Partida Rol por web

La Tercera Ronda daba comienzo. Aquel combate serviría para obtener las últimas puntuaciones para la clasificación a la siguiente fase. Aquellos entrenadores que lograran puntuar lo suficiente se verían pronto en las semifinales, por lo que aquel combate podría ser decisivo. Ambos entrenadores debían estar sumamente concentrados y dar lo mejor de sí mismos para poder hacerse un hueco para optar a la final.

Por el lado izquierdo del estadio aparecía Morti, el ganador del torneo disputado en el Verano del 2012. Desgraciadamente ahora no estaba teniendo la misma suerte que tuvo anteriormente, pero sin lugar a dudas todos los espectadores sabían que ahora pensaba dar lo mejor de sí mismo para poder volver a optar al título de campeón.

Por el lado derecho aparecía Zimmer, un entrenador que a pesar de lo bien que lo estaba haciendo hasta ahora, en la última decisión que tuvo que tomar en la última ronda se quedó bloqueado por la presión y no supo responder ni actuar, por lo que finalmente fue descalificado y que de cometer ahora el mismo error, le entregaría la victoria a Morti sin ningún tipo de esfuerzo.

Las compuertas que había bajo los atriles de ambos entrenadores se abrieron y tras ellas apareció una enorme central eléctrica que resultaría deliciosa para los pokémon de este mismo tipo.

Una nueva señal del árbitro hizo que los técnicos escogieran el clima con el que se empezaría, de todas las paredes del estadio comenzó a levantarse una ventolera muy fuerte y del techo comenzó a salir arena muy fina creando un remolino de tierra que provocaba finos cortes y agrietaba la piel de los espectadores. Afortunadamente no tardaron mucho en colocarse unas gafas protectoras y unas mascarillas para protegerse del clima. A aquellos combates había que venir bien protegidos por lo que pudiera suceder.

Los espectadores gritaban de la emoción, la elección surgida de ambas combinaciones darían lugar, sin duda a un singular combate en la que los entrenadores pokémon darían todo lo que estuviera en su mano para clasificarse para la siguiente ronda.

Tras el combate anterior el miedo en Zimmer había vuelto, se había paralizado y lo habían eliminado, y encima ahora para aumentar su presión debía luchar contra el ganador del anterior torneo. Tenia miedo y casi claro que ese combate no podría vencerlo, pero iba a luchar por sus pokemon, no podía aceptar una derrota de primeras.

-Confio en tí... ¡Vamos Volt!--Gritó Zimmer mientras lanzaba al campo de batalla la pokeball con su Electrik.

Vamos a ver.

Tormenta de Arena en pleno combate no es nada bueno, debo tener cuidado.

¿Cómo hay una tormenta de arena en una central eléctrica? Desde luego el resultado es un poco extraño pero hay que actuar y creo que se con qué voy a empezar.

Vas a hacer tu debut, espero que me dejes en buen lugar.

Adelante Gible.

La tercera ronda daba comienzo y los dos entrenadores sacaban a sus pokémon al campo de batalla. El combate iba a ser algo sorprendente. Dos pokémon muy raros se verían enfrentados en un duelo sin cuartel. Aquellos dos entrenadores estaban dispuestos a dar todo lo que estuviera en sus manos y en la de sus pokémon pues cualquier movimiento podría ser decisivo y el que garantizase el combate. Ambos no podían permitirse cometer ningún error, puesto que ambos rivales eran duros adversarios con los que tenían que tener muchísimo cuidado.

El combate daba comiendo, la tercera ronda empezaba en aquel momento y el público estaba deseoso, expectante y con grandes ganas de disfrutar de aquel encuentro.

Bien, después de la última derrota parece que comienzo con ventaja este combate pero ese Electrike parace fuerte, no puedo confiarme.

Gible, atento a su rapidez, puede jugarnos una mala pasada.

Estamos en una central eléctrica, sus ataques se van a ver reforzados pero creo que está claro con lo que debo empezar.

Gible, ataque terremoto, no dejes que Electrike se mueva.