Partida Rol por web

Mientras Mercedes y María se van, tomo mi móvil y respondo algunos correos sencillos. Pero además, escribo a Elizabeth.

Señorita Lamothe, hay muchas cosas que no me ha contado.

Elizabeth está sentada a tu lado y sonríe imperceptiblemente cuando le llega tu mensaje, luego decide guardar el móvil en su cartera y al hacerlo deja una mano abajo de la mesa con la que comienza a acariciarte el muslo.

Tras guardar mi móvil, por unos breves momento, llevo mi mano a la suya y enlazo sus dedos, acariciando el dorso de su mano con mi pulgar. Pero no es momento ni lugar para ello, por lo que subo ambas manos sobre la mesa, uniendolas ante mi con los codos apoyados en la madera.

No sé si es el mejor moment opara mentener reuniones privadas, Mercedes.

La Toreador entró a la habitación, la observó detenidamente y luego se sentó. Estaba pensativa, tardó largos segundos eligiendo sus palabras.

- Coincido totalmente contigo en que es momento para que las riendas de la ciudad sean firmemente tomadas. Necesitamos una cabeza incuestionable, un gobernante que llegue para quedarse por mucho tiempo, es la única forma de poder reorganizar la ciudad y no caer ante el Sabbat... ademas de eso tenemos el problemita de Yamski... el viejo y querido Maquievelo decia que al enemigo hay que matarlo o dejarlo tranquilo, jamás herirlo... hoy el Brujo ha sido herido de gravedad, pero no esta muerto... pronto moverá sus fichas y atacará con poder, donde mas duela. Cualquier fisura en el Principado lo terminará alzando y dándole el poder... cosa que creo que ninguno de nosotros quiere.

Bajó  su tono de voz levemente, descruzó sus piernas y llevó su cuerpo hacia adelante, acercándose a Mercedes, creando un espacio de mayor intimidad. Su mirada era profunda, inquisitiva, tratando de mirar en lo profundo de Mercedes.

- Voy a hacerte una pregunta y esta es tu oportunidad para ser totalmente honesta, la ultima en lo que a mi respecta... se que amaste a Alexandria, que la amaste realmente, con ese amor que pocos pueden entender, con ese amor supremo que yo he experimentado y que por ello comprendo... Ahora necesito saber si amas Buenos Aires, si amas el legado de Alexandria, aún sabiendo que ella ya no esta... ¿Estás dispuesta a hacer lo necesario para que SU ciudad vuelva a ver el esplendor?

Franco terminó su habano en silencio, disfrutando el sabor y el aroma del tabaco, junto a la sensación de victoria que sentía dentro. Ahora viene lo bueno, cuan cierto es lo que dices, amigo pensó relajado en el sillón del vestíbulo. Luego se volteó hacia Facundo, observando al Nosferatu que estaba algo alejado de ellos.

- Tendremos que seguir trabajando en el tema caitif, Nicolás aún no está listo y tal vez necesitemos ofrecerle otra alternativa idónea al nuevo Consejo - dijo con calma - Pero ese no es el único negocio en el que estaremos juntos, verdad? Me interesa ahondar en tus sospechas, aprovechando que estamos solos y probablemente se nos convoque en breve. Te refieres a uno de los nuevos elegidos? La única que podría ser cuestionada es Elizabeth, ha hecho todo tan bien que me resulta sospechoso, pero no al grado que mencionas. Puedes confiar en que lo que hablemos queda entre Caballeros - dijo, esperando un poco mas de luz sobre el tema que el Ventrue había introducido. 

Facundo alzo una ceja brevemente, tomando unos centímetros de distancia al descansar la espalda en el asiento.

-Es… interesante. Confió en vuestra discreción, pero prefiero no hablar de mis sospechas, no hasta confirmar mejor la información. Los rumores sin fundamento son muy desagradables… Sin embargo, me llama la atención que pensara automáticamente en Elizabeth. ¿De verdad cree que los demás no pueden ser cuestionados?

Meneo la cabeza negativamente, sin añadir más al asunto.

-Dejémoslo así por esta noche, y cambiemos el tema. De todas formas, el asunto de los caitiff me interesa más, puesto que es algo…inmediato. Creo que no hay necesidad de apresurar la elección de un representante de los suyos, sino dejar que surja por sus propios méritos. Para ello, tengo algunos planes en marcha y podría aprovechar la colaboración de Nicolás. Si es que no está muy ocupado con el asunto de los Nosferatu… A proposito de lo cual, espero que puedas presentarme a Fray Tomas, llegado el momento.

Cuando hizo la mención sobre Elizabeth, respondió pronto - Tengo cierta obsesión con los pichones del Pontífice, él mueve sus hilos como marionetas y me da arcadas. Pero se que usted mira al antiguo con otros ojos, así que dejemos eso ahí. En cuanto al resto, María y David se han arriesgado a mi lado a límites que superan los de cualquier traidor, así que confío en ellos. Y Jules es nuestro aliado, aunque a él lo conoces mejor tú, pero entiendo que si de él sospechases algo, hubieses negociado de otro modo la primogenitura. Por lo que si, no los pongo en duda de momento - Franco desconfiaba mas de los antiguos Primogénitos que de los nuevos, y sentía un especial malestar por la Sherif y el Pontífice.

Luego, tras la exposición de Facundo, agregó - Nicolás estará en mis dominios por unos días mas, hasta que encuentre su lugar, así que estimo que por un mes podemos contar con su colaboración sin problemas, luego no dependerá de mí. Podemos juntarnos en mi casa a ver estos asuntos los tres y aprovechar para invitar a Fray Thomas, así os lo presento en detalle. El destino quiso que terminase protegiendo a los Nosferatu y descubrí que me siento a gusto con estos dos- dijo, dando una mirada de aprobación a Nicolas, que estaba a unos metros de ellos. Don Jonas nunca había visto con buenos ojos la cercanía de un Giovanni al Consejo, pero Fray Thomas era diferente, el viejo le debía la existencia a Franco y en cierto modo todos los cainitas se la debían al Nosferatu y los cuatro vástagos que lo escucharon y frenaron el ritual, que de haberse realizado hubiese acabado con toda la sociedad vampírica.

- En cuanto a los méritos de los caitiff... eso está muy bien para el Vasco, pero creo que la fidelidad es algo subvaluado en estos tiempos y tal vez podamos estimular su desarrollo entre los candidatos idóneos, ése es el verdadero mérito que valdrá a fin de cuentas - miró de reojo al Ventrue, ambos eran maestros en el arte del liderazgo y del dominio de la voluntad de las mentes inferiores, con estilos completamente diferentes pero igual de eficientes. Si ambos estaban tan interesados en los insignificantes Caitiff era sin duda para lograr que quien se sentase en la mesa fuese alguien leal a ello, otra pieza en el tablero que podían usar según les convenga. 

-Desde luego, la fidelidad es algo muy precioso. Cuidar de que se muestren debidamente agradecidos esta sobrentendido. Especialmente si consideramos que será el octavo voto en esa mesa, el que marque los empates, a menos que Mercedes lo corrija. Un peso importante.

Era un detalle numérico no menor ahora que los Nosferatu habían regresado; aunque la mayoría de la Primogenitura estuviera en deuda con Mercedes, eso no garantizaba nada. Más pronto o más tarde, los nuevos primogénitos pensarían si su agenda coincidía o no con la princesa de facto…

-Una cosa, por cierto, ahora que mencionaste al Vasco. Parece que no se tomó muy bien la aparición ni de Nicolás o de Fray. ¿Alguna idea de porque? No tuve mucho trato con él antes, y tengo la impresión de que las relaciones estarán inclusive algo más frías después de esto, así que sus motivos se me escapan…

La vástago escuchó tus palabras poniendo mucha atención a tus gestos y al tono de tu voz, cerró los ojos cuando hablaste del amor que ella y Alexandria habían compartido y notaste dolor cuando volvió a abrirlos; luego se llevó una mano al corazón en un gesto muy humano, antes de contestarte -Estoy dispuesta a llevar a esta ciudad a lo más alto -pestañeó un par de veces -Estoy dispuesta a luchar por esta ciudad con todas mis fuerzas y con todos mis recursos y quiero... No, necesito, que tú estés a mi lado María Malena, eres un ejemplo de fidelidad a la Torre y a las tradiciones y eres una vástago más que respetada en la ciudad -hizo una breve pausa -Yamski es solo uno de los problemas a enfrentar, como has dicho, ahora hay que esperar la represalia pero -sonrió suavemente -El regalo que tú, Franco, David y Elizabeth le han hecho a la ciudad es más valioso y poderoso que Yamski: Fray Tomás -alzó las cejas deleitada -Todavía hay que tomarlo con pinzas pero creo en sus intenciones de colaborar con nosotros, sobre todo luego de salvarnos de la devastación. No digo que hayamos ganado la partida ni mucho menos, pero tenemos una buena mano inicial.

María sostuvo largamente la mirada en Mercedes hasta que finalmente asintió con la cabeza. Sacó de su pequeña cartera un Ipod con fotos del diario de Alexandria página por página. Acto seguido sacó un pequeño espejo para maquillarse. Puso ambos cosas en la mesa y las acercó con sus dedos indice y medio hacia la Senescal. 

- Si realmente estás dispuesta a hacer sacrificios por BsAs, te harás a un lado del Consejo... No es nada personal, mas bien todo lo contrario, me duele tener que hacer esto... pero no puedo permitir que seas Príncipe. 

Realmente aquello no era nada grato para la antigua porteña... le había costado muchísimo tomar aquella decisión, pero era lo mejor para su ciudad.

- Tu principado duraría poco, muy poco... tu legitimidad como Senescal pende de un hilo, ya la mitad de los Vástagos te llaman Usurpadora y están esperando una excusa para alzarse. Otro tanto no esta nada conforme con tus métodos para elegir los primogénitos. Tu vinculación con el Sabbat es demasiado fuerte, mas allá que nunca hayas sido parte de ello, la sangre de uno de los peores enemigos de esta ciudad corre por tus venas. De la misma manera que lo descubrí yo, lo descubrirá Yamski, o el mismo Sabbat le llevará el chisme. La ciudad ardería en una guerra civil, de la cual la gran perdedora sería BsAs, ya fuere que ganara Yamski, ganara el Sabbat, o ganara la Torre, de una forma u otra la ciudad quedaría destruída y tu serías cenizas...

Negó con la cabeza tristemente. - No serás Príncipe Mercedes, no puedo permitirlo... debo protegerte a ti, al igual que debo proteger a mi ciudad, ambas son el legado de Alexandria... Espero que lo entiendas, espero que entiendas que con el sacrificio de tu cargo estás haciendo un bien para Buenos Aires, que es lo importante aquí. Sin dudas es lo que haría Alexandria, ella fue inteligente, por eso pudo gobernar tanto tiempo.

María acercó su cuerpo hacia Mercedes aún mas, sus palabras eran firmes, decididas, pero cargadas de emoción. Yo también la amé, no del modo en que lo hiciste tu, pero la amé, como a una madre quizás, como a una líder sin dudas. Ella dió todo por esta ciudad... por todo eso, no puedo permitir que la destruyas, ni que TE destruyas... Por Alexandria, por BsAs, por ti, por mi, por el bien de la Torre... por todo eso te pido Mercedes que renuncies al Principado por tu propia voluntad...

Franco negó mientras Facundo le preguntaba sobre el Vasco - Lo conozco poco, pero conversé en privado con él cuando estuvimos en los dominios de Jules. Acordamos que trabajaría en conjunto con Victoria sobre el tema de los caitif, en paralelo con lo que tu harías. Victoria no contestó mis mensajes, acabo de descubrir que por un buen motivo, y sólo pude colaborar contigo. Creo que él quiere tener el dominio de quien se siente allí, y parece tener otro favorito en mente que el que presentamos. Será cuestión de hacerle creer que es él quién tiene el poder, a nosotros nos basta lograr la lealtad del elegido, por lo demás estoy dispuesto a darle el gusto en lo que quiera - Franco podía influir en la voluntad de un caitif con absoluta facilidad, lograr incluso que sea su marioneta sin que nadie lo notase, por lo que su contribución se limitaba a proponer los candidatos mas dóciles a sus designios. El Giovanni tenía muy claro que Facundo gozaba de la misma habilidad, juntos podían manejar al candidato del Vasco con facilidad.

- En cuanto a Fray Thomas, dudo que la incomodidad le vaya a durar mucho, el Vasco parece ser un hombre pragmático, y entenderá que le conviene aliarse al Nosferatu- como yo lo entendí pensó para sí.

-Entonces intentare averiguar con los caitiff entonces si no hay algo más; tal vez ellos lo conozcan mejor. Por la impresión que me dieron en nuestras charlas, el nombre del Vasco tiene buena resonancia en su comunidad,… lo que de paso, hara que quien sea que surja ya estará un poco condicionado en ese aspecto.

Respecto a Fray las cosas no eran tan claras. Lo lógico era ser pragmático y llevarse bien con los Nosferatu como decía Franco; todo el mundo sabía eso… Pero los vástagos, especialmente los de cierto tiempo, tenían sus propias manías.

-En fin… Quedará a verse. Lo que es seguro, es que nos espera una buena cantidad de trabajo de aquí en adelante. Voy a necesitar manos extras, eso está claro… Ah, por cierto… sobre eso. Antes Jules me comento algo curioso; va a tener una chiquilla. ¿Usted que piensa sobre eso? ¿También le interesa la paternidad?

El rostro de Mercedes se ensombreció. Qué ilusa fui... Su expresión mutó a una de verdadero fastidio y se erguió en su altura con un rictus en la boca -¿Tú no puedes permitir que sea Príncipe? -preguntó -¿Y el resto del Consejo? ¿Cómo crees que llegué aquí, solo siendo la Senescal de Alexandria? -inquirió mirándote de lado -No, querida María Malena. Don Matías y el Vasco saben que soy la chiquilla de un Sabbat, como también saben que nunca pertenecí a esa secta de animales salvajes -habló con desdén. Se cruzó de brazos y comenzó a caminar por la habitación como un animal enjaulado -Yamski deberá probarlo, ¿O acaso tú le darás el diario de Alexandria a nuestro enemigo?

Se tomó el puente de la nariz con los dedos y mirando al suelo preguntó -Tengo muchas alianzas forjadas que debo honrar cuando asuma el principado, ¿Qué es lo que propones en su lugar?

María siguió con la mirada a Mercedes desde que se paró. Sabía que aquella reunión cambiaría todo en su no-vida y en BsAs también.

- La Torre se ha mantenido en el poder durante tantos siglos por seguir tradiciones claras, y así debe seguir siendo. Me sorprende que Don Matías haya aceptado tu origen. Del Vasco era esperable, su conducta es claramente la de un rebelde sin causa... 

Miró unos segundos sus zapatos, sin observarlos en realidad, formulando sus próximas palabras. Sus brazos estaban sobre los apoyabrazos del sillón. Su tono de voz era firme, estaba muy segura de lo que diría.

- Lo que tengo para decirte no es nada agradable, pero debes oirlo. Seamos honesto Mercedes, este consejo sería el hazmereir de la Torre, una fantochada sin sentido. Un consejero Lasombra, un poderoso consejero Giovanni moviendo todos los hilos, un primogénito Brujah que no supera el medio siglo, un primogénito Ventrue no quiere aceptar su puesto... los independientes casi sentados en la misma mesa, los Nosferatus casi extintos... y sobre todos ellos un Príncipe, de un clan ajeno a la Camarilla, otro Lasombra, chiquillo de uno de los mas poderosos lideres del Sabbat... y amén de todo ello, casi un neonato... Acogido por Alexandria como un experimento, hecho Senescal mas por razones personales que por méritos propios...

Finalmente se paró y se acercó a Mercedes para hablarle mas intimamente. Esperaba que entendiera la seriedad de sus palabras, palabras que en ese momento empezaban a tener fuego.

- Como ya te dije no es nada personal contra ti, pero la realidad esta superando la ficción en este momento. Un Lasombra demasiado joven, Mercedes... ¿en que principado del mundo se ha visto eso? ¿Cuanto crees que tardará en llegar un Justicar a poner orden? ¿Crees que el Circulo Interior no tomaría represarías con los antiguos por permitir semejante disparate? ¿Cuánto crees que tardará el Sabbat en atacarnos con todo sabiendo esta situación? Debes entenderlo Mercedes, no puedes ser Príncipe, serías la destrucción de BsAs...

- ¿Qué es lo que propongo? Honremos juntas tus alianzas... propongo que sigas siendo Senescal, que seas MI Senescal. Un profundo silencio invadió la sala. María acababa de lanzar los dados. Piensalo, mi legitimidad es incuestionable. Soy uno de los Vástagos mas antiguos de la ciudad. BsAs es casi mi hija, he estado aquí desde que se fundó. Toda la vida he sido leal a la Torre, mi Sire es uno de los miembros mas prestigiosos de uno de las Clanes fundadores de la Camarilla. He combatido y mantenido a raya al Sabbat durante casi dos siglos... conozco esta ciudad como la palma de mi mano, y estoy dispuesta a todo por defenderla. Nadie se opondría a mi designación como Príncipe... Ayúdame Mercedes, ayúdame a conservar el legado de Alexandria, ayúdame a hacer de BsAs un faro en medio de la oscuridad... construyamos un nuevo principado, poderoso, fuerte como la misma Torre, hagamos que el Sabbat tiemble ante el Consejo de BsAs, hagámoslo juntas!

El tono de voz de María fue creciendo al igual que la llama de sus ojos, habia fuego puro en aquellos habituales ojos fríos. La seguridad de sus palabras, la firmeza de su cuerpo apoyándolas, la teatralidad de aquel momento llegaba a su punto culmine al extender su brazo mano derecha.

Alea Jacta Est! Toma mi mano Mercedes, ayudame a ser Príncipe, y se mi Senescal, toma mi mano!!!

Mercedes bajó la mirada al suelo sopesando tus palabras, la duda podía leerse en su rostro y la incertidumbre en su aura. Luego de unos segundos la levantó -Acepto -afirmó y te tomó la mano, acariciando tus dedos con los suyos. La seriedad del momento gravitaba junto a las dos -Pero debo cumplir mis promesas: una, es necesario que se nombre a Franco Noble Administrador*: creo que ha demostrado su valía para este Principado y su lealtad a pesar de su clan y los fondos con los que le estoy pagando a Francois Villón los soldados assamitas vienen de los Noble; dos, antes de esta reunión Facundo renunció a su parte de la primogenitura en favor de Jules a cambio darle el cargo de Arpía; y tres, es necesario que algo se haga respecto a mí y a mi clan... -tomó aire -Alexandria no me dejó practicar ninguna de las disciplinas de mi clan y me obligó a ocultarlo durante todos estos años, ahora estoy envuelta en una mentira de la que no puedo salir. Necesito salir de esta mentira, no ahora, pero sí en el futuro.

Tomó aire pesadamente -¿Aún así me quieres como tu senescal?

María tomó con fuerza la mano de Mercedes, sus ojos aun flameaban. No creía aquello, nunca había imaginado aspirar al Principado, todo lo que había hecho, lo había hecho por amor a BsAs.

- Claro que si Mercedes, claro que si. Mereces adentrarte en los secretos de tu propia sangre, mereces adentrarte en el camino de las sombras, te corresponde. Sin dudas David podrá ser tu tutor, no creo exista nadie mas apropiado para eso. - Se hizo eco de las ultimas palabras de la ex-toreador. Tuvo ganas de abrazarla, en aquel momento de sinceridad Mercedes pareció ser una jóven a la que se la había negado su identidad. Sintió que Mercedes se liberaba de un peso enorme que quizás nunca había querido tener. No la abrazó, pero puso sus manos en los hombros de ella.

- Te quiero como Senescal sin dudas. Pero con tu verdadera identidad, no quiero que necesites esconderte mas. Serás la Senescal Lasombra de BsAs! Facundo será Arpía tal como arregló contigo. En cuanto al doctor Noble, sin lugar a dudas se ha ganado el título, y, sobre todo, la confianza. 

Miró a Mercedes largamente hasta que finalmente asintió. Llevó su mano derecha a la mejilla de la Lasombra, acariciandola con cierto gesto maternal.  - Ahora debemos transmitir todo esto al Consejo. Crees que podemos decir la verdad sobre tu sangre ahora mismo? O prefieres aguardar? Hay alguna otra cosa que deba saber antes de salir de esta habitación?

Mercedes suspiró visiblemente aliviada cuando aceptaste sus pedidos, sobre todo el referente a su verdadera identidad. -Creo que con su ascensión al principado y las nuevas posiciones de Franco y Facundo será suficiente por esta vez, sobre mi verdadera naturaleza podemos hablar al Consejo en la próxima reunión, si es que lo considera adecuado, mi Princesa -musitó estas últimas palabras llena de satisfacción.

-Si le parece bien regresemos a la reunión y llamemos Facundo Bahl y a Franco Noble.