Partida Rol por web

Transmetropolitan: Ciudad Enferma

New Jersey Paradise

Cargando editor
05/12/2009, 13:38
Director

Os ponéis en marcha y salís del parking del The Word hacía lo desconocido, hacía la noticia. Cruzáis una avenida jalonada de anuncios holograficos, parpadeantes e impactantes. Una pantalla gigante anuncia la inminente ceremonia de la Iglesia Mazdeísta Neo-Liberal, en el un tipo trajeado con una mitra egipcia sacrifica una cabra para que los dioses impidan la crisis. Más allá, pero no muy lejos, un brillante holograma muestra a un tipo oriental vestido con el gris uniforme maoista ofrece una bebida de aspecto sanguinolento ante una montaña de calaveras... la bebida se llama Red Kmer. Es muy posible que los publicista no tuvieran mucha idea de quienes fueron los Jemeres Rojos.

Cogéis la Columna, la principal vía que cruza serpenteando de norte a sur la Ciudad, y el pequeño utilitario de Frank alcanza las 200 millas por hora. Tras un trayecto más o menos amenizado por la música favorita de Frank. El GPS del coche indica la salida más cercana al a devastación conocida como New Jersey Paradise. Cruzáis un barrio más o menos marginal, pero en el que se puede ver gente por las calles, la basura jalona las aceras y aquí los carteles holográficos han sido sustituidos por el más primitivo uso de carteles de papel. Graffitis tribales adornan las paredes, algunos muestran la improvisada muestra de poseía del lugar, unos extraño haikus en los idiomas de la miseria:

RASKACIELOS HASTA EL CIELO
LLENOS D MIERDA EJEKTIVA
CHUPAM LA POYA CERDS

A pesar de toda esa agresividad mostrada los jóvenes haraganes no hacen nada por impediros el paso, solo os miran de forma vagamente amenazadora. No están tan desesperados ni tan locos como para ponerse delante... y si intentaran tocar el Daiwo de Frank recibirían una descarga de seguridad del coche. Como mucho algunas putas de sexo indefinido se acercan dando besos al aire, esperando que el coche de lunas tintadas se pare para recoger algo de sexo de pago.

Pasáis bloques y bloques de viviendas sociales y alcanzais una curva donde un destartalado cartel lleno de roña y maltratado por los elementos os da la bienvenida.

Bienvenidos a New Jersey Paradise. 500 viviendas se construirán aquí. Esto seguido de un teléfono para poder disfrutar de un chalet adosado. Lastima que llegáis medio siglo tarde. Ahora solo parece que haya el decorado de una película postnuclear.

De repente os dais cuenta que no tenéis cobertura. Todos los aparatos digitales conectados a la Red Mundial comienzan a pitar y a quejarse, diciendo que no tienen acceso a esta. Por favor póngase en contacto con su distribuidor más cercano.

Notas de juego

Frank Marut puede elegir la música que se escucha que para eso conduce SU coche >-<

Cargando editor
05/12/2009, 17:00
Frank Marut

Al salir del ascensor, avanzamos unos pasos hasta detenernos en un gran circulo en donde convergen las diferentes vías de acceso a las secciones del aparcamiento. Activo mi commlink y, tras teclear una clave de seguridad, esperamos durante unos instantes. Pronto escuchamos al fondo, el sonido de un motor. Y unos instantes después, mi Daiwo verde oscuro se detiene ante nosotros. Ambas puertas de abren y dejo pasar primero a mis compañeros, para, a continuación, sentarme en el puesto del conductor. Las puertas se cierran y yo digo.

Se que os parecerá pequeño. Pero he modificado ciertas capacidades para hacerlo lo mas seguro posible. Mas adelante, si veo que las condiciones de nuestro trabajo lo exigen, podre potenciar algunas de esas modificaciones.

Y supongo que soy lo bastante claro cuando me refiero a nuestras condiciones de trabajo. Miro en dirección a la computadora de a bordo y, vocalizando con la mayor claridad posible, le doy la dirección de nuestro destino. El coche se pone en marcha suavemente y no tardamos en ascender por una de las rampas de acceso al garaje para sumarnos al intenso trafico de la urbe.

En cuantos estamos fuera, añado en voz alta.

Oigamos algo de música. Se que os puede parecer extraño, pero en mis años de servicio, me aficione a un antiguo genero del siglo XX. El Heavy Metal. Me resulta relajante.

Doy la indicación pertinente al ordenador y, como conoce de sobra mis gustos, no tardan en oírse los acordes de Smoke on the Water por los altavoces. Mientras avanzamos, me dedico a contemplar el paisaje. El coche alcanza su velocidad de crucero y yo añado.

¿Ninguno de vosotros lleva armas?. Si es así, intentare ocuparme de eso en cuanto pueda.

Entretanto, el coche avanza en medio del trafico. Hasta que al fin, toma una desviacion y empieza a reducir su velocidad. A nuestro alrededor, el paisaje cambia. Ya no estamos rodeados de altas agujas revestidas de cristal y ya no somos bombardeados por toda clase de vallas publicitarias. Ahora, el entorno se vuelve mas sórdido. Reviso, en un gesto que casi parece una costumbre adquirida, el interior izquierdo de mi chaqueta y nada mas terminar, el coche termina por detenerse en un aparcamiento publico de una única planta que mas parece un solar medio abandonado. La voz del ordenador nos indica.

Hemos llegado a destino.

Y yo, antes de bajarme del coche, respondo.

Activa todas las medidas de seguridad. Manten un perímetro defensivo de unos tres metros de diámetro. Que solo nosotros, podamos atravesar ese perímetro.

Al fin bajamos del coche. Y mientras espero a que mis compañeros se reunan conmigo, examino nuestro entorno. Para mi, es similar al lugar en el que creci y por tanto, no me supone ninguna sorpresa. No hago excesivo caso de la gente que nos rodea a mayor o menos distancia y, al llegar a cierto cartel, lo señalo con un gesto de la cabeza.

Pero cuando cojo mi Commlink para llamar a Cool e informar de nuestra llegada, me percato de algo extraño. Estamos sin cobertura. Al instante frunzo el ceño y digo.

No logro comunicar con nuestra oficina. Y eso, es algo sumamente extraño.

Miro a mis compañeros y añado.

Probad vosotros. Pues si no lográis, significara que esta zona esta aislada de los repetidores satélite. Y os aseguro, que eso no es algo normal. Lograr el aislamiento de las redes de un sector determinado, es una practica común cuando se va a iniciar algún tipo de operación encubierta. Estad muy atentos.

Cargando editor
09/12/2009, 08:57
Rose McCoy

Con un rápido gesto, Rose coge una innecesaria chaqueta y se la coloca mientras acceden al parking. Se sienta en el coche sin preguntar y da un breve repaso con la mirada al interior. Apenas le presta atención, pero sonríe cuando empieza a sonar la música, y comenta un Pues suena bien, ¿eh? Desvía la mirada y apunta en la parte de atrás de su libreta: "Smoke on the water".

Se apoya en la ventana, mirando al exterior, en silencio hasta que... la civilización... comienza a desaparecer. Abre levemente la boca, y al cierra al segundo, intentando disimular su asombro. Ya no era una niña publicando una revistilla barata, era toda una periodista seria... y no podía dejarse sorprender por algo así.

Desvía la mirada, No, yo no llevo ningún arma. Pero... bueno, tampoco creo que me vaya a ser necesaria. Se queda unos segundos, pensativa, mirando a la "desolación" que les rodea. ¿Crees que nos hará falta? Le mira, incrédula. Quizás no era realmente consciente de la magnitud del trabajo en el que estaban metidos... pero le parecía que estaba exagerando.

Sorprendida, se ve bajando del coche algo incómoda. Se aprieta el oído. ¡Maldita sea!, grita, por encima del horrible pitido del comunicador. Mierda de cacharros... echa a andar, sin ninguna dirección determinada, tentada de arrancarse el oído interno allí mismo con tal de que ese "Por favoooor, póngase en contacto..." se silenciara de una vez por todas. Agita la cabeza, abriendo mucho los ojos... Pero qué coño es... esto... Se acerca al teléfono, incrédula, lo descuelga y, frunciendo el ceño, se lo pone en la oreja... ¿hay línea?

Cargando editor
09/12/2009, 11:15
Director

El commlink no da señales de tener conexión. Parece una zona muerta para la tecnología de comunicación, todos los demás aparatos funcionan perfectamente. Incluso los commlinks pueden acceder a su programación siempre que no requiera acceso a la Red Mundial.

Más allá de vosotros una dejada carretera sigue, aunque llena de grietas y baches. Malas hierbas raquíticas intentan sobrevivir en los huecos de la calzada. Mientras que los edificios se van desvistiendo contra más adentráis la vista en la zona: a los primeros les falta el techo, a los siguientes la fachada se cae a trozos, los últimos son solo esqueletos oxidados. Muchos de los cuales están cubiertos de grafitis ofensivos, suciedad y grietas. Parece que los constructores de los magníficos chalets adosados del anuncio no los pensaron para durar mucho tiempo.

Cargando editor
09/12/2009, 19:20
Frank Marut

Conforme miro a mi alrededor, me doy cuenta de la clase de lugar en el que estamos. Y no puedo evitar fruncir el ceño. Pues una cosa es cierto grado de dejadez producido por abandono y, otra muy distinta, que parezca que la zona haya sido explotada y olvidada a conciencia.

Presto atención ahora a Rose al ver sus intentos por contactar mas allá de la zona. Y, tras negar levemente con la cabeza, me aproximo un par de pasos hasta ella y digo.

No te canses. No creo que lo logres. Si realmente hay alguien interesado en mantener la zona aislada, habrá instalado por algún sitio un distorsionador lo bastante potente como para lograrlo. Y eso, es tecnología militar. Si estoy en lo cierto, no andan faltos de recursos sin que importe la imagen que pretende dar.

al decir esto ultimo, vuelvo a miar a mi alrededor.

En fin. Hemos venido aquí a hacer un trabajo.  Pero vistas las circunstancias, propongo que sea tan solo, una toma de contacto y nada mas. Una evaluacion del posible objetivo. Mas adelante, adecuadamente preparados, podremos volver y exprimir este lugar. ¿Nos movemos gente?.

 

Cargando editor
15/12/2009, 14:40
Director

El coche de Frank traquetea sobre el pavimento. Los baches y grietas hacen la conducción difícil, con lo que no puede ir a mucha velocidad, y aun con eso es un serio desafío para la suspensión del utilitario japones de segunda mano. Quienes lo diseñaron y construyeron nunca debieron pisar más que las limpias y cuidadas autovías japonesas.

Tras los esqueletos de las casas ruinosas o de aquellas que siquiera llegaron a construirse, vienen las montañas de desechos. Parece que el Centro Cívico ha encontrado un uso para este yermo, el de inmenso vertedero para los desechos que las patrullas de desinfección, armadas con rifles-sprays que disparan pequeños nanomaquinas deshacedoras capaces de convertir la materia en oxigeno, no logran "sanitizar" según el argot burocrático del CC. Aquí hay sobretodo chatarra de todo tipo, que le hace un cementerio enorme de tecnología desechada.

Y parece que no estáis solo, no muy lejos, aparcado en un claro en el bosque de mierda, hay una vieja camioneta de grandes ruedas de camión al que han unido diferentes planchas oxidadas de metal, convirtiéndolo en una tanqueta todo terreno. En su remolque se amontonan diversas cajas y chatarra. A pocos pasos un tipo con mascara de gas faena con una pala.

Cargando editor
16/12/2009, 20:04
Frank Marut

Estas vez, este nuevo trecho avanzamos conduciendo personalmente el coche. Y presto particular atención al pavimento pues no es que este en muy buenas condiciones que digamos. Mascullo una maldición entre dientes al ver las torres ciclopeas de basura que se alzan a nuestro alrededor. Se diría que ahora, nos vemos rodeados por otra clase de rascacielos. Y finalmente digo.

Menudo paisaje. Perfecto para una guerra urbana.

Tras un breve rato avanzando, ante nosotros aparece algo que parece salido de un taller tercermundista. Señalo al frente y añado.

Mirad. Creo que ya es hora de que empecemos a indagar por el estado de la situación por este lugar. Observad que parece que han intentado blindar ese trasto como buenamente han podido.

Detengo el coche a escasos metros de la camioneta y, tras activar las medidas de seguridad, soy el primero en descender con la mano derecha no muy lejos de mi chaqueta. Me detengo y me limito a observar al tipo que manipula los restos de su entorno. Dejo las posibles preguntas a mis compañeros mientras me dedico a observar los alrededores comprobando si estamos efectivamente solos.

Cargando editor
18/12/2009, 14:56
Rose McCoy

Suelta el teléfono con desgana, dejándolo descolgado, Tampoco pretendía llamar a nadie, Frank. Sólo quería... saber si... funcionaba... Poco a poco se da cuenta de la incoherencia de su gesto, frunce el ceño y mira a Frank, levantando una ceja. ¿Adecuadamente preparados? ¿Qué más crees que necesitamos?

Mira hacia lo lejos... ¿qué van a conseguir sacar de aquí? Más que escombros, basura y abandono... Suspira, y vuelve a meterse en el coche. Mira al vacío... los edificios no responden preguntas, a menos que encuentren un millón de informes abandonados... no vamos a sacar una mierda de allí...

Sonríe, pícara. Baja de un salto del coche, sin esperar a los demás. Está tan ilusionada, que ni siquiera espera a estar a una distancia aceptable... parece una niña de quince años a la que su novio motero y chungo hay ido a buscar a la puerta del instituto. Se acerca al hombre, intentando pisar en zonas más o menos estables, ¡Eh! ¡Disculpe! ¿Trabaja usted aquí? Se muerde el labio y agita la rojiza melena mientras corretea, divertida.

Cargando editor
18/12/2009, 21:05
Frank Marut

Y mientras Rose inicia su aproximacion hacia la posible fuente de datos usando una técnica un tanto original, yo me desvío hacia la derecha de mi compañera para tener un ángulo de tiro totalmente libre. Apenas pierdo un segundo mirando hacia atrás para comprobar, que Adler nos sigue. Y una vez comprobado esto, no pierdo de vista Ni al individuo ni cualquier posible ángulo desde el que nos puedan atacar.

Cargando editor
19/12/2009, 10:31
Willy

El hombre se gira, con una cierta lentitud y sorpresa. Se queda rígido como un palo al ver acercarse a Rose, como si nunca hubiera vista a una mujer tan guapa. En un mundo de cirugía estética accesible a la mayoría de bolsillos extraña.

-Ho... hola. Mi tito no... no me deja hablá con desconosios.- La mirada bovina tras la mascara y el tono infantiloide en su voz sugieren un cierto retraso mental.

Cargando editor
19/12/2009, 20:32
Frank Marut

Un imperceptible gesto de disgusto, cruza mi semblante cuando escucho la respuesta de nuestro interlocutor. En el fondo, no me sorprende la clase de persona que es. Pero no obstante, avanzo un par de pasos lentamente para tratar de examinarle el rostro. Pues seria conveniente descubrir, si es así desde su nacimiento o quizá, esta bajo los efectos de algún tipo de suero. Algo que yo ya conozco muy bien tras mis años de servicio en Africa.

Tampoco dejo de prestar atención a nuestro entorno y, con un tono de voz casual, digo.

Adler. No te separes demasiado. No me gustaría tenerte que buscar por este lugar. Piensa en el tamaño que deben tener las ratas de por aquí. Las ratas, y lo que sea que haya.

Callo entonces esperando que Rose de comienzo su interrogatorio. Algo me dice que no va a lograr obtener mucha información de este tío. No obstante, para todos ha quedado claro el detalle del "tito".

Cargando editor
22/12/2009, 13:27
Director

Notas de juego

Frank, tira Observación. Que como no tienes la habilidad, tira dos dados, te quedas el peor y sumas tu PER.

Cargando editor
22/12/2009, 13:44
Frank Marut
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+1)
Motivo: Percepccion
Resultados: 6(+1)=7, 5(+1)=6

Notas de juego

Bueno. Pues en ese caso, total 6. El dado mas bajo, 5, mas un 1 que tengo en percepción. Total 6

Cargando editor
22/12/2009, 14:20
Tio Zam

En un suspiro, Frank se gira arma en mano apuntando a la ventanilla de la camioneta. En cuando los demás se dan cuenta, el cañón de una escopeta sobresale de la ventanilla del piloto, sujetada por un tipo de un aspecto bastante indeseable. El tipo comienza a ladrar una serie de advertencias:

-¡Alto ahí! ¡Willy aléjate destos desconosios!- Y poniendo el aspecto más fiero que tiene prosigue. -¡¿Quienes sois vusotros y que hacéis aquí?!- azuza el arma como esperando sonsacar algo a los personajes. Sin embargo parece que por alguna razón no puede abandonar el asiento del conductor.

Cargando editor
22/12/2009, 19:53
Frank Marut

Un anciano. Aunque no me parece excesivamente peligroso, no desvío el cañón de mi Suboro de su cabeza. No obstante, avanzando muy lentamente, me coloco en medio de su linea de disparo impidiendo así que pueda apuntar a mis compañeros. Y una vez hecho esto, digo.

Calma anciano. Tan solo, somos periodistas del The Word. No le deseamos ningún mal ni a su sobrino ni a usted. Por tanto, le propongo que baje su arma y yo, enfundare la mía.

No pierdo de vista los ojos del anciano mientras hablo. Y por supuesto, me mantengo muy alerta por si escuchara algún sonido del lugar que ocupa el sobrino de este individuo.

Estamos aquí únicamente recabando datos para un futuro articulo de nuestro periódico. Por tanto, nuestra intención era, únicamente, que su sobrino contestara a algunas preguntas. Pero por supuesto, si usted o su sobrino se niegan a hablar, lo aceptaremos. Algunos en este país, todavía creemos en unos derechos mínimos. ¿Y bien?. ¿Que me contesta?. Si baja su arma, le garantizo que yo hare lo mismo con la mía.

Cargando editor
23/12/2009, 20:25
Rose McCoy

Oh... Rose sonríe, maliciosa, al escuchar esa primera frase salida de la boca de esa fuente de información andante y afloja un poco el paso. Se ahueca un poco el pelo, adrede, y se aclara la voz. Tranquilo, no pasará nad... Ni la frase, termina. Se queda parada, a medio paso, con un pie mal apoyado, y mira de reojo a su guardaespaldas en busca de un gesto, algo que le diga qué hacer.

Levanta los brazos, indicando que no va armada, y ahoga un ¡Mierda!

Susupira, decepcionada. Frank parece saber cómo actuar en estos casos, no como ella, así que le imita y se acerca, todo lo despacio de lo que es capaz, al "sobrino". Tranquilo...- le dice en voz baja, No pasa nada, sólo queremos preguntaros un par de cosas...

Cargando editor
23/12/2009, 23:01
Tio Zam

-¿Sois piriodistas de verdá?- Sonríe enseñando una dentadura desdentada. Al poco baja el arma. -Los piriodistas pagan bien. ¿A que si? Hehehehehe-Su risa es como una cafetera vieja y cascada. Demasiado tabaco ( y a saber que otras substancias) sin aplicarse ningún tratamiento anticancer.

Cargando editor
24/12/2009, 15:01
Frank Marut

Cuando veo que el anciano depone su actitud amenazadora, enfundo lentamente mi suboro tras colocarle de nuevo el seguro. Retrocedo un par de pasos al tiempo que digo.

Creo que si podremos llegar a algún entendimiento. Aunque la negociación de ese acuerdo, esta fuera de mis responsabilidades.

Dicho esto, me giro hacia Rose. Pues es indudable que en este asunto, es ella la que marca las directrices. Pero no pierdo de vista ni al tío ni al sobrino listo para tomar las medidas adecuadas en el caso de que la negociación no discurra por el sendero adecuado.

Cargando editor
29/12/2009, 12:09
Tio Zam

El tipo barbudo de la escopeta no se movía de la ventanilla, donde sobresurgia como si fuera una especie de títere de trapo sujetado por una mano invisible. De su cuello cuelgan sendos cascos auriculares, cosa por lo cual parece que no os escuchó venir. Por su parte el joven de la mascara de gas se acercó a su ¿pariente? en silencio, como buscando la protección dada por la rustica escopeta de dos cañones.

-El viejo Zam os dirá lo que queráis de saber. Solo enseñarme buenos billeticos. Hehehehe.- La risa parecía una parodia de tos más que una risa. Miraba a Rose fijamente, no se sabe porque era lo más bonito que había visto en mucho tiempo o porque Marut dejaba claro que ella era de algún modo "la jefa".

Cargando editor
30/12/2009, 22:21
Rose McCoy

Rose mira al demacrado hombre fijamente, casi con hasta interés científico. Le parecía absolutamente repulsivo, por supuesto; y, sin embargo, en cierto modo le interesaba su "naturalidad". Entorna los ojos y mete la mano en su bolsillo, observando de arriba a abajo el curioso y triste aspecto del hombrecillo. Palpa un par de billetes, de diez y veinte créditos, sujetándolos en su puño. Mira a su alrededor, ¿para qué demonios quiere este hombre rodeado de sucia mediocridad dinero? ¿Qué va a comprarse? ¿Unos dientes? Para qué, nadie va a mirarle...

Da un paso adelante mientras intenta poner la sonrisa más amable de la que se ve capaz. Le tiende veinte créditos mientras pregunta, ¿Viven ustedes aquí? ¿A qué se dedican? Echa una mirada fugaz a su guardaespaldas, confiándole su vida en unos segundos, ahora que se encuentra más cerca de esos dos ¿hombres? armados.