Partida Rol por web

El elfo se detuvo, sin voltearse hacia Elias, y escuchó en silencio lo que este le decía. - No e visto a nadie. - Volvió a retomar su paso, pero cuando Elias se puso a hacer mas preguntas, se volteó y lo miró de arriba a abajo. Una mueca de desdén apareció en su rostro. - Me llamo Zairon y vengo de Deheon ¿Quieres un consejo, mi amigo? - Zairon puso su mano en el hombro de Elias, y sonrió de forma "amigable". - Aléjate de esa espada, o tendrás algunos problemas muy calientes dentro de unos minutos. - Enseguida, le dio una palmada en el hombro, y se mezcló entre la multitud.

- Es la espada de Sir Gorboduc, el fundador de Pradera Verde. - El soldado dijo amablemente, con una pizca de orgullo. - Sir Gorboduc la utilizó para matar un ejercito de demônios que habían abierto un portal aqui mismo, sobre esta ciudad. Dicen que la espada fue construida por enanos utilizando un metal mágico sacado directamente del infierno. -

Elias se alejó un poco, siguiendo al elfo, pero no era algo que le fuese muy interesante.

Mientras charlaba con el simpático mago, Jabamiah nota algo extraño entre la multitud.

Alguien normal no lo notaría con clareza, pero un grupo de encapuchados, vestidos con mantos viejos y zurrados, empezaban a entrar en la ciudad, mezclándose entre la multitud. Uno que otro se tropezaba con los transeúntes, como si no pudiesen ver mucho con aquellos mantos.

Hablando con los mercaderes, Agnis descubrió un poco sobre la historia de la espada.

Resultaba ser la espada de Sir Gorboduc, un héroe que fundó Pradera Verde. Aquella espada era mágica, forjada con un metal proveniente del infierno, capaz de cortar demonios y seres espirituales como si fuesen de papel.

El alcalde de la ciudad la había sacado del mausoléu donde reposaba para exponerla al publico. No planeaba darla como recompensa ni nada parecido, solo quería usarla como cebo para atraer visitantes, y así, ganar mas dinero con el festival.

El librero se puso serio y lleno de desconfianza. - Gracias, pero no, no intercambio libros, solo los vendo. - Su ojo izquierdo, de un color espárrago, se iluminó levemente, para segundos después volver a la normalidad.

A lo mejor, los Collenianos si tenían poderes especiales en sus ojos al fin de al cabo.

En lo que Elias llegaba, apenas mire un segundo ya Kain había desaparecido. Sonreí contemplativa y comprensiva. “hombres y sus espadas”

Aunque sin dudar a dudas era un hermoso ejemplar.

A pasos cortos y con un guiño le indique a Elias que llegáramos para flanquear al pirata a cada lado.

-El alcalde de la ciudad la saco del mausoleo donde reposaba para exponerla al público. No planeaba darla como recompensa ni nada parecido, solo quería usarla como cebo para atraer visitantes, y así, ganar más dinero con el festival.

Murmure para mis acompañantes mientras mis ojos reflejaban el brillo fantasmal del arma, bebiendo de su historia, en un espectral desenlace que solo aquellos dos podían presenciar.

-Era la espada de Sir Gorboduc, el héroe que fundó Pradera Verde. Es mágica, forjada con un metal proveniente del infierno, capaz de cortar demonios y seres espirituales como si fuesen de papel.

Sentencie, aunque posiblemente y con toda la publicidad que había preparado el alcalde muchos estudiosos o conocidos del tema estuvieran al tanto de esos detalles.

En un rápido parpadeo aparte la vista, demasiado sensible a efectos de esa clase, un poco atolondrada centrándome en las exhibiciones más cercanas.

-Esas runas…  

Musité dando algunos pasos poniendo distancia de Elias, Kain y específicamente la espada. 

Acompañe al grupo hacia la aldea de Pradera Verde tras mi disputa con el pirata, acompañado por el angélico Jabamiah fuimos  el segundo grupo en llegar a la aldea donde en el momento en el que llegamos un joven con sombrero de copa se plantó delante nuestra intentado  hacer trucos de magia o intentar estafarnos, ambas cosas fuera la que fuera las hacia horriblemente mal pero tampoco le deseaba ningún mal y mientras intentaba lo que fuera le dedique mi completa atención e una carismática sonrisa  y también aplaudí enérgicamente y acompaño el aplauso con una palabras de júbilo y alegría para el chiquillo. Mientras hacía esto su mente pensó en un momento en esa espada que Elías había ido a ver y pensando aunque sea la mejor espada del mundo, bendecido por todos los dioses no veía nada especial y tampoco le llamaba tanto la atención como inicialmente pensaba y miro de nuevo al joven al escuchar que su amigo le estaba introduciendo.

-Ese soy en efecto amigo Jabamiah y gracias por introducirme a este joven, que si yo me hubiera olvidado, que mal seria de mí. Un gusto caballero 12 que los dioses os sean gratos- Mi figura hizo una elegante reverencia de alto corte aristocrático mientras mis labios formaron una sensual sonrisa.

Lamentablemente asi es señor  jabamiah, a veces la suerte no lo acompaña a uno en esa cosa. - responde de manera alegre 12 - Y que caualidad, Yo tambien me dirijo Vectoria, ando en busca de unos ingredientes.

Es ahi cuan 12 repara en la presencia del otro sujeto, un hombre con un elegante traje de core aristocratico el cual se mueve en concrdancia a su elegante atuendo.
Luego de escuchar la presenacion del hombre y de ver la reverencia del mismo, 12 decide saludarlo de la misma manera Imitando la reverencia y pronunciando:

Un placer conocerlo señor Asmodeus du Chevalie, y que los dioses tambien sean gratos con usted. 

La finalinaciar 12 vuelve a extender su mano para estrecharsela a asmodeus, Aquel era un viejo habito que habia tomado de sus primeros años viviendo sin la supervicion del creador y que aun se mantenia fuertemente arraigado en su ser.

-Que coincidencia de lo mas curiosa, y joven 12. Se puede saber ¿ que ingrediente busca por estos lares ?.

Dijo con una sonrisad ante mi locutor, le presente Asmodeus y el actua como el joven aristocrata que es el.Sigo caminando con ellos, cuando mi campo de vision nota algo extraño. Mas extraño, que las actitudes y la aparience de este ser, unos seres encapuchado que se mesclan entre la multitud. Como si esto esperaran no ser observado o capturado en estos momento.

No me gusta como actuan estos seres, son demaciado sospechosos.

Hablo con un tono de voz lo suficiente bajo, como para que mis 2 compañeros sean los unicos que logren escucharme. Queria evitar el riesgo que unos de esos seres nos escuchara lo que tenia yo que decir.

-encapuchados..... Este lugar....acaban de ser invadidos por seres con capuchas extrañas, se estan mesclando por la multitud como si no quisiera ser visto. Eso me da mala sensaciones, muy sospechoso. Deben estar planeando algo, por su forma de actuar, deberiamos tener precaucion.

luego de la Advertencia de jabamiah, 12 comienza a seguir a los encapuchados con mi mirada - Quizas lueda hacer algo con esas capuchas - Piensa el Clon.

Un par de plantas exoticas para perfeccionar un suero que me es de mucha importacia, sin embargo - el chico iguala el tono de voz que su compañero uso hace minutos. - Creo que debemos preocuparnos primeros de esos hombres encapuchados, ya que comparto la misma preocupacion que usted, tengo un mal presentimiento sobre esos hombres.

- No se acerque demasiado, señorita. - Dijo el guardia mientras extendía un brazo para impedir el paso de Agnis, pero la chica, desde donde estaba, ya podía ver lo suficientemente bien la espada como para leer que tenía inscrito.

Era un lenguaje arcaico, una variación del elfico. Agnis recordaba haber estudiado un poco aquel lenguaje, lo suficiente como para entender lo básico de que quería decir aquellas runas. Era un hechizo, Agnis lo notó por la forma en que estaba construida la frase. El hechizo parecía estar relacionado con el dios Khalmyr, y rogaba plagas sobre los demonios, de alguna forma. Por ese motivo, Agnis podía deducir fácilmente que la espada era sagrada, bendecida por algún dios. Algo curioso, una espada forjada en el infierno, y bendecida por un dios.

Escuche lo que me respondió el guardia a mis preguntas y lo que añadió Agnis.

-Es simplemente impresionante. Una pena que esta espada se quede en un mausoleo en lugar de donde debería estar.

Entonces Agnis pareció reaccionar ante las runas que estaban en la espada. La mire levantando una ceja extrañado.

-¿Pasa algo?

Confiaba plenamente en los conocimientos de esa chica ya que no paraba de sorprendernos a todos con complejos pensamientos o sus altos conocimientos sobre cualquier tema. Lo cual a mi me venía perfecto ya que para alguien que es mas fuerza que inteligencia le viene bien ir acompañado de alguien que pueda de vez en cuando informarle sobre las cosas.