Partida Rol por web

Estaba esperando la respuesta cuando nuestra conversación termino con un tosido mio producido por ver un pequeño grupo que avanzaba hacia nosotras.

La primera en acercarse fue una mujer madura que todavía mantenía parte de la belleza que sin duda la acompaño en la juventud.

Se aproximo directamente hacia la Consejera Wray y la tendió la mano mientras se presentaba.

-¿Un gesto atrevido? ¿O simplemente demuestra su inexperiencia?. Poca gente se acerca a una ejecutiva de alto nivel sin esperar a que su guardaespaldas actué. Aun así me mantuve callada y tranquila.

De pronto llego el resto de la comitiva. Un nutrido grupo de Doctores o similares a juzgar su forma de hablar.

Me puse de pies con educación y cortesía mientras les sonreía a todos mirándoles a la cara y escuchaba sus presentaciones.

-Buenos días a todos, soy Meredith Vickers. Asistenta personal de la Consejera Wray.

- Es un placer poder contar con Científicos tan ilustres entre nosotros, algunos mas que otros claro. Pero sera mejor que tomen asiento. Comenté mientras me acercaba a ellos y le invitaba con un gesto amable a sentarse.

Es Miles quien le "da la mano" a la Dra. Roslin para reducirla "amablemente" antes de que interactue con Wray, después de todo, parece que seguía de servicio.

- Un placer conocerla, señorita Roslin - teniéndola de espaldas a él, con uno de sus brazos muy cerca de ser partido ante cualquier movimiento brusco - y el placer podría ser mutuo si respeta el protocolo. Brazos en cruz, por favor, necesito registrarla. 

Suelta a la mujer, esperando que cumpla con mis indicaciones, mientras examina a los demás rápidamente.

- Lo mismo para los demás - advierte

Paz... y buen...rollo. Di que si chaval. 

Pero bueno... esto ya era el colmo. Me pongo en pie.

- ¡Quaritch! Por el amor de Dios, ya es suficiente - cuando aborda con esa violencia a la Doctora Roslin - No es necesario aplicar ningún protocolo de seguridad ahora mismo. Son mi personal. 

Y son muchos como para estar perdiendo el tiempo con esas tonterías

Espero a que cese en su enfermiza conducta.

Roslin se siente evidentemente contrariada por la expeditiva conducta del guardaespaldas, pero como es obvio no se resiste. Aunque una vez ha concluido, sí le dedica una penetrante mirada de reproche.

- Creía que al responder ante una Jefa de Recursos Humanos civil, el protocolo a bordo sería... algo menos castrense - comenta - Pero supongo que la cosa acabará mejorando...

Y no es buena idea enemistarse con el único médico de la nave... te auguro bastante tiempo en la sala de espera.

Mientra esperaba a sentar al grupito de científicos salidos, por fin sucedió lo que estaba esperando: la reacción del Cabo Rusty.

Di un gritito de sorpresa y me llevé las manos a la boca con la reacción de Quaritch

Viendo su rapidez podía hacerme una idea de sus capacidades. Apenas había tardado nada en llegar hasta donde estaba la mujer. No creo que fuera tan rapida como yo. Pero puede que fuera casi o igual de fuerte. Aunque claro a el le moldearon para matar a juzgar por su aspecto a mi me crearon para matar y eso es una gran diferencia.

Por fin Wray dice su nombre.

-Tengo que investigarlo mas tarde.

Y le ordena cejar en su empeño de registrar a todos.

-No tienen pinta de asesinos pero yo tampoco y seria muy capaz de matar a todos y después tomar el Te. Y ahora tenia que hacer mi papel.

-Por por favor , Señor Quaritch esto no es necesario. Como bien a dicho la Consejera Wray son su personal. Yo me ocupare de ellos. Dije visiblemente asustada por la rápida y contundente reacción del guardaespaldas.

Me acerque con paso tembloroso a Roslin.

-Sra Roslin. ¿Se encuentra bien?. Comente sin dejar de mirar a Quaritch con ojos de miedo.

Por dentro reía como una loca. Me encantaba hacer de secretaria asustadiza pero sexy, un papel muy estudiado que causaba una gran impacto empatico en los presentes y les hacia pensar en mi como un secretaria florero y no como una pantera hermosa pero que podía matarles de un golpe.

Mientraa esperaba a sentar al grupo de científicos, el guardaspaldas de Wray se avalanzo sobre la Sra Roslin.

Di un gritito de sorpresa y me llevé las manos a la boca con la reacción de Quaritch

- ¡AHH!

La rapidez de sus movimientos me había asustado.

Por fortuna la Consejera Wray le ordena cejar en su empeño de registrar a todos.

- Por... por... por favor, Señor Quaritch, esto no es necesario. Como bien ha dicho la Consejera Wray, son su personal. Yo me ocupare de ellos. Dije visiblemente asustada por la rápida y contundente reacción del guardaespaldas.

Me acerque con paso tembloroso a Roslin.

-Sra Roslin ¿Se encuentra bien?. Comenté sin dejar de mirar a Quaritch con ojos de miedo.

Roslin se recompone su atuendo de traje con falda y chaqueta dignamente, intentando aparentar normalidad.

- Gracias, en realidad no ha sido nada - pero dedica una sonrisa torcida al matón, deseando tenerlo en la consulta - Supongo que no estoy familiarizada con el protocolo corporativo a este nivel, siempre he trabajado entre gente mucho más... normal.

Entonces centra su atención en la solícita joven:

- Por cierto, encantada de conocerla, Ms. Vickers, es usted muy amable...

El tipo espigado de las gafitas y la coleta se queda muy cortado con la situación, pero no dice ni media palabra, no fuera a recibir también. O a ganarse un enemigo. O a caer en desgracia ante la jefa de Recursos Humanos.

Continúa con el registro, tras dedicar una mirada más larga de lo necesaria a Vickers.

Mira la rubia, ahora va de remilgada. 

- Yo no le digo como hacer su trabajo, señorita Wray. No quiera enseñar a follar a las putas - breve, pero contundente

Deja pasar a la Dra. Roslin

- Gracias por su colaboración. Siguiente - mirando al Dr. Kavanagh - brazos en cruz por favor.

La indignación iba a más por momentos, pero se limitó a fruncir los labios y desviar la mirada.

- Hablaremos de ese protocolo de seguridad a bordo - por el tono en que lo había dicho, no cabía esperar nada bueno, pero parecía que todos tendrían que ceñirse al protocolo actual por ahora.

Que se le vaya quitando de la cabeza el repetir esta pantomima a cada reunión.

De inmediato Kavanagh se pone firme como un palo y alza los brazos bien abiertos, sosteniendo todavía una tablet en la mano derecha. Y se cuida muchísimo de mostrar el menor amago de protesta...

Procede al registro con profesionalidad y sin excesos, parece que lo haga de forma casi automática, siguiendo exactamente el mismo orden en cada registro, una forma eficiente de no dejar un solo pliegue sin registrar.

- Gracias por su colaboración. Siguiente - mirando al Dr. Kern - brazos en cruz por favor.

Le retira el bolígrafo del bolsillo a la altura del pecho de la bata tras el registro.

- Esto no esta permitido Doctor, con dispositivos tácticos y programas de reconocimiento de voz no es necesario permitir armas a bordo. Gracias por su colaboración. Siguiente - sin esperar réplica por su parte y haciéndome a un lado para que pasara junto con los ya registrados.

Le hago un gesto a Eli Wallace para que se acerque.

- Brazos en cruz por favor.

El tímido hombrecillo se ha dejado hacer sin reaccionar, pero ahora balbucea una tenue protesta...

- Pero... ¿mi plumín un arma?

Sin embargo no parece capaz de llevar sus quejas mucho más lejos.

Otro tema muy distinto es el joven sanitario, que aunque no se atreve a resistirse ni a montar un pollo después de haber visto como la propia doctora era sometida a este examen, tampoco se ahorra los comentarios:

- Venga, hombre, con la secretaria rubia lo entendería, pero conmigo...

Y luego cuando le está palpando da un respingo y grita burlón:

- ¡Ey, eso me ha dado calambre! Seguro que se te ha soltado un implante...

Para rematarlo cuando llega a la entrepierna y susurra mientras se arrima:

- Ahí te gusta... ¿eh?

Se gira hacia el Dr. Kern, todavía con el plumín en mano

- Yo podría matarle con él - asegura Miles - así que si lo quiere a bordo tendrá que pedirle autorización al comandante, mientras tanto permanecerá bajo mi custodia - sin dejar lugar a réplica.

Inicia el registro de Eli Wallace, el brabucón de turno. Levanta la mirada con la última provocación. 

Conmigo no te va a gustar ir de listo chaval, tengo más pelos en los huevos que tu.

- Espere ahí - señalandole a un par de metros - el registro tendrá que ser más profundo, he notado algo raro. Necesitaremos una habitación para poder desnudarle.

Hago un gesto para que se acerque el Dr. McKay

- Brazos en cruz por favor.

Parece que al graciosete se le han pasado de golpe las ganas de cachondeo...

- Eeeeeee... ¿es de coña, no? - sin embargo cumple lo que le han indicado, se aleja unos metros y permanece quieto - Mi contrato no dice nada de esto, no tengo por qué soportar este tipo de trato... - y busca apoyo a la desesperada - ¿Doctora Roslin?
 

¿Brazos en cruz? ¿Pero de dónde había salido aquel tipo?¿Y con quien se pensaba que estaba hablando?

-Me parece que se está equivocando de hombre si cree que voy a permitir que me registre. ¿Es que no sabe usted con quien está hablando? Desde luego que no pienso permitir este despropósito. - dije, negando, cruzándome de brazos, con el mentón ligeramente alzado.

¿El doctor Rodney McKay registrado como un burdo ladrón? Hasta ahí podíamos llegar.

-Consejera Wray, le exijo que ordene a este Primate haplorrino que aleje sus dedos prensiles de mí inmediatamente. Este no es trato para un científico de mi talla - afirmo presa de la indignación, poco dispuesto a aguantar un trato así.

 Sonreí a la Señora Roslin por sus palabras.

-No se preocupe es mi trabajo como asistenta de la Consejera Wray velar por el bienestar y la comodidad de los empleados de alto nivel como ustedes.

Las palabras de Quaricth casi me pillaron por sorpresa y tube que reprimir una risa. Y puse una leve cara de indignación por sus palabras acorde con el papel que estaba haciendo.

-Esa es muy buena me la apunto. Desde luego tiene gracia.

Vi como iba registrando a todos mientras el carácter de Wray se iba oscureciendo por momentos.

Mire al chico gordito cuando dijo que a la secretaria lo entendería. Demasiados científicos gordos y salidos había activado mi implante en estos años y la ganas de probar a meter su cabeza en su culo de forma literal me embargaba por lo que tuve que controlarme.

Puse una mueca de indignación al escucharle.

Cuando escucho decir que con ese plumín podría matarle me doy cuenta de que me cae bien.

-Hasta con el capuchón podría matarle.

Cuando el Quaritch dice que tendrá que hacer un registro mas a fondo no pude resistirme.

-¿Supongo que querrá los guantes de látex y el lubricante como la ultima vez? Comente completamente seria.

-El ver sudar al gordito bien merecía una bronca de Wray.

Cuando le llego el turno al Doctor Mckay se produjo algo que ya imaginaba que podria pasar. Pero tenia curiosidad por ver que ocurria.

 Sonreí a la Señora Roslin por sus palabras.

-No se preocupe es mi trabajo como asistenta de la Consejera Wray velar por el bienestar y la comodidad de los empleados de alto nivel como ustedes.

Las palabras de Quaricth me pillaron por sorpresa y puse una levecara de indignación por sus actos.

Vi como iba registrando a todos mientras el carácter de Wray se iba oscureciendo por momentos.

Mire al chico gordito cuando dijo que a la secretaria lo entendería. Puse una mueca de indignación al escucharle.

Cuando escucho decir que con ese plumín podría matarle puse los ojos en blanco.

Cuando Quaritch dice que tendrá que hacer un registro mas a fondo no pude resistirme al chico gracioso de antes les mire a ambos.

-¿Supongo que querrá los guantes de látex y el lubricante como la ultima vez? Comente completamente seria.

Cuando le llego el turno al Doctor Mckay se produjo algo que ya imaginaba que podría pasar. Pero tenia curiosidad por ver que ocurría.

Miles permanece entre la Consejera y el Dr. McKay, sin ninguna intención de permitirle reunirse con los ya registrados

- ¿Se niega a cumplir con el protocolo de seguridad voluntariamente? Porque en ese caso tendré que reducirle como posible amenaza para proceder a un registro más exhaustivo. No habrá un nuevo aviso. Brazos en cruz, por favor.