Partida Rol por web

Ailee pudo notar como los niños cuchicheaban entre ellos, tal vez si tratase de buscar a un niño... Otro niño podría tener la respuesta.

Yo creo que a la iglesia -asentí tranquilamente y me despedí de los aldeanos haciendo la misma venia circular, o al menos intentando hacerla-. Vamos Cory - Me alejé unos pasos; sin embargo, al pasar por entre los niños que jugaban, sus sonrisas que recojían restos de sol, la inocencia y algarabía que estos emanaban, me cautivó por un milésimo segundo.

-¿Se divierten? -les pregunté limpiamente mientras observaba a los niños cuchichear entre ellos-. Ahh y por casualidad, ¿ustedes sabrán de algún niño que tenga a su madre enferma, o necesite ayuda? -Los miré curiosilla y luego a mi compañero Coory- uh Quien sabe -dije para él-.

Aquellos eran los tres niños más chicos de la pareja, los únicos que no estaban trabajando, a diferencia de los dos niños mayores. Estaban bastante sucios y algo flacuchos, no llevaban calzado, sus ropas estaban gastadas y grandes, como si le hubiesen sido heredadas. Los dos más pequeños, de no más de cinco años, se ocultaron de la chiquilla que no tendría más de seis o siete, la cual llevaba un palo como juguete.

- Mi mama me dijo que no hable con los magos, ellos roban niños y se los comen – Comentó con un tono infantil y altanero – Mi papa dice que la culpa de la aldea este mal es de ustedes.

 Uno de los niños se metió el dedo en la nariz y permanecía en silencio.

- Zi estamoz jugando a que zomos magoz – Dijo el otro

-  Shhh – Le espetó la niña al que había hablando – Si estamos jugando a que somos magoooosss – Comentó la líder del trío – ¿Ustedes hacen magia?  ¿Cómo es la magia?

- Ziii quedemoz magiazzz – Repitó el que habló anteriormente, mientras el ultimo niño seguía hurgándose la nariz.

- ¡Sí! Si ustedes nos muestran algo divertido, ¡les diremos! – Comentó haciendo ademanes

- ¡Zii! Lez diremos que la mama de Foilan eta eferma y looooca, ¡Zi! – La niña le tapó la boca a su hermano rápidamente

Bueno, la poca magia que tengo, es un secreto pero... - se agacha a la altura de los niños.

Con un tono bajo pero que escuchen los niños y Ailee..

Mi magia es para castigar a los hombres y mujeres malos.., pero guardarme el secreto, no puedo mostrarla porque es una magia feísima... - dice Cory en un tono misteriosos, pero como confiando en los niños.

Cory sonríe, mira a Ailee sonriendo, esperando que ella haga algo, que guste a los niños, la verdad que su magia de oscuridad, como que no la veía muy bien visto, para enseñar a unos niños, sobre todo los conjuros que solo conocía.

Luego si mi compañera consigue enseñaros algo, nos explicáis donde encontrar a la mama loca y enferma de Foilan, guardaremos el secreto.. - dice poniéndose el dedo indice en los labios, como mostrando que guardaría silencio.

Mira por si le queda algo de la fruta que compro y darle a los niños.

Hasta yo misma me quedé prendida del tono misterioso que Cory empleó para comentar sus habilidades mágicas...

-Ohhh -dije maravillada como una niña sincera, luego me incorporé, recrdando la situación que no debían desaprovechar. -Ah... sí, sí claro, puedo enseñarles algo de magia de fuego... Verán, niños,  el fuego, purifica de todo lo malo, si consigo hacer mi magia...-hice ademanes teatrales con mis manos e intentar captar la atención de aquellos pequeños que se notaba eran traviesillos -. podríamos ayudar a Foylan y a su madre...

Me concentré todo lo que pude, porque luego de hablar con tanta confianza, ahora solo esperaba que me saliera el hechizo, para que los niños no me creyeran una mentirosa, ni corrobren inconscientemente los comentarios negativos que sus padres pudieran haberles transmitido. Miré a Cory un poco nerviosa.

-Ejem... ejem -aclaré mi garganta, mientras tenía las mejillas completamente coloradas. Estaba medio distraída, aún así arriesgué.

-Basic Ignis -dije con voz no tan fuerte como la esperaba. Lamentablemente nada ocurrió en mi palma extendida. Hice un esfuerzo mayor por concentrarme, y olvidarme de todo, en especial de los pequeños curiosos que nos estaban observando.

-Basic Ignis -dije está vez de modo firme y con el tono más elevado. Al abrir mis ojos vi en mi palma la llama básica flameando con su alegre tono naranja, tan brillante que me sentí aliviada.

Ahí tenéis , mi compañera ha creado fuego.., es curioso.. - dice mirando a Ailee.

Se mueve la llama de una forma, tan hipnótica como tu pelo y con una energía que irradia como tus ojos, aunque no me hagas mucho caso, de pequeño, me quedaba embobado, al mirar las llamas de la chimenea.. - dice sonriendo , para luego centrarse en los pequeños.

Ahora, nos podíais ayudar a encontrar a esa mama enferma?, queremos ayudarla.. - dice con un tono sincero, honesto y que irradiaba confianza.

Al principio los chicos tornaron sus rostros con un tinte de desilusiona, al saber que Cory no enseñaría su curiosa magia. Sin embargo, cuando Ailee comentó que ella haría la actuación, el rostro se les iluminó nuevamente.
El fuego en la mano de la chica ardía constantemente, sin embargo parecía no sentir dolor o siquiera sufrir daños, aunque el calor de la llama se sentía con claridad. Al principio, los niños mas chicos se asustaron y se escondieron detrás de la “líder”, pero luego que vieron que esta no tenía miedo, ellos le imitaron mirando como Cory, las llamas danzantes.

- Guaaaauuuu – Exclamó la mayor.
- Que nindo – Dijo el mas chico
El último niño, quién se sacaba los mocos anteriormente, solo miraba absorto.
- Sho quero aprende – Volvió a decir el del medio.
- Ehhh, no sabemos donde vive Fortlan – Habló la mayor – Pero sabemos donde merodea… el busca cosas en la vieja taberna – Señaló una de las ruinas mas grandes – También de noche busca comida en la plaza, sobras de los vecinos y el nos ha dicho que viene del bosque, pero como tenemos prohibido ir al bosque por el oso… nunca nos animamos a ir a la casa…
- Su mama ta loca – Dijo el del medio.
- El día que casi vamos con él, su madre apareció… nos asustamos y salimos corriendo, no lo vimos mas desde entonces.

Mientras los chicos hablaban, la madre de estos apareció corriendo y abrazó al trió de niños llorando -¡Por favor! ¡No le hagan daño a mis niños! ¡Por favooor! ¡Ellos no saben nada!

A su vez, el padre empujó a Ailee con el cuerpo y levantó la azada amenazante - ¡Aléjense! ¡No les hicimos nada!

¡¡ EY, NO TIENE PORQUE TEMERNOS, NO LES HACIAMOS NADA !! - dice Cory enfadado.

Tal vez fuera la manera de ser, o la magia que eligió, parecía desprender un aura extraña invisible, no porque existiera tal aura, ni que mostrara nada raro, sino la sensación, de la extraña magia que aprendía Cory.

Solo estamos buscando a una madre enferma de un niño, para ayudarle, no lastimariamos a nadie, a no ser que realmente nuestras vidas fueran amenazadas.. - dice Cory en un tono serio, con voz fuerte y clara.

¿ y en cambio ustedes quieren hacernos daños? ,¿ que les ha hecho esta gente que desconocemos, hable ? - dice mirando a aquel hombre con una mirada desafiante e irradiando algo de ira.

¿ Que cosa no saben ?,¿ por que deberíamos de hacerles daño? , expliquese, sabe, no somos de aquí, venimos de muy lejos y fuimos forzados a ser aprendices, esa es nuestra verdadera historia, tuvimos que vivir un viaje terrorífico y ver muchos la muerte de alguien a quien queríamos mucho... - dice enfadado Cory a aquel hombre de la azada.

La mirada de Cory era idéntica a la mirada que tenía cuando hizo lo que hizo, al chico que violo a Kenshia

Una voz extraña broto de los labios de Cory..

Tenebris.. - el tono sonaba lúgubre y terrorífico.

La mano derecha de Cory se volvió oscura como la noche.

Si nos atacas, entonces , si que deberá de tenerme miedo...- dice con una mirada desafiante , con una extraña sonrisa.

Si el hombre atacara, aprovecharía sus reflejos para esquivar, para tocar la cabeza del hombre  y probar su otro conjuro, pero realmente no quiere hacer tal cosa, ya bastante ha sufrido esa gente.

Solo me gustaría saber porque tiene tanto miedo a nuestra gente, de saberlo, podría ayudarlos, no quiero hacerles daño, solo ayudarles, por lo menos de donde soy, ayudar a otras personas , es algo que engrandece el alma y el corazón.., ayudar a las personas que realmente lo necesitan, sin importar su clase, sexo, o lo que sea, es lo que me enseño mi difunta madre, abuelo y una amiga que quería mucho.. - dice con la voz mas calmada, pero aún en alerta.

Estaba haciendo magia, concentrada, y dejándome enamorar por el color del fuego ardiente en mi palma. No sabría decir en qué momento mi mirada se desenfocó producto del impacto de algo contundente que me llevó unos metros más allá, haciéndome caer en el piso. En mi cabeza tenía las palabras de aquella persona "Aléjense, no les hicimos nada", a estas alturas no podía sino entender que hay una connotación más allá de todo esto, porque la respuesta de estas personas había llegado al límite. Mientras me incorporaba, el señor, aquel aldeano con la cara endiablada, completamente iracundo amenazaba aún con su azada. 

Cory estaba medio enfurecido, tratando de entender tanto como yo, a esas personas. -Déjalos, Cory -hice como que le restaba importancia, mientras me paré y di algunos pasos hacia él. Yo estaba un poco adolorida por el empujón propinado, por lo que mis pasos eran lentos. Y... luego los espiaremos, pensé, algo intransigente. 

-Vamos a ver allá en las torres -le dije a mi cmpañero y luego miré a los señores-. Descuiden, no tenemos intenciones de hacerles daño. Solo queríamos mostrar un poco de nuestra magia a sus niños, en un modo amable. 

El rostro de Cory, al girarme hacia él, descubría ira, por eso sujeté su codo, el que no tenía la mano oscura, para que se calamara un poquito, aunque realmente no tenía idea de si serviría lo que yo estaba haciendo. Por otro lado temía que aquello asustara más a los aldeanos. De pronto se me ocurrió algo, le hice una seña a Cory para que no se preocupara, quería darle de señales de que tenía una idea; entonces me acerqué muy despacio al aldeano que me había empujado, lo hice con algo de miedo pues el hombre se notaba amenazador, al estar a una distancia prudente le tendí la mano en señal de paz. 

Puse toda mi concentración, para tener una visión tal vez. Intenté escoger las mejores palabras...

- Tranquilo, señor. Entregaría cualquier cosa que yo tuviera, por saber un poco qué cosas son las que ustedes han pasado aquí -Con los ojos cerrados, acerqué más mi mano, presta a apretar la del hombre entre las mías e intentar ver...

No entiendo porque nos tienen tanto miedo toda esta gente, nunca les haría daño, se en parte lo que es perder a gente querida y sentirse impotente de no poder hacer nada, pero nos etiquetan como si fuéramos el centro de sus problemas..- dice explicándose sin apartar la vista de aquel hombre.

Solo quiero entender, que ha pasado y a que tienen tanto miedo, para poder ayudarles. No te acerques a ellos Ailee, no si antes no ha bajado la azada. - dice aun hablando en general.

Nos gustaría que nos explicaran, para entenderlos mejor.. - su voz era mas calmada y serena.

Cory solo quería saber la verdad, la que posiblemente les ocultaban Leyla y demás.

Todo se volvió oscuro, tras tocar al aldeano. Luego, como un video editado, las cintas iban pasando rápidamente, dejando a entender el transcurso de una historia.

Automáticamente, Ailee reconoció a un pequeño niño pobre, labrando los campos junto a sus padres. Reconoció la Aldea, la vieja taberna y lo que parecía ser una especie de iglesia.

Mucho movimiento y “vida”, para lo humilde del lugar, debido seguramente a lo que parecían ser personas montadas a caballo, seguidas de jóvenes de túnicas naranja.

El chico, cada vez que algún mago llegaba a la aldea, iba corriendo cargado de admiración, mientras que estos y sus iniciados, quienes eran uno o dos a lo sumo, siempre le trataban con indiferencia, como seres inferiores. Los jóvenes aprendices, le destrataban o molestaban con conjuros, los cuales muchas veces le causaban daño. Solo pocos, eran quienes a veces, le daban una manzana o un trozo de pan, como limosnas o migajas que sobraban para que no pasase hambre.

El chico iba creciendo y mientras lo hacía, la ilusión se transformaba en fastidio, molestia y muchas veces odio. Las personas a su alrededor se marchaban o morían y la sensación de que la culpa era de los magos iba en aumento. Seguramente, cambiar aquella forma de pensar cultivada con los años, no cambiaría en breves instantes.

Todos se volvió negro nuevamente y Ailee lo pudo sentir, unas uñas frías y filosas, tocaron sus hombros, volvió en sí.

Ailee había logrado acercarse al hombre, al parecer este estaba bastante asustado como para actuar. Sin embargo, luego que la chica le tocase, esta puso los ojos en un tono blanco y brumoso. El rostro del hombre se tornó aún peor, el cual por un momento comenzó a temblar.

- ¡¿Qué haces?! – Gritó y como si el grito fuese un estimulo, la chica volvió en sí y sus ojos se tornaron normales, sin embargo, su nariz comenzó a sangrar espontáneamente -¡¿Qué me has hecho?! – Espetó con fuerza y golpeó a Ailee nuevamente, esta vez con el reverso de la mano y con mucha más fuerza, lo cual la alejó.

Por su parte, Cory quien no había obtenido respuesta a sus dudas y preguntas, ya que la actitud de la chica había impedido que el hombre actuase, sintió un impacto en el costado de su hombro que le causó daño y lo alejó de la situación, en el brazo que llevaba el conjuro. No había visto venir al hijo mayor de la pareja, no más de doce o trece años, quien había utilizado la pala para golpearle.

- ¡Dejen a mi padre! – Gritó el chico.

Los niños lloraban desconsolados, la mujer seguía abrazándolos e implorando por la vida de su familia, la otra joven que también estaba trabajando, se había orinado en las viejas ropas, mientras sostenía una azada.

- ¡Aléjense de mi familia! – Gritó el hombre, levantando la azada - ¡No sé que me has hecho! ¡Pero no permitiré que se lo hagas a nadie de mi familia! ¡VAYANSE! ¡FUEEEERAAA!!!

Cory, miró con mirada asesina al chico que le había golpeado...

Hemos querido ir por las buenas, pero su miedo han hecho mas que dañarnos, ahora si deberán de temer el que les vayamos "hacer daño", no se preocupen, será una muerte rápida e indolora.., como ustedes piensan, que mas da unas vidas de alguien que ha golpeado a magos... - estaba claro que era todo un farol, pero el tono de Cory era amenazante y lleno de ira.

Cory se levanta, extendiendo ambos brazos hacia abajo, sus ojos miran profundamente y llenos de ira al muchacho que le golpeo, pero sin perder de vista los demás.

Empezaremos por ti.., y si el resto se mueve, seguirán los pequeños, vosotros os habéis buscado solitos esto, quería solo dialogar, saber que pasaba, pero nos habéis "dañado", eso tiene un alto precio... - dice sin cambiar su tono amenazante y lleno de ira.

Aun seguía siendo todo un farol, una mentira, pero si esta clase de gente solo respondían ante amenazas, tenía que probar esa carta.

La intención de Cory me sorprendió, pero ya no dije nada porque tal vez podría cometer algún error y perjudicarle; aparte porque después de la agresión del aldeano había quedado un poco débil. Igual en cierto modo, ya teníamos algo de información. En mi fuero interno pensé que lo mejor sería retirarnos de aquel campo. Quise acercarme hacia Cory pero me di cuenta de que estaba demasiado lejos y que se interponía el hijo chiquillo del aldeano, y que podría tomar cualquier movimiento como una amenaza. - Cory, qué pesadez descargar toda nuestra magia contra estos aldeanos, no vale la pena -Dije intentando seguirle la corriente a Cory, para poder alejarnos de ese lugar- Además, si los demás se enterasen de que estas personas nos han agredido de este modo, seguro vendrían a descargarse con ellos. Qué desperdicio de tiempo. Vámonos, no valen la pena -terminé diciendo como para que se asustasen un poco e intentar que dejen esa actitud agresiva-

Mientras Cory hablaba, la joven que había dejado escapar la orina estaba llorando desconsoladamente, al igual que los pequeños y la madre, pero al sollozo de - No mi mami y mis hermanitos no....-

El hombre, quien al parecer mantenía una fuerte convicción de proteger a su familia a toda costa, se mantenía temblando pero firme en su lugar. Apretó los dientes con fuerza, mordiéndose los labios y un hilo de sangre corrió por la comisura de estos, a la par que lágrimas de impotencia se asomaban en sus mejillas.

- ¡Raciel! - Gritó - ¡Deja de llorar y escapa con tu madre y tus hermanos! Radon y yo les haremos tiempo, vayan a Cabo Verde, ahí estarán seguras. ¡Rápido!

La chica, se secó las lágrimas y a toda prisa, atravesó corriendo por mitad de la escena directo a donde estaba su madre y sus hermanitos. Por su parte, el hombre levantó la azada en el aire y espetó.

- ¡Malditos magos! ¡Malditos sean todos ustedes! ¡No me importa nada de lo que digan! - Gritó agitando la temblorosa herramienta en las manos.
 

Cory, se calma sonriendo...

Han pasado la prueba, defienden a los suyos, como los magos defienden a los suyos, se pensara en serio , realmente, el arreglar todo lo malo que se ha hecho, a eso me refiero, que se debatirá sobre que vuelvan a tener la protección de los magos y asi mismo, vuelva a tener su ciudad, la vida comercial que antaño tenía.., Felicidades.. - dice con voz clara, firme y calmada.

Han Superado la prueba.., por lo menos, la nueva generación de magos, intentaran hacer eso realidad.. - dice mirando al hombre de la azada, pero sin quitar la vista del que le golpeo el hombro.