Partida Rol por web

-Damas y caballeros, llegamos a la penúltima prueba del torneo, ¡El Duelo Libre! Los contrincantes son: El Caballero de la Rosa y el Caballero del Águila. 

Recordad que ya se han enfrentado dos veces y las dos veces ha ganado Sir Fernando de Aguilar ¿Que pasara en esta ocasión que cada caballero elegirá las armas con las que esta más cómodo?

-Elijan sus armas caballeros, ¿con que luchareis cada uno?

Sir Loras saluda con la mano al público y se dirige al Juez de la contienda.

Si mi rival no lo toma a mal elegiré mi espada a dos manos, puesto que la lanza de caballería es algo incómoda para un duelo de estas caracteristicas. Dijo Loras con tono jocoso.

Fernando se acerca al juez mientras saluda al público. Al oír las palabras de Loras sonríe bajo el yelmo.

-Vaya esto va a parecer la repetición de la final de arma a dos manos. Luchare con mi arma predilecta, la alabarda.

-Bien ambos contrincantes han elegido sus armas ¡¡que comience el duelo!!

Cuando el Juez da la señal saludo a mi oponente con una inclinación de cabeza y me dispongo para el combate.

Con cautela tanteo a Sir Loras con la punta de lanza, y de repente dirijo un ataque a la pierna con el filo del hacha. 

Una vez más Loras se enfrentaba al Caballero del Águila. Su mera presencia le puso nervioso y pese a que su ataque iba bien dirigido, una vez más Loras, quizá por los nervios, descuidó su defensa...

Tras el cruce de golpes Loras se propuso estar más atento. Esta vez descargó su arma sobre el costado del Caballero del Águila pero se preocupó más de colocarse en una posición defensiva ventajosa. Sabía que la clave para ganar este combate residía en esquivar todos y cada uno de los golpes de su adversario.

Me desplazo lateralmente esquivando el golpe de Sir Loras. A continuación descargo mi arma hacía el hombro del caballero de la rosa.

Después de que mi rival esquive mi golpe realizo otro ataque, este va dirigido a las piernas de Loras.

Loras estaba muy atento a su rival. Sabía que éste era mucho más fuerte que él así que aunque trató de asestar un golpe al cuello del Caballero del Águila no lo realizó con toda la potencia necesaria para un golpe de esas características y prefirió concentrarse en la esquiva del golpe que asestaba, en esos momentos, su rival.

Los golpes se sucedían y ninguno conseguíamos darnos ,a parte del primer envite.

En esta ocasión Sir Loras parece mucho mas concentrado que en nuestros combates anteriores.

Mientras pienso esto me desplazo hacía la derecha de mi rival para intentan asestarle un golpe por ese contado.

Loras perdió la concentración durante un instante. Algo hizo que su espada a dos manos resbalase ligeramente por su gantelete y eso provocó que descuidase su defensa y asestase un golpe extremadamente fácil de parar para su adversario...