Partida Rol por web

-Excelente, teniente, excelente.

Este hombre habla demasiado... y sólo pone excusas... tomo nota...

- Los militares poseen un espíritu de sacrificio digno de encomio... así que sabrán, como ha dicho usted, aguantarse -Desde luego era la palabra idónea para definir lo que pensaba de esos inconvenientes. No es una misión al uso y todos debemos hacer sacrificios.

- Por cierto, mi secretaria Monnipenny nos acompañará en la misión. Seguro que aun no ha recibido la notificación, pero la recibirá -Sonrió viendo como empezaba a mudar la cara del militar- Pero no se preocupe, no necesita soporte vital -Dijo al fin para su alivio.

Saúl ha guardado un torvo silencio desde que subió a la Lanzadera de la Weyland-Yutani, como si su mente estuviera ausente, pero ahora parece reaccionar de golpe:

- ¿Cómo? - pregunta apresurado - ¿Está insinuando que es una replicante?

La asistente personal de Mr. Smith le corrige con una perfecta sonrisa:

- Es más correcto el término: "humanoide sintético"

Observo fascinado las sofisticadas y gigantescas instalaciones de la estación orbital de la corporación, sintiéndome orgulloso por un momento de mi especie, pese al trasfondo económico y las desigualdades, que ha sido capaz de construir dicha maravilla.

Avanzo detrás de Mr. Smith, aún molesto por la forma con la que ha obligado al científico a unirse a nosotros, y le escucho hablar con el teniente Motti. Sin duda el hombre de la corporación no siente aprecio ninguno por nadie más que él y su empresa, por lo que su compañía y sus palabras comienzan a molestarme. La gota que colma el vaso es cuando nos revela el origen de su asistente.

La ciencia y la tecnología deberían servir para ayudar a toda la humanidad. La línea de investigación de los replicantes no persigue ser un apoyo sino que se esmera en buscar un sustituto robótico a los humanos. Es un afán despreciable -digo expresando mi opinión, mirando con el ceño fruncido a la robot y al hombre de la corporación.

Mr. Smith alza una ceja y se permite una media sonrisa apenas perceptible:

- Tal vez debería ser usted algo más laxo con sus valores morales, Comandante Adama.

Llevado por la inquietud que parece atenazarle en todo momento, el teniente Motti se afana en cambiar de tema para intentar aliviar la creciente tensión:

- Con respecto a lo que había preguntado antes, Mr. Smith, algunos de sus compañeros ya han llegado y en estos momentos están inspeccionando la AURORA – os informa – También he recibido aviso hace apenas unos minutos de que la lanzadera del ONUG que transportaba el contingente de marines coloniales ya ha atracado, no deberían tardar mucho en alcanzarnos – bueno, parece que la cosa marcha – Aunque todavía no tenemos noticia de la lanzadera de los wekos… quiero decir, de la Weltherrschaft Korporatsiya, que traía al personal civil que ha reclutado la Consejera Camile Wray. Sólo nos consta que despegó del Espaciopuerto de Boston-Providence-Hartford a la hora prevista.

Guiados por el servicial teniente Motti, recorréis diferentes secciones de este inmenso astillero orbital, en el que al parecer se trabaja en múltiples proyectos simultáneamente.

Sin embargo, incluso en unas instalaciones de la envergadura de la Estación Orbital Nostromo es muy improbable que se lleve a cabo el reto de construir más de un Crucero Estelar de forma simultánea, simplemente porque supera la escala de cualquier Lanzadera o Prospector minero como mínimo en una proporción de cinco o hasta diez a uno. Y eso sólo en cuanto a dimensiones, sin entrar en las especificaciones que implica su reactor de fusión nuclear.

En cuanto os aproximáis a la que será vuestra nave, un par de individuos uniformados se os aproximan con aire muy satisfecho, destacándose entre los operarios que todavía se afanan por acabar las últimas modificaciones pendientes.

- Es todo un placer volver a servir bajos sus órdenes, Comandante Adama – se cuadra y hace un marcial saludo poniendo la mano de visera – Mayor Tigh…

A su lado, otro hombre corpulento e igualmente sonriente imita el gesto:

- No podíamos haber pedido un mejor estado mayor – afirma con una camaradería que hace evidente que se conocen desde hace mucho – Por lo visto, han conseguido reunir a buena parte de la tripulación del viejo Spektor… aunque no siento mucha nostalgia de aquella vieja carraca que se caía a trozos, a duras penas logramos llevarla al desguace cuando acabó sus treinta años de servicio.

La llegada a la Estación Orbital Nostromo os conduce a un gigantesco hangar perfectamente señalizado pero de tales dimensiones que os hace parecer insignificantes.

Y tan pronto como abandonáis la compuerta de embarque para acceder a uno de los cuatro cuerpos principales de la estación, la escala se magnifica todavía más. Esto es realmente inmenso. Tanto que abruma...

 Por suerte, no tarda mucho en aproximarse a vuestro grupo un miembro del cuerpo de seguridad:

- ¿Camile Wray? – tantea inseguro, mientras comprueba una CPU de pulsera – Sí, desde luego, ustedes deben ser el personal reclutado por los wekos… digoooo… por nuestros socios de la Weltherrschaft Korporatsiya – una solitaria gota de sudor resbala por su frente, ante el garrafal fallo de protocolo – Soy el Alferez Moff, sean bienvenidos al astillero orbital Nostromo. Por favor, les ruego que me acompañen, el Crucero Estelar AURORA está acabando de ser acondicionado en el Dique nº2, casi todas las modificaciones están ya concluidas, según se nos ha indicado… siempre que ha sido posible, claro…

Parece bastante nervioso… y la cosa empeora sensiblemente cuando examina el registro de carga de vuestra lanzadera.

- Aunque vamos a tener algunos problemas para trasladar la carga pesada, por lo que estoy viendo en su registro. En mi albarán no constaba un exoesqueleto de 2 TM.

Sonríe a lo de "wekos", no era algo que no supiera, pero nunca habían tenido el valor de decírselo a la cara.

- No iremos a ningún sitio hasta que el traslado reciba el visto bueno y nuestro técnico el sr. Sisko se asegure de que el material no ha sufrido daños durante el traslado, que en su caso, deberían ser reparados antes de dejar esta estación. Pero estoy segura de que eso no ocurrirá. Confío en que sabrá encontrar una solución adecuada a tiempo o en que tendrá la amabilidad de explicarle al comandante por que sus estimados socios de la Weltherrschaft Korporatsiya no pueden embarcar - mantiene una amable sonrisa en todo momento - ¿No es así Alferez Moff? - dejando claro que recordará su nombre si hay algún problema.

El hombre traga saliva y se excusa de inmediato:

- E-e-en seguida lo tendremos resuelto...

Tras lo que se aleja unos pasos y se le ve discutir acaloradamente por su intercomunicador... al cabo de unos momentos regresa a vuestro lado con su mejor sonrisa de circunstancias:

- Ya están enviando un transporte, ahora si quieren acompañarme, les conduciré hasta el Dique nº 2...

El oficial de seguridad de la Nostromo os interrumpe con una breve frase murmurada al oído de Mr. Smith:

- Me comunican que la consejera Camile Wray y su gente ya han llegado - afirma con la mano en el intercomunicador que lleva insertado en el pabellón auricular derecho - Enseguida estarán aquí...

Cruza sus manos a la espalda y acompaña al Alferez

- Veo que es usted un hombre competente y resolutivo, estoy segura de que sus superiores estarán satisfechos con mi informe sobre el trato recibido en la estación.

Nada como dejar las cosas claras desde el principio.

Saúl ignora por completo los cuchicheos de ese teniente, que ni siquiera es un veradero militar, y saluda con genuina alegría a los dos ingenieros. El respeto no es algo que se presuponga, sino que uno tiene que ganárselo por méritos propios... y estos hombres tienen el suyo después de haber servido a su lado durante años.

- ¡Cómo me alegra volver a veros! Así al menos sé a quién tengo que gritarle cuando nos quedemos a la deriva en una órbita inestable porque los propulsores de hidrógeno no pueden iniciar la combustión... - cita una vieja aventura - ¿Ya le habéis echado un ojo a ese nuevo Crucero Estelar que nos están preparando? Me imagino que tendrá el puto logo de la W-Y hasta en la tapa del retrete...

El Jefe de Ingenieros hace aspavientos con las manos mientras se explica:

- Ni se imagina lo que tienen ahí, Mayor Tigh - guarda las formas y menciona el rango por estar en público - Es todo tecnología punta, nada que ver con lo que manejábamos en la Armada Estelar... jodidas Mega Corporaciones - acaba la frase renegando - La nave es más pequeña de lo habitual, casi la mitad que el Spektor, pero absolutamente todo está mejorado, el puente está automatizado, cuatro o cinco personas bastan para controlar todos los sistemas... y el reactor de fusión... ¡Ah, el reactor! ¡Qué maravilla! Uno de los nuevos modelos alimentados con deuterio y tritio, nada de las viejas láminas de litio metálico...

Hago un esfuerzo para contener una respuesta al hombre de la corporación sobre su comentario. 

Mis valores morales son los que me han llevado hasta aquí, a trabajar codo con codo con un hombre que manipula y juega a las máscaras, todo por el bien de la humanidad.

El Teniente Motti, con agilidad diplomática, cambia de conversación, evitando cualquier conflicto. Sigo al resto mientras nos guían al interior del colosal astillero, manteniendo la compostura hasta que veo a viejos camaradas.

- Señores, es un placer poder volver a tener bajo mi mando a portentos como ustedes -saludo a mis compañeros, acompañando mis palabras con un gesto militar- Parece que esta nave será algo más consistente que la última que tripulamos, aunque tendremos que compartir el Crucero Estelar con hombres de las corporaciones. Esto si que es una jubilación de alto nivel... y no esa basura que nos vendieron de Elysium -continuo con una sonrisa y un gesto de complicidad a Saúl.

- Por cierto, este es Gaius Baltar, un reputado científico que trabajaba anteriormente para la ONUG -concluyo presentando a mis antiguos camaradas al hombre de ciencia.

Siempre es bueno que la tripulación de una nave se comporte como una familia, unidos ante la adversidad.

Entonces véis algo más lejos a otro militar uniformado, este algo más joven, que os hace una entusiasta seña con la mano a modo de saludo... aunque con ello se salte un tanto el protocolo militar. Venía acompañado de otro hombre y una mujer vestida de civil, pero se adelanta caminando rápido hacia vuestro grupo... con lo que de paso les regala un momeno de relativa intimidad para su despedida.

- Comandante Adama... - saluda ya más formalmente al llegar - Mayor Tigh... Jefe O´Brian... Henderson... - va repitiendo el saludo ante todos los viejos camaradas de armas - Es un verdadero honor volver a servir con todos ustedes. Esto es casi como volver a los años que pasamos en el Spektor.

El otro hombre de uniforme se toma su tiempo para despedirse de la hermosa mujer que le acompaña, con un largo y apasionado beso, para después despedirse y caminar hacia vosotros pausadamente, con una franca sonrisa en el rostro.

- Comandante - saluda militarmente al llegar - es todo un placer volver a bordo. Con nuestra gente - y da una palmada a Tigh en el hombro - Estás exactamente igual, Saúl, yo que esperaba verte con un bastón...

Es evidente que el ánimo está bien alto en esta vieja tripulación que vuelve a encontrarse.