Partida Rol por web

Eres acompañada por el criado hacia la planta baja de este edificio. Allí, a través de un pasillo exterior cubierto avanzas hasta el Shinshinden, el edificio más grande de la zona palaciega. Allí te deja al cargo de dos guardias que te escoltan hasta una gran sala de preparación, separada dela siguiente y principal por unas descomunales puertas deslizantes sobre las que hay pintadas dos grullas que entrelazan sus cuellos. Dos bushi más guardan la puerta. Eres la primer en llegar y se te invita a tomar asiento para esperar a que se os permita el paso.

Momentos después, la puerta pequeña por la que entran los invitados a esta sala de espera se abre. Por ella entra Matsu Mariko, quien es saludada por los cuatro bushi que hacen guardia y por Shosuro Saiko, quien, madrugadora, ya está allí. Inmediatamente después de Mariko hace su entrada Mirumoto Kaeru.

-Buenos días.- dice con simpleza, sonriendo con su habitual tranquilidad.

Antes de que podáis empezar ninguna conversación de cortesía, otro madrugador hace su entrada. Se trata de Doji Hiroshi, que llega seguido muy de cerca por Matsu Kiku. Los guardias les saludan con una reverencia.

Hiroshi se detiene para hacer una ligera reverencia de saludo a las dos mujeres, y después se acerca a ellas con una escueta sonrisa de satisfación.

-Damas-san -musita, evadiéndose de la decisión sobre a cual de las dos debería de saludar primero- ¿Deseosas de conocer al daimyo Doji-sama?

Con una sonrisa de satisfacción- Por supuesto Hiroshi-san, para mi siempre es un honor conocer a un gran señor como es el caso, ¿sabeis si tendremos el placer de conocer tambien a su delicada esposa? he traido unos presentes para ambos que espero les indiquen el aprecio de mi casa hacia la vuestra.

Sois acompañados por el criado hacia la planta baja de este edificio. Allí, a través de un pasillo exterior cubierto avanzas hasta el Shinshinden, el edificio más grande de la zona palaciega. Allí os deja al cargo de dos guardias que os escoltan hasta una gran sala de preparación, separada de la siguiente y principal por unas descomunales puertas deslizantes sobre las que hay pintadas dos grullas que entrelazan sus cuellos. Dos bushi más guardan la puerta. Además de vosotros, ya han llegado a esta sala Doji Hiroshi, Matsu Mariko, Matsu Kiku y Mirumoto Kaeru.

De nuevo se abren las puertas de entrada a esta sala y aparece Bayushi Takuro, precediendo a los otros dos escorpión y a Bayushi Kaede, la novia. Tras saludar, se dirigen a un lugar preferente cerca de las grandes puertas, para sólo aparecer tras del novio cuando las puertas se abran para ser recibidos por Hoturi.

Takuro saluda de forma escueta pero cortés a los presentes y toma posición para esperar a que las ornamentadas puertas se abran. Tranquilo y con las manos en el obi, recorre mientras tanto el resto de la sala con una mirada inexpresiva.

Esos cuellos retorcidos recuerdan a serpientes... - medita Takuro - Para no haber sitio en palacio para los novios, bien que se apresuraron anoche a buscarnos unas buenas habitaciones tras el incidente. ¿Habrán enviado al ilustre invitado que las ocupaba a una posada? - consciente de que estos emponzoñados pensamientos, fruto sin duda de la desapacible noche, le van a predisponer negativamente hacia el anfritión, decide dejar su mente en blanco y limitarse a disfrutar de la belleza del palacio.

Poco después siguen llegando invitados, en concreto los dos cangrejo (Saito y Akira), quienes hacen su aparición con el mentón bien alto y sin especial ceremonia. No obstante, saludan educadamente y se sientan a esperar lo mismo que todos: ver a su excelencia Hoturi.

No tardan en llegar más invitados a la sala de preparación y espera. Esta vez se trata de un anciano con el mon de los Otomo tejido en su traje, que entra acompañado por Yukio. Es la primera vez que ninguno de los demás le ve y cuando entra, tose un poco y señala su garganta en silencio, limitándose a saludar. Mantiene la cabeza gacha.

Observo con atención al anciano llegado con Yukio, sin fijeza, intentando que no se me note el interes , pero parece que es la unica persona a la que Yukio trata con respeto por lo que intento fijarme en los detalles, parece enfermo ¿pero los movimientos son fluidos?.

Poco después, entra en la sala Toritaka Naomi, quien os saluda y se desliza con presteza hasta su puesto en la presentación. Luego, apenas un minuto más tarde, el séquito del novio hace su entrada y se coloca delante de todos frente a la puerta principal que dará acceso a la recepción de Hoturi.

Os dan un minuto para prepararos y erguiros dignamente y las puertas con las dos enormes grullas se abren, revelando un gran salón del trono. Las paredes de papel aparecen pintadas con grullas blancas sobre cielos y flores azules. Sabéis que tras de ellas acecha un pequeño ejército de bushi dispuestos a matar por su señor a la mínima indicación, así como otro ejército de escribientes tomando nota de lo que se dice.

Hoturi se muestra ante vosotros erguido sobre su plataforma, azul en sus ropajes, blanco su pelo, sus cejas. Tiene un rostro sin duda bello pero a la vez varonil. Desde luego no inspira tanto amor como deseo un rostro así.

Junto a él se sienta la frágil y a la vez penetrante Doji Amieko. Sus ojos tienen un color demasiado claro, casi no parece Rokuganés; parecen capaces de traspasarte la mente y atrapar tus secretos como mariposas avergonzadas.

Me incorporo dignamente cuando se abren las puertas para mostrar su interior , al Daimio gruya y su esposa.

Una vez que habéis entrado y os habéis colocado protocolariamente en filas, Hoturi-sama empieza a presentarse a todos vosotros. Comienza por Yasuki Shigeru, alabando su fama como estadista y líder amado por sus súbditos. Shigeru responde con otras gentilezas y presenta a su hijo, Takeo, quien alaba a Hoturi-sama. Se intercambian regalos entre ambas partes y a continuación Shigeru se gira hacia Hattori Masanari y dice -Este es Hattori Masanari, el hombre sobre el que me he permitido informaros.-

Hoturi mira a Masanari casi de reojo y asiente. -Bien, Masanari-san. ¿De qué clan recibisteis el rango de samurai?-

la pregunta, dirigida a un ronin, es en sí un poco maleducada, pues aunque puede ser contestada, pocos son los ronin a los que no importa hablar de la familia que perdieron. Sin embargo, es igual de poco frecuente que sean llamados "samurai" en ocasiones tan nobles; viniendo de Hoturi se podría considerar un piropo. Los sutiles Grulla, sin duda.