Partida Rol por web

Traición a la Sangre

Reunión en la Mansión La Porta Grigia

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15/10/2009, 13:54
Pietro Cacciatore
Sólo para el director

 - He dicho que no, Lady Vasnia. ¿O es que por ser lo que soy debo ser menos que un perrito faldero para vosotros? Yo tengo vida, manque os pese tengo vida. Y como todo ser viviente tengo secretos que no estoy dispuesto a compartir. Y mucho menos a que alguien me los robe. Lady Vasnia, os respeto, pero el hecho de ser lo que soy no me convierte en un títere sin voluntad. - Y es eso con lo que se encontró Lady Vasnia. Una voluntad salvaje, indómita, una voluntad que es francamente muy difícil de doblegar. Una voluntad de hierro.

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15/10/2009, 14:04
Lady Vasnia Ranieri

 

La Anciana no dijo nada. Dio dos pasos hasta llegar a su lado y le cruzó la cara de un guantazo que le tiró al suelo. Jamás hubiera podido imaginar que una mujer tan menuda pudiera tener tanta fuerza. Sus ojos teñidos en sangre le miraron furiosos.

-Por ser lo que eres, eres un ser inmortal. Deberías estar agradecido y mostrar respeto. Ocultarnos cosas que ponen en peligro a nuestra raza y al Pacto no es mostrar respeto. Tu Sire debería haberte enseñado mejor. No te muevas de aquí.

Lady Vasnia fue hasta el escritorio y se bebió de nuevo su sangre. Al posar la copa el cristas de resquebrajó. Después salió de la habitación dando un portazo.

-¡RICCARDO DI LORENZO!

Aquel grito resonó con furia por toda la casa.

 

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15/10/2009, 14:32
Director

La vampiresa sonrió con satisfacción ante la respuesta de si chiquillo. Le hizo un gesto para que tomara asiento en una silla cercana y movió en círculos su mano haciendo que el líquido de la copa se mezclara sin derramar ni una sola gota. Un penetrante y atrayente olor a sangre inundó al instante la habitación. La sangre de Sire y Chiquillo se encontraban de nuevo creando una mezcla embriagadora.

Lady Vasnia bebió primero cerrando los ojos y después le tendió la copa a Riccardo. Cerró los ojos y tomó aire hinchando sus pulmones inservibles, dejando que la sangre recorriera su cuerpo muerto. Riccardo la imitó vaciando la copa hasta la última gota, se recostó en la silla e instantes después de dejas la copa en la mesa comenzó a notar como sus sentidos se evadían a otra dimensión.

 

Apareció en su mente entonces el mismo momento en el que Lady Vasnia le mordió por primera vez, vaciando su cuerpo de sangre, aquella agónica sensación. Después una extraña ceremonia a la que él no había asistido pero en la que se hallaban, al parecer, grandes vampiros de la antigüedad. Sería seguramente su nombramiento como Anciana, y en el rostro de su Sire aparecía una sonrisa de satisfacción ante ello. La escena fue interrumpida por un disparo que hizo que le dolieran los oídos, y Riccardo vio el cuerpo inerte de un garou supurando sangre y un líquido viscoso y transparente. Una vampiresa rubia sostenía un arma muy parecida a la que Vasnia le había dado, y esta misma aplaudió ante tal azaña. Entonces vió algo que en cierto sentido le extrañó:

Donato Di Salvo, el Anciano garou, estaba sentado muy cerca de Lady Vasnia en algún lugar lejos de la mirada de los demás. Le susurraba algo muy cerca del oído mientras posaba su mano en el muslo. Y para su sorpresa, ella no parecía disgustada o alterada, más bien todo lo contrario.

Una voz susurrante le sacó de aquel mal viaje que le dejó traspuesto durante varios minutos. La cálida sonrisa de Lady Vasnia fue lo primero que vio al abrir los ojos. Se acercó a él y le besó la mejilla acariciándole la mano.

-Fue algo necesario, cielo. Estar en mi posición requiere muchos sacrificios para mantenerte a salvo, a ti ya tu familia, de las garras de los garou. Esta casa es tuya. Descansa un poco, ya se que me serías leal hasta la muerte y después de ella. Perdona mi duda.

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22/10/2009, 18:24
Riccardo di Lorenzo

Riccardo asintió a su Sire y se levantó.

- Era necesario, lo comprendo, mi amor. Ahora, tengo que irme a poner orden en mis pobres Chiquillos...

Y salió de la habitación, dispuesto a empezar por Giulia.

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22/10/2009, 18:27
Riccardo di Lorenzo

Riccardo caminó por el pasillo, directamente hacia la habitación de su querida Giulia. Una vez por fuera, tocó en la puerta, y habló:

- Mi querida Giulia... Tengo que hablar contigo.

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22/10/2009, 18:32
Giulia Ricci

Giulia, que estaba ensimismada obserbando por la ventana ,se sobresaltó y rapidamente bajo de las nubes. Se acercó con rapidez a la puerta y dijo :

- Por supuesto, pasa- mientras abría la puerta

Una ves que Riccardo entró en la habitación le hizo un gesto con la mano para que tomara asiento en una de la sillas cercanas a la ventana.

-¿Quieres sentarte?- dijo Giulia pendiente de los movimientos de su Sire.

 

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25/10/2009, 15:55
Riccardo di Lorenzo

Riccardo se sentó delicadamente en una de las sillas.

- Bien, querida... Ya sabes cuál es el plan, pues lo esbocé ligeramente frente a vosotros. Quisiera saber qué opinas sobre ello, y si estás dispuesta a tomar parte. - dijo sonriendo.

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25/10/2009, 17:10
Giulia Ricci

Esa pregunta estremeció a Giulia pues le causaba un dilema. Si le apoyaba, estaba apoyando la idea de ser ella misma quien traicionara el Pacto a sus propios principios, pero si no lo hacia llevaría la contraria a su Sire, después de todo lo que había echo por ella… Por otra parte Pietro no podía pretender que creyéramos que las hadas son tan fiar como decía, parecía muy sospechoso, sin embargo el no pudo ser. Aquella noche estuvo en el cine con Giulia quien no olvidaría la velada. Dar la razón a Pietro o a Riccardo. Aquella situación llegaba a ser muy conflictiva para Giulia, necesitaba ganar tiempo de donde fuera

 
-Quisiera saber más sobre todo esto, Riccardo ¿Qué pretendes conseguir con esto? ¿Cómo lo haríamos?
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26/10/2009, 10:54
Riccardo di Lorenzo

Riccardo lanzó una risa socarrona.

- Creo que lo que pretendo es bien sencillo, Giulia... Quedarnos con la ciudad, evidentemente. Es un hecho de que tanto sobrenatural aquí dentro sólo nos da problemas. Las hadas, que vuelvan a sus bosques, y los Garou a sus prados y montañas. La ciudad es para los vampiros. ¿Cómo lo haremos? Muy fácil. Copiaremos el modus operandi del terrorista, por llamarlo de alguna manera. Es decir, provocaremos accidentes que pongan en peligro a los demás sobrenaturales, y luego mandaremos a la buena de Elissa a ocuparse de ellos. La idea, por supuesto, es que no se nos descubra, pero si finalmente, por giros del destino, lo hacen, diremos que Elissa estaba fuera de control, bajo un hechizo de Calíope. Así, nos quitaríamos el hada de encima. Pero si todo sale como lo tenemos previsto, iremos matando uno a uno a todos los sobrenaturales hasta sólo quedar nosotros. La primera en caer será la changeling, pues es el medio que tiene el hada para tener contacto con la ciudad. Así la aislamos a un lado, pues es demasiado poderosa para caer... por ahora.

Su Sire le acarició la cara y sonrió.

- ¿Y ahora? ¿Qué vas a hacer, Giulia?

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28/10/2009, 19:59
Giulia Ricci

Giulia quiso perder su mirada un instante. Observó como delicadamente caía un pétalo de una rosa marchita del jarrón. Aquello le seguía pareciendo un suicidio y en ese mismo momento Giulia Ricci no llevaba ningún plan de ser ella quien ayudara a Riccardo en ese cometido. Riccardo esperaba pacientemente la respuesta de la muchacha mientras esta se armaba de valor para contestar:

 
-Riccardo… Yo… todo esto me parece una locura, quiero decir que no quisiera que fuéramos nosotros quienes termináramos de romper el pacto. Aun así, no seré yo la que se niegue a sus ordenes, padre.
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28/10/2009, 20:24
Lady Vasnia Ranieri

Un grito rompió la apacible calma de la casa, seguido de un portazo.

-¡RICARDO DI LORENZO!- grito Lady Vasnia en un tono claramente enfadado.

Acto seguido la puerta de la habitación en la que ambos se encontrbana se abrió y apareció la vampiresa con los ojos henchidos de ira y sangre goteando de su brazo.

-Tienes unos chiquillos inútiles ¿Cómo se supone que vas a ganarte el respeto de los Ancianos si ni siquiera consigues que te respeten? Esto es inaudito ¡Jamás en mi vida había tenido que tratar con una criatura tan desleal y de pensamientos tan cerrados como Pietro! Ve ahora mismo y arréglalo. Haz que entienda de una vez que las Feéricas no causan mas que trabas. Y si no atiende a razones, enciérralo. Si sigue vivo después de esto me lo llevaré a Roma para que aprenda.

 

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28/10/2009, 21:37
Riccardo di Lorenzo

Riccardo miró a Giulia.

- Por favor. Apóyame tú en esto. Te lo pido. - le acarició el cabello y se giró a Vasnia. - Ahora mismo lo arreglaré, no te preocupes.

Y salió dispuesto a poner a Pietro Cacciatore donde debía.

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29/10/2009, 15:01
Director

Pietro permanecía de pie, inmóvil en su habitación, con el semblante serio y la vista fija en un punto indeterminado. Cuando Riccardo irrumpió en la estancia este levantó la vista para mirar a su Sire, claramente enfadado.

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29/10/2009, 23:48
Giulia Ricci
Sólo para el director

Giulia quedó desconcertada, hacia tan solo un instante estaba hablando con Riccardo y ahora estaba en su habitación y mirando a Lady Vasnia con incertidumbre. ¿Se atrevía a preguntar a la majestuosa vampiresa por lo sucedido o se abstenía a saber? Estaba claro, era mejor quedarse donde estaba "tranquilamente". Giulia trago saliva y espero a que Lady Vasnia hiciera o dijera algo.

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30/10/2009, 18:17
Riccardo di Lorenzo

Riccardo sonrió, divertido.

- Elige tus palabras, Cacciatore, porque de ellas depende cómo termines esta noche. - dijo cerrando la puerta.

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01/11/2009, 16:28
Pietro Cacciatore

 - Todos tenemos secretos, Ricardo. Secretos que no estoy dispuesto a compartir con nadie. Y secretos que no son peligrosos para la comunidad, ergo poco os incumbe. A ti, y a Lady Vasnia.

 Pietro sabía que esa no era la elección de palabras que su Sire le hubiera recomendado. Pietro comenzó a contar los segundos para que volviera a irrumpir en ella Lady Vasnia. Debía hacer muchas cosas aún, entre ellas avisar y proteger a Flavia. ¡Sus hermanos iban a matarla! Pietro debía impedirlo. Pero por mala suerte, él mismo mandó tapiar las ventanas de su habitación, evitando así que entrara luz tanto de día como de noche. Un fastidio, pues se encontraba literalmente entre la espada y la pared. Como un ratón en su ratonera, sin otra vía de escape que la puerta principal, donde le esperaba el gato.

 Pietro se sentó en un sillón, pensando.Sus pensamientos volaron hasta el claro del bosque donde vivía Calíope. Le entró una necesidad insana, demasiado humana, de tenerla ahora frente a él, entre sus brazos. Tenía que avisarla, tenía que protegerla como fuera sobre lo que se les venía encima.

 - ¿Por qué queréis matar a Flavia? - Preguntó Ricardo mirando directamente a los ojos de su sidhe.

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02/11/2009, 21:01
Riccardo di Lorenzo

Riccardo encogió los hombros.

- Ella es la menos útil. ¿De qué lado estás, Pietro? Voy a ser claro y rápido: o estás con nosotros, o morirás. Te dí la oportunidad de ser lo que eres, y tan fácil como te hice, te destruiré. No voy a tirar a la basura un juego impecable durante siglos por un niñato como tú.

Su voz sonó autoritaria, implacable, y temerosa.

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03/11/2009, 09:32
Pietro Cacciatore

 Pietro sonrió. Tal vez fuera la rabia que sentía. O la impotencia. O el amor irracional que sentía por Caliope lo que le hizo levantarse. Pero se levantó. Abriendo los brazos y sonriendo en una actitud orgullosamente satírica. Su sonrisa era parte de todo su teatro. Teatro que, tal vez, ridiculizasen el trabajo de los "suyos"

 - Oh. Perdonadme, mi buen Padre, por no caer de rodillas ante ti y tu... magnifico plan. - Dijo haciendo florituras con la mano. - Oh, ¿Cómo olvidarlo? ¡Claro! Somos vampiros. Somos dioses. Somos ángeles justicieros. Somos inmortales. Tenemos el poder en nuestras manos. ¡Usemoslo! Propaguemos entre aquellos pobres infelices que osan estar por debajo de nosotros en la escala trófica, que desfachatez ¿verdad? Propaguemos nuestra semilla. ¡Adelante valientes! Acabemos con aquellos débiles. ¿Quien no es débil, Ricardo?

 Pietro andaba por la habitación, visiblemente alterado. ¿Un vampiro alterado?

 - Adelante. Caigamos en el mismo error que cayeron los humanos. ¿Por qué? Porque no somos mejores que ellos, Ricardo. No somos más que una cáscara vacía que se oculta tras la pompa del lujo, del poder, y de las malditas formas pomposas. Adelante, matad a Flavia. Matad a cualquier bastardo que sea débil. Sólo vais a conseguir dos cosas, Ricardo. Primera: Matarlos a todos. Con ello, tal vez, perdamos piezas en nuestro.... coto de caza... o hagamos que esas... "piezas" se revelen contra nosotros. Ya sabes cuánto les gusta a los humanos lanzar cazas y quemas de brujas. Y Segunda: En vez de ir a por los verdaderos culpables, tú vas a por aquellos quienes pueden ayudarnos, y lo han hecho. ¿Qué será lo siguiente? ¿Destrozar el túmulo de hombres lobo? ¿Abrir un antropub gótico dónde cuatro imbéciles te adoren como un dios?

 Pietro hizo una pausa. Bien es cierto que pensó que, por sus palabras, Ricardo como mínimo le haría colgar. Pero ya que había empezado a decir, terminaría.

 - No es tan sencillo, Ricardo, como estar con vosotros o contra vosotros. Yo, en cambio, nunca he osado levantar mi mano contra nadie. Ni contra hermanos, ni contra cualquier otro ser. A no ser que fuera estrictamente necesario. Pero ahora no es estrictamente necesario, Ricardo. Y no me voy a levantar una mano contra vosotros. Pero tampoco os voy a ayudar en este... ¿juego impecable? Por Dios Ricardo... Esto es una locura... Vas a conseguir que se nos tiren al cuello todos. Y que nos matemos los unos a los otros. Desapareceremos, Ricardo, por culpa de juegos impecables.

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03/11/2009, 12:11
Riccardo di Lorenzo

Riccardo mantuvo su sonrisa dos segundos más, hasta que la borró, y su cara pasó a ser furia contenida. Con un movimiento rápido, puso una mano a Pietro en el cuello y lo levantó en el aire, sosteniéndolo entre la pared y él mismo.

- La próxima vez que me hables así, Pietro Cacciatore, lo último que verás es un rayo de sol besándote el rostro. ¿Queda claro?

Luego lo empujó hacia un lado, sin importar dónde cayera. Se dio la vuelta mientras abría y cerraba la mano, para hacer que la sangre volviera a fluir de manera normal.

- Estás advertido, Pietro. Sabes que no hablo en broma. O estás conmigo, o estás con ella. Pero, mientras lo decides... - Se giró hacia él. - Te quedarás a dormir en esta habitación.

Comenzó a caminar hacia la salida.

- Ah, pero ten ciudado. Te recomiendo que hagas algo antes de que salga el sol. Sabes tan bien como yo que esta habitación no está preparada para que duerma ningún Vástago.

Y salió de la habitación riendo. Lo último que Pietro escuchó, fue la cerradura de la puerta.

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03/11/2009, 12:18
Riccardo di Lorenzo

Una vez en el pasillo, sacó el móvil de su chaqueta, y marcó el número de Alexandro. Cuando descolgó, habló con rudeza.

- Quiero a dos hombres en el pasillo, en la puerta de Pietro, y otros dos en el jardín, bajo su ventana; todos con estacas y armados. Si escapa, que lo maten. ¿Queda claro? Y los quiero ya.

Colgó. Con él no se jugaba.