Partida Rol por web

Tributo de Sangre (I)

Heraldos de Paz

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14/01/2009, 16:11
Bathalias de Emdelis

No muy sorprendido ante la entrada del conde decidió dar dos pasos hacia adelante con el fin de llamar la atención del secretario. Tras haberla conseguido, Bathalias levantó su brazo y puso su palma abierta hacia arriba - Yo portaré el mapa. Mañana, al alba regresaremos y nos dirigiremos allí donde este predispuesto el material que necesiten mis compañeros, así como, el cofre y nuestros medios de transporte. Considero tambien, que se nos alojará y se nos dará una alcoba y un plato de comida apropiados para pasar la noche y estar lo suficientemente descansados y preparados para llevar a cabo el encargo. -

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14/01/2009, 16:54
Antor PielGris

La entrada del conde y su "relato" de lo hecho con los traidores le había dado a Antor una idea. En realidad lo estaba pensando desda hacia unos minutos pero la intervención del noble le había azuzado, asi que apenas Bathalias terminó de hablarle al secretario Antor hizo lo propio:

-Noble Ashadir, - dijo el pícaro -la historia de lo ocurrido con los soldados me ha sugerido algo que podría mejorar las relaciones entre Vos y nuestro grupo. Es casi una especie de favor personal el que me atreveré a pediros. Resulta que en estos últimos tiempos hemos tenido problemas con un comerciante llamado Dalherin, quien al final resultó sre un estafador y falsificador de cuidado. Quisiera entonces preveniros contra él, por si se presentase en vuestras tierras y, si se diese el caso, nos sería de gran utilidad que lo "retuviéseis" aquí para que podamos hablar unas palabras con él, y dejar las cuentas claras. Sería una especie de "paga extra" para muchos de nosotros.... y os deberíamos un favor.-

 

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14/01/2009, 17:05
Alfren Niubar

Sonrió al Conde tras que este profiriera su amenaza, pues como el supuesto de robar el dinero no entraba en su mente, la amenaza perdía fuerza.
No se preocupe, cuidaremos de que el dinero llegue a su destino.
Y mientras Bathalias tomaba el mapa, el viejo pícaro de Antor volvía a sorprenderles con su ingenio, provocando un ensanchamiento de su sonrisa. Aquel era un hombre adulto que habría podido conquistarla sino hubiera llegado a conocerlo tan bien como para saber de sus defectos.
Veamos si te vuelves a lucir Antor.
Mirando al secretario espero su respuesta

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14/01/2009, 23:02
Merkus

crucificar Que significara?

En todo caso tantas palabras le marean el abuso de las palabras es el vicio de las otras tribus y a el siempre le gusto mas la acción  en todo caso dos palabras de las que escucho le encantaron “comer” y “dormir” .
No creo que robar las monedas fuera tan peligroso como dicen pero Merkus de Asmita es un hombre de palabra

 comer ¿ya?

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15/01/2009, 00:14
Moravius

Mi cara apenas mostraba asombro después de los acontecimientos que sucedían, era de esperar todo lo que sucedía, la desconfianza, las amenazas y demás para que todo quedara bien atado, quizá fuera mi agilidad mental, pero el caso es que la sobre actuación del conde me indicaba que estaban bastantes preocupados, quizá se sentían amenazados por la repercusión del retraso del pago o simplemente si este no finalizara como ellos deseaban, el caso es que tenían que confiar en unos forasteros los cuales eran casi los únicos que se habían presentado para hacer ese trabajo, no confiaban en sus hombres, eso demostraba la debilidad de su señor... No nos costaría mucho eludir al conde y quedarnos con el dinero, pero no éramos un grupo de ladrones, cumpliríamos el trato, y no por las amenazas en vanas que el grupo no tomaría en cuenta con mucha seriedad, sino por que siempre hacíamos lo que opinábamos correcto y para con nuestro beneficio, y a poder ser sin dejar enemigos a la espalda, aunque a mi me empujaba otro motivo que el simple dinero, ayudaría al grupo y sobre todo a Bathalias el elfo, sentía que estaba en deuda con el, aunque nunca se lo admitiría abiertamente...

Dejando los puntos finales a mis compañeros me encaminé hacia donde se encontraba Ailara consternada, quería darle mi apoyo, y hacerle entender que sabía como se sentía y hacerle comprender que al entrar mismamente en aquel lugar, ya no nos podíamos echar atrás....

En un susurro le explico lo que pensaba...

 

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15/01/2009, 02:12
Ailara Sotobosque

La palabras de unos y otros se sucedieron en torno al grupo congregado, unas más conciliadoras que otras. Incluso una mano amiga, junto un apaciguador susurro, se posó en el hombro de Ailara... sin conseguir aligerar la tensión de su cuerpo, ni el firme brío de la mirada que se había afilado, aun más, ante la ingeniosa resolución del emisario.

Así que mágicamente sellado... así que sólo la bruja Sarcess puede abrirlo, ¡qué oportuno!. La desconfianza reflejada en su ojos se avivaría, obcecada, con cada palabra recitada por el hechicero. Entonces a qué vuestra absurda desconfianza... ¿a qué sea demorado el pago?... ¿por qué entonces recurres a unos completos desconocidos?... Yo misma te diría a qué... a que eres un taimado mentiroso y hasta tus soldados se niegan a obedecerte. Sin embargo, fiel a su agudizado instinto, nada más añadiría aunque el aluvión de objeciones se apelmazasen atropelladamente dentro su pecho, dejando por el momento que el perfumado cortesano prosiguiese con los pormenores del inquietante encargo. Un cebo principal... Veredas secundarias... Un corto viaje de dos días... Entregar y volver... Simples mensajeros. Ailara tomó aire para enfriar su temperamento y optó, además, por cruzar los brazos sobre el pecho. ¡Ya!!, sólo que el mensajero podría ser el primero en expiar los pecados de su "Señor deudor". Las rubicundas y pecosas mejillas de la druida no auguraban nada bueno.

En eso, de repente, otra regia voluntad y su estrepitosa cohorte hacían acto de presencia... poniendo en guardia a la inquieta Ailara. La regia voluntad no era otra que la del Conde Nesvind de Riaghul... y el contagioso temor que desprendía su mera presencia comenzó a difundirse entre su propia escolta que, nerviosa, se movía sin parar, tratando de escudar sin estorbar en lo más mínimo el avance de su severo Señor. Detalle que no pasaría desapercibido a la intuitiva Ailara, al igual que no lo haría el nuevo tono, perfumado con tintes de sumisión, que emplearía el hechicero con su imponente Señor... ni el claro menosprecio de éste último a el primero antes de dirigirse, en los mismo términos, a los aventureros.


Cita:

-. Parecéis un grupo valiente y con recursos. Espero que no me defraudéis y podamos brindar con vosotros dentro de unos días, al calor del fuego, por el buen término de esta entrega.-

Ailara contempló, bien atenta, la nueva escena que aun siendo la misma había cambiado sensiblemente el reparto principal... y no sería por mucho tiempo, pues la regia voluntad, sin esperar respuesta, decidió emprender el camino de vuelta por donde había venido... asegurándose, en última instancia, con "veladas" amenazas el buen término del costoso diezmo.


Cita:

-. Si pensáis que podéis escaparos con mi dinero pasaréis el resto de vuestra vida huyendo.
Será lo último que hagáis. Os perseguiré hasta encontraros y os despellejaré vivos.-

Sin duda aquel hombre decía verdad y Ailara así lo sentía con cada poro de su blanquecina piel. Sin embargo aquella posibilidad no parecía ser el objeto de su inquietud, pues el dinero era bien poco para ella... y no precisamente por su tentadora cuantía si no por su valía. Lo que realmente le aterraba y enturbiaría aun más sus sueños, era el opresivo pálpito... la sombría corazonada de que aquella senda no les traería más que desgracia... y de que pronto se convertirían en el centro del huracán de muchas iras...

Así que no le quedó otra que suspirar pesarosamente, con resignación, cuando Bathalias aceptó irreversiblemente y en nombre de todos el inquietante encargo. Aun así, tened por seguro que Ailara Sotobosque recorrería con ellos el tortuoso camino, fuese cual fuese, pues se habían convertido, sin saberlo, en su nueva manada.

Lo que se diría después... lo que vendría inmediatamente a continuación, sería simplemente presenciado...

Ailara descruzó los brazos dócilmente para colocar, con sus pequeñas y blancas manos, el alborotado pelo detrás de las adorables orejas y mostrarnos con ello, unas pecosas mejillas más desteñidas... un vigoroso brillo en la mirada más atenuado... y unos labios rosados que estaban siendo replegados bajo el mordiente abrazo nacarado.

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15/01/2009, 12:34
Ashadir

El Conde no dijo más. Ni tan siquiera les miró. Se limitó a abandonar la estancia acompañado por su séquito de guardias. Su secretario sí se dirigió a ellos.

-Sin duda habéis optado por la decisión correcta. Os tomo la palabra, confío en que cumpliréis con vuestro trabajo y os aseguraréis de que el cofre llega a su destino. Lamentablemente no podemos retrasar la partida hasta mañana porque se están ultimando ya los preparativos. Saldréis en dos horas, se os dará de comer en seguida y luego se os equipará según prometido.

Miró a Antor con sonrisa de lobo antes de continuar.

-Dalherin... sí, me resulta familiar. Si aparece por aquí me ocuparé de que esté cómodo hasta que lleguéis de vuelta. Tengo debilidad por que la gente me deba favores.

Ashadir giró sobre sus talones y aceleró el paso situándose a la altura del Conde y dando por zanjada la discusión. No obstante, unos pocos metros más adelante se volvió de nuevo mostrando un renovado brillo en sus ojos y una media sonrisa burlona. Llamó a un oficial de la guardia y le impartió las órdenes oportunas para que se encargara de abastecerles de cuanto necesitaran, llevarles hasta el comedor y ocupase de que la partida se produjese antes de dos horas, tras lo cual desapareció por una puerta que conducía a uno de los torreones.

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15/01/2009, 16:28
Antor PielGris

-He, he, he.... bueno, bueno, bueno.- rió distendidamente Antor mientras se paseaba por la habitación, prestando especial atención a los preparativos para la próxima comida que había provocado un cierto revuelo entre los sirvientes.

-¿Has visto que todo puede ser útil, Bathalias?- dijo Antor al pasar frente al elfo de Emdelis -Todo lo que te has preocupado por ese ladron de poca monta de Dalherin y tal vez nos esté esperando aquí a nuestro regreso.- No sabría definir el por qué, pero el elfo le caía bien, tal vez porque no era el típico de su raza que van caminando como si oliesen mierda y apartando sus ropas del resto. Aunque le pesara (y por eso Antor se lo decía a veces) Bathalias era bastante "humano" para ser un elfo.

Cuando pasó cerca de Aliara no le dijo nada, sabedor de que podría desencadenar una tempestad sin quererlo, además parecía que Moravius lo estaba haciendo bastante bien... pero que extraña era esta chica, parecía odiar a todos los magos menos a Moravius. Mejor sería no pensar en ello ni torturar su mente sin necesidad, y hablando de necesidades, se acercó a uno de los guardias y le preguntó:

-Disculpe usted, capitán- Antor no tenía ni idea de si este era capitán o no, pero si lo era vería bien que supiiese reconocer los rangos, y si no se sentiría feliz de que lo confundan con un superior -¿Sabría decirme si falta mucho para que nos sirvan la cena? Es que tengo algunos asuntos que atender antes de partir y me gustaría aprovechar el tiempo al máximo.-

Los "asuntos" de Antor no eran otra cosa que visitar el bar de la ciudad donde, si las cosas no habían cambiado seguramente aún trabajaría Irina, quien era capaz de darle una última alegría a cambio de prometerle un regalo al regresar del viaje.

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15/01/2009, 23:26
Alfren Niubar

Cita:

-Dalherin... sí, me resulta familiar. Si aparece por aquí me ocuparé de que esté cómodo hasta que lleguéis de vuelta.

Parecía que el bribón lo había vuelto ha hacer aunque pedir esto como un favor había provocado las ultimas palabras del Secretario.

Cita:

Tengo debilidad por que la gente me deba favores.

Que ya no le hacían tanta gracia, pero bueno lo hecho hecho esta.
Sabiendo se cortos de tiempo comento.
Bueno, Ailara hechale una mano a Bathalias con el mapa para prevenir que nos podemos encontrar en ese "camino paralelo", y Anton podría... pero callo al ver que este ya se había alejado a hablar con un soldado y cuando escucho lo que le decía no pudo evitar negar con la cabeza pero con un gesto de resignación en el rostro como si aquello ya no le sorprendiera.

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16/01/2009, 01:49
Ailara Sotobosque

Aquel renovado brillo de satisfacción en los ojos... aquella media sonrisa de zorro de la que había hecho gala, en última instancia, el perfumado emisario; confirmarían a la circunspecta y retraída Ailara su ladina naturaleza. Maldito embaucador despreciable... sonríe todo cuanto puedas mientras no regresemos de lo que nos tienes preparado... Pensamiento, cargado por igual de rabia y pesar, que cruzaría su saturada mente... que a gritos pedía sentir la refrescante brisa en su pecosa cara y ventilar, así, el podrido lastre anidado en su pecho… lastre que había despertado el taimado emisario... el mal presentimiento...

Antor PielGris reía, satisfecho... campante, de forma distendida su audaz logro; bromeando además sobre el tema con Bathalias cuando pasó ante éste... ganándose, al instante, la acuciante atención de la joven Ailara que le recriminaría, su prematura resolución, con la penetrante y afilada mirada. Antor PielGris, aun es demasiado pronto para festejos... siempre tan despreocupado... ¿acaso aun no sabes en dónde nos hemos metido?... -. Buffffffffff...- Bufaría ostensiblemente la ceñuda druida cuando éste, evidenciando el percal, amagó con acercársele... encaminándose, finalmente... tras rodearla prudentemente, a uno de los soldados que custodiaban la estancia.

El veterano y astuto bribón podría presumir de haberse librado de un serio correctivo, pero no de la severa mirada de Ailara que le apomparía en su corta travesía hasta que...


Cita:

-. Bueno, Ailara échale una mano a Bathalias con el mapa para prevenir que nos podemos encontrar en ese "camino paralelo", y Antor podría...-

La afable y oportuna voz de Alfren distrajo su atención… relajando el contraído gesto de Ailara, que agradecida la contemplaría... convirtiéndose así en testigo, de primera mano, de cómo su implacable amiga se rendía a la resignación ante el incorregible rufián. Sería sin duda un buen momento para descubrir cómo es su adorable sonrisa; no obstante, como muchas otras veces, ésta no llegaría... en vez de eso, sí lo harían sus palabras. -. Ahora no Alfren, te lo agradezco... pero ahora no puedo.- Negándose, taciturna, al amable ofrecimiento que le habían hecho. Un ofrecimiento que a buen seguro encubría una más que entretenida y necesaria distracción. -. No estoy cómoda aquí... me agobia este aire viciado... necesito salir pronto al exterior...-Le confesó Ailara sin querer entrar en más detalles, llevando docilmente su corto cabello detrás de las pequeñas orejas. Sin embargo, todos aquellos que la conociesen sabrían que tenía que haber algo más, pues en otras ocasiones habían estado en ambientes similares, incluso sin Mazgul, y nunca antes la habían visto así de afectada...

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16/01/2009, 12:45
Director

Los guardias escoltaron al grupo por varios pasillos antes de llegar a su destino: el comedor. La sala era amplia y estaba llena mesas y sillas de una pared a pared. En el centro, una enorme chimenea mantenía el lugar caldeado y era seguro que por las noches ofrecía una agradable luz para contar historias y batallas épicas. En esos momentos, la luz del mediodía entraba a raudales por los grandes ventanales que dominaban la fachada sur.

Una de las mesas estaba cargada de platos con manjares que, después de haber pasado unos días con dietas poco consistentes, hicieron la boca agua a todos, pero especialmente al bárbaro. Jarras de vino y grandes vasos de cerámica completaban la escena, sin duda atractiva, y la ausencia de otra gente exceptuándolesa ellos pronosticaba una agradable charla previa a la salida. Sin mucha ceremonia los integrantes de la delicada misión se sentaron en sus sillas y echaron mano a lo que más les llamó la atención.

Después de haber llenado los estómagos (y alguna que otra bolsa) fueron nuevamente acompañados hasta la armería y las caballerizas, donde se les asignó a cada uno un caballo de apariencia menos impresionante de lo que hubieran podido desear y de ahí fueron guiados hasta el patio principal.

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16/01/2009, 13:00
Capitán Neomen

Los preparativos para la partida se culminaban a gran velocidad, criados y sirvientes corrían en todas direcciones cargando alimentos, odres de agua y ocupándose de las mulas. Una de ellas portaba en su lomo un pesado cofre amarrado con un arnés, la otra era un animal de refresco.

Mientras toda aquella actividad anticipaba ya la hora de la marcha, pudieron observar que un gran número de soldados del Conde, montados a caballo y pertrechados para la batalla se reunía cerca de las puertas del castillo. Uno de ellos, el que parecía estar al mando, se les acercó y les habló con un tinte ilustrado en su voz pero de forma bastante respetuosa.

-¡Saludos! Soy el Capitán Neomen – anunció bajando de su montura y estrechando la mano a los miembros del grupo uno a uno -. Me encargaré de crear una pequeña distracción para que vuestro viaje sea un poco más seguro. Partiré un poco antes que vosotros por el camino principal y veremos si encontramos problemas de algún tipo. Esperamos una artera jugada de alguno de los nobles rivales del Conde Nesvind, más de uno vería con buenos ojos que el pago no llegase a su destino y, con ello, que Sarcess tuviese motivos para castigar al Conde. No descarto un ataque. Nosotros seremos el señuelo mientras que vosotros avanzaréis por la senda de los leñadores, que trascurre paralela al camino principal pero atraviesa el bosque de abedules y bordea las colinas. Tardaréis unas hora más de lo previsto en alcanzar el pantano, no obstante merece la pena el rodeo ya que os alejará de ojos codiciosos y no es la ruta que esperan esas sabandijas. ¡Mucha suerte! Nos veremos pronto.

Con un saludo militar el capitán volvió a montar en su caballo y se puso al frente de sus hombres. Los portones se abrieron, mostrando el verdor de hierba y el primer tramo del camino. Una vez hubo salido el último hombre se cerraron de nuevo.

No vieron de nuevo al Conde ni a su secretario, el hechicero Ashadir. Cuando llegó la hora de su partida un criado les condujo hasta un pequeño portalón lateral por el que salieron a una estrecha senda que se internaba en el bosque. El día era claro y el sol brillaba con fuerza.

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16/01/2009, 16:10
Antor PielGris

Antor aspiró profundamente y dejó que el aire limpio llenase sus pulmones. Siempre estaba bien una caminata después de un almuerzo como el que habían tenido.

Otra cosa importante es que la bolsa de Antor tenia una buena provición de alimentos y licores (sobre todo estos últimos) y eso lo hacía sonreír. ¿Que se había perdido una despedida de Irina? Pues vale, también se había ahorrado la promesa de un regalo, y la mirada reprochona de la druida cuando regresase.

Sin embargo algo nu cuadraba del todo en el cerebro de Antor, no era una cosa definida, sino mas bien una sensación de que las cosas se torcerían y mucho.

Mirando el camino pensativamente, Antor negó lentamente con la cabeza.

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16/01/2009, 17:15
Alfren Niubar

La comida había resultado deliciosa y aprovechada para tomar aquellos alimentos mas duraderos como raciones. Les habían sido entregadas unas monturas normales pero para ella eran mas que suficiente.
En el patio principal cubrió con una manta el cofre para que resultara menos llamativo, la posibilidad de un ataque por parte de otros nobles que habia mencionado el Capitan Neomen había despertado mas su alerta.
Al principio de la senda dejo que Bathalias y Ailara tomaran las primeras posiciones mientras ella se quedaba cerca de la mula pero sin que se notara demasiado su intención de custodiarla.

Notas de juego

Si es posible Alfren se habría hecho con una lanza en la armería. (para tener algo que lanzar si le hace falta XD.

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16/01/2009, 19:26
Moravius

La situación había avanzado mas rápido de lo que me hubiese gustado, estábamos apunto de marchar y el ambiente era no menos que cortante, en el fondo parecía ser que todos esperábamos que sucedería algo inesperado y no muy bueno, no obstante la decisión estaba tomada, en la comida me había mantenido callado absorto en mis pensamiento, aquella última risa del hechicero ocultaba mas de lo que aparentaba haber sido, pero no lo averiguarías hasta el retorno...

Todo esto empezaba a tomar un cáliz peligroso y esta vez estaba casi completamente de acuerdo con las sensaciones que presentía la druída, pues la notaba nerviosa y algo atenazada, tendríamos que estar alertas y procurar que nuestros cuerpos sigan respirando pues estaba casi seguro de que correrían peligro y no mucho tardar...

Las indicaciones eran claras pero estaba empezando a pensar que quizá sería mejor tratar de buscar un camino alternativo pues dadas las circunstancias y después de tantos avisos, me indicaban que tal vez hubiera mas peligro por donde nos íbamos a encaminar que por otro lugar, así que fui a comentarlo con mi amigo el elfo....

Me acerco a el y lo aparto a un lado para que nadie escuche lo que estaba apunto de comentarle....

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16/01/2009, 19:38
Moravius

Al llegar junto al elfo, lo cojo del brazo y le indico que me acompañe unos pasos de distancia de los demás, y le comento...

- Amigo, no se si lo habrás notado, pero me parece que aquí se cuece mas de lo que parece, y lo que parece un simple pago creo pensar que es mas complicado que todo eso, creo estar en lo cierto si digo que por el camino que nos mandan marchar será una trampa en toda regla, tengo esa sensación...

- Podríamos alternar nuestra ruta y variarla un poco, tenemos el mapa y no creo que tengamos problemas en encontrar una vía alternativa... Que opinas, astuto elfo?

Esperando respuesta miraba  como marchaba  el capitán que en principio harían de carne de cañón, una risa irónica en mi rostro reflejaba que no opinaba que fuera eso concretamente lo que pasaría...

 

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17/01/2009, 12:18
Bathalias de Emdelis

Cuando llegó Moravius a hablar con él, Bathalias estaba pensativo. Una mano reposaba en su mentón mientras que no hacia mas que mirar fijamente el mapa y a su vez, el camino a seguir.

Cita:

- Amigo, no se si lo habrás notado, pero me parece que aquí se cuece mas de lo que parece, y lo que parece un simple pago creo pensar que es mas complicado que todo eso, creo estar en lo cierto si digo que por el camino que nos mandan marchar será una trampa en toda regla, tengo esa sensación...

- Podríamos alternar nuestra ruta y variarla un poco, tenemos el mapa y no creo que tengamos problemas en encontrar una vía alternativa... Que opinas, astuto elfo?

Al hacerle ese comentario, Bathalias le mostró una de sus ya conocidas, amplias sonrisas. - Por supuesto Moravius, justamente es en eso en lo que estaba pensando. Este plan huele más mal que bien y estoy pensando en la posibilidad de seguir el mismo camino principal. - Bathalias señaló el camino que siguió el capitán. - Teniendo en cuenta que el secretario parece no ser de confianza y que este camino va a ser "limpiado" por nuestro señuelo, lo mejor sería seguir ese camino y no ir por otro distinto. Ademas... - miró al grupo en general aunque seguía hablando para Moravius - si nos tenemos que defender, el camino principal es mas abierto y podemos ver venir al enemigo. El otro camino es perfecto para todo aquel que conoce estas tierras, y nosotros no podemos considerarnos unos de ellos. - Tras estas pabras le dió una palmada en el hombro a Moravius y añadió. - Voy a proponerlo al resto del grupo, seguro que Ailara tiene algo que decir. - Se dió media vuelta y se dirigió donde se encontraba el grueso del grupo.

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17/01/2009, 12:29
Bathalias de Emdelis

Tras ver como Bathalias y Moravius intercambiaban unas palabras, éste hizo una señal al grupo para que se acercaran. Una vez reunidos lo suficientemente cerca para que su voz no llegara a oidos indeseados comenzó a hablar - Bien, está claro que a ojos de la gran mayoria de nosotros, esta misión resulta, cuanto menos, escabrosa. El secretario no parece de fiar y sin duda, de cara a defendernos, tendríamos mas opciones siguiendo el camino principal. No somos conocedores de estas tierras tan bien como los oriundos de la zona, por lo que si nadie objeta nada - mirando de refilón, con una sonrisa, a Ailara - creo que ese es el camino que deberiamos seguir. - Sus manos fueron a parar a su cintura y esperó posibles objeciones.

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17/01/2009, 15:02
Ailara Sotobosque

Grandes platos con sabrosos manjares aderezarían la recia mesa que les habían asignado en el gran comedor; fresca agua en grandes vasos e inagotables jarras de buen vino bailarían de aquí para allá, llenas y vacías... vacías y llenas, ante los ávidos ojos de unos y otros comensales. Sin duda aquello sería un espléndido festejo, para colmo, al candor de una enorme chimenea.

El elocuente y despreocupado Antor PielGris, de principio a fin, deleitaría a los participantes con multitud de viejas batallas... arrastrando con su mirada cómplice a Bathalias, su más longevo aliado, para que reafirmase sus palabras... mejor aún, insistiría hasta que el risueño elfo las reafirmase con vehemencia. Y como vendría sucediendo siempre, unas historias se enlazarían con otras, siendo ya la mayoría harto conocidas por todos, pero igual de divertidas que la primera vez.

El gigante Merkus, más solícito para emplear su boca en otros menesteres, devoraría cantidades ingentes de comida... y bebida, pausando tan sólo para exhibir su cavernosa carcajada ante alguna fechoría indecente del viejo rufián. Cuando esto sucedía, más valía ponerse a buen recaudo... pues buena parte del bocado se desperdigaría, rociando a cualquier incauto que osase estar, en esos momentos, en su punto de mira. El zorro de Antor siempre cuenta el día en el que éste soltó tal carcajada que alcanzó con uno de sus "proyectiles" a un remilgado caballero a varias mesas de distancia!!... os podéis, entonces, imaginar cómo terminó la divertida anécdota. Quizás por eso, hace mucho que ninguno de ellos osa sentarse frente al gigante... aunque a él le decían, antes de que éste se cansase de pedir explicaciones, que es por ampliar su espacio de comida... que buena falta le hacía ante las acostumbradas pilas de comidas que solía amasar.

Por otro lado, la tenaz Alfren disfrutaría de otro modo la deliciosa comida. Habituada desde su infancia a rodearse de sus hermanos, aquellos momentos de camarería varonil le resultarían harto familiares... harto agradables... participando de ellos como uno más y como tal gustaría de azuzar, vacilona, al viejo Antor a que contase algunas de sus otras historias... sobre todo aquellas, sus preferidas, en las que el zorro no salía tan bien parado.

Y a estas alturas os preguntaréis qué hay de Ailara o Moravius...

Os diré que la cordial algarabía no conseguiría serenar el alma, ni aligerar el opresivo peso de la joven druida que, taciturna y más callada de lo habitual, apenas probaría exquisito bocado. El reflexivo Moravius, por su parte, se mostraría igual de enmudecido y, de vez en cuando, sus oscuros ojos estarían pendientes de ella. Las marcadas arrugas de su frente se harían más profundas, denotando visible preocupación... pues él, mejor que nadie, había aprendido a no pasar por alto las corazonadas de la intuitiva Ailara.

Sin embargo, todo eso ocurriría un par de horas antes. Ahora, el bienavenido grupo de aventureros observa, con aire mustio, como un cuantioso número de soldados a caballo, pertrechados adecuadamente para una posible contienda, partían a través del portón principal comandados por el afable Capitán Neomen... cuyas sinceras palabras habían dejado, ahora sí a todos, una extraña inquietud tangible en el ambiente.

Más tarde, llegada la hora, un criado les guiaría hasta un pequeño portalón lateral por el que saldrían, sin ningún tipo de ceremonioso acto, abocados a una estrecha senda que penetraría directamente en el espeso bosque.

El día era claro y el sol brillaba con fuerza… sería suficiente.

Notas de juego

Primera parte... next soon second one.

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17/01/2009, 15:30
Merkus

 

Merkus ajeno a todo lo demás ignorando toda cortesía que pudiera existir en los mundos civilizados engulle ignorando el uso de los cubiertos,  como si fuera un lobo en pleno invierno consciente de que no sabe seguro si comerán tan bien en otro momento del futuro .
El también intenta interrelacionarse con sus compañeros y tras intentar ser amable con ailara comentándole lo que para los suyos seria un piropo........tu buenas caderas en futuro buena para tener niños.... decide intentar escuchar a sus compañeros.
Sus compañeros parlotean constantemente usando palabras que confunden a merkus pues parecen muy enredadas pero comprende con claridad los dos conceptos que se ocultan entre tanta jerga innecesaria.
O vamos por un pantano o por un camino transitado.
Yo creo .......más seguro caminar por pantano.
A merkus le encantaría poder explicar que por el pantano los grupos de enemigos humanos seguramente se reducirían a uno  mientras por un camino de paso hasta un posadero con vista podría tener en consideración que hasta los héroes duermen......y en ese caso poco podrían hacer ellos.
 Pero solo es capaz de soltar un sonoro eructo debido a la gran cantidad de comida ingerida en poco tiempo  cosa que es seguida por una de sus sonoras carcajadas y continúa con sus menesteres alimentarios