Partida Rol por web

La joven de cabellos caoba no estuvo errada en sus pensamientos, la catedral estaba abandonada desde hacía mucho tiempo y eso era dejadez por parte de quien debía conservar el lugar de culto. La aparición del hermano pequeño del príncipe Aidan, muerto en aquellas condiciones tan deplorables, cayó como un jarro de agua fría en el grupo. Ella sentía el dolor de la pérdida de un alma tan joven e inocente.

Ethiel no hizo comentario alguno mientras ese momento de luto sucedía, y es que no había nada peor que palabras cuando era instante para comprender los silencios de cada cual, y el príncipe de Viz jun necesitaba ahora digerir aquella nueva, era el único de su estirpe y por tanto un imán para los problemas. Él no debería seguir esa lucha y ceder a que otros la hicieran.

El Arzobispo se acerca hasta ellos, lleno de heridas y comentando lo obvio, habían llegado tarde para salvar al crío y se habían llevado la piedra del alma. Ethiel cogió su bastón y se acercó al hombre con el rostro completamente serio, similar a cuando lanzó la bola de fuego.

- ¿Quién es tu maestro? ¿O a pesar del orgullo de vuestra voz por sus acciones no sois capaz de pronunciar su nombre?... - le retó la mujer, bastón mediante por si salía con otras artimañas -... ¿Y para qué quiere la piedra del alma?....¿Contiene la del joven príncipe perecido?.... ¿qué oscuros rituales piensa elaborar con ella?

Un estruendo resonó en el lugar, el del portón al cerrarse, provocando que la joven diera un repullo por el susto que le había causado. La única salida sellada, ya solo podrían avanzar.

Fue Roland quien explicó qué era la piedra del alma y la joven estuvo a bien de preguntar para poder comprender a lo que se enfrentaban.

- ¿Ha encerrado pues el alma de Albrecht? ¿o es que es necesario un alma pura para liberar los demonios?.... - no sabía el funcionamiento, pero la magia siempre solía funcionar similar a grandes rasgos, siendo los matices los reflejos del éxito.

El Arzobispo, o lo que queda de él, asiente satisfecho a la explicación de Roland.

- Diablo, Señor del Terror: mi maestro. - Su voz ya no parece humana en absoluto. - ¡El Conflicto Eterno llega a su fin! Mi amo ha venido a someter este mundo, a esclavizar a los mortales y enrolarlos en las Legiones del Infierno. ¡La victoria está próxima! El destino de toda creación está resuelto, y haríais bien en arrodillaros ante él... - Una tos raquítica interrumpe su discurso.

- La presencia de mi maestro es un continuo de poder que crece sin cesar... - Prosigue, contestando las preguntas de Ethiel. - La Piedra de Alma es el receptáculo que contiene su espíritu, mas para manifestarse en el mundo necesita también de un anfitrión humano. - Lázaro se apoya en el altar. - Primero corrompió al rey: Leoric enloqueció, pero mostró no ser suficiente... ¡Hacía falta un alma inocente y pura...! - El arzobispo mira el cadáver del chico, como si una honda parte de él quisiera pedirle perdón.

Tras contemplar la escena de duelo, que el arzobispo hablase y una ráfaga de viento recorriese las estancias de la catedral, Garrohk se acercó a grandes zancadas y agarró al sacerdote por el cuello de la túnica que llevaba con una mano mientras que con la otra cogía su hacha pequeña y se la colocaba en el gaznate, a la altura de la nuez.

¿Quién se ha llevado la piedra del alma, sacerdote?- preguntó furioso.

Tras el estruendoso sonido de arrastre y el portazo todo está más confuso que antes. La aparición extraña del arzobispo y sus terroríficas explicaciones revelan lo ocurrido hasta ahora y pero adelantan la amenaza de un demonio encarnado.

- ¡¿Y cómo os aliasteis con un demonio si erais vos el predicador de la santidad y el bien?! ¡Traidor!.

Desgracias y confusión - esto ya los has vivido Darna - piensa. La desaparición del principe provocó la busqueda del otro hijo del rey lejos del centro de autoridad. Dando vía libre al arzobispo para dominar al rey y terminar matando a ambos nobles.

- ¡Aléjalo del cadaver Garrohk!

Con un rápido movimiento de brazos, Garrohk lanzó al arzobispo lejos del cadáver y cerca de donde estaba el resto de sus compañeros.

¡¡Habla, desgraciado!!- gritó.

El moribundo conspirador cede rápido a las demandas de Garrohk.

- Una vulgar banda de saqueadores sin ley ni dignidad me ha arrebatado el honor de su resurrección... Pero no importa. - Repite, tragando la sangre que moja sus labios marchitos. - Así lo dijo la Profecía del Fin de los Tiempos...

... Y así debe ser. - Finaliza, cerrando los ojos para siempre.

-Anfitrión - dice entre triste y cansada la arquera - ¿eso significa que de este santuario debe salir un demonio caminando sobre la tierra? - miro a los hechiceros. Miro a Ethiel.

-Hemos de encontrar a esos saqueadores. Si la piedra del alma cae en las manos equivocadas... Un mal tan antiguo como éste mundo será liberado -dijo con tristeza al grupo.

En silencio, contempló el cadáver del joven Albrecht. Pobre muchacho, tan joven. Una muerte horrible -​​​​​​pensó, y una lágrima se deslizó por su mejilla.

-Ve en paz, joven príncipe -con los dedos cerró los ojos del chico.

Me acerco al cadaver del clérigo y lo registro.

Garrohk sostiene el cuerpo todavía caliente mientras Darna se apresura a registrarlo. La amazona halla lo siguiente:

- Colgados del cinto: tres pequeños viales que albergan un líquido azul en su interior.

- En el dedo anular: un valioso anillo de oro macizo con un grabado religioso.

- En el interior de una faltriquera: un cubo decorado con símbolos extraños. Darna reconoce que son símbolos de alquimia y significan: "Movimiento".

Jowen quedo un poco sorprendido tras el rápido cerrar de las puertas en la Catedral, los bandidos ya habían hecho el trabajo, tomaron la piedra del alma, por otro lado la desgracia del sacrificio del hermano de Aidan, Jowen no podía imaginar el dolor por el que estaba pasando el joven. Era demasiado mal para una sola noche.

Creo que deberíamos irnos de aquí, pues no creo que tengamos algo más por hacer.

- Un respeto al sacerdote del templo, no sabemos lo ocurrido, le dijo al bárbaro que veía completamente errado tratar así a un sacerdote herido y de aquel rango social. - Puedo saber quienes han sido... si ha dicho una banda de saqueadores serán Zhar, el loco, y su séquito. Serán los que han vaciado el lugar, pero si no han salido por la puerta principal han tenido que salir por otra. Debemos de buscar esa salida e ir tras ellos... este delito debe de ser castigado con la sangre del infractor. Dijo Roland intentado buscar alguna puerta aunque estuviera cerrada para intentar abrirla.

- Conservad vuestra fe en el dios en que creéis, Roland. Mas no creais que todos sus ministros creen en él. Este "sacerdote" ha hablado de invocar demonios y ha nombrado a uno como su "maestro" - la voz de darna es cínica, le cansa la convicción naif, ¿no había sido él también miembro de la sección rebelde de los paladines?.

- Además del anillo arzobispal, hay un extraño artefacto alquímico y tres viales de una extraña sustancia. Deberíais mirarlo los que comprendéis de estas artes. - sostiene en sus manos y mira los extraños elementos.

-Tanto el cubo como la baldosa que encontró Jowen, están relacionados con la alquimia. "Traslación material", "movimiento". Ummm. ¿Se puede rellenar el cubo con la sustancia azul, Darna? -dicho ésto, saca una raíz de mandrágora y la mastica.

A pesar de no ser un conjurador, Roland consigue crear un pequeño globo de luz lo suficientemente potente para iluminar el suelo y mostrar a la vista de todos lo señalado por Jowen y Khazaj: la curiosa baldosa que comparte el simbolismo alquímico del cubo.

Darna destapa un vial y lo huele a distancia: primero, un cosquilleo eufórico recorre todo su cuerpo... Segundo, una ola de lejanos recuerdos se libera en su mente. Por deducción, la poción tiene dos componentes activos: uno "energizante" y otro "psíquico", y podría tener usos muy diversos...

El nigromante distingue una silueta tras el altar, apenas perceptible en la penumbra...

-​​​¿Garrohk?¿¡Qué haces ahí escondido!? Ven aquí, hombre. No habrá ninguna explosión.

- Prefiero que ese tipo de cosas las realicéis los entendidos. Las pociones podrían ser intensificadores mágicos o reconstituyentes de poder. Vosotros lo sabréis mejor - ofrezco el cubo y los viales a Kazhaj.

El arzobispo había dicho el nombre de su señor, Diablo, informándoles de que estaba allí para someter el mundo, de una manera tan fanática que hasta daba miedo.

- Arrodillarnos..., ya..., seguro que todos estamos deseándolo... - dijo la pelirroja con un claro sarcasmo -...Vale la piedra del alma es lo que hay que destruir para que su espíritu no se acomode en este mundo... y necesita un anfitrión humano... - miró al joven en el altar determinando que él no podía ser porque no estaba su cuerpo en óptimas condiciones para ello.

Iba a preguntar algo más pero Garrohk cogió al hombre por sus ropas y le amenazó de muerte con su hacha mientras exigía la respuesta que todos ansiaban. Saber quien tenía la piedra del alma en su posesión, habiendo sido ésta robada por bandidos.

Tras Roland crear luz, Darna registrar al arzobispo y sacar varios vialez, Kazhaj se dispuso a estudiarlos y Ethiel, la cual algo sabría de aquella magia líquida se acercó a ambos.

- ¿Me permitís mirarlos para saber si reconozco los símbolos o intuyo su utilidad?.... - mirando con sumo interés aquellas pociones que su compañera había cogido y el nigromante comentado

La hechicera examina el artefacto buscando desentrañar su aplicación:

-Por su significado simbólico, parece claro que el cubo es un medio o una llave para un teletransporte.

-Al ser aproximado a la luz, los símbolos se iluminan débilmente desde el interior: absorben energía.

-Por el contrario, la baldosa alquímica del suelo no reacciona ante la luz.

-Estudié la magia negra por mi cuenta. Tengo algunas nociones de alquimia: elaboración de brebajes y venenos. Diría que tenéis razón, amazona. Esos viales contienen algún tipo de reconstituyente. En cuanto al cubo... jamás vi nada parecido. ¿Qué opináis vos, mago Jowen? ¿Identificáis éste artefacto?