mentalmente a su cada vez más imprescindible IA—. Y aunque no hace falta que te lo diga, procura no dejar rastro. Algo raro está pasando en el AURORA y vamos a averiguar qué es exactamente. 

Llamó justo entonces a la puerta. 

—¡Ah, por cierto! —acababa de caer en la cuenta de algo—. ¿Puedes buscar en la red algo de información sobre la psiónica en los humanos? No creo que haya gran cosa en las fuente públicas, pero quizás haya algo de interés en la umbra. 

El Doctor Baltar llama a la puerta del camarote casi una hora después de que la megafonía de aquel claustrofóbico armatoste anunciase el retorno del directivo a bordo, visiblemente inquieto. Parece por la expresión del científico que hay algo que le preocupa. 

Smith está repasando algún documento relacionado con su próxima parada cuando tocan a la puerta. Al estar casi al lado de la misma, se adelanta a su secretaria y él mismo la abre.

-¡Señor Baltar! dijo temiéndose noticias malas por el rictus de su cara. Pase, pase.

-¿Qué tal aquél problema informático?

Aunque esta vez ha tardado un poco más, el flujo de información vertido directamente a tu cerebro por la IA que contiene tu implante cibernético por fin llega:

- La PDA de pulsera de John Smith apenas contiene información, deberemos suponer que disponiendo de una replicante como asistente personal delega en ella esas funciones - razona por sí misma - Además, tiene un protocolo que borra todo el contenido antiguo de su agenda mensualmente, por lo visto es una medida de seguridad muy habitual entre los altos ejecutivos...

Parece que de aquí no vas a sacar nada de provecho... sin embargo, tras un silencio algo teatral que no le habías visto hacer nunca anteriormente, Seis añade con voz juguetona:

- Pero sí he encontrado algo que puede ser interesante - suelta de pronto - Todas las reuniones que tenía programadas hace unos días se cancelaron a partir de una cita inesperada... con el mismísimo Marcus Weyland, el gran hombre, actual propietario y accionista principal de la Weyland-Yutani - y luego comenta con ese mismo tono jocoso - Parece que este tipo está realmente bien relacionado... porque lo poco más que contiene su PDA son unos cuantos haikus, esa poesía japonesa corta de tres únicos versos, que le ha estado enviando el propio Marcus. Estos no los ha borrado, los conserva desde hace años.

Eso es como poco inusual...

- Aunque debo utilziar un tiempo verbal pretérito, pues eran bastante frecuentes, casi semanales... hasta interrumpirse por completo hace cerca de un año.

El doctor Baltar volvió la atención sobre Mr Smith cuándo esté empezaba de formular la pregunta, sorprendiéndose de repente. Daba la sensación de que estaba distraído con otros menesteres en su fuero interno.

—Eh… —balbuceó—. Sí, el laboratorio. Una nadería, me temo —entró entonces en el camarote del directivo. Un camarote amplio, con una ancha y confortable cama e incluso un armario lo suficientemente grande para que cupiese un número razonable de prendas y enseres personales y no las reducidas taquillas de instituto de los suburbios que tenía el maltratado personal civil de abordo—. Alguno de los otros científicos ha tocado algo que no debía, o ha introducido algún dispositivo con alguna clase de software malicioso. Seguramente de forma involuntaria, claro. El tal Young se está haciendo cargo, aunque si quiere mi opinión no creo que averigüe gran cosa.

Era tan buena forma de romper el hielo como cualquier otra. Se quedó parado tras el umbral de la puerta, ya cerrada, callado y con una expresión ausente, como si estuviera ordenando sus ideas y buscando el modo de seguir la conversación.

Si hasta la puerta tiene un cierre de seguridad interno… lo que daría yo por un poco de intimidad, se dijo con amargura. 

A Gaius le costó bastante mantener la calma ante el flujo de información que Seis le hacía llegar. ¿Haikus? Así que el mismísimo Weyland le enviaba poemas al tal Mr Smith. ¿Qué implicaciones podía tener todo aquello? ¿Eran buenos amigos? ¿Amantes tal vez? ¿Qué clase de jefe envía poemas, por muy breves y pautados que sean, a uno de sus empleados? Y lo que era más inquietante, ¿por qué había disminuido tanto la frecuencia de los mismos?

—Seis, eres estupenda. Busca de nuevo en la replicante, a ver si encuentras algún dato más de interés sobre la reunión que acaban de mantener mientras nos tenían al resto parados.  

Pensó durante unos segundos hasta que se decidió a se franco con el informático.

-Mire señor Baltar. Para esta misión se han... reclutado -con más o menos presión- a las personas que consideramos los números uno en sus respectivos campos. ¿Cree que uno de esos genios ha metido un software malicioso sin darse cuenta? ¿O que ha apretado el botón equivocado como un descerebrado?

Smith odiaba no tener el control y en esta situación no lo tenía.

-No sé si ese Young es muy competente o un espía de la WK, -se confirma que las relaciones son tensas- usted lo ha visto trabajar y me podrá indicar sobre su competencia o ineptitud. Le pido que usted en persona investigue lo que ha sucedido en el campo que me consta más domina, la informática.

-¡Demonios, es que le trajimos para eso!

Smith estaba cabreado, pero en un momento controló su enojo y se dió unos segundos para calmarse.

Gaius esbozó una tímida sonrisa al ver al hombre de negocios perder los papeles. En esta ocasión parecía que las tornas habían cambiado.

—Bueno, supongo que eso aclara el primer motivo de mi visita, Mr Smith —le dijo con voz calmada—. Y es que verá, aunque me dijeron que necesitaban a los mejores cuando… me invitaron a participar en el proyecto —Gaius frunció el ceño durante un instante, como si le molestase utilizar tales eufemismos, aunque seguía hablando con tranquilidad—, en ningún momento me especificaron cuáles serían mis funciones a bordo. Los militares y mercenarios tienen un cometido claro. Los doctores también tienen una función bastante definida, al menos con los que he hablado. Pero no dejaba de preguntarme para qué necesitaban a un doctor en informática si ya tenían un técnico en seguridad con varios años de servicio en la nave —hizo una pausa y se acarició el mentón—. Hasta ahora.

Se dirigió entonces hacia la cama y palpó con cuidado la superficie. Parecía confortable. Se volvió hacia el directivo de la Weyland-Yuntai. 

—Por lo que le he entendido —dijo cuando parecía que el empresario iba a responderle—, parece que a bordo hay un conflicto de intereses bastante… extendido. Y supongo que un punto de vista independiente podría resultarles de utilidad —utilizó el plural a propósito—. Muy bien, Mr Smith, permítame ser sincero entonces con usted: no creo que Young averigüe nada porque no hay nada que averiguar. Le decía que lo sucedido en el laboratorio ha sido una nadería precisamente porque no ha tenido ningún efecto más que el de perturbar a los presentes. Seguramente alguna de las memorias de datos de los científicos estaban corruptas (quién sabe por quién) para introducir algún tipo de programa intrusor. Lo más curioso de todo es que a parte de la cuenta atrás que apareció en las pantallas, no parece haber tenido ningún otro efecto. Si quiere puedo dedicarle más tiempo a estudiar este incidente, aunque dudo que vaya a sacar mucho más de esto.  

Y con un descaro sorprendente, se sienta medio recostado en la cama de Smith...

El flujo de información canalizado por Seis vuelve a abrirse paso bruscamente en tu cortex frontal... la verdad es que resulta bastante desconcertante cuando estás sumido en una conversación con alguien, pues a diferencia de una IA, no estamos diseñados con capacidad mutlitarea.

- Los archivos de datos de la replicante sólo contienen un archivo nuevo, pero este es de grandes dimensiones - te informa - Son una buena cantidad de reseñas sobre bases planetarias y estaciones orbitales, siguiendo una ruta que va desde Mercurio hasta Caronte, la luna de Plutón... así que obviamente son datos acerca del convoy minero desaparecido.

Entonces ocurre algo inaudito, no sabes muy bien lo que ha hecho pero acaba de generar una imagen en tu mente, seguramente accediendo al cortex visual, aunque sabes que éste se encuentra a nivel occipital, el implante debe haber desarrollado una extensión hasta ese área de tu cerebro... pero la cuestión es que la imagen en tu psique conforma una destelleante línea de puntos, que refleja la ruta prevista para el convoy de mineral. Luego esta línea se va volviendo continua a medida que se refleja el avance registrado y confirmado de las cuatro naves prospectoras... hasta que desaparece de golpe en un determinado punto, cuando se interrumpió la transimisión de sus balizas. La fecha exacta del evento aflora con fuerza en tu conciencia, las 20:11h (hora media de Greenwich) del día 25/04/2214, es decir que debe hacer ahora... casi seis días.

- Entonces aparecen registradas todas las localizaciones colonizadas cercanas, desde el propio marte, cuya terraformación es ya muy extensa, hasta las estaciones científicas en Phobos, un repetidor de comunicaciones en Deimos, una pequeña estación automatizada en Eureka 5261, uno de los asteroides troyanos de Marte, aunque este queda bastante alejado - la lista empieza a hecerse bastante extensa - En órbita de Júpiter hay muchas estaciones mineras repartidas por sus satélites, empezando por Europa (perteneciente a la Wk), Ganímedes (antiguamente bajo explotación de la Kompania Mondordo y luego transferida a la Wk) y Calisto (concesión de la W-Y) - enumera con toda minuciosidad - También hay bases mineras orbitales con prospección automatizada en Adrastea (propiedad de la Yitong Tianxià), así como en Amaltea y Tebe (pertenecientes a la Kompania Mondordo), una estacion científica en órbita de Metis y una estación penal orbital en Himalia (ambas concesión de la W-Y) y una base militar del ONUG en Yocasta - esto empieza a resultar abrumador - Luego el radio de registro se amplía para incluir la miriada de asteroides del Cinturón Principal, se estima que podría haber cerca de medio millón de asteroides con radio mayor de 1,6 Km y hasta un millar de ellos superan los 15 Km, es decir que tendrían interés significativo para una explotación minera - te consta que ahí es precisamente donde han estado invirtiendo las corporaciones menores, tras ser marginadas de los grandes cuerpos celestes por una legislación oficial puesta al servicio de las cuatro grandes - Las bases principales están ubicadas en Ceres, Vesta, Palas, Higia y Juno, que se reparten entre Yitong Tianxià y la Kompania Mondordo, pero hay decenas de estaciones menores trabajando de forma circunstancial sobre asteroides de clase C, formados por compuestos carbonáceos y en los que suele extraerse el agua para abastecer otras bases orbitales - una práctica que abarata sobremanera los costes de mantenimiento del soporte vital - Y los de case M, con contenido metálico principalmente de hierro, níquel, cobalto o platino - y que por tanto constituyen el principal objetivo de los prospectores - Tan sólo los asteroides de clase S, conformados básicamente por silicatos, por ahora no han despertado el interés de una explotación sistematizada...

Es decir que literalmente podría haber medio centenar de bases o naves prospectoras en esa zona del espacio.

- Y eso sin contar los asteroides Troyanos en la órbita de Júpiter, que superan los cuatro millares, ubicados sobre los puntos L4 y L5 de Lagrange, muchos de los cuales también están siendo explotados por diferentes compañías menores - la situación ya sobrepasa a cualquier profano en la materia - Sin embargo en realidad la distribuición de los cuerpos celestes en su movimiento orbital hace que la inmensa mayoría quedasen enormemente alejados de la ruta que nos interesa, pues para empezar fluía por uno de los huecos de Kirkwood en los que la resonancia orbital de Júpiter no permite la presencia de asteroides estables - en tu mente se ha dibujado una imagen virtual de la que se borran más de la mitad de señales - Y además el grupo de troyanos precedente de Júpiter estaba todavía algo alejado, el de los que le siguen ni lo consideramos, pues orbitaba a medio Sistema Solar de distancia - otro parpadeo borra también un gran número de señales - Con lo que, sin dejar de ser una empresa titánica, parece que cuanto menos no estamos ante una tarea imposible.

Tu cerebro está tan saturado de información que agradeces estar reposando semirecostado (muy impertinentemente) sobre el lecho de Mr. Smith... o de lo contrario, lo más seguro es que las piernas te hubiesen fallado...

No sabía que le pasaba, su temple y frialdad habituales no estaban presentes como antaño... ¿Quizás es el inminente viaje y la separación de su amor?

Pero la voz calmada de Baltar logró reubicar sus pensamientos y volvió a su compostura habitual.

-¿Una cuenta atrás sin más? ¿No  le parece que eso carece de sentido? No me lo creo, debe haber algo más... Se apoyó en un agarradero de la pared y tras unos instantes habló directo a su interlocutor.

-Mire Baltar, aunque no fui yo quien le seleccionó, pues no le conocía, sé los motivos de su contratación. Y es bien simple. Los informes que tenemos en la Corporación sobre usted son excelentes, pues ya trabajamos juntos y conocemos sus métodos, su potencial... parece que realmente tiene un buen concepto de él.

-Y, como bien ha dicho, hay un cierto conflicto de intereses. La WK y la Weyland han sido siempre rivales y, aunque ahora cooperemos, es inevitable que hayan suspicacias... Si a eso le sumamos un boicot de un tercer bando, pues ya... acabáramos.

-Por eso necesitábamos alguien como usted, que no tuviera historial en la WK, -más claro imposible- y que conociésemos bien, alguien en quien poder confiar. Su historial en el ONUG también le avala.

-Así que lo que hagan los científicos, informáticos o militares contratados por la WK debemos observarlo y analizarlo con detenimiento, por si nos ocultasen alguna cosa. -Vaya, que hay confianza cero-

-En fin, volviendo a lo que me comentaba antes, si pudiese investigar el incidente un poco más, se lo agradeceré, lo mismo que le agradecería que me informase de cualquier anomalía, rareza o sospecha que le aparezcan en su estancia en esta nave. No podemos permitirnos el no controlar la situación... y que la misión se vea en peligro. 

Baltar se recostó en su cama y por un momento se quedó paralizado, recuerdos acudieron a su mente y titubeó.

-Pe... perdón, ¿Sería tan amable de levantarse de mi cama?, cada uno tiene sus manías, gracias.

Sonrió por puro compromiso.

De repente el mundo real, o lo que fenomenológicamente Gaius consideraba real, se desvaneció. Su conciencia estaba ahora inmersa en una imagen, una especie de plano orbital del sistema solar y de sus explotaciones mineras con una línea que trazaba un rumbo. O bueno, su atención se encontraba dividida entre la imagen y lo que fuera que estuviese sucediendo en el despacho de Mr Smith, hasta tal punto que la conversación con el directivo no parecía más que un murmullo lejano que se confundía con el abundante caudal de datos que Seis le estaba enviando simultáneamente.

Y entonces el sistema se colapsó, como quien dice, y Gaius no pudo hacer más que recostarse en el lecho del directivo.

Algo pasó entre medias. No sabía decir el qué exactamente, hasta que la luz volvió a iluminar la estancia y la voz de Mr Smith comenzó a abrirse paso entre el pitido de sus oídos.

—(…) No podemos permitirnos el no controlar la situación... y que la misión se vea en peligro —le dijo con un tono serio y preocupado.

Querrá decir que no soporta no controlar la situación, se dijo el doctor Baltar. Al menos sus funciones cognitivas funcionaban con normalidad. De no ser por la terrible jaqueca que en ese momento comenzaba a azuzarle.

No sabía qué era con exactitud lo que Mr Smith le había dicho hasta aquel momento, así que decidió que lo mejor poner fin a aquel encuentro cuanto antes. Y hablar seriamente con Seis a continuación. 

Gaius no parece ni inmutarse ante las palabras de Mr Smith. De hecho no parece si quiera que le esté haciendo caso. Desde que el informático se tiende y acomoda en la suave y confortable cama del directivo de la W-Y, da la impresión de que no está muy por la labor de levantarse y salir de allí.

Después de que el directivo le pida amablemente que se incorpore, transcurre un incómodo silencio en el que el doctor Baltar no dice ni hace nada. Está como ausente.

Entonces, pasados unos tensos segundos Gaius se levanta y le devuelve la mirada al estupefacto Mr Smith.

—Esto… —dice sentado sobre la cama—. Tiene usted una cama muy confortable.

El doctor Baltar se levanta muy lentamente y ensaya un par de pasos. Las piernas le tiemblan durante un instante hasta que comienza a moverse con normalidad, dirigiéndose hacia la puerta.

—Nada que ver con los incómodos catres del personal civil, por cierto —esboza una mueca de desagrado—. Descuide, Mr Smith, tendré los ojos bien abiertos. Y le informaré puntualmente de cualquier actividad sospechosa que detecte.

Se queda parado junto a la puerta, como si esperara una respuesta del directivo antes de retirarse. 

Smith permanece asombrado por la actitud de Baltar, tiene sentimientos encontrados de múltiples orígenes dentro, pero sabe que, de momento, no sería conveniente enfrentarse a él.

-Lamento lo de los catres, -evidentemente, Baltar no estaba acostumbrado- dijo acompañándolo a la salida.

-Le agradezco que esté atento a todo, ya me dirá si averigua algo más del incidente de la cuenta atrás, o de cualquier otro. Estamos en contacto. Dijo a modo de despedida.

Gaius sonríe el ejecutivo gentilmente, ahora algo más centrado, e inclina la cabeza ligeramente de un modo muy… oriental.

Entonces, dando la conversación por zanjada, abre la puerta del camarote y sale rápidamente de él.

Voy a echar de menos esa cama, piensa amargado mientras se aleja. 

En un momento determinado del viaje, tras haber recogido a Rogers, y mientras estás descansando a solas en tu camarote, se activa de pronto un artilugio que tenías casi olvidado entre tu equipaje personal.

Se trata de aquél pequeño aparato que te entregó Marcus cuando vino a tu despacho para enrolarte en esta extraña aventura, con el aspecto de una de esas viejas pantallas táctiles de cuando erais jóvenes. Según te dijo, tenía como función configurar un reconocimiento genético para permirtite un acceso exclusivo.

Y de hecho, ahora emite un zumbido pulsatil, como una llamada, mientras la silueta de una palma se dibuja en su superficie táctil, al tiempo que un canal del intercomunicador se abre en el camarote para dejar oír la queda voz del teniente Gaeta. Pues en esta ocasión su tono no es firme y bien modulado, como de costumbre, sino más bien un susurro, casi temeroso de ser oído...

- Mr. Smith, está llegando una información codificada, la única parte accesible le indica a usted como destinatario - murmura - Estoy redirigiendo el canal a su camarote, desviándolo desde el puente sin dejar registro oficial en las comunicaciones de la nave...

Puede percibirse fácilmente el sentimiento de culpabilidad, pero hace lo que tiene que hacer. Buen chico.

Perfecto, Gaeta, transmita.

El zumbido le ha sacado de su ensimismamiento y, presto, pone su mano sobre el dispositivo para abrir la comunicación.

Cuando pones la palma sobre la pantalla táctil, el zumbido pulsátil cesa de golpe y en su lugar se activa un sistema holográfico de realidad aumentada. Todo en tu entorno se difumina bajo un haz de luz negra que se superpone a las paredes del camarote, generando una muy convincente sensación de estar flotando en la inmensidad del espacio… y ante ti toma forma la figura de un hombre caucásico de mediana edad, recostado en un sillón de diseño y fumando uno de esos antiguos cigarros que provocaban cáncer de pulmón y de laringe, al tiempo que consumían el valioso recurso del oxígeno ambiental. Todo un lujo decadente.

- Reciba mis más cordiales saludos, Smith – saluda la figura holográfica – Supongo que a estas alturas ya estará en disposición de todos los recursos que Mantycora ha decidido proporcionarle para completar su misión: garantizar la seguridad del Proyecto Tau-Ceti.

Hace un alto para dar una calada al cigarrillo y las volutas de humo se expanden con un realismo engañoso en torno a su rostro, que permanece en la penumbra.

- Aunque todavía le falta un elemento que consideramos fundamental – continúa – Extraer al reo conocido como “Chacal” de la prisión orbital de máxima seguridad de Himalia, una de las lunas de Júpiter, supone un riesgo muy elevado que hemos ponderado cuidadosamente. Ese hombre es un monstruo, téngalo en cuenta – te advierte – Pero al tiempo, es nuestra mejor baza para acceder con premura a las células del MNM que todavía permanecen activas. Si al final resultan tener alguna vinculación con este acto de sabotaje, debe lograr su colaboración por cualquier medio a su alcance. No nos interesan los detalles, sino los resultados.

Parece estar dando por sentado que esto no ha sido un accidente, pero al tiempo es convenientemente impreciso con los métodos que podáis utilizar para cumplir el objetivo.

- Sin embargo, tenga en cuenta que si deben pasar a recogerlo en su lejano presidio orbital, no tienen demasiado tiempo – sobre su hombro se abre una pantalla que muestra el sistema solar, resaltando las órbitas relativas de la Tierra y de Júpiter – Pues la ventana orbital para el trayecto hasta Himalia estará en las próximas semanas en el punto óptimo para aproximarse a la zona del espacio en la que se produjo la desaparición del convoy minero procedente de Mercurio. No pueden permitirse desaprovechar esa afortunada circunstancia – y añade – Tenga siempre presente que esto es una carrera contra el tiempo, no sabemos cuándo pueden volver a actuar los saboteadores… y desde luego no podemos permitirnos más retrasos en la construcción del Gift of God.

No se preocupe señor, dijo con seguridad. Con las últimas incorporaciones no dudo ni un instante que el reo permanecerá controlado. Otra cosa distinta es que colabore.

Si sabe algo, nos acabaremos enterando, dijo con una sonrisa casi imperceptible. Aunque aún no tenemos pruebas fehacientes de la implicación del MNM. Quizás sería algo prematura su excarcelación sin saber qué preguntarle... Pero para saber si nos miente debemos preguntárselo en persona con los acompañantes adecuados... dijo ya como para sí.

Dependiendo de lo que nos encontremos, haremos un viaje relámpago a la Estación.

Tu interlocutor holográfico insiste en su argumento:

- Si se demoran en hacer una búsqueda sistemática de las posibles pistas en el área circunscrita de la desaparición del convoy minero, perderán la ventana orbital hacia Júpiter y entonces cualquier viaje posterior les alejará mucho de su destino - te recuerda - En ocasiones, las leyes físicas del universo se imponen de una forma implacable... incluso sobre la voluntad de los poderosos.

Jurarías que hay una honda amargura en sus palabras, pero la causa se te escapa.

Entendido señor, dijo viendo la subliminal indicación. En cuanto tengamos oportunidad, iremos a por el preso.