Partida Rol por web

El árbol se mueve. Hay algo debajo que va a salir.

De repente siento templar el tronco, hay algo debajo, algo va a salir de ahí... -Algo se acerca por debajo del tronco, sigan preparados!- les comento a mis compañeros y vuelvo a tomar el laúd.. nuevamente afino mi voz y empiezo a entonar una canción

Al notar que se mueve el árbol, me freno en seco y me pongo en posición defensiva. Interpongo el escudo entre lo que salga del suelo y yo.

Me acerco a Haleth y evalúo su herida. Dentro de ser de un ghoul, tampoco está tan mal. Improviso unas vendas, para tratarla.

Escucho el aviso del resto, y preparo el arco. Aunque estoy empezando a dudar de si aquel elfo no le hizo algo.

Angus volvió en sí con la quietud que siguió a la caída del último gul. Empuñaba fuertemente su daga, y en su filo habían señales de haberle dado uso. ¿Verdaderamente había combatido contra aquella criatura? Miró en derredor y comprobó que todos sus compañeros estaban más o menos vivos, y se dispuso a decir algo en respuesta a las palabras de Karel.

—Uh... Eh... Aahh...

El aviso de Brendan de que algo se acercaba bajo el tronco interrumpió su brillante discurso. Angus volvió a coger su daga con fuerza para combatir la flaqueza que le acometía y notó cómo el terror acrecentaba sus sentidos.

Y por fin había acabado todo. No ha sido para tanto, pensé, convenciéndome así mismo. Me sentía orgulloso, a pesar de haber fallado unos cuantos disparos; al menos había acertado al primero y luego destripé de una cuchillada a otro. Tomé entonces consciencia que el entrenamiento me había hecho mejor espadachín que hondero. 

Cuando fuimos a Bolsón Cerrado a que el señor Bolsón nos dijera que diantres eran aquellas dagas, que nos parecían espadas, el señor Frodo nos ofreció quedarnos un tiempo para enseñarnos a utilizarlas mientras investigaba acerca de su origen. No pudo desentrañar mucho pero nos sirvió de mucho la estancia. Me dí cuenta que Frodo no es especialmente hábil con un arma y no tardé en superarle. En cambio, el señor Samsagaz era otra cosa: hábil y fuerte, fue quien realmente nos curtió con las dagas. Fue realmente divertido y emocionante aprender con los héroes de la Comarca pero nunca pensé que realmente fuese a hacernos falta...

Karel, el enano mandón, me pidió que evaluara el estado del caballo. 

- ¡Nah! Un poco de agua y vendas y... ¡a correr!

Bajo el tronco asoman los miembros superiores y el cabezón de un gul enorme que estaba enterrado. Lucha por abrirse paso a la superficie.

Al ver ese enorme cabezón me quedo embelesado... va a ser como cascar una sandía.

Salgo corriendo hacia ese enorme melón y le asesto dos poderosos hachazos que impactan de lleno.

¡Sigo embobado mirando esa pedazo de breba!

Apenas había dado mi diagnóstico cuando el caballo se desplomó.

-¡Ups...!

Pero me dí pronto cuenta de que nadie se había percatado del asunto, o eso creía yo, porque estaban pendientes de algo. Me acerqué y vi que el tronco, el famoso tronco de los gules, comenzaba a menearse. Un brazo y una enorme cabeza asomaron, revolviéndose bajo el tronco. Aquello no tenía buena pinta. La mirada que eché a Angus fue muy elocuente.

- ¡Señores! No creo que merezca la pena esperar a ese señor a que salga. ¿Y si pasamos de largo, apresuradamente, y seguimos nuestro camino?

Haleth veía turbo, las supuestas de sus compañeros eran poco perceptibles. Ella estaba tumbada, bajo el agua... Alzó la cabeza para respirar y así apreciar el fin del combate. Estaba herida, no podía incorporarse pero no sangraba. Sus heridas eran más emocionales. Una guerrera que no había sido capaz de protegernos como era de uso al grupo y, para colmo, había perdió su arma.
Lentamente se arrodilló antes de levantarse, el agua chorreaba por toda su ropa, su cota de mallas y su larga melena -Mi arma ¿Donde está mi espada?- La pelirroja no prestó atención al tronco, ni a enorme ser que estaba apareciendo, solo tenía una cosa en mente.
Con la espalda arqueada y las manos dentro del agua, avanzaba encorvada buscando la empuñadura de su espada bastarda. Con ella en la mano se sentía poderosa, valiente y capaz de enfrentarse a cualquiera. Sin ella estaba desnuda -No me marcharé sin encontrarla. La necesito-
Consciente del peligro que corrían, trató de acelerar la búsqueda, Algo complicado por la situación que les rodeaba. Había visto el lugar en el que había caído pero el combate era capaz de desorientar a cualquiera.

Karel el impetuoso abre la cabeza del bicho que se queda semienterrado. No llega a ser necesario el hechizo de Brendan.
Haleth recupera su arma. Un caballo ha muerto.

- Bien hecho Karel, le partiste la cabeza en dos!- Le comento mientras por fin se terminaba toda esta revuelta y guardo mí laúd.

- Vamos a sacar a este bicho afuera, así vemos si han guardado algo de riqueza aquí- 

Mientras me voy acercando doy un último vistazo a nuestro alrededor para ver qué no haya mas problemas

La sensación de recuperar su arma no compensaba la humillación sufrida, su caída al agua y el ridiculizado que había realizado. Sucia, mojada y con el orgullo tocado, el combate que había disputado no podía ser peor.
Guardó su espada y trató de ver el estado de sus compañeros, todos en mejores condiciones que ella misma -Continuemos, esto ha sido solo el principio- Ahora no deseaba hablar mucho, solo olvidar. Y el vino era un buen aliado en situaciones parecidas, lástima no poder beber para no enturbiar la mente y una caminata tan larga.

Tan abrumado estaba Angus que ni siquiera pensó en reprocharle a Migue haberles conducido a aquella penosa situación —lo que iba totalmente en contra de su modo de ser—. Por otra parte, su compañero había sido el que insistió para que tomaran las lecciones de esgrima que les habían salvado la vida a ambos. Se subió en silencio a un nuevo caballo y se dispuso a proseguir el camino.