Partida Rol por web

-¡Vamos Ferrothorn! ¡Necesitamos que hagas magia! ¡Contraataca con tu ataque rayo!

Maco continuaba con su misma estrategia, aunque era repetitiva eso no quitaba que lentamente no fuera haciendo mella en el cuerpo férrico del pokémon planta. A su vez, Ferrothorn empezaba a generar electricidad moviendo su cuerpo en círculos y creando un fuerte rayo directo hacia Bronzong.

Era un duelo entre dos pokémon de acero y eso se estaba apreciando en la gran resistencia que estaban ofreciendo ambos rivales. El encuentro se veía duro y difícil y que tan solo el entrenador con más ingenio y mayor conexión entre sus pokémon vencería.

¡Venga Bronzong, lo estás haciendo muy bien! ¡Psíquico!

-¡Ferrothorn! ¡Si queremos ganar debemos conseguir un buen golpe con ese rayo! ¡Repite el movimiento!

Ambos entrenadores repetían el mismo movimiento una y otra vez hasta lograr el desgaste de su rival. Poco a poco Bronzong iba ganando ventaja sobre su rival Ferrothorn, pero finalmente el desgaste iba a hacer que ambos pokémon quedaran sumamente heridos.

Y aunque el pokémon de Maco lograse alcanzar la victoria en aquel encuentro, era muy probable que no lograra sobreponerse a los demás.

¡La última vez, Bronzong! ¡Psíquico con tu mayor potencia!

-Ferrothorn, buen trabajo - digo orgulloso por mi pokémon. El combate ha terminado con ese golpe. - Buen combate, Marco.

Finalmente la fuerza mental del gran Bronzong triunfaba sobre la férrea defensa del Ferrothorn de Shun, por lo que su pokémon caía al suelo gravemente debilitado y Maco se alzaba triunfante con aquella victoria.

Ahora Shun tan solo le cabía una esperanza, aún tenía a su pequeño Chansey que había retirado justo a tiempo del combate y con él debía frenar los golpes psíquicos de Bronzong y la velocidad de Frosslas, así como un tercer pokémon que sacara.

Shun lo tenía complicado, pero anteriormente habíamos visto triunfar con tan solo usar aquel pokémon. Aunque si todos se fijaban bien, Shun parecía algo abatido. Quizá algo no andaba del todo bien.

A pesar de ello, todo el público obacionó a Shun para que no se rindiera y continuara luchando. Querían espectáculo y confiaban en que Shun se lo diera.

Cuando veo que Ferrothorn ha quedado fuera de combate dirijo el rayo de mi pokéball a él.

-Lo has hecho bien, Ferrothorn, ahora descansa, lo mereces.

Cuando el opkémon vuelve a estar guarecido en sus dominios, alzo la voz por encima del griterió del público.

-Ha sido un gran combate, pero yo ya he perdido. Me retiro.

Había conseguido derrotar a Ferrothorn. Había sido un combate duro en el que un golpe más fuerte que el otro podía haber declinado la balanza hacia Shun. Pero Bronzong lo había conseguido. Y, aunque estábamos cerca del final y la victoria estaba muy próxima, no me podía relajar.

Claro, a no ser que Shun se retirara. Me quedé extrañado ante sus palabras. ¿Por qué no querría seguir combatiendo? Bronzong era fuerte, cierto, pero sabía que su Chansey también lo era. Había pocas explicaciones que tuvieran sentido, pero no era de buen entrenador preguntar directamente.

Lo mismo digo, Shun, ha sido un gran combate. ¡Vuelve Bronzong! llamé a mi pokemon, que estaba muy contento por esa victoria.