Partida Rol por web

-¡¡IKATERIA!! ¡Sal deahí! Fuegoycenizas rápidorápido.  ¡Sal-de-ahí-YA! -suelto con tanta urgencia que se me olvida hasta titubear.  Poco puedo hacer, muy poco excepto permanecer en el aire, observando si la exploradora, el ex capitán de la Armada y los tres testarudos Vagr salen triunfantes o se convierten en unos cadáveres carbonizados y humeantes.  ¿¿Necesita ayuda?!! -​​​​​​ Pregunto.  Si me dice que si, me acerco como sea, pero meter otra nave tan cerca una de la otra y sin visibilidad es una receta para el desastre. Aún más desastre.

Lo más sensato o, al menos, el primer impulso al ver el muro de cenizas que se viene encima es poner tierra de por medio y ganar tiempo. Ikateria pone los motores a toda potencia orientando la Estacada con el muro a popa, hacia la costa. Fuerza los motores pero las cenizas ganan terreno por segundos. Y engullen el buque.

El repentino impulso del impacto hunde a Ikateria en el asiento, que trata de absorber la potente inercia. Las alarmas de impacto chillan y la exploradora tiene que luchar con los mandos para mantener la nave controlada. Ahora está a ciegas, con la única luz de emergencia de la cabina. Los sensores se vuelven locos y sólo puede confiar en su instinto para evitar al menos no estrellarse contra el suelo.

Afortunadamente la Estacada se mantiene en su rumbo, sin dar vueltas sobre sí misma con total descontrol.

Un nuevo impacto lanza a Ikateria hacia delante, y sólo las sujeciones evitan que se golpee contra los mandos, aunque la deja momentáneamente sin aliento.

Los motores de maniobra se detienen de golpe, y la energía se corta de golpe dejando la cabina a oscuras. Sin embargo, la nave no parece ser arrastrada por la violencia del Monte Salbarii. Aunque aún se nota el influjo del muro de cenizas, la Estacada se balancea ligeramente, augurando haber amerizado.

Intento reiniciar, para poder darle impulso hacia la costa para varar en el agua. Mientras le digo a la gente que mire a ver si pueden echar un ojo. - Gente, busquen sitios por donde entre el agua. No lo habían comprobado, pero, volando se hubieran notando pérdidas de presión de aire, y eso indica que tendrían poros. Si se escapa el aire, puede entrar el agua. Suspensamientos se transformaron luego en palabras. - Gente... Dice gritando: -  ... NO SE ASUSTEN Y MIREN A VER SI ENTRA AGUA POR ALGUNA PARTE. - ¿Y las luces de emergencia?

Me acerco a la zona donde presuntamente la Estacada ha llegado a amerizar.  Podría haber sufrido daños en los impulsores y quedar a la deriva, así que doy una vuelta para aproximarme desde el mar y evalúo si es necesario rescatar a los rescatadores

Los controles de la Estacada no responden para un reinicio, así que Ikateria se ve obligada a ir a la sección de ingeniería para reactivar la planta de potencia manualmente. En el camino comprueba que la estanqueidad de la nave permanece intacta; no hay brechas por las que se filtre el agua. Al menos, mientras flota en el mar de Walston.

Comprueba con alivio que han sido los protocolos de emergencia los que han provocado el apagado de la planta de potencia, y sólo necesita cebar el reactor antes de volver a conectarlo. La maquinaria responde con normalidad y sólo requiere de unos minutos para funcionar a plena potencia. Los motores, en cambio, necesitan algo más de tiempo pero comienzan a dar señales de vida.

Sobrevolando la zona, Gideon divisa la Exploradora. Se muestra inerte, balanceándose perezosamente en las aguas marinas, lo suficientemente lejos de la costa como para estar a salvo. Poco a poco, ve cómo en la cabina aparecen de nuevo luces.

Despegar del mar tenía su gracia, y lo peor que había era el movimiento de pesos, ya que no había velocidad suficiente para una sustentación estable, y con el agua no sabí si podría depegar en vertical. - Agarrense todos ente ustedes, que vamos a despegar. Tenía que tomar tierra en un lugar seguro para descargar toda esta gente y empezar las revisiones.

- Al final si hemos hecho el encargo que quería el tipo, con las explosiones esas de invesgación sísmica.

En el momento en que empiece a moverse la Estacada, la sigo a un centenar de metros, volando bajo, a su misma velocidad. Como si fuese una escolta, dispuesto a amerizar junto a la exploradora si a ésta le fallaran los motores y que la gente pudiese nadar hacia la Kalamata.

-Te sigo... mmm.. a las seis,  Ikateria.  Impresionante... um... maniobra, te felicito.  Esa mujer los tenía indudablemente bien puestos.  Y había salvado unas cuantas vidas in extremis. Espero que el pueblo de Walston.. um.. tenga a bien el reparar nuestras naves tras... um... éstas acrobacias. Gratis.

Con energía en la nave, los motores de maniobra de la Estacada arrancan con normalidad. Sin embargo no son capaces de elevar el buque. El oleaje entra en las toberas impidiendo su correcto funcionamiento y que estos puedan desarrollar la suficiente potencia como para escapar de las aguas de Walston.

Desde el aire Gideon ve los intentos de Ikateria de hacer despegar la nave. Sin embargo, no ve urgencia. La Estacada flota y se balancea sin complicaciones, y se encuentra lejos del peligro de las coladas del Monte Salbarii, que se enfrían en el mar a bastante distancia de la Exploradora.

- Bien hermosa, si no quieres ... volar, naveguemos.

Lo intento en el sentido de que meto potencia cuando la ola nos tenga el culo levantado, y así, ir, poco a poco, hacia sitio seguro...en una playa para varar ... o intentar subir por la propia arena. Entonces empezó a pensar en la gente, encerrada, y con el zarandeo del agua. - Gente, túmbense en cubierta y cierren los ojos, para no marearse. - Pobres, asustados, mareados y encerrados. A ver si llegamos a alguna parte y puedo dejarles "escapar".

La KALAMATA estaba por allí arriba y de paso le preguntó: - Señor Metaxas, ¿Como se ve la cosa desde allí? Remolcarnos podría ser complicado. Ya en el espacio es difícil, pero aquí, necesitamos que la catenaria pueda soportar una buena cantidad de peso ... y no creo que tenga a bordo ninguna cadena o cable tan resistente. De todas maneras, se lo preguntó: - Mozo, tienes en tu joya voladora algo que pueda servir para remolcarnos. Si amerizaba, no necesitaba que fuera tan resistente, pero no quería que él se encontrase en la misma situación de que el agua se le metiera por ninguna parte. Además, su nave había recibido daños en ... bueno, eso, y no quería arriesgarse a que se posara en el agua ... y se hundiera.

Tengo unos...um.. cables de tracción.  Imantados. -​​​​​ Muy útiles para cazar chatarra espacial, solo tenías que lanzarlos en dirección del objetivo.   Hasta hace bien poco tenía, además, un rollo de soga auténtica, una reliquia que me había acompañado años y que 'se cayó' accidentalmente un día, repostando en un gigante de gas. -Pero no creo poder..um.. engancharlos sin ayuda. Y no creo que..um.. aguanten la tracción constante. No se..um.. no lo veo

Opté,​​​​​ mientras tanto, el hablar por  radio con el mando de Sabarii.-¿Hay posibilidad de un equipo de rescate para remolcar la Estacada? Si son balsas..um.. hinchables o una..um.. voladora quizá pueda acercarlas.  Por ahora la situación era estable, pero cada vez tenía más claro que la exploradora era una nave maldita.  Lo mejor iba a ser perderla de vista.

Ino intenta arrancar otra vez, intentando acompasar el movimiento de la superficie marina, para intentar evitar el problema. Si, iría despacio, serían empujoncitos, su maniobrabilidad sería poca, pero... daba igual si en lugar de un minuto tardaban una hora; lo importante es llegar.

- No preocupes Gideon, a ver si puedo yo....

Luego le pidió ... información: - Mantenme al día de lo que sucede ... y como vas....y recuerda aterrizar, que tenemos que reparar ambas naves.

Las capacidades de la Kalamata y las mías propias habían llegado ya a su, tirando a mediocre, límite.  Por mucho que me calara la gorra, frunciera el ceño y dejara escapar muchos pensativos "ums" y "mms", no había mucho más que pudiese hacer.  -Trata de arrancarlo..um.. Ikateria.  La Kalamata está en las últimas.  Procedo a tomar tierra fuera del alcance de la...um.. nube piroclástica.  Lo..um.. siento, no puedo hacer nada más.  Y es que cada segundo volando corría el riesgo de que algo en el dañado navío le diese por sobrecalentarse, acabar de rajarse o soltarse.  La Estacada parecía flotar sin problemas, su estanqueidad no estaba comprometida y sólo era cuestión de tiempo que la rescataran. -​​​​​​Tómatelo con calma, compañera. Pronto llegarán los pesqueros y te remolcarán.