Partida Rol por web

El torbellino de polvo de hadas te transporta dando vueltas y haciendo que te sientas algo mareado. ¿Es una venganza de esas jodidas hadas? ¡Que sinvergüenzas!

Cuando el torbellino desaparece y recuperas la compostura ves que te encuentras en un lugar que no sabrías bien reconocer; era un sitio lleno de árboles, con una fuente, bancos y... ¿Eran columpios infantiles? Jurarías haberlo visto en un catálogo del Infierno (Porque os llegaban catálogos y revistas del mundo exterior sí, sí, sí).

¿De verdad has podido llegar? ¿Estás vivo de nuevo? Incluso te tomas tu tiempo en observar tu nuevo cuerpo hasta que escuchas la tos de Roth frente a ti. ¿Cuándo había aparecido de nuevo?

-Bueno, has pasado la prueba. Ya estás aquí. ¿Recuerdas todo lo que te conté? Número ilimitado de acciones al día pero tres mínimo a la semana. Y debes ir a fichar. Aun no sabemos donde te recolocaremos para vivir pero pronto otro mensajero te lo dirá. Ahora te asignaremos un trabajo. ¿Tienes alguna pregunta más?

-Lo que faltaba…¿Dónde narices estoy?.-Preguntó Hades de manera retorica mientras observaba sus alrededores, realmente no tenía ni idea de donde estaba, veía arboles, fuentes, bancos…incluso columpios.-¿Es esto el Olimpo?.-Preguntó nuevamente. Pero no tuvo mucho más tiempo de observar ya que frente suya se encontraba la enorme babosa conocida como Roth.

-¿Tres acciones a la semana?...¿y como narices hago acciones?.-Preguntó ladeando la cabeza.-La verdad es que no tengo ni idea de que hacer aquí y…¿ir a fichar?...¿acaso soy un obrero?...como sea…más vale que tenga una enorme puerta con mi pequeño Fluffy…y que hayan antorchas de fuego azul, ese fuego que tanto me gusta y…la mesa de operaciones y…¿trabajo?...¿acaso no trabajo ya como dios de los muertos?    

-Cómo hacer las acciones es algo que debe averiguar usted, Ex-Señor de los Muertos. -Dijo Roz con sorna, dándote a entender que ya no tenías ese poder sobre la tierra.

Roth buscó en su carpeta y sacó una tarjeta de color dorado, un mapa... y una especie de arma que al momento acercó a tu mano. Apenas te dio tiempo a reaccionar cuando escuchaste el "clack" y sentiste una punzada de dolor.

-Eso es un localizador y contador de acciones; sabremos siempre donde estais y qué haceis. En cuanto a tu pregunta... -Roth señaló en el mapa que te había dado un edificio-Es, literalmente, una oficina de empleo. Allí es donde deberás dirigirte ahora a buscar el trabajo y al final de la semana a fichar por vuestras acciones. Esta vez te acompañaré pero aprende el camino. ¿Alguna otra pregunta o podemos emprender nuestro camino?

Hades no daba de si cuando le llamó Exseñor de los muertos.-Tsk…ya discutiré eso luego, ya hablaré con mi hermano, a fin de cuentas soy un dios…maldita sea…-Su melena incluso pareció encenderse un poco más de lo normal, no parecía estar muy contento.

Y de repente le dio una tarjeta, un mapa y…le metió un localizador en la mano así como así... Una pequeña llamarada salió del cuerpo de hades con aquello mientras empezaba a respirar con fuerza intentando calmarse.-Ya, ya, ya paso…ejem…ya hablaremos sobre lo de mi “trabajo”…y sobre eso de las acciones…y lo de mi oficina…ahora a moverse…no tengo todo el día.-Dijo con voz bastante tosca mientras empezaba a seguir a la babosa.   

Roz dejó escapar una risa macabra cuando hablaste de tu hermano.

-Bien... Que así sea. Ahora vamos a registrarte

-Tranquilo. Te daremos un paquete básico.

Caminaste con Roz por las calles de la ciudad donde podías ver a antiguos esbirros de otros villanos mendigando mientras los héroes de los cuentos paseaban y jugaban con sus hijos. Era posible que los heroes de tu historia incluso tuvieran algún niño o niña.

Mientras paseabas pudiste ver lugares como "La tartería de Blancanieves", el "Tiana's dinner" o incluso productos granjeros "Los tres cochinillos".

Roz saludaba de vez en cuando a algunas personas hasta que llegasteis al edificio donde pedirías empleo.

-Aquí estamos. -Anuncio la babosa mientras entrabais

El edificio era enorme y cuadrado. Podías ver a la gente haciendo cola mientras esperaban a alguna especie de trámite; no parecían muy felices.

Mientras observabas a ver si reconocías a alguien Roz tiraba de ti hacia una cola apartada, donde un hada con un vestido rosaceo alzó la vista de su catálogo de vestidos para miraros.

-Oh. Hola Roz. ¿Un reinsertado? Muy bien, pasad y que tome asiento.

De nuevo te tocó seguir a la babosa esta vez a través de un mostrador hasta una sala donde había una mesa con dos sillas a un lado y otra al otro. Ambas mujeres se sentaron en las dos sillas, dejándote a ti la silla de enfrente.

-Hola, querido. Mi nombre es Primavera. Bienvenido a TalesTown. Estamos encantados de que quieras reformarte. Oh, pero no estés tan tenso... Solo te haré unas preguntas... ¿Listo?

Primavera cogió una pluma y una libreta y se aclaró la voz.

-¿Por qué fuiste enviado al infierno? ¿Qué te ha motivado a estar aquí? ¿Necesitas algo que te podamos dar que no incluya armas, objetos mágicos y demás cosas que puedan ponernos en peligro? ¿Estás al corriente de los castigos? 

-Tsk…-Hades no se sentía muy alegre de tener que seguir a una babosa, el era un dios, el dios de los muertos. No tenía que aguantar esas tonterías…pero aun así, ¿Qué narices era un paquete básico?...ni el lo entendía, ¿en que momento le preguntó aquello?...como fuera, sin quejarse fue siguiendo a la babosa.

La ciudad era un tanto deprimente, esbirros mendigando, héroes paseando con sus hijos…-Ugh…como vea a Herc juro que le meto un palillo por el ojo…-Se quejó a la vez que su cabello parecía cobrar intensidad.-La tartería de Blancanieves…¿no le pegaba más la frutería?...¿Tiana’s dinner?...ugh…que ganas de vomitar…¿y productos de los tres cerditos?...¿el mundo se ha vuelto loco?.-No podía evitar despotricar mientras caminaba, era parte de su ser y se sentía más a gusto de esa manera.

Al fin llegaron a la oficina de empleo, donde había una cola llena de gente que estaban esperando un tramite, y tooodas parecían no estar muy felices, y con razón…las colas eran aburridas.-En el inframundo no hay colas, es lo mejor…no hay que colarse ni esperar, y no todo son caras largas, ya que estás muerto ¡JA!.-Dicho eso le dio un codazo a Roz, la cual le dedicó una mirada un tanto gélida, pero a Hades no le importó…¿Qué más daba?

Mientras intentaba ver si reconocía a alguien la enorme babosa le metió en otra cola, donde un hada le miró de arriba abajo diciéndole que pasara y que tomara asiento.-…¿Reinsertado?...-La sola palabra le hizo crisparse y que sus dedos crujieran, pero tenía que soportar, tenía que ser fuerte, así que soportó esa humillación y se sentó en la silla que le dijeron.

-¿Un hada?...¿en serio?...¿no podrían haberme puesto una musa o algo por el estilo?.-Se quejó a la vez que se cruzaba de brazos y empezaba a tamborilear los dedos sobre su carne grisácea. -Si, vamos…dispara con esas preguntas.-Insistió a la vez que bufaba.

-Fui al infierno porque mi sobrino me mandó ahí, mi motivación es volver a mi antiguo trabajo…pues me iría bien un despacho y mi cerbero si no es mucho pedir, y mi mapa de Grecia, y si puede ser a mis dos subordinados, pánico y pena, los cuales aparentemente se han olvidado de mi, ya que llevan más de dos mil años en mi lista de vistas y no han aparecido.-Nuevamente el fuego de hades empezó a encenderse de manera peligrosa.

-¿Castigos?...¿que castigos?

Ambas mujeres te observan asintiendo y apuntando.

-Esperamos que la estancia en el Infierno te haya enseñado que los ideales egoístas y malvados no son los correctos y tu magia puede ser peligrosa por ahora por lo que no podremos darte pase al inframundo ni nada con lo que puedas desatar el caos; quizá en el futuro te lo devolvamos. Al fin y al cabo has venido para reformarte y debes aprender a portarte bien por lo que no creemos necesario tener que detallarte los castigos a no ser que incumplas alguna regla... y por tu bien no la incumplirás 

En el rostro de Primavera apareció una sonrisa siniestra que no te dio buena espina. Después procedió a hablar Roz.

-Te daremos un pack de supervivencia para tu primer mes. En él tendrás 1000$ y ropa que puedas necesitar. Permíteme tu mapa -Antes de que se lo dieras Roz ya te lo había quitado y marcó una X-Este será tu hogar. Esta cerca de aquí, sabrás ir solo. Tiene comida para sobrevivir un par de días y algo de entretenimiento. Mañana a primera hora te acompañaré a tu nuevo trabajo.

Hades estaba flipando con todo lo que le estaban explicando, el era un funcionario, trabajaba en el inframundo, era el señor de los muertos…¿Qué tenía aquello de egoísta y malvado?, su magia no era para nada peligrosa y tampoco iba a desatar el caos…aquello no eran más que pamplinas, y se podía notar lo enfadado que se estaba poniendo Hades, ya que su cabeza empezaba a arder más intensamente.

-¿Y si las incumplo que?...¿me convertirás en una calabaza?.-Se quejó de manera mordaz mientras Roz le explicaba que recibiría un pack de supervivencia, 1000$, ropa, un mapa y la localización de su piso.

El piso se encontraba relativamente cerda de ahí, y Roz exclamó que el mismo sabría llegar solo, además de que tendría comida como para sobrevivir un par de días…y lo más importante, mañana le acompañarían a su nuevo “trabajo”.

-Ugh…esto es cuanto menos alucinante…yo soy Hades, el señor de los muertos, ¿no habéis leído libros de historia?...tampoco soy mal tipo.-Se quejó frunciendo el entrecejo y cruzándose de brazos. Aquella gente le estaba quemando, literalmente.     

-Liberaste a los titanes para destruir el Olympo y causaste pérdidas humanas. Intentaste matar a tu sobrino y esclavizaste a chicas indefensas ¿No te parece suficiente motivo para no considerarte un buen tipo? -Dijo Roz con su amarga voz, ordenando sus papeles con un par de golpecitos- Pórtese bien y volverá a tener sus privilegios. Le veré mañana a las 9 en punto.

-Lo de los titanes…era una broma, mi hermano no tomó medidas legales, fue mi sobrino…eh…ese es un chulo, vosotros también intentaríais matarle si os hiciera lo mismo que a mi, y las perdidas humanas…soy el dios de los muertos es mi trabajo…-Hades intentaba escudarse de todo aquello.-¡Venga!, si  las chicas accedían a los contratos…-Comentó frunciendo el ceño, aquello e ponía de los nervios.-Ugh…pero si aun no he acabado…no me han explicado nada.   

Roz y Primavera se miraron y rodaron los ojos, el hada suspiró y Roz volvió a mirarte.

-¿Qué más quieres que te explique? ¿Qué no te ha quedado claro?

Las hadas se hicieron las longuis y Roz suspiró  y le miró, preguntándole que no le había quedado claro.

Hades frunció el ceño.-Cuando vuelvo a ser un dios.-Respondió cortantemente y de manera directa.

-Quizá cuando te reinsertes bien. Pero serás vigilado aun entonces. Para eso... aún queda bastante -Respondió Roz con su agria voz

Hades rechinó los dientes al escuchar a Roz y le dedicó una mirada de desdén mientras salía de la oficina. Estaba cabreado y se le notaba a la legua...porque su fuego parecía bastante subido y un poco más y posiblemente las alarmas antiincendios saltarían.

Saliste de la Oficina de Empleo con paso decidido y bastante enfadado. La gente te miraba y cuchicheaba, algunos chicos jóvenes incluso se reían de tus pintas, y encendían mecheros apagándolos a soplidos para burlarse de ti.

Llegaste a tu casa, un apartamento extremadamente sencillo y que prácticamente solo se separaba en la habitación que venía con un escueto baño con ducha de plato. Por lo menos desde el balcón podías ver la hermosa ciudad de TalesTown.

En la nevera había algo de verdura, carne y productos congelados con sus claras instrucciones de como usarlo y en el armario un par de camisas y pantalones que podías llevar acorde al lugar en el que estabas. En general era un lugar muy simple.

Hades al fin puso rumbo a su apartamento, aguantando durante el camino a la gente que cuchicheaba, a fin de cuentas era extraño ver a un dios salir de una oficina de empleo, incluso algunos niñatos se burlaban de el con mecheros…no pudo evitar girarse y decirles lo incomodos que debían de estar sus tataratataratataratataratataratataratataratataratataratatara…abuelos encerrados en un retrete para almas en lo más hondo del inframundo.

Fuera como fuera al fin llegó a la casa, un lugar tan simple que deprimía solo de verlo. Un cuarto de baño, un balcón…una nevera con comida y instrucciones de como preparar todo, un armario con camisas y pantalones…un lugar de lo más simple y deprimente.

Hades no pudo evitar sentarse en el sofá malhumorado, cruzándose de brazos.  

Sin duda el día había sido de lo más deprimente y la casa era el colmo de todo. ¡Si hasta era más bonito el estanque del Inframundo!

Resignado te sentaste en el sofá mirando al vacío hasta que dedidiste que si dormías todo pasaría más rápido.

Una música, horrible a tu parecer, te despierta de tu calmado y dulce sueño lleno de… lo que sea que tú sueles soñar. 

Desde la ventana escuchas a la gente de Tales Town riendo, cantando... Parece un poco vomitivo.

Pareces estar algo aturdido, te cuesta recordar incluso donde estás hasta que te incorporas y sales de la habitación encontrándote a Roz sentada en la cocina, tomando lo que parece un café y con un paquete en la mesa. El susto de encontrarte a ese ser a buena hora de la mañana de frente no te lo quita nadie y ella ni siquiera levanta la vista del informe que está leyendo.

-Buenos días. Espero que hayas descansado. ¿Estás listo para tu nuevo trabajo? –Te pregunta sin mirarte hasta que tiene que volver a hablarte- Espero que recuerdes lo que te dije de las acciones. ¿Debo recordártelo?

Sin duda el día había sido de lo más deprimente y la casa era el colmo de todo. ¡Si hasta era más bonito el estanque del Inframundo!

Resignado te sentaste en el sofá mirando al vacío hasta que dedidiste que si dormías todo pasaría más rápido.

Una música, horrible a tu parecer, te despierta de tu calmado y dulce sueño lleno de… lo que sea que tú sueles soñar. 

Desde la ventana escuchas a la gente de Tales Town riendo, cantando... Parece un poco vomitivo.

Pareces estar algo aturdido, te cuesta recordar incluso donde estás hasta que te incorporas y sales de la habitación encontrándote a Roz sentada en la cocina, tomando lo que parece un café y con un paquete en la mesa. El susto de encontrarte a ese ser a buena hora de la mañana de frente no te lo quita nadie y ella ni siquiera levanta la vista del informe que está leyendo.

-Buenos días. Espero que hayas descansado. ¿Estás listo para tu nuevo trabajo? –Te pregunta sin mirarte hasta que tiene que volver a hablarte- Espero que recuerdes lo que te dije de las acciones. ¿Debo recordártelo?

Hades no tardó en quedarse dormido en el sofá, aburrido…cansado y desde luego nada alegre…pero lo peor de todo fue cuando despertó con una extraña música satánica, digna de una de las salas de tortura del inframundo. Todo el mundo cantaba reía, y Hades…estaba con torticolis, el cuello le dolía y desde luego levantarse fue un infierno, pero lo peor de todo fue ver a Roz sentada en la cocina, tomándose un café.-¡Que demonios!.-Exclamó Hades levantándose del sofá y señalándola.

-¿Qué haces aquí, acaso no respetas la intimidad de la gente?.-Preguntó mientras sus llamas comenzaban a alzarse amenazadoras.-¿Trabajo, ya?, ¿y que pasa con las acciones?, estoy siendo un buen ciudadano, tengo mis derechos!