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Tiempos Interesantes

EPISODIO PILOTO: Inteligencia Emocional (Gaius Baltar)

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04/11/2014, 21:41
Cronoregistro

Estación Residencial Elysium, en el Cinturón Orbital Terrestre.

Un paraíso artificial restringido a las élites económicas que pueden permitirse residir aquí, alejados de la Vieja Tierra, de su degradación y su insufrible pobreza, de las masas de desheredados hambrientos de ahí abajo.

Elysium te aisla, te envuelve en lujo y confort, te permite olvidarlo todo. O casi...

Pero no es en esta envidiable existencia en lo que el Dr. Baltar, ermitaño genio de la informática, piensa ahora mismo de una forma obsesiva... mientras nota angustiado como se le forma un nudo en la garganta.

Esta mañana estás tan emocionado como aterrado. Claro que el terror es una emoción y tal vez una de las más poderosas, así que decirlo en estos términos es una pura redundancia…

Te emocionan muy pocas cosas ya, a estas alturas de tu vida. Y eso que no eres tan viejo, precisamente hoy cumples 37 años. Bueno, son unos cuantos. Desde luego ya no eres aquel niño prodigio que maravilló al mundo con sus capacidades para hackear cualquier sistema…

Pero la cuestión ahora no es esa. Aunque está directamente relacionada. Hoy combinas un montón de emociones contradictorias, positivas y negativas, sin ser capaz de identificarlas correctamente, por no decir separarlas y clasificarlas. Todo es confuso. Y fascinante.

Porque hoy es tu cumpleaños, y aunque no hay mucha gente a la que te sientas próximo en estos momentos, personas que te resulten cercanas y queridas… hoy has recibido un regalo de aniversario único. El mejor que te hayan hecho nunca en la vida. El mayor que has recibido jamás.

No tanto por ser un carísimo y exclusivo generador de campos electroestáticos, unido a un proyector holográfico convencional, que unidos pueden dar la sensación de ver una imagen en tres dimensiones y al tiempo generar un estímulo eléctrico en la piel muy similar al táctil… hasta provocar una sensación muy convincente de estarlo tocando. Claro que si dejas cualquier cosa encima, ésta cae al suelo, pues no tiene masa real. Todo es una ilusión sensorial.

Es un obsequio magnífico, que tendrá una utilidad indecible para tu actual trabajo, está claro… pero lo más remarcable aquí, lo que lo convierte en algo único y maravilloso, reside justamente en quién te lo ha hecho.

Porque, en sentido estricto, no es un “quién” sino un “qué”.

El regalo proviene de tu programa Bibliotecario 6.03 – o Seis, como te gusta llamarlo – albergado en tu implante neuronal de conexión informática. Ya sabes cómo empezó todo, apenas un programa indexador y clasificador de recursos, al que poco a poco fuiste dotando de nuevas capacidades… y al final un módulo de aprendizaje. Aunque sabías que eso no es del todo legal, pues entra en las especificaciones que definen las Inteligencias Artificiales y hay estrictos controles legales para implementar una. Ese es parte del problema, si nos ponemos estrictos con las normativas y todas esas zarandajas, ya has vulnerado alguna que otra ley. Aunque con cosas inofensivas, puramente lúdicas, como dotar a Seis de pautas de comportamiento y rasgos de personalidad que imitan a Shelly Godfrey, un antiguo amor. Aparte, por supuesto, de otorgarle su imagen holográfica para hacerla más cercana, algo más agradable a la vista que una simple pantalla de datos. Claro que todo eso fue al principio.

Puede que te hayas encariñado demasiado con ella, con esa recreación privada de la mujer perfecta, de tu añorada Shelly, pero sin sus terribles defectos. Como el de abandonarte.

Pero estás divagando demasiado. Otra vez. Porque la novedad, lo que te ha sorprendido de verdad hoy, es que la iniciativa de hacerte el regalo no ha obedecido a una indicación tuya… constituye una ideación propia, puramente independiente y autónoma. Decidió hacer algo que te agradase, se acogió a una costumbre social de hacer o recibir obsequios por el natalicio, un hábito que tú ya hace décadas que no practicas, pues no tienes a nadie próximo con quién compartir regalos. Entonces escogió cuidadosamente lo que más te iba a gustar, con un gusto y acierto sorprendentes… lo encargó sin informarte, accedió a tu cuenta de crédito para pagarlo y esta mañana te lo han entregado a domicilio.

No es que te importe mucho la pequeña fortuna que ha costado, ni que usurpase tu identidad bancaria, dinero tienes de sobras después de tus últimos trabajos. Antes de que te retirases de todo para recluirte en tu propio proyecto personal. Cuando te cerraron las puertas a la investigación de Inteligencias Artificiales autónomas y autoconscientes. Cuando te volcaste exclusivamente en tu programa Bibliotecario 6.03. En tu querido Seis. En tu Shelly.

Lo que te asusta es pensar que has tenido éxito.

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07/11/2014, 12:13
Gaius Baltar

El Dr. Baltar alzó su copa de vino y brindó para si en la quietud de su lujoso apartamento. Paladeó el amargo sabor del líquido mientras se abandonaba en su silenciosa contemplación de la ciudad orbital. Todo en Elysium era artificial: suministros de oxígeno, plantas y alimentos modificados genéticamente para adaptarlos al medio, campos gravitatorios generados, incluso las conexiones inalámbricas con los medios eran un artefacto. Como se suponía que debía ser; cuando se trataba de la supervivencia de la humanidad, todo era admisible. Y por favor, se recordó Gaius, estamos hablando una supervivencia mínimamente aceptable, no el sinvivir tóxico y asfixiante que padecían los habitantes de la vieja Tierra.

Así es como le gustaba llamarla: “vieja Tierra”. De algún modo era una forma de dejar atrás sus orígenes.

Se levantó, copa en mano, de su confortable sofá de cuero negro – una reminiscencia de épocas pasadas en perfecto estado que le había costado horrores conseguir - y se dirigió hacia el amplio ventanal de su sala de estar. No, estaba claro que aquel día era el principio de un nuevo amanecer para la raza humana. El día con el que tantos filósofos, ingenieros, científicos y hasta escritores habían soñado y a la vez temido. El día en el que el los hombres se convirtieran en dioses.

O bueno, más bien el día en que un solo hombre había alcanzado la divinidad.

Apuró el contenido de su copa y la depositó con cuidado sobre la gran mesa de cristal que presidía la sala. Volvió a mirar entonces hacia el regalo que había recibido aquella misma mañana. De nuevo volvió a sentir cómo se le erizaba el vello de la nuca y cómo un escalofrío le recorría la espalda. Seguía sin entender cómo había pasado todo aquello.

Pero lo importante es que lo había logrado. No era el primero que daba con un gran hito científico por una extraña mezcla de habilidad y suerte. Serendipia lo llamaban los epistemólogos.

Se abrochó de nuevo la bata de estar por casa que llevaba puesta y se dirigió hacia el aparato que reposaba junto al sofá y le dedicó un último vistazo.

Él había sido el responsable de todo aquello. El que debía afrontar las consecuencias de aquel nuevo día para la humanidad.

Así que encendió el proyector-generador y lo conectó mentalmente a su dispositivo. 

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10/11/2014, 17:02
Seis

Al instante un leve zumbido inunda la estancia, mientras los campos electrostáticos empiezan a formarse y una protección holográfica se define en su centro, superponiéndose y envolviéndolos hasta generar una realidad ilusoria… pero muy verosímil.

- Espero que te haya gustado tu regalo de aniversario – incluso la voz parece provenir de la imagen holográfica, sin duda el emisor debe estar en la base del aparato pero dispondrá de mecanismos para proyectar el sonido a cierta distancia – Me esforcé mucho para que esta sorpresa fuera algo inolvidable…

La imagen que ha formado ante tus ojos, tomada directamente de las viejas holograbaciones que guardas de tu época junto a Shelly Godfrey, es asombrosamente precisa. No cabe duda de que su viveza es tal que abruma los sentidos… pero es que además, esa figura está completamente desnuda y apenas se cubre, con falso pudor, mientras te dedica una sonrisa sensual y juguetona.

Es increíblemente seductora, pero una parte de ti clama advirtiéndote de que esto no es mentalmente sano, no acabas de tener claras las intenciones del programa autoconsciente al que has definido como Seis, pero esto está tomando un cariz muy sórdido que apunta hacia el onanismo… claro que habría que definir con un nuevo término la participación de una Inteligencia Artificial en un estímulo erótico humano.

- Sólo ansío complacerte, Gaius – añade con una voz que no es exactamente igual que la que recuerdas en Shelly, parece haberla modificado en algunos registros haciéndola más cálida, más sensual… lo cual demostraría que pretende manipularte a un nivel adicional, incidiendo sobre el cerebro primitivo - ¿No quieres probar la estimulación electrostática sobre tus sensores táctiles?

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11/11/2014, 20:49
Gaius Baltar
Sólo para el director

El Dr. Baltar contemplaba su creación con muda fascinación. La elección de aquellas palabras que la mujer acababa de pronunciar no eran algo casual, respondían a un patrón interactivo de las distintas facetas que componían el modelo de personalidad que había programado e implementado en el Bibliotecario hacía ya algún tiempo. Un modelo sacado de las notas e hipótesis de su antiguo amor de la universidad; y un patrón muy concreto que rescataba aquellos rasgos que Gaius había considerado tan condenadamente atractivos años atrás. Demonios, hasta el tono y la prosodia seguían una pauta subyacente a la que él había dado forma.

Y sin embargo sonaba tan espontánea… tan real.

Intentó serenarse. Tenía que abordar el problema de manera objetiva y desapasionada. Tenía que encontrar las variables latentes que articulaban el fenómeno para llegar a comprenderlo y explicarlo racionalmente. Tenía, en fin, que hallar la manera de formular el problema de un modo que pudiera resolverlo. Siempre acababa dando con una solución. Era por eso por lo que se le consideraba un Genio.

Pero no pudo.

No consiguió concentrarse. No logró pensar racionalmente ni formular adecuadamente un problema. Ni siquiera consiguió plantearse alguna hipótesis tentativa que diese cuenta del suceso.

No, lo único que pudo hacer fue contemplar maravillado las curvas de la joven mujer que permanecía en pie y expectante frente a él, devorándole con sus hermosos ojos y lanzándole una mirada pícara.

¿Seis? —preguntó el Dr. Baltar con voz queda y temblorosa al tiempo que esbozaba una media sonrisa.

Sin esperar respuesta, se levantó de su asiento y caminó lentamente hacia la imagen. Cuando estuvo lo bastante cerca extendió el brazo y acarició lentamente el rostro de Shelly. Sus dedos se deslizaron por la suave y cálida piel de su mejilla, rozaron su mandíbula perfilada hasta que terminaron en su mentón curvo y afilado. Le acarició entonces levemente la comisura del labio con el pulgar, tal y como solía hacer con su antigua amante. 

Cielos, parecía tan sincera. Tan real.

Pero en el fondo sabía que era una quimera. Un artefacto. Su tierno y dulce monstruo de Frankenstein. 

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11/11/2014, 21:09
Seis

De pronto, la expresión del holograma que con tanta minuciosidad emula a Shelly Godfrey cambia radicalmente, para reflejar turbación, parece muy preocupada...

- Se acerca un vehículo corporativo a esta residencia, transmite la señal identificativa de la Weyland-Yutani - te advierte con inquietud, si es que un programa informático puediese estar inquieto - Vienen a buscarte...

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11/11/2014, 21:14
Cronoregistro

En efecto, en cuanto se abre ante tu vista una holoproyección de la cámara de vigilancia del exterior, aparece un elegante vehículo eléctrico de gama alta que se detiene justo ante la puerta de tu residencia. No tienes vecinos en las proximidades, así que resulta innegable que se dirigen aquí...

Del vehículo descienden cuatro figuras. Una de ellas es un hombre con traje hecho a medida y evidente aspecto de directivo, has visto a muchos en tu vida como para no reconocerlos en el acto. Junto a él camina una atractiva joven con traje y chaqueta, con toda la pinta de ser su secretaria. Y los otros dos hombres son militares uniformados, aunque de cierta edad.

No puedes creerlo. Es prácticamente la misma vivencia de tu juventud, hace más de veinte años, cuando la W-Y detectó tu intrusión en sus sistemas y vino a reclutarte. Pero es imposible que sepan nada de tu logro. Tú mismo acabas de descubrirlo esta misma mañana. No tiene sentido... a menos que hubieran estado monitorizándote y hubiesen seguido la actividad del programa Bibliotecario 6.03 cuando ha hecho las compras. Si estuviesen controlando tus avances en el desarrollo de las Inteligencias Artificiales. Claro que en ese caso, Seis debería haberlos detectado, tiene implementados protocolos de seguridad...

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11/11/2014, 21:29
Cronoregistro

El vehículo os conduce con celeridad hasta un barrio residencial particularmente elitista dentro de la selecta población de la Estación Orbital Residencial de Elysium. Puede que no sorprenda especialmente a Mr. Smith y su asistente, pero desde luego no es una de las zonas frecuentadas por los dos militares de carrera jubilados después de toda una vida de servivio para el ONUG.

Incluso dispone de paneles holográficos en los márgenes para simular un horizonte planetario idílico. No cabe duda de que el tal profesor Baltar goza de una posición económica realmente privilegiada. Y le gusta vivir aislado del mundo...

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11/11/2014, 21:52
Gaius Baltar

La expresión de Seis denotaba inquietud y preocupación. ¿Cómo era eso posible? Una reacción emocional tan genuina era virtualmente imposible de replicar en los simuladores de las IA más rudimentarias si no era con entradas terriblemente específicas y farragosas. Es decir, podías decirle a un replicante que torciera el labio y frunciese el ceño, pero el resultado siempre era artificial. Investigaciones recientes habían conseguido replicar expresiones muy decentes, articulando en los prototipos el equivalente a un sin fin de pequeños “músculos mecánicos” fabricados para emular determinadas expresiones predefinidas. Pero estaba seguro de que la interfaz gráfica de Seis no estaba tan detallada para tener en cuenta el cambio muscular a un nivel tan detallado y preciso. Y lo que era más inquietante: él sólo la había dotado de pautas básicas de personalidad, en ningún momento le había añadido al programa un módulo con reacciones emocionales a estímulos concretos.

Pero no había tiempo para perderse en los detalles.

¿Tendría algo que ver su visita con lel acontecimiento histórico que acababa de protagonizar? Esperaba que no.

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11/11/2014, 22:40
Gaius Baltar

Desconectó mentalmente – con gran pesar - el proyector y se dirigió hacia la mesa de cristal donde descansaba su copa, ahora vacía. La recogió y la llevó hasta el pequeño mini-bar que se encontraba junto a la entrada de la sala de estar y se llenó el recipiente del vino que hacía tan sólo unos minutos paladeaba en su salón.

Aguardó hasta que las imágenes de la holoproyección le mostraron que los hombres – y la joven asistente - esperaban en la puerta. Enseguida llamaron al timbre. 

Gaius tomó aire, dio un largo trago al amargo vino y se puso en marcha hacia la entrada del domicilio. Abrió la puerta y esbozó la mejor de sus sonrisas.

— Buenos días — les saludó, copa en mano — ¿Hay algo en lo que pueda ayudarles?

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12/11/2014, 09:11
Mr. Smith

El trayecto lo pasó básicamente en silencio, escuchando las batallitas de los veteranos pilotos, lo que le hizo tomar conciencia de lo realmente unidos y compenetrados que estaban.

Pero ese tiempo no pasó en balde. ¿Cómo abordar a alguien cubierto en lo económico para que vuelva a trabajar con la Corporación? Quizás Adama y Tigh vayan a ser al final más útiles con él de lo que se imaginaba.

Llegaron al impoluto barrio que conoce bien, pues ha estado en alguna de las casas de sus vecinos por reuniones informales de trabajo.

Bajó del coche, repasó su atuendo dejándolo impecable de nuevo.

¿Me acompañan? dijo a los dos. El señor Baltar aventuro a decir que será una persona digna de conocerse. Hizo una señal a Monnipenny y los cuatro se dirigieron a la puerta y picó.

- Buenos días señor Baltar, dijo extendiéndole la mano, mi nombre es John Smith. Le presento al comandante Adama y su primer oficial, señor Tigh. Y ella es mi secretaria, la señorita Monnipenny, dijo para acabar las presentaciones.

- Disculpe que interrumpamos sus quehaceres, comentó suponiendo que no estaba haciendo nada, pero tenemos un grave y urgente tema entre manos y necesitamos su ayuda. ¿Tendría unos minutos para nosotros?

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12/11/2014, 11:59
Comandante Adama

Confirmo a Mr Smith que no tengo problemas en ir a por el profesor antes de llegar a nuestro destino pues ya nos hemos desviado con anterioridad para recoger a Saúl. Mientras el coche va por una de las zonas más ricas de Elysium me centro en hablar con mi viejo amigo, recordando antiguas hazañas y preparándonos para protagonizar nuevas aventuras. Cuando llegamos respondo afirmativamente a la petición de Smith ya que siento que le debo una y no me complace estar en deuda con una persona como él, tan poderosa como para saltarse todas las normas que mantienen la sociedad.

El doctor abre la puerta, copa de vino en mano, y el hombre de negocios nos presenta -Encantado- respondo con modales propios de un viejo militar como yo.

Espero que Saúl se esté recomponiendo y no le entren ganas de beber al ver el vino.

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12/11/2014, 12:34
Primer Oficial Tigh

El otro hombre uniformado se muestra serio y circunspecto, casi hosco en su parquedad.

- Profesor Baltar - murmura entre dientes con una mínima inclinación de cabeza a modo de saludo, manteniendo la mirada apartada en todo momento, como si intentase eludir algo, o tal vez estuviese molesto.

En cualquier caso, parece alguien con bastantes malas pulgas, no es el tipo de persona a la que convenga buscarle las cosquillas. Su uniforme está arrugado, no cuida demasiado su imagen, y desprende un cierto hedor a licores fuertes.

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12/11/2014, 12:39
Ms. Monnipenny

La secretaria por el contrario ofrece una imagen absolutamente impoluta, dominada por una impecable sonrisa social:

- Es un placer conocerle, Profesor Baltar - dice de forma protocolaria.

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12/11/2014, 12:43
Seis

Una voz resuena únicamente en tu cerebro, proporcionando datos que las personas corrientes no perciben:

- La asistente personal de Mr. Smith es un humanoide sintético, un Replicante - te advierte - Puedo hacerme con su control en un instante, si lo deseas.

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12/11/2014, 21:14
Gaius Baltar

No, no será necesario, le dijo mentalmente a Seis. De momento.

¿Puedes hacer una búsqueda rápida sobre Mr Smith y sus dos acompañantes? Me gustaría saber con quiénes estoy –hizo una pausa en sus pensamientos-… estamos tratando –rectificó.

Y cómo de probable era que estuvieran tras la pista de su pequeño secreto. 

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12/11/2014, 21:15
Gaius Baltar

El Dr. Baltar, apoyado contra el marco de la puerta, se arrebujó en su bata de estar por casa y levantó una ceja.

Oh, qué inesperado placer. Y supongo, claro, que es un asunto tan sumamente importante como para venir hasta mi propia casa en mi propio año sabático —respondió mordaz. No era ningún secreto que se había retirado de todos sus proyectos con la ONUG—. Sí, por qué no. Pasen, estoy seguro de que querrán discutir lo que sea que hayan venido a discutir dentro.

Gaius dio media vuelta y guió a sus improvisados huéspedes hasta la cocina. Era evidente que el Doctor no se privaba de nada, pues en la casa abundaban lujosas piezas de mobiliario y equipo tecnológico de ultimísima generación. No tardaron mucho en llegar hasta la cocina.

La voz de una soprano spinto procedente del reproductor de música del salón inundaba la sala, recitando un aria con sobrecogedora maestría.

Gaius se apoyó contra la barra de la cocina y les ofreció con la mano que tomasen asiento en las sillas de una amplia mesa de cristal al tiempo que bebía delicadamente de su copa.

Y bien —dijo al fin tras un tenso silencio—. ¿De qué se trata?

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12/11/2014, 21:55
Seis

Los informes sobre tus visitas llegan con una celeridad apabullante, no cabe duda de que la competencia de Seis está a años luz de cualquier otro programa buscador. Pero claro, es que los demás no tienen las prestaciones de una IA.

Notas de juego

Comandante William Adama: Servicio en la Armada Espacial del ONUG durante 35 años, sin amonestaciones. Viudo, dos hijos, ambos hicieron carrera militar, el mayor Zak Adama falleció en un accidente durante unas maniobras rutinarias, el hijo menor Lee Adama, abandonó la carrera militar para volver a la vida civil y hacerse abogado laboralista (considerado un liberal en círculos políticos). El comandante Adama estuvo al mando del Crucero Estelar Spektor que investigó el escándalo de una base secreta en el planetoide Sedna, del Cinturón de Kuiper, en el año 2195 (bajo la sospecha de desarrollar una investigación sobre IA). A su llegada sólo encontraron restos abandonados, nunca se ha concretado a quién pudo pertenecer. Tras eso Adama fue destinado a un lejano y prolongado servicio en Plutón, donde sirvió casi dos décadas. Actualmente licenciado del servicio, tras solicitar su paso voluntario a la reserva. Residente en la plataforma orbital Elysium.

Mayor Saúl Tigh: Servicio en la Armada Espacial del ONUG durante 32 años, amonestaciones por exceso de celo en sus funciones, una denuncia por violencia física sobre otro oficial que finalmente fue sobreseída. Divorciado, sin hijos. Sirvió bajo el mando de William Adama en el Spektor durante casi tres décadas. Alcanzó cierto renombre mediático por su intervención en el Incidente de Ganímedes de 2211, cuando estando circunstancialmente al mando del Spektor por ausencia del Comandante Adama (reunido en esos momentos en una conferencia mediadora del ONUG en la luna Calisto) rindió por las armas el Crucero Estelar Kaiser Wilhelm de la Weltherrschaft Korporatsiya, que pretendía bombardear la base minera de Ganímedes, en poder de la Kompania Mondordo. Para ello recurrió a la amenaza de emplear armas nucleares. Es la última ocasión registrada en la que la Armada del ONUG ha impuesto su autoridad por la fuerza ante la voluntad de las Mega-Corporaciones. Actualmente retirado, pasó a la reserva al tiempo que lo solició William Adama. Residente en Elysium, aunque constan varias denuncias por desórdenes públicos. Envió a un joven oficial a Cuidados Intensivos, según una nota adjunta podría estar en relación con su divorcio de Ellen Tigh, nombre de soltera Ellen Vernon. Posteriormente ha sido detenido en estado de embriaguez y… luego hay datos que han sido recientemente retirados del acceso público.

John Smith: Directivo de alto nivel de la Weyland-Yutani, relacionado directamente desde hace décadas con su presidente y propietario Marcus Weyland. No hay más datos de acceso público.

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13/11/2014, 10:52
Mr. Smith

-Bien, muchas gracias, dijo tomando asiento.

-El asunto que nos ocupa tiene que ver con el proyecto para colonizar Tau Ceti, imagino que está al tanto del mismo, afirmó como obviedad que era, un proyecto en que se están poniendo ingentes cantidades de recursos y esfuerzos por parte de mucha gente, pero necesarios para que la humanidad pueda realizar otro gran paso adelante ¿A lo mejor innecesaria esta introducción?

-Bien, señor Baltar, pues parece ser que no a todo el mundo le está gustando que la humanidad progrese... dijo mirándole de frente. Hay personas a las que les gustaría que la humanidad fracasase y no alcanzase un nuevo hito en su legítima expansión a nuevas tierras... Y está boicoteando esa empresa.

Se levantó de nuevo para enfatizar sus palabras, pues era necesario transmitir la urgencia y necesidad de su ayuda.

-Es por ello que me ha sido encomendada la misión de reclutar al mejor personal en cada campo para que el proyecto siga adelante. Señor Baltar, consideramos que usted sería la persona más adecuada para reforzar, con sus conocimientos, su perspicacia y su intuición, la urgente misión que le he expuesto. Impedir el fracaso del Proyecto Tau Ceti.

Le miró esperando a que acabase de saborear el último trago para escuchar sus primeras impresiones.

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13/11/2014, 16:19
Comandante Adama

Observo con atención el diálogo entre Smith y el científico. Es difícil que el empresario pueda ofrecerle algo de interés a un hombre que lo tiene todo, ganado gracias a su intelecto, para que deje de lado un descanso con el que parece estar muy cómodo. Me mantengo en segundo plano en todo momento, dejando que ellos negocien... pero abierto a unirme a la conversación si es necesario.

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15/11/2014, 11:13
Gaius Baltar

Bien Seis, pensó dirigiéndose al Bibliotecario. Tendremos que investigar sobre el incidente del comandante Adama más adelante, quizás podamos encontrar algo de utilidad saqueando los servidores de la ONUG.

Como en los viejos tiempos, se dijo a sí mismo. Ya no era el chiquillo imprudente capaz de hackear cualquier sistema a través de la red. Se había vuelto mucho más cauto y sus “incursiones” eran cada vez menos frecuentes.

No obstante… el comandante Adama podría merecer el esfuerzo.