Partida Rol por web

Última Frontera

Epílogo 1: Tras la frontera

Cargando editor
16/09/2013, 19:42
Paolo Torboli

Ya en su habitación y con la tranquilidad que le ofrecía estar pisando la tierra, Paolo puede respirar al fin.

Cuando la mujer viene a buscarle, por un instante tiene la tentación de rehusar su invitación y negarse en redondo.

No ha sido suficiente el horror que hasta ahora hemos sufrido que todavía estos militares esperan hasta la última gota de nuestra sangre.

Pero viendo que no tiene ninguna opción más, decide acompañarle y aguantar de nuevo la charla conciliadora de psicólogo que les acompaña.

Ya que usted mismo nos dice que es probable que esa mujer haya acabado con la vida de Raf o que se encuentre totalmente bajo su influencia, creo necesario que nos provea de elementos de fuerza mayor para acabar con éxito esta misión. ¿Si no le parece mal a todos? 

Cargando editor
16/09/2013, 21:14
Georgi Grechko

Independientemente de como van las cosas, Georgi hace la pregunta que realmente tiene en mente desde que entraron en esta habitación:

-¿Dónde está Wasabi?-

Cargando editor
25/09/2013, 12:34
Marc

El psicólogo parece hacer caso omiso a la pregunta del ruso, mientras responde a sus compañeros sobre los detalles de la misión.

- No debería ser algo complicado ni peligroso para vosotros - comienza, en un tono amistoso y visiblemente agradecido por vuestra colaboración -. Queremos evitar a toda costa la pérdida de vidas inocentes, así que comenzaremos por una vía diplomática. Tratar de convencer a Raf de colaborar será lo primero, y si está de acuerdo todos saldréis de allí con vida. Hemos dado con una entrada vacía, y sabemos donde se aloja el astronauta. Podréis ir a hablar directamente con él, y por supuesto no tendréis que veros implicados en refriegas ni combates.

El hombre sujeta el pomo de la puerta con la mano, pero no la abre todavía. De espaldas a vosotros, mirando hacia el suelo, continúa:

- Sin embargo... - en este momento sus palabras salen más despacio, arrastrando algo de pesar en ellas - Si no colabora... En los alrededores del edificio tendremos preparado todo un efectivo para acceder por la fuerza. Os sacaremos de allí para evitar que podáis sufrir la ira de Raynor, y tomaremos las medidas necesarias para asegurar que las cosas van como deben ir. Con el mínimo número de bajas, por supuesto.

Finalmente, Marc abre la puerta. En el pasillo, frente a vosotros, encontráis la respuesta a la pregunta de Georgi. Wasabi descansa sentado en un banco, similar a los que se encuentran en las salas de espera de los hospitales. A pesar de que parece cansado, sonríe al veros y se levanta para saludaros.

Cargando editor
25/09/2013, 12:47
Ukio "Wasabi" Yamazaki

- Me alegro de volver a veros - dice con su habitual jovialidad, visiblemente recuperado del trauma sufrido tras el accidente. Sus ojeras se han reducido tras unas reparadoras horas de descanso, y parece tener más fuerza que antes. Al igual que vosotros, ha cambiado su traje espacial por el uniforme de la NASA, que le viene ligeramente grande.

Haciendo caso omiso de Marc, pasa a su lado y se abraza efusivamente con Saint, el más adelantado de vosotros tres. Tras soltarse del comandante en funciones, os sonríe a los otros dos.

- ¿Ya habéis terminado de hablar? ¿Iremos entonces a por Raf?

A lo largo del pasillo, luces halógenas iluminan las paredes con una claridad abrumadora, como si la oscuridad de la ISS ya quedara atrás, y a partir de ahora todo pareciera ir sobre ruedas... Si no fuera porque todo lo que rodea a la NASA ahora os escama, y vuestra confianza en cualquiera que no sea parte de vuestro grupo es nula.

- Ya me han enseñado el vehículo en el que viajaremos, parece cómodo.

En sus palabras podéis percibir el deseo de salir de aquí cuanto antes. Marc ya ha comenzado a andar con calma a través del pasillo, y la distancia con vosotros se alarga a cada paso que da. Wasabi le mira de reojo, y se acerca a vosotros más todavía.

- Lo he visto por dentro también - dice en un susurro casi imperceptible -, y tan sólo nos acompañará un conductor. Nadie más.

Sus intenciones se pueden percibir en sus palabras, en la emocionada entonación de las frases y en sus ojos, que reflejan su ansiedad por dejar atrás este lugar.

Cargando editor
25/09/2013, 14:13
Georgi Grechko

Georgi sonríe ante las últimas palabras de Wasabi y asiente con la cabeza.

Cargando editor
25/09/2013, 19:18
Stanley "Saint" Philips

Saint agradeció ver cómo Wasabi tenía mucho mejor aspecto, aunque su rápida recuperación le hizo sospechar en un primer momento. Había estado en el ejército, y sabía perfectamente de lo que eran capaces algunas drogas, sobre todo a la hora de obtener la sumisión de un recluso. Sin embargo, el abrazo y la posterior declaración del ingeniero, que dejaba claro que deseaba marcharse de allí a toda velocidad, le hicieron olvidarse de sus miedos.

- Me alegro de ver que estás mejor - dijo, señalando en dirección al pasillo - Salgamos, tienes que contarme cómo te ha ido.

Cargando editor
25/09/2013, 22:52
Paolo Torboli

Paolo tenía claro por la palabras de Marc, que en caso de que las cosas se pusieran mal serían prescindibles. No deberían esperar ninguna ayuda por la parte de estos hombre que decían actuar en nombre de la NASA.

Si, mejor es que salgamos de aquí cuanto antes para solucionar nuestro problema.

Cargando editor
27/09/2013, 12:00
Director

Vuestra tensión se calma cuando comprobáis que vuestro compañero sigue como siempre, con las mismas ansias por abandonar este lugar como vosotros. Tras asentir a su discreta declaración de intenciones, comenzáis a seguir a Marc a través del enorme y laberíntico edificio, deseando ver qué es lo que van a poner a vuestra disposición para viajar hasta donde quiera que se encuentre Raf.

Desde el interior de un luminoso y moderno ascensor de acero, cristal y madera de pino pulida os espera el psicólogo para descender a la base del edificio. Una vez entráis los cuatro en el espacioso elevador, Marc pulsa el botón de la planta -1 y las puertas se cierran. A través de los cristales veis el exterior que rodea el edificio: unos hermosos bosques de coníferas milenarias, que culminan en unas altas montañas con nieve en sus cumbres. Toda la belleza de la naturaleza desaparece cuando el ascensor alcanza el nivel del suelo y se introduce en las entrañas del edificio, dejando a vuestra vista tan solo hormigón. Poco después la maquinaria se detiene y las puertas se abren a un vestíbulo, igualmente bien iluminado e impoluto.

Marc camina despacio por delante de vosotros, sin volver la cabeza en ningún momento, dando por hecho que le seguís. Wasabi duda al principio si hacerlo, pero tras observaros y recuperar la confianza que le inspira vuestra cercanía comienza a seguir al hombre. Después del vestíbulo camináis unos cuantos metros por un ancho pasillo hasta una puerta de metal, suficientemente amplia como para permitir el paso de una furgoneta. Marc teclea un código en un teclado numérico ubicado a la derecha de la entrada la puerta se desliza dentro de la pared para daros paso a lo que parece un enorme garaje.

Primero accede el psicólogo y vosotros a continuación, tras lo que la puerta se cierra despacio. La altura del garaje debe cubrir dos o tres plantas del edificio, y al final del mismo encontráis una enorme puerta de metal cerrada cuyo tamaño podría permitir la entrada incluso de aviones. A un lado del garaje hay aparcadas dos furgonetas negras, de igual aspecto y tamaño que la ambulancia que os trajo hasta aquí. Sin embargo, nadie espera en el interior de los vehículos para conduciros hasta Raf. De hecho, nadie os esperaba en el garaje.

Cargando editor
27/09/2013, 12:13
Ukio "Wasabi" Yamazaki

Probablemente la declaración de Wasabi despejó vuestras dudas sobre él, incluso a pesar de la sospecha inicial de Saint, pero en este momento, la extrañeza de la situación os vuelve a poner en alerta, y captáis, demasiado tarde, una leve sonrisa en el rostro del psicólogo. El japonés se gira, al principio asustado, como si luchara contra algo invisible, y de repente su rostro comienza a desvanecerse frente a vosotros.

- Lo siento... - son las palabras que articula antes de desaparecer por completo, como si se hubiera disuelto en el aire de la estancia.

Cargando editor
27/09/2013, 12:19
Criatura

Y de la nada, en el lugar donde estaba el japonés comienzan a aparecer pequeños puntos de luz anaranjada, que van después dando la forma a unos ojos que ya conocéis. En cuestión de segundos se materializa frente a vosotros la conocida y horrenda forma que os atormentó días atrás a miles de metros sobre la Tierra, y que creíais que habíais aparcado en un rincón de vuestra mente. Gran parte del garaje se ve ocupado por el extenso cuerpo de la criatura, que ondula en el aire como el cuerpo de una anguila en la corriente marina. La mayor parte de sus ojos están enfocados en vosotros, y de sus mandíbulas emanan pequeñas gotas de un líquido aparentemente corrosivo, que caen en el hormigón del suelo formando diminutos charcos bajo el horrendo ser. A su lado, el supuesto psicólogo no se inmuta ante la presencia de la pesadilla viviente, y observa vuestras reacciones con una pasividad escabrosa.

Las mandíbulas de la criatura se mueven, y articulan un sonido que se asemeja al de un viento huracanado, y en vuestra cabeza ese viento forma palabras perfectamente comprensibles.

- Gracias por colaborar con nosotros - dicen las palabras sin producir ningún sonido -. Pronto los tres recibiréis la recompensa que merecéis.

Tras ello, la criatura permanece totalmente inmóvil, y sus ojos os observan uno por uno, de arriba a abajo, como si quisieran registrar cada uno de vuestros detalles.

Cargando editor
27/09/2013, 12:30
Director

Notas de juego

Puesto que es la segunda vez que veis esta cosa, antes de las tiradas de cordura os permito actuar para que expliquéis lo que hacéis durante todo esto que ha pasado y los momentos después de lo que acaba de ocurrir. Además, las tiradas de cordura serán más fáciles y con menores pérdidas de cordura que la vez anterior.

Cargando editor
27/09/2013, 16:52
Stanley "Saint" Philips

Se había confiado. Quizás había sido el llegar a casa, o las palabras de aquel "psicólogo" de tres al cuarto, que habían hecho que bajara la guardia. No tendría que haber pasado, él era un soldado, un profesional, y tenía que haber sospechado que no todo era como parecía. Algo, una parte de él, saltó como un resorte cuando llegó a aquel hangar completamente aislado, sin nadie que les recibiera. Sonó como una alarma, pero una alarma lejana, como la que escuchas en mitad de la noche alejada varias manzanas y terminas ignorando.

Y ahora estaban realmente jodidos.

- ¡Todos, atrás! - gritó, instintivamente, poniéndose entre aquella monstruosa criatura y sus compañeros. Fue una reacción que hizo sin pensar, sin mirar directamente a esa abominación que le había puesto los pelos de punta, allá, en el espacio. Miró al hombre, rabioso, deseando saltar sobre él y golpearle - ¡Tú! ¿Qué es esto? ¿Qué hemos hecho?

Cargando editor
27/09/2013, 17:19
Georgi Grechko

Los años de entrenamiento militar en la Madre Rusia al final dieron su fruto y Georgi pensó una multitud de cosas en fracciones de segundo. Y fue este entrenamiento el que le hizo resumir todo en una idea: "Solos estamos en peligro, por eso espararon ahora para atacar."

Lo que siguió fue oír a Saint gritando órdenes y tratando de obtener respuestas. El ruso, por su parte, era médico y sabía dónde los golpes dolían más y el modo de inmovilizar personas (fruto de su trato con ciertos "pacientes" en algunos Centros de Investigación en el norte Stalingrado), asi que lo que hizo fué tratar de inmovilizar al "psicólogo" o, en el peor de los casos, asfixiarlo hasta dejarlo inconsciente.

Notas de juego

Ya me dirás si tengo que tirar algo (ya sea para hacerlo o de daño por la ostia que me voy a llevar)

Cargando editor
28/09/2013, 16:43
Paolo Torboli

Mia Mamma ...

Las cosas parecían ir bien y estaban dispuestos para encontrarse con Raf para ver como salían de este entuerto, pero lo peor estaba por venir. El horrible ser que estaba apareciendo ante ellos no hacía más que traer a su mente aquello que no podía existir y que estaba por volver loco al astronauta italiano.

Las ordenes de Saint no hacían más que responder a el primer instinto de cualquier persona cuerda, salir de ahí. Pero la acción del ruso no parecía la más inteligente, pero si quizás la más visceral. Por lo que Paolo optó por salir tras el ruso para echarle una mano en acabar con el psicólogo.

Quizás acabar con él sea suficiente para que este horror desaparezca de aquí ...

 

Notas de juego

Si repartimos la ostia mejor que mejor ;-P

Cargando editor
29/09/2013, 18:26
Director

Saint, en un gesto heróico, trata de proteger a sus compañeros, pero el estrés al que estáis sometidos lleva a Paolo y a Georgi a actuar haciendo oídos sordos de la orden de su comandante. Los dos astronautas saltan como un resorte hacia Marc, ansiosos por descargar sobre el falso psicólogo toda la ira contenida hasta este momento.

Por su parte, Marc simplemente observa con una sonrisa, como un espectador disfrutando de una buena comedia. No parece mostrar ningún interés por contestar a Saint, ni percibe amenaza en la maniobra de Paolo y Georgi. En sus ojos podéis ver un brillo de locura que ahora, despojado de su máscara, aflora claramente ante vosotros. Os ve llegar hasta él, y hace pocos esfuerzos por evitar vuestra acometida.

Mientras tanto, la horrenda criatura mantiene sus ojos divididos entre los tres, captando con sus anaranjados ocelos cada detalle de lo que está ocurriendo en este breve lapso de tiempo.

Notas de juego

Hacedme una tirada de presa cada uno, y con que uno de los dos tenga éxito será suficiente para inmovilizar a Marc. Por otro lado, si Saint quiere ayudar al ver que Paolo y Georgi no se quedan atrás, también tiene la opción de tirar. En caso de que en vez de inmovilizar queráis golpearle, la tirada debe ser de cabezazo, patada o puñetazo, según lo que intentéis.

Por supuesto, además de la tirada me gustaría ver la descripción de la acción, ya tenga éxito o falle ;)

Cargando editor
29/09/2013, 19:33
Georgi Grechko

El médico tenía más confianza en si mismo que entrenamiento en combate (más allá del básico), así y todo se lanzó contra un apático Marc. Su escaso entrenamiento se sumó a la acción del italiano que lo pilló por sorpresa y a punto estuvo de de fallar en su ataque al tener la atención dividida entre su objetivo, el otro atacante y el comandante tomado por sorpresa. Por suerte la apatía del psicólogo jugó a su favor y pudo cogerle.

Por otra parte también evitaba mirar a esa otra cosa que había aparecido allí, estaba seguro que era una representación o proyección de lo que lso había atacado en la ISS, porque si fuese la verdadera seguramente ya estarían muertos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He hecho una tirada de Lucha usando el valor básico, que si no me he equivocado es Des x 2, porque Georgi no tiene la habilidad Presa marcada (y no tengo idea si tiene al´gún valor "prefijado")

Cualquier cosa que haya que cambiar, cámbiala sin problemas.

Cargando editor
29/09/2013, 20:52
Stanley "Saint" Philips

- Maldita sea - masculló Saint. Sus compañeros habían dejado salir su frustración y habían atacado a aquel amago de psicólogo, que sin embargo, no hacía nada por defenderse... como aquella criatura. ¿Por qué seguían vivos? Quizás, y sólo quizás, tenían una oportunidad - ¡Mirad a ver si tiene algún tipo de identificación o clave para esta puerta!

Y como si así pudiera solucionar algo, pasó de largo de la criatura y salió corriendo hacia el vehículo más cercano.

Cargando editor
29/09/2013, 23:03
Paolo Torboli

El italiano saliendo trastabillado tras el ruso no pudo ayudarle correctamente para atrapar al psicólogo, lo cual le deja frente al mismo que parecía no inmutarse ante la acción desesperada de los astronautas.

Georgi, sujétalo que ahora sabrá lo que es el impacto de un italiano.

Tras el fallo, Paolo se dispone a acabar el trabajo, mientras el infecto horror les observa como esperando a que se maten para actuar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lastima pero falle ... a esperar para poderle dar un puñetazo en la siguiente ;-P

Cargando editor
02/10/2013, 20:55
Director

El psicólogo permanece impasible en su lugar, observando hacia vosotros como si no viera las intenciones de Georgi. Con una sonrisa demente en su rostro recibe el puño del médico con toda su fuerza. Un golpe seco, seguido de un chasquido, sirve de diagnóstico del puñetazo. Al instante, Marc cae al suelo y rueda por el mismo para quedarse boca abajo. Pequeñas gotas de sangre dan unos puntos de color en el pavimento a su alrededor.

Pero lo más aterrador de todo no es la pasividad del hombre, sino la de la bestia, suspendida en el aire a pocos metros de vosotros, bebiéndose con sus pequeños ojos cada detalle de lo que está ocurriendo aquí.

- Je... Jejeje... Jejejeje... - la risa de Marc sale ronca, casi gutural de su garganta -. Contemplad tranquilos nuestro futuro. No seáis necios. Íbais muy bien hasta ahora, no estropeéis lo que... [¡Cof!] - la tos deja su frase a medias, y parece que el hombre no está dispuesto a terminarla.

Pocos segundos más tarde, antes de que reaccionéis, se incorpora ligeramente, pero no para observaros a vosotros, sino a su "compañero". En su rostro se sigue dibujando esa aterradora sonrisa del demente que sabe lo que va a ocurrir. Por momentos notáis como vuestra cabeza comienza a dar vueltas, os mareáis y os cuesta pensar con claridad. Lo único que parece sonar en vuestro interior es una voz que os insta a correr. Correr y huir de aquí lo más rápido que podéis.

- Tiradas (3)

Notas de juego

La dificultad base para presa es 25. Un puñetazo, sin embargo, es un éxito. Describo la escena como si hubieras hecho eso.

En cuanto a las tiradas de cordura, habéis tenido suerte, así que podemos representar el shock de lo que está sucediendo como un mareo nada más, sin problemas mayores para vuestros cocos.

Cargando editor
02/10/2013, 21:34
Stanley "Saint" Philips

Tuvo que detenerse en plena carrera para aclarar su mente y su mirada, ya que se había vuelto borrosa de repente. Quizás fuera el miedo, o el corazón, que amenazaba con fallarle, o todo a la vez. Aprovechó para observar a sus compañeros, que habían derribado a Marc, pero éste no parecía en absoluto afectado. Era todo una situación de locos, pensó.

Recuperándose, llegó hasta la furgoneta más cercana, buscando la manera de arrancarla.