Partida Rol por web

Oiga señor enano, no queremos problemas. Solo vinimos a comprar unas cosas que en verdad nesesitamos. — le dice el clon al enano, mientras le hace señas a Jabamiah, desde un punto en el que el Vendedor no lo vea, hacia la trampilla que acaba de cerrar. — En verdad le agradeseria mucho si al menos pudiera decirme si tiene estos ingredientes aqui.

el chico saco un papel de su bolsillo y se coloco ante el enano de tal manera que si este accedia a ver la oja de papel debia de quitarse de encima de la trampilla. 

-El dinero abre las puertas,el dinero te da de comer. ¿Porque negar un flujo de dinero,cuando lo teneis adelante.?

Dijo ante los comentarios del dueño que la tienda estaba cerrada,al parecer queria ver relucir su codicia en sus ojos.

- ¡¿Pero es que tengo cara de verdulero o que?! - Exclamó el enano, molesto. - Esto es una joyería, no una tienda de pócimas ¡Y estamos cerrados! - Le gritó a 12, tirándole la hoja a la cara.

Que enano mas desagradable.

La súcubo, cuya apariencia se asemejaba a una amalgama exótica entre una mujer y un gato, esbozó una sonrisa con las palabras de Threkor. Probablemente, pensaba en el dinero que recibiría por parte de Threkor más tarde - ya que, por la forma que estaba vestida, la súcubo era claramente una prostituta.

- Lo siento, cielo, yo no se de que hablas. - La súcubo dijo, pero antes que Threkor pudiese responder, acrecentó. - Pero se de alguien que conoce en detalles cada centímetro del submundo. Es un orc, el jefe de estas bandas, Búrax se llama. Si quieres encontrarlo, busca por el en el foso de fuego. - La súcubo se alejó de Threkor, apuntando para una dirección, mientras seguía para dentro de una construcción roja. - ¡No te olvides de buscarme luego!

¿Y dónde está ese foso?

Esperaba que la súcubo me hubiera escuchado, ya que si no, me tocaría preguntar por ahí. Mientras esperaba una respuesta, me toqué en todas las partes de mi cuerpo para comprobar que no me había robado nada. No podía fiarme de nadie en aquel sitio.

Un orc. Bueno, al menos estoy en la buena dirección, aunque no sé por donde empezar a buscar. Espero que la súcubo me haya escuchado y quiera responderme.

Que molestia mas grande,¿enserio el negara el poder del buen señor dinero ? Para algo trabaja,para tener dinero para cual alimentar su propio ego o su familia, lo que sea que use como excusa para aumentar su propia codicia interna. Quisiera darle un golpe y terminar esto rapido,pero esto no seria la forma que Jabamiah haria las cosas.

Asi que respiro y con una sonrisad forzada le ofresco al enano desagradable, que en dios lo tenga en su santisima gloria porque si no cuando caiga la noche.Habra mucha fuga de mercancia en este lugar, en especial con algun producto de gran valor.

-Entonces buen S-ser,Quisieramos ver aquellas joyas que vos P-poseeis.

El clon toma la hoja y la retira de su cara claramente molesto "Que se ha creido este enano de su madre" para luego alejarse un poco del sujeto e ir paseando por la tienda, Viendo las cosa que habia en ella. Como eran los estantes y que tan seguros eran. Mientras hacia eso, 12 esperaba que  su compañero distrajese al enano lo suficiente para colarse por la trampilla y si no podia. Bueno Tenia un plan B, ya  que se disponia a tejer un circulo magico que creara un pequeño tornado en la tienda.

- Sigue por esa dirección. - La súcubo se volteó y volvió a apuntar hacia una dirección especifica. - Es imposible que confundas el lugar, tiene una placa gigantesca delante. - Acto seguido, entró en la construcción roja.

Algunos goblins en la esquina de la calle, los cuales parecían intercambiar un puñado de hojas sospechosas, empezaron a murmurar algo entre ellos, sin despegar los ojos de Threkor.

El enano hizo un gesto hacia las diversas estanterías esparcidas por la tienda, con una expresión de como si dijese "ya les dije que estamos cerrados, a ver si me dejáis en paz de una vez."

Algunas joyas, piedras llamativas e incluso piezas de armadura reposaban en exposición. Sin embargo, una gruesa capa de polvo cubría tales objetos, y al acercarse para inspeccionar mejor una manopla de "oro", una araña casi salta encima de Jabamiah, escondida entre los dedos de la manopla.

El enano no debe tener muchos clientes.

Intenté no mirar a los goblins que me observaba desde un rincón. Puede ser que se pensaran que me interesaba lo que estaban haciendo con aquellas hojas, pero no iba a darles el placer de meterme en sus asuntos y empezar una pelea en un lugar que no conocía.

Con las indicaciones de la súcubo llegué al lugar señalado. Ella había tenido razón. Un gran cartel anunciaba para todo aquel que no fuera ciego que el lugar era el Foso de Fuego. Sin pensarlo más, entré en aquel lugar a ver si encontraba al tal Búrax.

El mar estaba en fúria aquella noche. Las olas golpeaban el casco del barco, el cual cambaleaba de un lado a otro como un borracho en médio del mar. Kain gritaba algunas ordenes para los hombres del capitán, los cuales se movían de un lado a otro, tratando de retomar el control de la embarcación, como si pudiesen competir contra la fúria del mar.

El capitán, Lawrence Trafalgar, se encontraba en el timón del barco, mirando por un catalejo sl horizonte turbulento con una expresión siniestra en su rostro. Kain nunca le había visto con esa expresión antes. Algo malo estaba por venir, y Lawrence lo sabía.

Aprevechando la Brecha que Jabamiah habia abierto para 12, el clon rapidamente se movio hacia la trampilla, que ahora estaba completamente desprotegida, mientras su cuerpo se movia por impulso su mente tuvo tiempo de darle una advertencia "¿por que estamos haciendo esto? " penso el chico, si embargo su pasion por la aventura y su gran curiosidad apagaron todas las alarmas de su cerebro dejando que sean sus deseos los que gobiernen sobre su cuerpo 

Que estafa tan absurda,una ilusion es lo que ha creado este hombre en esta tienda. No hay mas que telarañas y arañas merodiando en tales objetos profanados, nisiquiera no ha intentado dar una buena fachada a la tienda. Si no que solamente lo deja hay pudrirse, con la fria mano del tiempo envejeciendo una y otra vez.

¡Que desperdicio! tanto como aquel animal, que tan mala suerte tuvo de encontrarse con mi persona en mi estado actual. Ya que aplasto su debil cuerpo con mi pierna,oyendo el sonido de su cuerpo rompiendose bajo el peso de mi cuerpo. ¡Es la liberacion de su alma! mas de lo que podria esperar en este mundo jajajaja.

Limpiandome de tal cadaver en mi piernas, puedo notar el silencio que reina en este lugar. No oido ni la voz molestosa del enano ni los pasos de 12 , ¿ donde habra ido aquel ser ?. Faltaba poco, muy poco para que fuera yo.

Me movía por el barco corriendo mientras vociferaba órdenes y ayudaba en varias labores a la tripulación haciendo todo lo posible para mantener el rumbo. Una vez todas las órdenes estaban dadas mire al capitán, el cual observaba el horizonte con su catalejo. Al ver su reacción a lo que se nos avecinaba mire hacía delante desde la proa del barco pero sin la ayuda del catalejo poco podía ver a través de la tormenta y el oleaje. Era extraño ya que habíamos atravesado centenares de tormentas como estas en el pasado porque el Capitán tenía esa expresión por esta en concreto. Corrí hasta el timón y le sacudí el hombro.

-¿Que ha visto, Capi? Es raro verlo así

A pesar de la situación y la expresión de Lawrence mi tono de voz estaba totalmente tranquilo.

Debajo de la trampilla, 12 esperó encontrar un sótano o algo parecido, pero se tomó una sorpresa al ver una serie de escaleras hechas de piedra, desciendiendo hacia la escuridad, sin que 12 pudiese ver el fondo.

Tenía tiempo para bajar cuidadosamente sin que el enano se percatara, pero dejaría a Jabamiah y a Asmodeus solos al hacer eso ¿Bajaría, cediendo a su curiosidad, o esperaría, y ayudaría a sus colegas?

Lawrence estaba pálido aquella noche. Tenía la tez de un muerto, observando el horizonte por su catalejo. Con un suspiro, apartó el instrumento de su ojo, y miró fijamente hacia Kain. El joven pirata no podía distinguir si lo que veía en el rostro de Lawrence era sudor, lagrimas, o tan solo el azote de la lluvia ¿Estaba temblando el capitán, o era una ilusión creada por el agitar del barco? ¿Que de tan terrible podría encontrarse en el horizonte como para asustar al intrépido capitán Lawrence, el cual, en otros tiempos, ya había llegado a carcajear ante la muerte inminente?

- E escuchado historias, Kain, historias en los puertos de Malpetrin, sobre cosas extrañas que vienen ocurriendo en Arton. - Lawrence tenía que aumentar un poco la voz para que Kain pudiese escucharle, y aun así, su voz sonaba apagada, lejana. - Una tormenta, una tormenta roja, donde en vez de lluvia, llueve sangre y demonios. - Lawrence volvió a levantar el catalejo. - Me temo lo peor, Kain. - Su voz salió casi en un susurro, pero Kain pudo oírla claramente.

Pero... ¡Malpetrim era el reino de las historias y las falacias! ¡Aquello no debería pasar de un mito! Aun así, algo en el rostro del capitán perturbó a Kain. Algo andaba definitivamente mal.

El enano había desviado sus ojos, buscando algo que parecía haber dejado caer en el suelo.

- Maldito periódico, donde te has metido. - Gruño, agachándose en el suelo. Por la poca luminosidad, debería tardar un poco, era la oportunidad de Jabamiah.

12, al parecer, había abierto la trampilla por donde Threkor había bajado, y se colaba por ella. Si Jabamiah quería actuar, debía ser rápido.