Partida Rol por web

Al ver que ya se da todo por terminado Meixar intervino una vez más para calmar sus curiosidades

- Un momento por favor....es que no van a decirnos datos específicos del planeta al que vamos, clima, geografía, planimetrías... quiero suporner que tienen este tipo de material para facilitar la misión.

¿Y piensan dejar la elección de los integrantes en la misión a jefes de coordinación? Espero que si es así se hayan estudiado bien el curriculum de cada uno de los aqui presentes

Esta vez es el padre Kiros quien se detiene en el estrado para hablar:

- Mida bien sus palabras hermano Meixar. Me avergüenza que sean representantes de la religión los que no sepan ocupar su lugar en la jerarquía. ¿Quizás no recuerda usted sus votos de obediencia?- al contrario que Hammerdon, Kiros se muestra mucho más temperamental y su tono roza la ira:- ¿Se cree usted mejor quizás que sus superiores? Cuide su Orgullo, pues ello fue la perdición de Aransi Kobers...

Hammerdon no puede evitar una sonrisa velada cuando regresa también al atril para dirigir las últimas palabras:

- Por favor... Esperen a la llegada de los jefes de coordinación. Les facilitarán todo lo que deben saber sobre su parte de la misión. Espero, hermano Meixar,- dice sin ocultar el tono burlón - que no tenga usted pensado pilotar la nave ni realizar la incursión por su propia cuenta y riesgo. Ahora forman parte de un equipo y cada uno tiene un cometido perfectamente ajustado con su curriculum.- esto último lo recalca con un tono muy claro.

Ambos dirigentes descienden del estrado y caminan hacia una puerta trasera. Es evidente que Hammerdon ha disfrutado de las últimas intervenciones de los eclesiásticos, que han dejado en entredicho la autoridad del Padre Kiros. Por su parte, y viendo la mirada fulminante que éste último dirige tanto a Calmidorian como a Meixar, es evidente que los dos impetuosos religiosos se han ganado el disgusto de su superior... y puede incluso que algo más.

¡Vaya! Esto se pone interesante ¿no creeis? - preguntó Elbrian al tiempo que se levantaba de la silla para estirar un poco sus músculos. Quizá lo hizo de una forma un tanto enérgica, pero el caso es que su espada se trabó entre las patas de la silla donde había estado sentado, provocando que esta se levantara de su parte izquierda y el respaldo terminara golpeando al Ukar que había estado sentado a su lado - Upssss, discúlpame - se apresuró a decir el carroñero - no era mi intención, pero es que estoy bastante emocionado con esta misión. La verdad, espero ser aquel que elijan para llevar la nave hasta Limbo, porque sin duda soy el más capacitado para ello.

Entonces, Elbrian pareció caer en la cuenta de quien se encontraba al otro lado del alienígena, y hacia él dirigió en ese momento sus palabras - Perdona Justin, no quería menospreciarte, pero hay que tener en cuenta que vosotros acabais de llegar en el Ícaro y quizá estéis un poco más cansados.....no quería decir que fueses peor piloto, ni hablar. Todo el mundo sabe del buen hacer de los aurigas, y yo, por suerte o por desgracia, no puedo negar que una vez pertenecí al mismo gremio que tú.

Los labios del carroñero se cerraron de forma instantánea. Y en su rostro se formó una expresión de asombro por lo que él mismo había dicho.....bueno, en realidad daba lo mismo, pues si de verdad habían estudiado tan bien su currículum, no se tardaría mucho en saber que él no siempre había sido carroñero. Simplemente había adelantado algo de infomación a los que posiblemente serían sus compañeros en aquella peligrosa tarea que tenían que emprender.
Finalmente, y tras un par de segundos en los que se mostró pensativo, pareció decidir que tampoco tenía mayor importancia lo que había dicho, y volvió a mostrar su rostro jovial.

Decidme - ahora su voz se había convertido casi en un susurro - ¿qué tal son esos dos monjes? ¿Son de fiar? Porque parece un poco temperamentales, y en una situación como esta hay que saber mantener la cabeza fría y los nervios templados ¿no creeis?

En realidad, le importaba poco que el Ukar no se hubiera dignado a hablar con él anteriormente, pues las respuestas verbales le importaban bien poco.......existían otras formas de conseguir información.

Justin se encoge de hombros ante las palabras de Elbrian.

- Tómatelo con calma, muchacho. Si tú crees que eres mejor piloto que yo, no tienes porqué ocultarlo, me fío de tu palabra. Respecto a los monjes, supongo que son tan solo eso...monjes. No me suelo mezclar mucho con ellos, pero tampoco me gusta entrometerme en sus cosas. Te consejo que hagas lo mismo. He tenido que colaborar con Meixar y Calmidorian cuando estuvimos en ese...sitio y la verdad es que ha resultado ser personas con muchos recursos, aunque un tanto obstinados. Hay que tener paciencia con ellos y no contradecirles más de lo estrictamente necesario.

El ukar se limitó a mirar cómo el humano apartaba la silla con la que le había golpeado ligeramente, sin mucho interés por aparentar molestia o enfado, ni siquiera fastidio, apenas algo más que indiferencia. Escuchó la perorata atropellada con desgana. Al fin y al cabo, el baile ya había terminado, y sí éste era el gordo que cantaba al final (no recordaba bien el dicho humano, o quizá lo estaba mezclando), bien podría tener algo interesante, después de todo.

Y no se equivocó, pese a todo. El ukar abrió ligeramente los ojos velados en negro brillante al escuchar el traspié de ese individuo. Quizá no fuera importante, pero tampoco lo olvidaría. Quién sabe. Contra todo pronóstico, el tipo se calló. Esperaba sin duda una réplica de alguno de los dos, ya que se refirió tanto a Justin como a él mismo. Por compensar, encontró divertido hablar esta vez, quizá cuando menos esperaba que lo hiciera.

- Es muy interesante que precisamente tú tengas tan claro que hace falta calma y nervios ¿templados? - repitió. El ukar entendía la expresión, pero le resultaba ilógica cuando el idioma mezclaba cabezas frías y nervios templados. Quizá templado no tenía que ver con temperatura... -. Tú has sido elegido, no alcanzo a saber cómo, pero dices que eres auriga. Sinceramente, ardo en deseos, por utilizar otro símil térmico de esos que os gustan tanto, de verte en acción. A ti y a tus nervios templados. De una forma u otra, esos coordinadores nos incluirán en los grupos según sus conclusiones, así que imagino que tendrás que pilotar uno de esos dos vehículos.

Acompañó las suaves palabras de una mirada fiera, inclemente. No ignoraba el ukar que en el fondo, reconocía que ponía la vida en sus manos, y no le gustaba la idea de que alguien tan ¿emocionable? fuera a decidir su destino inmediato.

- En cuanto a los monjes, son como son. Ellos mismos se han presentado bien en un par de minutos. Tienen el curioso convencimiento de que ellos controlan la situación y son quienes deben tomar las decisiones. Cualquier opinión alternativa es equivocada cuanto poco, en mi caso es por supuesto herética, y todo fallo en su plan es debido a la ineptitud de otros, muy probablemente mía, o a la confabulación de las influencias malignas, de las que yo, claro, soy mensajero. No es que me moleste mucho su actitud - el ukar se encogió de hombros -. Les hago caso cuando me conviene y, ya que me consideran poco más que un animal, me tomo la libertad de comportarme como tal cuando me parece - guiñó un ojo, divertido.

Con un leve chasquido salido de su lengua escucho, sosegado y aparentemente en calma los gritos dirigidos a su persona. Quien pudiera ver su rostro con claridad, no observaria expresion alguna, no parecia que le hubiera afectado las palabras del ingeniero Jefe o del Padre Kiros, mas bien parecia el rostro sereno de alguien que sabe escuchar y aprender de las palabras de sus superiores, si no fuera por ese ligero gesto tras la subita alzada de tono por parte de los mayores representantes, muchos dudarian de que estuviera vivo, nostante en su cabeza solo reinaba el caos.
"Maldita sea... Me deje llevar, no puedo calmarme en este lugar, dejar en evidencia mi nerviosismo... Menesias, nunca me lo hubiera perdonado... Pero no puedo evitarlo no... Calla y escucha aun estan conversando"

El poco tiempo restante en la reunion antes de que Harmmerdon y el Padre Kiros, ahora si, dieran por finalizada esa reunion, se mantuvo atento a sus palabras, solo volvio la mirada a su lado cuando aquel mecanico tosio muy cerca de el.
Y cuando volvio la informalidad, retorno su mirada a las gradas interesado.

Vincent se relajó en cuando los dos jefes de la estación abandonaron la sala y un suspiro de satisfacción se le escapó sin que pueder evitarlo , -UFF , menos mal que lo que quieren es buscar una solución para que esta estación siga funcionando - murmuró .

Luego no pudo evitar mirar a los demás pensando en cuales de ellos serían los que le acompañen en la misión de destripar y averiguar en como funciona la extraña tecnología.

Seguro que uno de esos dos pilotos van , el extraño ser también ya que sería mas peligroso dejarlo suelto por la estación , algún sacerdote seguro ... es mas ese el que le ha contestado al principal tiene todos los números ya que no querrá verlo por aquí ... algún jerifalte y algún inútil ingeniero de esos que se creen que lo saben todo pero no son capaces de cambiar el aceite ... el que seguro que no viene es Josep , ese se pira en la próxima nave ... - los pensamientos del joven siguieron vagando un rato por los ocupantes de la sala intentando ver quien podría hacerle oposición a su idea de bajar al planeta .

Interesante....representantes de la iglesia que pretenden tomar el control y un alienígena cuya diversión es desestabilizarlo....quizá pueda sacarle partido en el futuro - pensó Elbrian tras escuchar las palabras de Seth, sí, acababa de recordarlo, el ukar se llamaba Seth Kell. Su nombre se había extendido por toda la estación como el del resto de sus compañeros, aunque nada más se había sabido de las visicitudes a las que había tenido que hacer frente el pasaje del Ícaro hasta aquella reunión.

No, no he dicho que sea auriga - corrigió el piloto - sino que lo fuí en un determinado momento. Ahora pertenezco al gremio de los carroñeros, pero eso es una larga historia que no tiene sentido rememorar en este momento. Además, no creo que esté realmente interesado en mi o mi historia ¿me equivoco?
Lo fundamental en este momento es que soy útil para la misión, al igual que Justin, lo que quizá no pueda decirse de otros miembros del Ícaro, cuyo valor al enfrentarse a lo desconocido no pienso ni puedo poner en duda, pero claro, tampoco es lo mismo encontrarse con los problemas que ir a buscarlos directamente.....eso podría hacer que alguno buscase el agujero más profundo que encontrase y se metiera dentro.

Elbrian remarcó bastante aquella última frase, mientras miraba fíjamente a Seth. Puede que fuese otra frase hecha, o simplemente que conocía el modo de vida de los Ukar, y pretendiera darle un significado algo...uhmmm....más reprobable al hecho de vivir bajo tierra.
Lo que estaba claro es que había unido el significado de cobarde con el de un modo de vida bien conocido por el alienígena.

Cita :

- ¿Que si te equivocas? De medio a medio - rió el ukar con buen humor -. Si vienes con nosotros, en algún momento podemos depender de ti para salir con vida de la situación. Ya ves si me importa quién tengo cubriendo mis espaldas en este terreno desconocido.

Cita :

El ukar mostró un evidente desconcierto. Sus ojos contemplaron al humano en silencio, y luego pareció desechar una idea antes de hablar.

- No sé qué es lo que te han contado, pero yo revisaría mis fuentes. Es peligroso en estas circunstancias que la información que se facilite a los miembros de esta..."expedición" sea incompleta o errónea. En todo caso, tu expresión pone de manifiesto precisamente aquello que nos hace tan diferentes a tu especie de la mía. Y no creas que no me hace gracia que los humanos todavía piensen que los agujeros profundos son lugares seguros donde esconderse... - sus ojos brillaron con una fiera maldad -. Creeme...nosotros sabemos más de eso que vosotros. Haríais bien en escuchar al que sabe.

Mientras todos hablaban varios individuos entraron en la sala de conferencias. Su forma de andar evidenciaba que tenían autoridad en todo aquel asunto. Eran en total cuatro hombres y dos mujeres, todos de aspecto dispar. Los hombres eran un par de sacerdotes de edad avanzada, un hombre alto vestido con ropas holgadas y el signo de la casa Li-Halan en su pecho, otro con todo el aspecto de un Ingeniero, incluyendo un ofensivo ojo mecánico. Las mujeres, por su parte, eran una muchacha joven, de pelo negro y mirada desafiante, vestida con un mono de Ingeniero y una mujer de edad avanzada que vestía un complejo traje de corte masculino, con el emblema de los Hawkwood en sus hombreras.

Los asistentes volvieron a sus asientos resguardados por un curioso silencio mientras aquel comité de coordinadores se aproximaba a la tarima. Al micro principal se aproximó el Li-Halan, que denotaba un porte militar en su andar, algo que  que parecía intentar desmentir con una mirada plácida, llena de calma. Aclaró su voz de barítono antes de dirigirse al público espectante.

- Les saludo caballeros. Mi nombre es Miraze Li-Halan y seré el coordinador de uno de los grupos para esta compleja misión. A partir de este momento les iremos llamando por sus nombres y agradeceríamos que se fueran situando, según los nombramos, junto a los coordinadores que les asignen. El propósito general de esta misión ya les es conocido, ahora concretaremos las tareas específicas de cada equipo.

El hombre esperó a que sus palabras fueran digeridas por la concurrencia. Después asintió y comenzó a nombrar a algunos de los presentes. El primer equipo mencionado fue el denominado equipo de Estudio Diferencial 1, que debían ir con la mujer más mayor, a la que llamaron Danesa Hawkwood. Obedientemente los llamados fueron reuniéndose en el fondo del anfiteatro con su coordinadora. Casi podía parecer una reunión de colegio sino fuera por la cara de gravedad de todos los presentes. Aquello no era una broma. El grupo denominado como Estudio Diferencial 2 se reunió con uno de los sacerdotes, el más anciano, que se presentó como el Padre Gregor. A nadie se le escapó que ambos grupos de estudio estaban formados cada uno por una decena de miembros de lo más variopinto, reuniendo miembros de la Iglesia y Tecnólogos a partes iguales. Un grupo denominado Análisis Energético se reunió alrededor del Ingeniero con ojo mecánico, de nombre Irian Malkwood. En este caso la mayoría eran de corte tecnócrata, salvo dos sacerdotes. Un tercer grupo denominado Area Espiritual se reunió con el sacerdote más joven, que pese a todo parecía frisar los cincuenta, al que llamaron Padre Morwel.

- El grupo que hemos denominado Coordinación Principal estará formado por Elgast Beck, Justin Powers, Ramveer Al-Malik y Valkian Kadish. Permanecerán a mi cargo.- dijo de forma cordial pero sin sonreir. Luego se volvió a los que quedaban - El último grupo tiene la misión más arriesgada, ya que serán los que desciendan al planeta. Los hemos denominado el Equipo Incursor, y lo formarán: Seth Kell, el Hermano Calmidorian, el padre Meixar, Elbrian Cournier y Vicent Nascaar. Los pondrá al día de su misión la Ingeniera Hysteria.

A ninguno se le escapó la mirada de sorpresa que Calmidorian no pudo disimular de ninguna forma al ver a aquella mujer.

La mujer, que hasta ese momento había permanecido impertérrita escuchando a su compañero tampoco disimuló el impacto de ver al Guerrero. Dio unos pasos hacia adelante, fuera de todo protocolo, y algunos incluso vislumbraron el brillo de unas lágrimas de sorpresa bailando en sus ojos:

- ¿Cal? Sabíamos... sabía que podías ser tú...

Miraze observó la escena con gesto tranquilo, como si aquello no le soprendiera lo más mínimo:

- Tal y como sospechábamos, Hysteria, se trataba de su hermano.- su voz amable seguía sin dejar traslucir ninguna sonrisa, aunque sus ojos parecían comprender el emotivo encuentro que tenía lugar ante sus ojos - Les ruego sin embargo que dejen el reencuentro para un momento más... íntimo. Por favor caballeros, cada uno de ustedes podrá dilucidar sus dudas con sus correspondientes coordinadores asignados. Tenemos un día de preparativos antes de partir y el tiempo no es un bien que nos sobre.

Descendió de la tarima dando una amable palmada a su compañera, que todavía salía de su estupor.

- Por favor, el equipo que debe venir conmigo que me siga. Iremos a una sala más adecuada para analizar los detalles concretos. Los demás vayan con sus correspondientes coordinadores.

Recomponiéndose con una velocidad pasmosa Hysteria descendió de la tarima tras Miraze y se dirigió hacia su grupo. Sus ojos no se apartaban de su hermano pero su voz sonó firme, aunque con un ligero temblor de fondo que no podía disimular de forma alguna. Se notaba que era una persona acostumbrada a dar órdenes, aunque la situación pudiera superarle. De alguna forma los demás intuían que aquel reencuentro era algo realmente extraordinario.

- Síganme caballeros... Tenemos algo que resolver antes de entrar en temas personales.- cuando dijo esto último sonrió abiertamente y apoyo una mano sobre el hombro de Calmidorian, como si temiese que se fuera a convertir en humo al hacerlo. Después caminó por delante del grupo - Síganme por favor.