Partida Rol por web

Las figuras que pendían del techo colgaban inertes, vacías... muertas.

El sacerdote había desaparecido, no quedaba rastro alguno de él.

La voz asombrada de Drim fue lo primero que se escuchó en la sala, donde todos habían observado atónitos el suceso:

- Por la Oscuridad Remota... Ha cruzado al otro lado...

Seth intentó mantener la calma. Se dijo que, si acompasaba la respiración, la cosa no llegaría a más. Pero el hormigueo crecía y su rostro, habitualmente sereno, empezó a mostrar pequeños signos. Una ceja levantada, luego una mueca contenida, casi forzada a la discreción. Tarareó sus canciones más sórdidas, más lúgubres...

No pudo evitarlo. Empezó a reír. Primero a pequeños golpes, luego a borbotones, y finalmente la carcajada feroz se derramó como un torrente, dura, explosiva, incontenible.

- ¡Qué hábil el amigo! ¡Qué grande! Ni ha mirado los cables unido a los hombres. Ni habrá supuesto que la energía de esa máquina salía de ellos. No había más que fijarse un poco para darse cuenta de que este mecanismo apenas tenía pilas. Bueno, ¿qué hacemos ahora? ¿Alguien se presta voluntario para darnos corriente mientras saltamos? - Seth se dirigió a los hombres de Drim, aún partido de la risa.

Miró a todos los demás y se contuvo a duras penas.

- No, en serio. Yo me he quedado sin ideas. Bueno, excepto lo de poner a unos idiotas ahí arriba para pasar por el portal, pero supongo que no os gusta esa opción, a menos que sea yo el que se cuelgue allí. No os lo recomiendo. La energía ukar no sirve para buenos propósitos. No acabaríais en un buen lugar.

Terminó de hablar atropelladamente, con una enorme sonrisa en los labios y lágrimas en los ojos.

- ¿Acaso... insinúas siquiera en la idea de seguir a ese demente...?- Drim parecía realmente sobrecogido por lo sucedido - ¡Está perdido sin duda! ¡Ese portal lleva... no puede llevar a ningún lugar bueno! 

El heredero se volvió hacia sus hombres:

- Regresamos al castillo. Mañana volveremos con una fuerza mayor para destruir este sitio.

Luego se giró hacia los demás:

- Os prometí traeros hasta la guarida de los Sin Nombre y lo he hecho. Ahora vuelvo a informar a mi padre y a mi Confesor de esta aberración.

- Destruir ,pero ... ¡NO! ... Esto es lo que hemos venido a buscar , el imperio quiere que averigüemos que es esto y como funciona , y tu lo quieres destruir . Contentos se van a poner los amigos de ese loco que acaba de saltar si destruyes esto , si es así olvidate de cualquier tipo de reconocimiento por parte de las casas nobles , mas bien desprecio es lo que os daran . - Las palabras salian de la boca del joven sin control , la sola mención de destrozar tan maravilloso tesoro habia desatado una furia interior en el joven que ninguno de sus compañeros conocia , es mas ni el propio joven sabia que tal rabia se escondia en su interior . Esa fuerza interior hacia que su pensamiento buscase razones para impedir tan gigantesca atrocidad .

Sorprendido por lo que acacaba de ver no salio de su asombro, ese estupido de Meixar habia pasado al otro lado, una vez mas su joven actitud obligaba a todo el grupo a tomar decisiones precipitadas y porque demonios se estaba riendo aquel maldito alienigena, acaso disfrutaba con la perdida de un valioso mienbro humano.
-Silencio Ukar, tus palabras no sirven mas que para senbrar discordia, vuelve a tus silvidos o callate.-Le increpo con serio semblante antes de girarse hacia el hijo del duque.

-Que esta diciendo, ¿Acaso es la unica guarida que conoce de los herejes? Tiene un compromiso con nosotros, nuestro lider sigue desaparecida y por si fuera poco el sacerdote Meixar, importante miembro de la iglesia y representante espiritual del mismo esta desaparecido y la unica solucion que tiene es abandonarnos y destruir la unica puerta que sabemos con seguridad que podria traer de vuelta a nuestro compañero?-Increpo casi al unisono con el mecanico.

-Debemos averiguar a donde a ido y rescacarlo.

- Pues permíteme que vuelva a sembrar discordia en tus campos de paz y amistad sincera, pero no se me ocurre cómo vamos a averiguar nada. Mira arriba, ¿ves a esos pobres restos consumidos? Eran hombres. Seres humanos, seguramente, que aún estaban vivos cuando a nuestro buen amigo el sacerdote le dio por meterse en el portal sin mirar qué lo alimentaba. Por lo que a mí respecta, es responsable de la muerte de esos hombres a los ojos de tu ley, y deberías pensar en consecuencia. Si lo hubiera hecho yo, ya me habrías sentenciado. La cuestión es cómo quieres que averigüemos nada ahora que este transportador o lo que sea se ha quedado sin energía para funcionar.

El ukar volvió su atención de nuevo al aparato. Era muy parecido al que habían cruzado para llegar allí, con una piedra negra en medio de toda aquella aberración y, sin embargo, en esta ocasión había también seres vivos que servían de combustible. En la cúspide de aquella construcción en el planeta maldito no habían visto ningún ser vivo alimentando al portal, pero aquello no significaba que no estuviera. Necesitaba más datos, un golpe de suerte, algo que le ayudara a comprender el funcionamiento de esa máquina viva.

Se acercó a la piedra y observó si la entrada y desaparición del sacerdote había provocado en ella algún cambio visible, algún patrón que le hiciera entender aquel fabuloso artefacto.

El albino abandonó la estancia seguido por sus guardias:

- Yo no tengo ningún compromiso con ustedes Calmidorian, ni mucho menos. Mis únicos compromisos están con nuestro planeta y con la Casa Valiantor. Me temo que tanto usted como su alocado compañero Meixar se han creído, por algún extraño motivo, imbuídos de una autoridad que no tienen. Espero que encuentren a su líder. En cuanto al sacerdote: pueden darlo por muerto... o algo peor.

Todo esto lo decía mientras recorría el túnel de vuelta, con los guardias formando a su alrededor, ignorando totalmente al grupo que dejaba atrás.

Mientras tanto Vicent (que había acabado de tomar sus notas) y Seth miraban la maquinaria intrigados. No había nada que les resultase familiar, ningún patrón conocido. Pero los cables habían dejado de latir. Sin duda, tal y como afirmaba el ukar, se había anulado toda la energía.

Su rostro se quedó lívido cuando el sacerdote avanzó para encaminarse hacia lo desconocido. Únicamente en nombre del Pancreator podía cometerse el mismo error con tan poco tiempo de diferencia. ¿Es que acaso Meixar no había aprendido de lo ocurrido con anterioridad?
El grupo se disgregaba a base de traspasar portales sin idea alguna del destino. Primero Hysteria y ahora Meixar.
Poco podían hacer por el sacerdote...excepto seguirlo. Y eso no entraba en los planes de Elbrian.

Lentamente consiguió apartar la mirada de la piedra negra para volver a observar los cuerpos que colgaban de la pared.
Quien quiera que hubiese hecho aquello sabía cómo funcionaba la piedra. Ese era el verdadero descubrimiento, no la piedra en sí misma.
Tenía que encontrar a esos Sin Nombre y hablar con ellos.

Se volvió hacia Drim, el cual parecía dispuesto a irse en breve, para repetir la pregunta de su compañero Calmidorian, aunque el piloto lo hizo de forma más directa - No seré yo quien intente impedir la destrucción de este lugar, pero considero que antes deberíamos averiguar cómo funciona. Desconocemos las repercusiones que podría tener en este planeta. La energía que almacena supone un misterio y cabe la posibilidad de un daño irreparable.
¿Sabe dónde podemos encontrar otro grupo de los Sin Nombre? Ellos quizá puedan darnos una respuesta.

Las preguntas de Elbrian resonaron en un corredor vacío. Era evidente que el albino le había escuchado, pero no se dignó a contestarle. Tanto él como sus guardias se dirigían hacia el exterior de la caverna, dejándolos a ellos sólos allí.

Seth siguió inspeccionando obstinadamente la estructura. Debía poder haber alguna cosa para reactivarla. Tenían que entender cómo funcionaba para lograr moverse, desplazarse, o se quedarían para siempre en un mundo helado y supersticioso. Lo primero no estaba mal, cuevas, frío y poca luz solar...pero lo segundo era algo de lo que el ukar había escapado toda su vida.

Siguió mirando y animaba a Vincent a no desfallecer tampoco.

Aunque Seth no quería rendirse resultaba evidente que les faltaba información para comprender el rompecabezas. Incluso aunque era evidente que la energía de aquella maquinaria procedía de los cuerpos colgados era imposible determinar cual era la forma correcta de aplicar las conexiones... eso teniendo en cuenta que por sus cabezas pasara la idea de colgar unas nuevas 'fuentes de energía'. Sea a donde fuere que conducía aquella extraña piedra el sacerdote había agotado la última carga.

Calmidorian no salia de su asombro, no por la actuacion de aquel albino o por el lugar de aquella cueva de herejes, sino porque por culpa de la tension que sufria hacia poco, sus palabras se habian manchado al interactuar con un asqueroso alienigena, dandole la grata satisfaccion de admitir que estaba con ellos por una razon mayor que la de tener una mascota sucia y repelente.

Furioso y sin poder controlar ese instinto primario, golpeo duramente la pared con su puño derecho, dejando que el ruido invadiera toda la estancia.
-¡Espere!-Grito al hombre que se alejaba con su sequito, mientras los perseguia.-Al menos dejenos uno o dos hombres con nosotros, no conocemos estas tierras y si no desean quedarse aqui por sus razones, sean cual sean, es justo, no hay mas discusion. Pero y si deseamos volver mas tarde a vuestro redil ¿Como lo haremos sin un guia? ¿Acaso tambien piensa dejarnos a nuestra suerte como si fueramos menos que animales?-Pregunto, aunque sus ultimas palabras denotaban furia, un sentimiento que ahora estaba muy presente en su llama y no conseguía aplacar.

Drim estaba ya subiendo las escaleras, pero su voz llegaba hasta el túnel tan fría como el exterior que les aguardaba a los aventureros.

- Si queréis regresar podéis hacerlo ahora con nosotros. Nuestra hospitalidad sigue estando ofrecida.

Con un gesto de disgusto, el ukar se dio al fin por vencido.

- Bueno, no hay nada que sacar de aquí, y mucho menos un sacerdote engreído, pomposo y muy, muy prescindible. Llegados a este punto, señores, yo recorrería toda la caverna para asegurarme de que no hay otros senderos que explorar - mientras hablaba, salió a buen paso al encuentro del noble albino -, pero sin olvidarnos, señores, de que este lugar ha sido construido por alguien mucho antes de que esa asociación que tanto temen aquí lo haya utilizado de refugio. Tenemos que saber más de la caverna.

Su voz sonó cada vez más alejada, como si en el fondo le importara más hablar que ser escuchado.

- Señor - gritó -. ¡Señor! Excelencia, antes de iros, permitidme saber cuándo fue descubierto este lugar, quién pudo colocar las puertas que hemos atravesado y la historia de esa agrupación de degenerados que combatimos.

Drim cruzaba ahora ya el túnel que llevaba a la puerta principal:

- Son historias largas...- dijo simplemente mientras continuaba avanzando imperturbable.

El ukar se dio cuenta de que había otro túnel en la sala, que habían visto en el momento de entrar. Era un túnel carente de la decoración que formaban aquellos cables.

Vincent no sin cierta pena , también comprendió que aquella maquina se escapaba a su entendimiento y despues de asegurarse que su dibujo representaba lo as fielmente posible el artefacto dejó de intentar comprender su funcionamiento . Al volver a la realidad vio como la mayoría de sus compañeros salia tras el albino , así que se decidió a seguirlos , intentando evitar seguir dando vueltas en su cabeza a la extraña maquina .

- Y si pusiesemos al moribundo , se que no es muy humano , pero nos daría cierta energía .- Penso de manera fugaz , antes de abandonar por la maquina.

"Maldita sea...no te largues ahora", pensó el ukar.

- Señor, excelencia. No se vaya aún. Le estaríamos en deuda si al menos pudiera resumirnos algo de ayuda. Lo que nos ha traído aquí es importante para muchos mundos. Sus palabras podrían salvar muchas vidas, quizá incluso vidas que le importen. Entiendo su regreso al castillo, pero puede contribuir con su grandeza a la esperanza de otros, puede demostrar ser quien realmente es, un hombre honorable y de probada nobleza.

A Seth no le gustaba hacer la pelota a nadie para conseguir un poco de sentido común, pero era importante y estaba seguro de que el albino sabía algo importante...o al menos lo deseaba profundamente. Se quedó junto al túnel que habían obviado. No podía volver al castillo ahora que habían hecho ese descubrimiento. El enigma...