Partida Rol por web

Tres Haikus de Viaje

A un paso del Fuego y los Truenos.

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06/05/2011, 00:38
Monje Godai.

El monje mayor, arrodillado donde estaba, se quedo estupefacto al ver que la joven se dirigía al monje Godai.

Este tardo unos segundos en reaccionar. Y cuando lo hizo, lo hizo de la manera que solo los monjes podían actuar. Con serenidad y paciencia. Como si el mundo ya no tuviera secretos para ellos. O quizás solo no los tenía para él.

Encantado de conocerte Kakita Adako san. Efectivamente soy ese monje del que hablas, aunque pensé que desde hacia tiempo, ya nadie recordaba como llegue a este lugar. Yo mismo empezaba a olvidar cosas del pasado que son mi presente.

Disculpadme.

Honorable Makun, me gustaría que ofreciéramos a este joven Kuni una vela perfumada de las que tanto furor han causado entre las gentes sencillas de Ginasutra. Es lo menos que podemos hacer tras haber escuchado la campana del Kami.

El viejo, reacciono lento, como si toda la historia de Rokugan pudiera verse en sus manos y sus acciones. Y mientras tanto, Godai permaneció en silencio, y con una calma total.

Finalmente, a Kuni Kiru le entregaron una vela aromática, que olía más bien poco. Pero que sin duda, era lo que necesitaba para aquel viejo del pueblo.

Tras este acto, el viejo monje se disculpo, y emprendió una sentida caminata hasta el pabellón de en frente. Era la hora de la comida, y parecía que no estaba dispuesto a saltársela.

Godai entonces, os pidió con un gesto sencillo de la mano que lo acompañarais. Y se sentó cerca de unas piedras al lado del pequeño lago artificial.

El cielo estaba de un azul intenso, y la serenidad marcaba aquella cresta de roca donde habían colocado el templo.

Una vez sentados a su alrededor, este volvió a hablar.

Una vez, hace mucho tiempo, fui Kitsuki Godai, y era un eminente investigador. Pero mis acciones tocaron con un grupo secreto, que consiguió quitarme de en medio simulando un crimen atroz.

Tras esas últimas palabras, sus ojos os mostraron que estaba reviviendo algo que debía de pesarle aun en su alma.

Lo que me convirtió en preso. Me trasladaban hasta las tierras del cangrejo, para servir como primera defensa contra los bakemono. Pues mi deshonra fue grave para los míos, y sin embargo, no quisieron concederme el sepukku.

Al llegar aquí, la guardiana de la comitiva, una mujer astuta como ella sola. Y que no estaba segura de los cargos que se imputaban, me planteo una serie de retos de inteligencia. Y cuando acabo, me dio la alternativa de dedicar mi vida a los cangrejos, pero desde otra variante. Así fue como acabe con mis huesos en este lugar. Y sin embargo, fue el principio de mi verdadera vida.

Lamento que mi historia no sea más alegre, y sobre todo no ser ningún artista. Me temo que mi talento solo discurre por mi cabeza. No es precisamente un portento.

Había un dolor tan grande, que estaba finamente enmascarado tras su abierta sinceridad. Los monjes eran como cualquier otro rokuganes, y sin embargo, este no tenía miedo a responder preguntas incomodas, incluso sin que las hubiera formulado. Se abrió como solo podían hacerlo algunos afortunados en aquel mundo.

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06/05/2011, 19:02
Kakita Adako

Viendo marchar al monje hacia el comedor, probablemente, Adako dejó perder su mirada por el lugar, una vez más. Hasta que captó el gesto de Godai, pidiéndoles que le siguieran. Lo hicieron, y se sentaron junto al lago, viendo los reflejos del sol entre las ramas de los árboles cercanos juguetear en la superficie del agua, contrastando azules celestes con verdes húmedos.

La piedra estaba limpia y pulida, quizá por las muchas veces que había servido a alguna de las almas del Santuario para detenerse largas horas en meditación.

Escuchó en silencio y recogimiento su relato, sintiendo las emociones que el monje destilaba en sus palabras, cada episodio, cada paso. Una vida, un revés, el dolor de una renuncia, el deshonor... eran cuestiones muy delicadas, muy íntimas. La muchacha no levantó los ojos del suelo mientras el hombre hablaba, y cuando terminó de hacerlo, aún siguió así un buen rato.

Finalmente levantó la vista, y le hizo una inclinación respetuosa, que era más una disculpa que otra cosa.

-Perdonadme, Godai-sama, por haber provocado estos recuerdos. No pensé que fuera una historia triste, os lo aseguro. Aunque si fue el principio de una vida verdadera para vos, deja de ser triste. Y en cuanto al talento, permitid que os diga, no puede medirlo uno mismo, el arte debe expresarse para que otros lo disfruten -Sonrió, suavemente. Pero enseguida volvió a la seriedad, llevada por lo que la había traído hasta Osano-Wo- Y... Decís que pertenecíais a la familia Kitsuki. Entonces, decidme, por favor, ¿acaso esa mujer que os tanteó con retos y acertijos, tenía algo que ver con esa misma Familia? ¿Quizá podía ser la propia Kitsuki Wakana-sensei, mi preceptora...?

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01/06/2011, 05:57
Bayushi Haru
Sólo para el director

Haru se desprendió de su daisho y lo depositó cuidadosamente en el piso, en un rincón apartado de la silenciosa construcción. Luego, avanzó con paso ceremonioso por las extrañas baldosas de madera oscura, procurando que el rozar de sus pies no hiciera el más mínimo ruido. Ya se encargaría seguramente de perturbar al anfitrión de aquel lugar con sus peticiones, así que no tenía sentido ofenderlo aún más con una gratuita falta de respeto. Al llegar junto a la columna que presidía toda la sala, se arrodilló con humildad, de tal modo que su frente casi tocó los ancestrales maderos del suelo.

Permaneció en esa incómoda postura durante un largo tiempo, aprovechando aquella desacostumbrada demostración de respeto para serenar también su espíritu. Procuró apartar todo pensamiento de su mente, lo cual le llevó quizás demasiado tiempo. Sus piernas ya habían comenzado a entumecerse cuando por fin consiguió alcanzar el Vacío interno que había buscado. Había sido todo un desafío aquietar el torbellino de emociones que turbaban su alma.

- Glorioso Osano-Wo. – murmuró casi para si mismo, en un susurro apenas audible en la inmensa soledad del templo. – Señor del Fuego y el Trueno. Perdonad a este intruso que se ha colado en tu casa, y perdonad también su insolencia por presentarse ante ti en busca de respuestas.

- Se que no sientes gran aprecio por los hombres de mi Clan, si es verdad lo que cuentan las viejas historias. Probablemente pueda comprenderlo. Pero también se dice que te disgusta aún más la traición y la mentira, y es por eso que he juntado el valor para implorar vuestra ayuda. Un manto de sombras se ha posado sobre esta región desde hace algún tiempo, y solo con vuestro auxilio podré dispersar las tiniebla.

- No he sido vuestro seguidor más devoto, como bien sabéis, y no pretendería jamás comprender vuestros designios mejor que los sabios monjes que os veneran. Pero si eres el Señor del Fuego, no es solo la Furia tu elemento, pues el Fuego trae consigo también el Calor y la Luz.

- Hoy he venido en busca de esa Luz. Para alejar las Tinieblas que oscurecen el Pasado, para encontrar al fin la Verdad que ha permanecido tanto tiempo oculta… y hacer justicia por aquellos que han sido olvidados.

- Ilumina mi senda, oh glorioso Señor de la Tormenta, y que las furtivas alimañas que se esconden de tu vigilante guardia se estremezcan ante el sonoro retumbar de la Verdad.

Notas de juego

Por una cuestión de respeto, tengo que dejar a Haru en esa posición hasta la respuesta del Director. Sin embargo, esto no implica que esté esperando algun tipo de reacción sobrenatural ni nada parecido. Es más que nada por si quieres narrar alguna de las sensaciones que lo invaden o algo parecido.

Por cierto, Haru habla en murmullos. No sería fácil escucharlo, pero tampoco son pensamientos. A saber los misterios que tendra la sala...

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01/06/2011, 10:34
Monje Godai.

 

El monje entrecerró los ojos con cuidado, valorando lo que la bella y joven grulla le estaba diciendo. Parecía satisfecho, o sencillamente tranquilo. Los monjes eran esa clase de personas que vivían en la tranquilidad, difícil era saberlo.

Finalmente vuestra pregunta encuentra una respuesta más típica de un dragón que de un monje. O eso os atrevéis a pensar.

No, mi captora ha tenido muchos nombres, pero ninguno es el que tú nombras. Si conocí entre las mujeres de mi familia a alguien con ese nombre, era sin duda una niña cuando yo empecé mi vida de adulto.

Como si notara algo extraño, el bello de sus brazos se erizo, y dirigió la mirada hacia el templo principal. Giro el cuello y echo una mirada, antes de dibujar una sonrisa sentida en sus labios. Satisfecho, sin que supierais exactamente con que se volvió a vosotros.

Sois sin duda un extraño grupo de viaje. Sin duda las fortunas son sabias al haber juntado corazones puros.

Extrañas palabras, para un extraño monje, de un extraño templo.

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01/06/2011, 10:42
Director

Las palabras del monje de dejan tranquila e intranquila al mismo tiempo. Está claro que la mujer que le dio la oportunidad de servir en el templo no es tu maestra, puesto que así lo ha expresado.

Sin embargo, el que no conozca a tu maestra es extraño. No es que haya sido la cronista oficial de su vida, pero sabes que Wakana sama tiene cierta reputación. Es la única maestra de la escuela Kasita de artistas, que no es una Grulla.  Y sabes que lleva ya muchos años ejerciendo.

Sin embargo, es extraño que el monje reconozca ese nombre en una persona más joven que él, cuando no puede tener ni de lejos la misma edad de tu maestra, y mucho menos ser mayor que ella.

Así, que o bien, aquel monje se ha desentendido mucho acerca de lo que pasaba en Rokugan, cosa que era probable, o no tenía muy buena memoria. Quizás su juicio fuera cuando era muy joven, como lo eres tú misma, y por eso no sepa más.

En cualquier caso, aunque parezca extraño, prefieres no volver a ahondar en su pasado. Porque está claro que es una herida abierta.

Luego, su cara se vuelve hacia el templo. Pero allí no hay nadie. Aunque es cierto que tampoco ves por ningún lado a Haru…

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01/06/2011, 10:48
Director

El templo permaneció en un ascético silencio mientras respetabas a un kami que jamás habías sentido como tuyo, pero que la vida, el destino había puesto frente a ti, de una manera difícil de eludir.

Cuando estuviste listo, hablaste con sinceridad. Una sinceridad que provenía de la soledad de estar en aquella dependencia a solas con tu alma. Tenías una misión complicada por delante, arriesgada. Y estabas solo para llevarla a cabo.

Así que un poco de ayuda de los Kamis no te vendría mal, y sin embargo, aunque fuera quizás una actitud mezquina buscar de repente un favor que no habías ganado en vida, sentías que no podías estar haciendo nada malo.

Mientras tus palabras se ahogaban en las paredes del templo resumiste de nuevo lo que había pasado.

El campeón Bayushi te había mandado a hablar con un contacto. Y al llegar, este estaba muerto. Demasiada casualidad.
Por otro lado, el magistrado encargado de la investigación, había puesto trabas, después de recibir una extraña misiva, a que nadie saliera de pueblo,  y mucho menos al templo.
Raro era, puesto que un testigo, que había colaborado, gracias a tu astucia y persuasión, te había informado de que un monje del templo con una extraña cicatriz había pasado por la vivienda de tu contacto.

Una vez en el templo, tus miedos al fracaso te habían empezado a jugar malas pasadas, y sin embargo, tu entrenamiento, y tu oído, te habían procurado la respuesta que buscabas, el monje, quizás el asesino de tu contacto estaba quedándose cerca del resto de los monjes, y aun no era un monje de pleno derecho.

Ahora tienes la misión clara ante ti. Tenias que localizarlo. Era el momento perfecto. Los monjes pronto reanudarían sus trabajos diarios, y puedes buscar en el bosque que delimita el templo.

Si, sin duda, ahora era tu momento. El silencio de la sala, solo se rompe por tu respiración, y por ese rumor extraño y cercano de una tormenta en ciernes.

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02/06/2011, 10:31
Kuni Kiru

 

Permanecía callado, satisfecho de haber cumplido con mi misión con tanta rapidez y eficacia, como guiado por una extraña mano invisible que me indicaba cuales eran los pasos a seguir. Era casi como si el propio Osano-wo me facilitara el camino. Mi sonrisa era serena e imposible de ocultar, como el niño que ha recibido unas palabras de aprobación tras un trabajo bien hecho.

Pero mi rostro no tardo en agriarse ante la historia de Godai, historia que enseguida atrajo a mi mente memorias de un pasado no muy lejano, en donde yo mismo estuve siguiendo a un grupo secreto, aunque las fortunas tuvieron a bien no marcarme con un destino tan funesto.
-Perdone que me meta en la conversación- digo haciendo una reverencia -pero no he podido evitar escuchar su historia, ¿podría contarnos algo más de ese grupo secreto?, si no es mucha molestia claro-

Esperaba que al monje no le importara compartir sus conocimientos y confiaba en que sus palabras pudieran aclarar mis dudas sobre si se trataba de la misma organización o no. ¿Demasiadas coincidencias? Me preguntaba teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, un antiguo y fugaz compañero del pasado, un monje que investigo un grupo secreto y por ello calló en desgracia, una grulla que me recordaba increíblemente a otra conocida del mismo momento de mi vida...
Puede que todo fuera una coincidencia pero viendo lo visto no podía ser más que otra señal de las fortunas que me indicaban el camino a seguir. Me sentía llevado de la mano como un niño, aunque no tenía claro si me guiaban por amor o por incompetencia.

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02/06/2011, 10:59
Kakita Adako

Había una mezcla de emociones tanto en las palabras del monje como en el corazón de Adako. Por ello, acallando cualquier respuesta, se mantuvo ensimismada, la cabeza baja, la mano rozando levemente la superficie del agua. Quizá algo perpleja, por su actitud. Y mientras lo hacía, se fijó en la mirada de Godai hacia el templo, como si hubiera visto algo fuera de lugar, o escuchado algo inusual. Pero el comentario que siguió puso una sonrisa en su rostro. Aunque siguió en silencio.

No, no quería ahondar más en lo que sin duda traía un doloroso recuerdo en la mente del dragón, pero su compañero pareció incomodarse por algo, como si las palabras de Godai le hubieran traído a él mismo otros recuerdos, y él sí le pidió que siguiera con su relato.

Era un lugar extraño, el Santuario. Por un lado la naturaleza lo revestía de realidad, de consistencia. Pero por otro algo flotaba entre los árboles, por encima del estanque, algo se movía con la brisa y se colaba en los espíritus. Algo inmaterial, y místico, más allá de la paz o la serenidad que cada piedra destilaba, que cada actitud, cada mirada transmitía. Había destino, y había misterio, había trascendencia.

Se dispuso a escuchar al monje, si es que respondía la pregunta directa de Kiru-san, aunque siguió buscando a Haru con la mirada. ¿Quizá era él lo que había visto el monje moverse junto al Templo...?

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02/06/2011, 11:16
Kakita Adako
Sólo para el director

¿Qué extraña vida llevas en ti, Godai-sama...? Monje, dragón, artista, convicto, investigador... y un alma aislada, apartada de los haceres del mundo fuera de estos muros. ¿O no...? ¿Cómo es posible que no hayas oído hablar de Wakana-sama más que como una niña pequeña...? Acaso...? ¿Sería posible, por la Fortuna de Osano-Wo, acaso aquí el tiempo es distinto...?

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02/06/2011, 15:48
Bayushi Haru
Sólo para el director

Tras concluir su susurrante plegaria, el Escorpión permaneció largos instantes sumido en un profundo silencio, todavía recluido en aquella incómoda posición. No aguardaba nada en particular, pero en el fondo de su ser algo le decía que todo ello era parte necesaria de la ceremonia. No podría explicar por qué. Tal vez acababa de descubrir su costado más devoto.

Había expuesto sus intenciones al furioso patrón del lugar, y por alguna extraña razón, ahora se sentía más seguro, más sereno. Como si aquello le hubiera quitado un peso de encima. Quizás sus acciones le hicieran ganarse la ira del todopoderoso Señor de la Tormentas de todos modos. Pero había actuado con Honor. O al menos no se había comportado como un típico Escorpión.

Haru no había adivinado todavía el tipo de relación que unía al Hombre Marcado con los monjes del templo, y ni siquiera sabía si era realmente uno de ellos. Menos aún si aquel extraño personaje contaba con el beneplácito de Osano-Wo. Pero de todos modos iría a por él, y ahora el verdadero Señor del lugar lo sabía. Ya decidiría la caprichosa Fortuna si deseaba favorecer su causa o no. Al menos había mostrado sus cartas. El que avisa no traiciona…

Se puso de pie luego de un rato, y dedicó una última reverencia antes de girar sobre sus pasos. Recuperó su daisho del rincón cercano a la entrada y se dirigió al exterior del templo.

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03/06/2011, 13:01
Monje Godai.

El monje pareció extrañado ante la sencilla petición del Kuni, que sin tacto ninguno, volvió a preguntar sobre su vida pasada.

Tras tomar aire unos segundos, y reorganizar sus pensamientos, volvió a explicarse. Sin demasiados detalles, pero de manera clara.

Yo investigaba la muerte de un samurái cualquiera, murió en un accidente, le cayó encima un grupo de maderos recién cortados. Sin embargo, su muerte, que en principio no tenía mucho interés, sumió a la familia de la libélula en un gran pesar, pues estaba destinado a ser el marido de la heredera.

Motivo por el cual, me asignaron la investigación. No parecía nada complicado, y sin embargo, empecé a ver que no había nada fortuito en la manera en la que murió. Al final, mis pesquisas me llevaron a acusar a un hombre del servicio. Pero la joven prometido, desmonto mi acusación, diciendo que en aquel momento ella se encontraba dándole instrucciones a ese hombre.

Aquello no habría tenia mayor repercusión, sino fuera porque aquella joven, sintió que la estaba culpando a ella directamente de la muerte de su prometido, y sucumbió a un extraño mal de amores, que se la llevo de este mundo.

Yo había visto trazas de que había un grupo de personas que estaban intentado destruir a los libélulas. Me explique diciendo, que la muerte de la joven era otro asesinato premeditado, y que por eso, ese clan tardaría una generación entera en recuperarse económica y políticamente, y sin embargo, mis palabras cayeron en el vacío.

Aquello supuso algo muy grave para los míos, y la política hizo el resto. Lo demás ya lo sabéis.  

Tras sus palabras un silencio incomodo. Se notaba que esa gente que el culpaba de sus desdichas habían pesado mucho en su corazón. Un corazón que ahora se abría a vosotros con sencillez y humanidad.

Se os paso por la cabeza, que quizás, hubiera sido mejor para él, servir como monje, y recuperar poco a poco la cordura y la tranquilidad, después de aquella triste historia.

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03/06/2011, 13:03
Director

El templo era silencio, y tú agradecías ese momento solo para ti. Sin tener en cuenta las reflexiones de tus acciones, y el camino que se dibujaba ante ti en tu vida. Tenias que reconocerte no ser el escorpión mas escorpión de todos.

Quizás ese sentimiento, esa forma de hacer las cosas, era lo que el campeón buscaba en ti. Quizás un verdadero escorpión, no hubiera podido comulgar como lo habías hecho tú, y no podría sentirse tan cómodo, en tierras, que aunque del clan, parecieran de otro lugar, otra época.

Nuevamente saliste al exterior, el día era claro, y en cuanto tus pies de dejaron fuera del marco del templo, dejaste de oír, o sentir ese rumor de tormenta que acompañaba al templo. Allí donde miraras no había una un día soleado y esplendido.

Tu mirada viajo por el patio, que como indicaba el olor de la comida, estaba vacío a excepción de tus compañeros y ese monje con el que hablaban.

No escuchabas lo que decían, no estabas cerca, pero estaba hablando el monje. Y tenía a tus dos extraños amigos completamente atentos a sus palabras.

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03/06/2011, 15:35
Bayushi Haru
Sólo para el director

Notas de juego

Puede que sea complicado, pero me gustaría leer los labios del monje. Si es imposible, Haru se irá acercando al grupo poco a poco a ver si tiene más posibilidades.

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03/06/2011, 20:11
Director

Notas de juego

El monje esta de espaldas a ti. Son tus compañeros los que estan de frente.
Y si te acercas, pues te incluyo en los post.

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03/06/2011, 21:13
Bayushi Haru
Sólo para el director

El Escorpión inspiró largamente el aire del exterior, eliminando los últimos rastros de sueño que aún obnubilaban su mente. En cierto sentido, parecía que recién hubiera despertado.

Observó con detenimiento los alrededores, tomándose algunos instantes para disfrutar de la paz del lugar. No lo sorprendió la presencia de sus camaradas, pues solo unos extranjeros podían andar por el templo a aquellas horas. Decidió encaminar sus pasos hacia ellos, liberado ya de las dudas que le habían oprimido el corazón durante los últimos días.

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04/06/2011, 00:19
Director

Mientras los ecos de las extrañas revelaciones del Monje aun perduraban en vuestra cabeza, el joven samurai del clan escorpion, que habia ascendido con vosotros hasta el templo por sus propios motivos salio del templo de Osano-Wo.

Tras unos segundos disfrutando del tiempo y de la soledad encamina sus pasos hasta llegar a donde os encontrais. Hace una reverencia, y espera a que alguien le invite a unirse a la conversacion.

Notas de juego

Estais todos juntos.

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04/06/2011, 11:47
Kakita Adako

La Grulla seguía inclinada, sentada en la piedra alisada por el tiempo y el viento, mirando al monje con los ojos entrecerrados del que paladea las palabras que acaba de escuchar, o las rumia, mientras su mano danzaba suavemente sobre la superficie del estanque, rozando con las yemas el agua, y dejando en la cristalina lisura dibujos cambiantes.

A la llegada del Escorpión desvió hacia él la mirada, que tenía matices distintos. Tristes, quizá, y quizá perplejos. Parpadeó, como solía hacer sin darse cuenta, al regresar a la realidad, o saltar de una realidad a otra. Sin hablar, sumida aún en la seriedad, devolvió el saludo de Haru, con una inclinación de cabeza, que le salió ladeada, por su postura.

Pero siguió en silencio, ensimismada, demasiado prendida aún del relato de Godai-sama como para romper ella el hilo en que se había enredado, fuera el que fuera.

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04/06/2011, 13:28
Kuni Kiru

 

El silencio, incomodo para otros, a mi me estaba sirviendo para digerir la información que me4 brindaba Godai. Daba vueltas a las palabras del monje mientras ponía en orden mis propios recuerdos, buscando la relación entre su historia y la mía.

Hago una ligera inclinación de cabeza al escorpión dándole la bienvenida de nuevo al grupo y continúo hablando con el monje con seriedad-perdone que siga ahondando en el tema, ¿pero presentó algún síntoma la joven de ese supuesto mal de amores o murió fortuitamente?- digo con el tacto que me caracteriza -no es que me interesen los detalles truculentos de la historia, pero si los síntomas de un posible envenenamiento, nunca es mal momento para aprender algo más para intentar ayudar a los demás- aclaro al monje aunque no se si le servirá de mucho para sentirse mejor.

Puede que no tenga que ver una cosa con la otra, pero tengo que llegar al fondo del asunto si quiero averiguarlo. Espero que la franqueza pese mas que la diplomacia y no se ofenda con mis preguntas.

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04/06/2011, 23:43
Monje Godai.

El monje se habia perdido un poco en sus palabras, en sus recuerdos, pero la llegada del ultimo miembro de la comitiva lo saco su retiro mental.

Le invito a sentarse con un gesto sencillo de la mano y luego escucho las palabras del Kuni.

Adivino mas interes del que pueda proveer una historia triste y vieja. Pero paras seros sinceros poco se al respecto. Segun los doctores, aquella joven murio de pena. La tristeza de la perdida de su futuro marido la sumio en una extraña apatia y luego en un letargo del que no desperto.

Me temo que es lo ultimo que puedo ofreceros de esa historia.

Durante unos segundos centro su vista en el cesped sobre el que os sentavais, y luego alzo su mirada al joven escorpion.

Mi nombre es Godai, soy un monje de Osano-wo. Me alegra ver que un joven samurai como vos visita nuestro templo. Existe algo que pueda hacer por vos.

Sus palabras eran respetuosas. Aunque quedaba patente que queria cambiar de tema de conversacion. Aunque fuera un hombre de oracion, estaba claro que tenia una tolerancia en cuanto a sus propias heridas y recuerdos.

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06/06/2011, 21:01
Bayushi Haru

El Escorpión se había acercado al grupo con absoluta discreción, temiendo que su llegada arruinara la atmósfera de respetuosa intimidad que sus compañeros habían conseguido. Solo abrió la boca cuando el monje se dirigió a él, y la verdad, muy a su pesar. Gustosamente hubiera preferido que su presencia pasara desapercibida.

- Es un Honor conoceros, amable Godai-sama. Mi nombre es Bayushi Haru, y debo felicitaros por el gran trabajo que hacéis sosteniendo este lugar. También debo confesar que no esperaba encontrar un retiro como esté en medio de las montañas. Pocas veces he sentido en carne propia una serenidad tal como la que que irradia vuestro templo.

- Entiendo que vuestras prácticas os mantienen a salvo de banalidades tales como el orgullo o la petulancia. Pero de todos modos, creo que estaría ciertamente justificado que os permitierais algunas indulgencias. – comentó el Escorpión a modo de cumplido mientras dedicaba una sincera reverencia.

- Veo que ya habéis conocido a mis compañeros de viaje. Seguramente os habréis sorprendido tanto como yo por su profunda sensibilidad y su inspirada erudición. Es una suerte que nuestros caminos hayan coincidido, incluso a pesar de las dificultades que hemos encontrado.

- Por cierto ¿habéis tenido vosotros también algún problema con esa bestia que ronda los bosques? El magistrado local parecía muy perturbado con la cuestión. De hecho, empiezo a preguntarme si es buena idea emprender el camino de regreso sin la bendita mirada de Amateratsu guiando nuestros destinos.