Partida Rol por web

No te preocupes. Respondí a Miranda.  Él es así.. cualquier cosa que hagas o digas... Guardé silencio. El comisario entraba en la sala. Todos nos pusimos en pie. Con mi mano hice un gesto a la novata para que se levantase.

El comisario saludó con su habitual "buenos días" que sonaba más a un gruñido de un animal enojado que a un saludo. Buenos días. Respondimos todos casi al unísono y ocupó su sitio, no sin lanzarme antes esa mirada suya que perforaba hasta tu alma. Tras sentrarse él, nos sentamos los demás.

Entré en la sala de reuniones tras revisar todo y coger la carpeta con el resto de papeles de la nueva. Buenos días. Dije al entrar con mi voz ronca y seria. Me encantaba ese ritual de que todo el mundo se levantase cuando pasaba yo por delante.. además les venía bien moverse un poco, estaban todos en una forma física bastante pobre... Salvo Lobato, es increible que se mantenga así, eso es fuerza de voluntad y lo bien que la queda el uniforme... pensé clavando mi mirada en ella... y los huevos que sigue echando sentándose a mi lado.

Muy bien, seré breve. Como sabeis, Romero solicitó el traslado a otra comisaría hace algún tiempo y ayer se hizo efectivo. Su lugar lo ocupará la agente Miranda, aquí presente.

Siguiente punto. Anoche, por fortuna para vuestros compañeros, no pasó nada grave. Las llamadas de rutina y un borracho en una celda.

En cuanto al trabajo, haced lo mismo que ayer, mañana os organizará de nuevo el oficial Martinez. Quien estuviese en patrulla que coja a su pareja y que vaya al coche, los de oficinas a vuestras mesas... Eso es todo. dije levantándome de la mesa. Tu no Lobato. Espera aquí. Miro los papeles del día anterior. Bravo, hoy no patrullas, ve al puesto donde estaba Romero ayer.

Agentes Miranda y Lobato. Como veo que se llevan bien y a Lobato le gusta ejercer de oficial, dije con ironía mirando a la musculada agente. Te encargarás de proporcionarle desde el uniforme hasta la taquilla a la novata. Cuando esté correctamente uniformada, coged un patrulla y a dar vueltas por la ciudad. ¿Entendido? Mi tono de voz fue ascendiendo a cada frase que decía.

[color=#800000]Perfectamente Comisario. [/color]Me respondió Lobato.

Eso espero. Vamos! Muevanse!!

Puse una sonrisa de oreja a oreja cuando escuche al comisario pero me controle. Aun asi cuando salimos a la Intendencia a recoger mi uniforme y luego a recibir mi taquilla para mi era navidad.

Estaba segura que Lobato no le agradaba el papel de niñera asi que fui rapida y no hice preguntas innecesarias. Firma aqui, firma alla, y listo. Aun me daba pena desnudarme frente a otros aunque fuesen mujeres asi que cambiarme fue un suplicio. Lo hice rapido pero me puse roja, aunque Lobato no parecio prestarme atencion.

Y luego el ritual final. Asegure el arma y esta entro en su estuche que ya estaba en mi correa y en mi cintura. Cerre la taquilla y me gire a mi jefe.

- Lista compañera. Y sonrei.

Sabia que no me iba a dejar conducir, asi que solo la segui.

La verdad es que no tardamos demasiado con la visita guiada, la uniformidad y demás. Al menos se la veía con ganas de comenzar a ejercer. Dame un minuto. La dije antes de salir. Voy a subirle esto al comisario y nos vamos.

Subí deprisa las escaleras y llamé a la puerta, según oí su típico "pase", entré y le entregué la carpeta con los documentos firmados por Miranda y le informé de que nos íbamos en un Z de patrulla. Descendí a toda prisa. Vamos al parking, a ver que coches nos han dejado. Mira, el Z21, perfecto... la dije según llegamos. En la guantera tenemos el libro de registro para anotar quien coge el coche, con fecha y hora... Acostúmbrate siempre a mirar el estado del coche cuando lo coges y lo vuelves a dejar... Conduces tu. Yo me encargo de guiarte  y de la radio. Dije subiéndome en el asiento del copiloto. Encendí la radio del coche y hablé por ella: Central, Z21 iniciando servicio de patrulla.

[color=#560000]Recibido Z21. ¿Quienes van en el Z?[/color]

Las agentes Miranda y Lobato. respondí.

[color=#560000]De acuerdo Z21. Buena caza.[/color]

Bueno, esto es fácil... de momento se trata de conducir por la ciudad. Te vendrá bien empezar así para aprenderte las calles. Ve por donde quieras. Cuando den un aviso ya te guiaré yo. La dije mientras arrancaba el motor y yo me ponía el cinturón de seguridad.

Luego de tomar la patrulla y seguir las indicaciones de Lobato saque la patrulla del estacionamiento. Al principio estaba nerviosa y me costo hasta mover el asiento hacia adelante y cuadrar los espejos antes de salir.

- Lo siento, dije mas nerviosa.

Pero finalmente estabamos rodando por la ciudad.

- Gracias por tu paciencia, sabes, apenas aprendi a conducir hace un año aunque me puli en Avila. Se me dan mejores las motos, pero mi mama siempre se ponia nerviosa y la lata...  y continue hablando.

Una par de cuadras mas.

- Y entonces vino el de la alberca y plash! seguia hablando.

- Lo siento Lobato, puedo decirte Erika, es que estoy nerviosa!

Ya habia secado mis manos en el pantalon un par de veces.

- No es que no sepa lo que estoy haciendo, vale... Mire a mi compañera y pense que me daria un golpe.

- Vale, vale, hago silencio, hice un gesto de que cerraba con un cierre la boca y lanzaba la llave  por la ventana mientras nos deteniamos en un semaforo.

Era bonita la ciudad. Con algunas calles empedradas que habia visto y la avenida amplia me recodaba a Valencia, aunque habia mucha mas gente.

- Voy a parar un segundo por un cafe, quieres uno?

Me detuve en lugar para comprar un cafe y uno para ella. Eso me calmaria un poco. Dios que mal me habia estacionado, aunque la gente me miraba y se comportaban conmigo. Era una sensacion extraña, agradable pero extraña.

Regrese a la patrulla y me sente dentro luego de acercarle el cafe a Erika.

- Casada, hijos. Yo soy soltera, sabes?

Bebi cafe. Mejor dejarla hablar.

Santo cielo! ¿Qué le ocurría a esta chica? No paraba de hablar y hablar y hablar... ¿No sabe lo que es estar en silencio y centrada? Debería andar mas pendiente de la ciudad y sus calles, preguntando por el entorno y demás y no.. contándome su vida... La miré durante unos instantes... No para para tomar aire... Puffff.... Acabaré con dolor de cabeza si sigue así...

Llevábamos ya bastante tiempo en el coche, Miranda parecía que no se callaría nunca, desde la central no daban aviso alguno. Yo comenzaba a mirar con cierto desespero por la ventanilla del coche, pendiente por si tení la suerte de ver un delito en curso, poder salir corriendo del Z sin hacer sentir mal a la novata.

Pero fue cuando pasamos cerca de la Calle Mayor y nos detuvimos en aquel semáforo, cuando clavó su mirada en mi y debió de darse cuenta de como me tenía con tanta cháchara.

Detente un poco más adelante, allí te pondrán café para llevar, pero no es algo habitual por aquí. La dije. Lo que la faltaba, un café... para que la cafeina la espabile más y la ponga más nerviosa.

Disfruté de los minutos de silencio y de paz que me regaló cuando salió del coche, en busca de su café. Salí del coche, quedándome junto a él con la puerta abierta por si sonaba la radio, dejando que el aire aun fresco de la mañana me refrescase el rostro. Además me venía bien estirar las piernas un poco. Cuando vi que Miranda se acercaba a la puerta del local para salir, me senté de nuevo en el coche.

Me mantuve en silencio y accedí a tomarme el café. La verdad es que no me dió tiempo a decirla si quería uno o no  y como me gustaba, pero bueno.. por un día tampoco pasaría nada.

Soltera, sin hijos. Respondí brevemente a Miranda a su pregunta. De pronto la radio saltó, dando un aviso de una pelea doméstica no muy lejos de nuesta posición. No tardé en coger la radio. Arranca, nos vamos. Dije antes de responder. Aquí Z21, estamos a pocas calles del lugar, vamos en camino.

Encendí las sirenas del coche. Al final de la calle, gira a la derecha... luego sigue de frente, al final de esa calle giras a la izquierda y ya te avisaré donde parar. Le dije a Miranda mientras los coches comenzaban a abrirnos paso por la calle y comenzamos a saltarnos los primeros semáforos en rojo.

- Yujuuu!!!  exclame con la sirena.

Era mi primer dia y ya estaba trabajando. Era emocionante atender una llamada, el peligro, la incertidumbre de que encontrar, ayudar al prójimo, al necesitado, disparar…

Pero ya no parecía una niña mimada, ahora estaba concentrada en el trabajo que teníamos que hacer y no quería cometer errores estúpidos. Tampoco errores no estúpidos. Ningun error!

Conduje siguiendo las indicaciones y lamente no haber terminado el café. Llegamos a un edificio de bloques en una urbanización humilde. El edificio tendría 4 pisos y fuimos la primera patrulla en llegar.

Vendría alguien mas?

Escuche a Lobato informar que estábamos en el sitio mientras me bajaba del auto y aseguraba mi correa con mi arma, esposas, linterna y lo demás. Tome un rolo y entramos en el edificio. En la entrada algunas personas ya estaban curioseando y se apartaron para dejarnos entrar. Algunos señalaron el tercer piso pero no hacia falta, los gritos se escuchaban desde donde estábamos.

Al subir por las escaleras pude ver el estado lamentable de las paredes. Habia goteras y filtraciones y lamente que hubiese gente que viviese en esas condiciones aunque era una realidad.

Iba delante pero pendiente de que Erika me siguiera. Los gritos se hacían mas fuertes pero no se entendían. Al parecer hablaban en árabe lo cual era acorde con el lugar. El edifico parecía estar poblado de inmigrantes por las personas que vimos en la entrada y el pasillo. Tal vez estaba todo alquilado. Lo gritos debían ser dos hombres y una mujer. Al llegar a la puerta me detuve para revisar con Erika que íbamos a hacer.

- Toco la puerta? Susurre en tono de pregunta.

Estaba nerviosa porque se notaba que la pelea era bien intensa adentro.

Pues si somos recien graduadas no tendra importancia. Nos asignaron y ya.

Pero si no, entonces te segui en el traslado porque estoy siguiendo un chico/chica que me gusta tal vez. No lo decido. Y por los gastos. Solo faltaria saber si se lo de tu familia.

No entendi bien tu mensaje pero tranquila esperemos a ver.

Quieres seguir con nuestra partida?

Descendí junto a Miranda del Z. El barrio era un asco en si. Si no había peleas por la droga, estaban los atracos o las peleas familiares. Por fortuna era de día y por la mañana, pocos problemas deberíamos tener salvo que fuese el edificio de los moros... y así era... Esto supondría un problema muy grande, ambas éramos mujeres y un hombre de esa etnia no soporta que una mujer le diga que debe hacer... Al lío.. pensé mientras me adentraba en el edificio siguiendo a la novata.

Veamos que tal se desarrolla todo.. los gritos se escuchaban por la escalera. No tardamos demasiado en llegar a la planta.

Por supuesto. El protocolo primero: llamar salvo que sea un urgencia real. La susurré, dejándola hacer y cubriéndola el culo. No me apetecía perder a la novata el primer día... El Comisario me condenaría para el resto de mi vida.

Saque mi arma y la coloque pegada en mi pierna lista para disparar. Me pare en un costado y toque la puerta tres veces.

- Quien coño es maldita sea!!! Se escucho un hombre.

- Policia Señor, por favor abra la puerta. Dije tratando de mantenerme firme.

Casi inmediatamente sentimos como movian cosas dentro y pocos segundos despues un hombre abrio la puerta..

- Señor nos informaron de una pelea, solo queremos saber si todos estan bien, podemos entrar?

Aunque era una situacion irregular aun confiaba que fuese solo eso. Un altercado y nada mas. Mi pregunta era una orden tacita. No dejarnos entrar indicaba que pasaba algo.

El hombre moreno con rasgos arabes miro dentro de la casa y tras respirar profundo se aparto de la puerta abriendola de par en par. Entre sabiendo que Erika me cubriria. Debia confiar en ella. Para esto habia entrenado.

Al entrar detalle el hombre a mi lado. En un sofa en un costado habia otro mucho mas joven y sin camisa que miraba la television sin prestarnos atencion.

En la esquina derecha habia una mujer que cargaba a un niño de 1 año a lo sumo. La mujer parecia haber estado llorando y tenia los ojos hinchado. Su actitud era de proteccion con el niño.

- Todo bien señora? Le pregunte a la mujer.

La mujer cargaba al niño y no dejaba de mirar hacia el pasillo que daba a los cuartos y al hombre que estaba en la puerta. Era obvio que estaba aterrada. Sobre la mesa al lado del televisor habia latas de cerveza, bosas de comida vieja y en general todo estaba sucio y desordenado.

- Hay alguien mas en la casa? le pregunte al hombre cerca de mi.

El hombre me miro de arriba abajo sin decir palabras y se encogio de hombros.

- Nadie oficial, mi hermano y su mujer, mi sobrino y yo. OFICIAL.

Las palabras del hombre eran puro sarcasmo, con fuerte acento arabe.

- Señora puede venir por favor... me acerque a ella para ver si estaba herida y al niño pero la mujer se alejo de mi sin decir nada. Yo no queria alejarme de la puerta pero la mujer se alejaba hacia lo que debia ser la cocina. Asi que pense que tal vez podria decirme que habia pasado. La segui a la cocina luego de mirar a Erika.