Partida Rol por web

Calmidorian nunca hubiera tolerado tales palabras a nadie y menos a un asqueroso y prepotente hereje alienigena, en otras circunstancias su cabeza ya rodaria cerca de sus pies y el rostro del Hermano de batalla mostraria una sonrisa, al dar descanso a su alma con la muerte de quien ose insultarse.

Por desgracia para el, esta accion tan solo podria ser realidad en su mente, pues, sabia que la mision que el propio Pancreator habia elegido para ellos no permitiria la baja repentina de uno de esos elegidos, no al menos siendo la mano de un compañero el que le diera muerte. Pero tal vez, al acabar esta singular aventura, podria dar calma a la sed de venganza de su arma.

Por el momento siguio los pasos de Justin, siempre detras del sacerdote procurando que no metiera la pata y siendo lo mas sigiloso posible, tal y como les habian enseñado en el campamento en su ya lejana instruccion.

Tambien observo con mirada critica los pasos que el Gannok debia dar, pues pensaba que este estaria caminando por el techo como el mono que es y no con ellos poniendolos en peligro costante con sus torpes movimientos.

Meixar mientras avanza inenta concentrar su energía para poder ver en la lejania a su mentor, ante todo anela encontrar deseperadamente a los pasajeros perdidos, las almas perdidas que andan sueltas en este extraño lugar.

Seth hace caso omiso a las bravatas del Hermano de Batalla... por el momento. Todos sus sentidos se centran en saber qué es lo que está sucediendo y, lo que es más importante, qué es lo que puede suceder... Siente como la energía de su mente repercute en sus sentidos amplificándolos hasta límites insospechados. En otras ocasiones ha logrado mejores resultados, pero no se queja de lo que ahora puede ver. Recorre las figuras embozadas en la armadura. Desde donde está solo puede ver a dos, pero ahora se fija en que las juntas de sus protecciones están unidas con cables y material digital. ¿Son armaduras mecánicas o quizás los mismos esclavistas son robots? Es difícil saberlo.

Justin, el Hermano de Batalla y Meixar acaban de llegar al primer punto seguro. Hay una cámara en el ángulo por el que van a cruzar... Seth levanta una mano y ese es el momento que los tres aprovechan para avanzar por la calle. En la protección que les otorga otro de los edificios descubren un pequeño soportal con una puerta entreabierta. Del interior parece llegar un gemido continuo, como si alguien se quejase tan solo de respirar...

Meixar se concentra buscando la Llama de su Mentor. Es difícil, todo está oscuro. Un momento... ¡Ahora lo ve! ¡Lo ve! Está en una extraña sala rodeado de cables. No. Los cables no lo rodean: lo aprisionan. Tiene cables clavados en su piel, bajo los poros. Sufre. Los ojos virtuales de Meixar recorren el espacio donde se encuentra su mentor. Hay unas tuberías de cables mucho más grandes que llegan hasta aquí. La sala está un subsuelo, bajo una reja. Está oscuro. Hay otros cuerpos que se retuercen en una agonía similar a la de Sartriari. De vez en cuando una lámpara se ilumina y alumbra el lugar, como si se asegurase de que los condenados siguieran en su sitio... Meixar siente que no está lejos, no demasiado...

Meixar parece sumido en un nuevo trance, del cual cae de rodillas mientras mantiene los órbitas oculares en un inmaculado blanco.

Al momento despierta jadeante y dice entre susurros.

-Ohhhhhh, lo..veo, si lo veo. Les he encontrado! No están lejos, vamos en buen camino....está oscuro, un lugar...bajo tierra...una sala...bajo una rejilla...luz, parpadeante...una lampara....oh pancreator...tuberias de cables por toda la estancia...cuerpos en el suelo se returcen de agonia...en el centro...Sartriari...mi mentor...rodeado de cables que le aprisionan...pero...estos cables, están introducidos en su piel....y sufre...sufre mucho...

-Debemos darnos prisa

La cara de Meixar ahora es de desolación y angustia

Le miro con extrañeza nuevamente al sacerdote mientras relataba su nueva vision, sin duda el hermano de batalla no tenia duda de que los envases de aquellos que iban a salvar ya estaban corrompidos por este lugar en donde se encontraban.
-Tal vez debamos darles una salvacion mas rapida de lo que pensabamos en un inicio...-Musito cabeceando a un lado y otro como si por primera vez, no estuviera seguro que decir.

Fue entonces cuando se percato de los gritos que venian de una sala cercana y la curiosidad del humano le obligaba a mirar y saber porque tanto dolor en esa oscura estancia, pero la rectitud aprendida años atras, supo controlan uno de los instintos mas primitivos de su raza. Y tan solo se mantenia quieto observando y vigilando los guardias mas cercanos asi como las camaras de vigilancia, esperando, siempre paciente a que la comunidad continuara caminando.

Kuklo, viendo que los otros ya habían alcanzado un punto seguro, utilizó su proverbial agilidad gannok para desplazarse por los cables que había sobre las construcciones. Gracias a su tamaño y a su habilidad pudo alcanzar el mismo punto donde se encontraban los demás sin problemas.

Solo Seth quedaba ya por pasar a través de la cámara - ya tenía bien memorizados sus movimientos - y alcanzar al grupo.

Oh por el Pancreator veo más ágil al mono este que de costumbre..

-Por favor demonos prisa, la vida de esa gente está en peligro

Seth memoriza los movimientos que les dicta. La peor de las partes viene ahora, en la que quizá tenga que confiar en ellos para lograrlo.

Si tiene suerte, como espera, los movimientos de los centinelas habrán sido tan mecánicos que serán predecibles, y con esa idea en la mente, junto con una antigua canción de las orillas del Riffh, comienza su propio periplo hacia el grupo que había guiado, con el arma dispuesta en todo momento y el paso decidido.

Seth se deslizó ágilmente entre las cámaras y los centinelas. La posición de los guardianes denotaba una cierta dejadez que reflejaba la falta de desafíos a los que quizás habrían estado sometidos durante tanto tiempo. Viendo esos esclavos carentes de voluntad que arrastraban los pies al Ukar no se le hacía difícil intuir que, en mucho tiempo, esos guardias no habían tenido que utilizar otra habilidad más que la fuerza bruta para mantener el orden.

Ahora alcanzaba al resto del grupo mientras sus sentidos aguzados escuchaban con claridad el gemido procedente del interior de la casa en cuyo soportal se ocultaba el grupo. Algo más acompañaba al acompasado jadeo: ruidos inequívocamente mecánicos y pequeños pitidos, como si una máquina estuviese realizando una tarea automática. Eran muy leves pero el Ukar podían oírlos claramente.

Justin se dispone para cruzar el siguiente tramo. Desde un recodo, obseva a los lados para asegurarse de que nadie lo ve y en el momento oportuno, cruza.

Justin cruza rápidamente desde la posición en la que se encuentran hacia la siguiente casa donde puede resguardarse. En la 'calle' donde ahora se encuentran tan solo hay un soldado al final de la misma y, aparentemente, carece de cámaras de vigilancia. Más allá del guardia, en la pared, se encuentra la enorme abertura hacia la cual convergen todos los cables. El guardia se encuentra, precisamente, mirando hacia ese lugar y de espaldas al grupo, a unos cien metros de distancia.

Kuklo, observando los movimientos del auriga, sube por los cables y comienza a cruzar entre dos casas para alcanzar a Justin. De repente se detiene y hace señas a Justin. Señala un callejón que se encuentra un poco más adelante del auriga y que podría alcanzarse en una pequeña carrera. Por el audífono de los trajes escucháis la voz del pequeño gannok:

- ¡Hay un vehículo en ese callejón! Un aerodeslizador... Se ve bastante deteriorado pero igual funciona...

-Intentaré cogerlo, Quizá pueda puentearlo-dice Justin por el comunicador-pero trendreis que llegar hasta él.

El Hermano de batalla observaba paciente y sin moverse lo mas minimo pues sus movimientos eran mas pesados y lentos que los del resto tanto, por culpa de su corpulencia, como de la armadura que aun portaba.

Vio llegar al Ukar al cual no dedico ni un simple saludo con la mirada, espero a que pasara por delante de el y luego vio actuar a Justin, dejo hacer a sus compañeros mientras el observaba y vigilaba aquellos guardias que parecian meras maquinas de camino prefijado que mortales.

El ukar se acerca a Meixar y le susurra: - ahora es cosa tuya decir dónde están los que buscamos. Esa es nuestra prioridad, ¿verdad? Lo demás vendrá después. Pero debemos tener claro que tenemos que localizar a los que nos interesan antes de hacer nada que pueda llamar la atención...como tomar un aerodeslizador prestado. Una vez seamos localizados...será mejor que corramos y mucho.

El ukar apunta a cualquier lugar en el que posa la vista, con la culata del arma encajada en el hombro y el ojo director en la mira. Su vista se posa en los guardias, en las posibles vías de escape ante una sorpresa o emboscada, en las armas de las que disponen los carceleros y las defensas visibles. Eso es supervivencia.

Dentro del terreno de la curiosidad, que en el ukar no anda lejos del primero, el edificio donde los cables confluyen debe ser algo, seguramente un colector, un almacén de energía de algún tipo. Una idea horrenda pasa por su mente. Humanos exprimidos dentro de las casas pequeñas, como si fueran frutas de las que sacar el zumo y luego éste viajaba en forma de obscena energía por los cables para alimentar el artefacto mayor. Una idea enferma, sin duda, pero que de alguna forma irreal parece encajar.

El ukar no consigue evitarlo. En silencio, pero sin detenerse, se acerca a la casa más cercana, siempre que sea una acción evidentemente peligrosa, y se asoma por el hueco que encuentre más seguro. Al fin y al cabo, piensa, uno debe comprender el entorno para poder tenerlo a su favor. Con la información de la que disponen hasta el momento, están perdidos sin remisión ante cualquier eventualidad. Ni siquiera sabrían hacia donde dirigirse.

Justin se acerca con cuidado hasta el deslizador e intenta puentearlo.

-¡Mierda!-masculla por el intercomunidacor-No, no me digas que ya me lo advertiste, fué mala suerte. Sabes que se me da bien esto...no, no te voy a escuchar más tiempo...Kuklo, ¿que tal si lo intentas tú?.

Mientras espera contestación, Justin se esconde acurrucándose en el deslizador.

- Allá voy.

Kuklo, aunque evidentemente al igual que todos ha escuchado las palabras de Seth, se desliza por uno de los cables hasta alcanzar el callejón donde se encuentra Justin. Tras revisar el panel con ojo crítico tira de dos cables y ¡chispas!

- No me lo puedo creer.

El rostro del alienígena refleja una sorpresa que si no fuera por la situación en la que se encontraban haría reir a Justin.

Derrotado, Kuklo se sentó junto a Justin...

Mientras Meixar y Calmidorian conservaban su posición, atentos a los resultados de Justin y Kuklo en el callejón, Seth empujó ligeramente la puerta de la que venía el sonido de la voz y asomó la cabeza al interior...