Partida Rol por web

El soldado sale de su cobertura para abrir fuego, mas la presteza de Viktor con su le anticipa a su enemigo. El disparo impacta de lleno en el enemigo, pero podéis percibir cómo desde un ángulo diferente recibe otro impacto. Abatido, el soldado cae de espaldas aún con el dedo en el gatillo, lanzando una breve ráfaga durante su caída que se pierde entre las copas de los árboles.

Luego de esto, el silencio retorna al bosque, esta vez totalmente sepulcral, pues el tiroteo ha espantado a cualquier ave nocturna que acechara la zona. Parece que no hay más enemigos cerca.

La óptica de Selinka le permite ver con claridad al soldado, si bien este recibe un impacto apenas una milésima de segundo antes de que esta apriete el gatillo. Aun así, el disparo es preciso y logra impactar al alemán antes de que siquiera toque el suelo. 

El paracaidista acepta la ayuda de Antonov, si bien al apoyar una de sus piernas en el suelo emite un profundo quejido de dolor y se aferra a este antes de comenzar a caminar con notoria dificultad.

— No, la misión puede acabar aquí. Se han llevado a mis camaradas, no podemos abandonarlos a su suerte, y hay que destruir el tren...

A la señal de despejado, suelto un suspiro por haber superado ese enfrentamiento con un rasguño. Saco tres balas de la bolsa para recargar el rifle mientras me acerco al cadáver del soldado para registrarlo y ver qué tiene. Necesitaba algo de protección por lo que primero que cojo es su casco y me lo pongo. Registro el cuerpo en busca de munición, vendas, lo que tenga que nos pueda servir para más adelante en la misión. 

-Jódete, asqueroso- dijo Viktor, tras lo cual se acerca a Anatoly y Boris, y tras ver la herida de este último pregunta -¿Como te encuentras camarada?- mientras le observa -¿Es grave?, ¿puedes andar?- tras esto se acerca a sus otros compañeros y vuelve a preguntar -¿Estais bien compañeros?-

Antonov, claramente enfadado mira al "soldadito".

El cejo fruncido y ayudando al paracaidista herido, contesta como si escupiera las palabras. - Había policía militar alemana. Tras pensar que no era culpa de ellos, ni del soldadito y de ninguno de los presentes, estaba claro el fuero del guerrillero "Retirarse ahora para luchar mañana": - Hay que marcharse.

El registro del cadáver por parte de Boris le llevará algún tiempo, pues se encuentra a varios metros entre la maleza y está oscuro. Al menos un minuto inviertes buscando cosas de utilidad. Sin embargo, al tratarse de un policía militar no porta un equipo de campaña bien surtido sino únicamente las cosas imprescindibles para el desempeño de sus funciones.

Encuentras una cartera portamapas con algunos documentos que no puedes consultar con claridad en este lugar. Una linterna cuadrada pendiente de sus correajes, una cartuchera con una pistola y varios portacargadores. Asimismo hay un subfusil MP41 a su lado. 

¿Qué cosas de todo ello consideras necesarias para tu misión?

Apoyado en Antonov camina a duras penas un paracaidista herido, parece ser el único contacto que teníais previsto para esta noche se reduce a él. No cuesta imaginarse que la presencia de alemanes y el material en la fogata indican que han sido interceptados. 

— Creo que es lo mejor, marcharnos, hay una carretera al otro lado de los árboles. — Explica de forma apresurada. — Dejaron a tres motoristas por si quedaba alguno de los nuestro, el resto se marcharon en un camión que se alejó hacia el norte, con los prisioneros 

Parece que la mejor opción es retiraros de allí, mas lo mejor será que penséis cuidadosamente el cómo y hacia dónde.

Le quito el correaje para ponermelo yo y pongo la cartera porta-mapas en la mochila, hago traspaso de los bolsillos de los peines para el fusil y cuelgo el MP41 del hombro. Vuelvo con el resto y parece que nos tenemos que largar de allí a toda prisa de allí:-Tal vez esto nos pueda decir a donde han llevado los prisioneros. Y puede que nos diga hacia donde va el tren. Alguno sabe alemán?-pregunto mostrando la cartera porta-mapas. 

Miró a la tiradora. Ella sabría donde encontrarlo.

- Selinka, las armas del alemán. Las dejamos allí en el cuerpo....y la munición...

Estaba tan ocupado, ayudando al paracaidista, que ni se molestó en revisar el cuerpo del boche que había tiroteado. No sabía usar un fusil. Él era ... un traficante, y usaba armas de traficante. Ni si quiera era bueno con los cuchillos. Sabía dar un puñetazo, pero el arma asociada ... era el subfusil.

- Tienen fama de buenos los tratos que fabrican los boches.

El alemán cayó abatido pero no por el disparo de Selinka sino por el de alguien más. Tanto daba, ya que lo importante era que ese enemigo había dejado de resultar un problema. Reagrupados de nuevo todos, estaba claro que la misión tenía que cambiar el diseño creado horas atrás, cuando aún se las prometían felices en el campamento.

—Lo siento por los camaradas pero la prioridad ahora mismo es destruir ese tren —dijo mientras reposaba la culata del fusil en el suelo, sintiendo aún el calor del cañón en la palma de la mano —Lo mejor es movernos hacia el este.

Se acercó después al cuerpo del alemán caído para registrarlo y ver si había algo de valor además de armas y munición, esperando que alguno de sus compañeros supiera hablar ese endiablado idioma. 

-Boris, deberías intentar remendarte esa herida, no es buena idea que camines por ahí con una herida abierta, tengo suministros médicos si los necesitas.- después dirigió su mirada a Anatoly, -Camarada, deberías echar un ojo a los documentos cuando puedas, a ver si hay suerte y puedes traducirlos-.

Dio dos pasos hacia adelante y se llevo las manos a la barbilla, era una situación difícil, salvar a los paracaidistas, o intentar cumplir con la misión. -Selinka tiene razón, la prioridad es el tren, además no creo que tengamos los medios para intentar un rescate, no, lo mejor será hacer llegar la información, si podemos, a la base, y que ellos se encarguen. Lo siento- dijo mirando al paracaidista -Pero otros camaradas en otros frentes dependen del éxito de nuestra misión-. Viktor apretó el puño, no era una decisión que le gustara tomar, pero las prioridades son los prioridades. -Ahora la prioridad es salir de aquí, no necesitamos más imprevistos-.

Viktor se acercó al paracaidista, -En cuanto a ti, ¿son graves las heridas?, tal vez podamos hacerte un apaño- 

Anatoly permaneció inmóvil después de que el último disparo hubiera sonado, expectante, con los ojos clavados en la oscuridad y el revólver en la mano. Solo cuando algunos de sus compañeros se acercaron al paracaidista herido, comenzó a levantarse, mirando con desconfianza hacia la espesura.

Anatoly Bogdánov se acercó al paracaidista herido y observó sus heridas, analizando la situación y considerando cuál sería el mejor modo de proceder. Escuchó en silencio las conversaciones de sus compañeros, sintiéndose fuera de lugar y avergonzado de sí mismo, que solo había sabido refugiarse tras un tronco mientras los demás enfrentaban la situación.

- Camarada, por favor, déjeme ver esos documentos -se forzó a decir, sintiendo que era la única cosa útil que podía hacer-.

La decisión de los partisanos no parece ser del agrado del paracaidista, pues a fin de cuentas abogáis por abandonar a su suerte a sus compañeros. Pese a ello, guarda silencio mientras habláis, a fin de cuentas el objetivo prioritario de la misión es destruir el tren y las circunstancias se han complicado considerablemente. En la guerra a menudo hay que realizar sacrificios en pos del deber.

— Creo que tengo rota una pierna, no puedo andar — Responde el paracaidista a Viktor. Por cómo se apoya en Antonov puede que esté en lo cierto, o al menos tiene una lesión que le impide caminar por si solo. — ¿Hay algún refugio cerca? ¿Algún lugar donde pensar el siguiente paso? — Propone con dificultad en su voz.

En cuanto a la cartera que Boris tiende a Anatoly, esta contiene diversos documentos. Entre ellos un mapa de carreteras de la región con diversas anotaciones. Echar un vistazo a estos a la luz de una de las linternas llevará algo de tiempo, en función de lo exhaustivo que quiera ser Anatoly en su inspección.

Son las 2:45 del 30 de agosto.

Registrando el cadáver encuentras una pistola Walther P38 y dos cargadores, junto a otro tipo de efectos personales que poca utilidad tienen, pues a fin de cuentas se trata de un policía militar y no de un soldado con el equipo de campaña. Sin embargo, entre estos descubres las llaves de una motocicleta. 
 

Selinka recogió la pistola y los cartuchos del cadáver del alemán además de lo que parecían ser las llaves de una motocicleta. Regresó junto a sus compañeros a tiempo de escuchar a Viktor y al paracaidista.

—Si tiene la pierna rota no sé hasta qué punto se puede hacer un apaño pero lo que está claro es que no podremos arrastrarlo con nosotros... —mostró las llaves a sus compañeros —Al parecer hemos matado a uno de los motoristas así que deben quedar dos vigilando en la carretera que pueden venir a buscar a su compañero.

Suspiró mientras echaba una mirada a Anatoly, esperando a que tradujera los documentos aunque estaba claro que no era seguro hacerlo allí, en mitad del bosque y donde podían aparecer alemanes en cualquier momento.

—Solo se me ocurre ir al taller de Isayev, está cerca de aquí y seguro que nos esconderá hasta que planteemos bien qué hacer y cómo.

Veo como Antonov mira el subfusil alemán y parece que le gustaría tenerlo pero ahora la prioridad era salir de allí lo más rápido posible. Teníamos aún a dos policías militares alemanes cerca de nuestra posición:-Cómo es que no han venido los dos alemanes de las motos para ayudar a sus compañeros? Deberíamos eliminarlos para que no nos descubran?-sije tras escuchar que aún quedaban dos alemanes más que podían dispararnos. 

En cuanto a lo que comenta Selinka de ir hasta el taller del conocido suyo no me parece una mala idea dado que tenemos a un paracaidista con la pierna rota que necesita esconderse:-A qué distancia está el taller ese? Creo que deberíamos ir para allá antes de que esos dos alemanes vengan a buscar a sus compañeros.-dije antes de volver a coger el fusil y ponerme a vigilar los alrededores. 

— No os preocupéis por los motoristas, parece ser que hemos dado buena cuenta de ellos — comenta el paracaidista — Los que os habéis cargado vosotros y al que apuñalé yo eran los que estaban vigilando la zona —

Viktor se agachó y repuso las balas del rifle, -Pongámonos en marcha pues, no quiero estar aquí si vuelven, vamos chicos.-.