Partida Rol por web

Han pasado tres meses desde el fin de la tierra.

Desde que se abrieron los primeros portales a ese extraño mundo la Tierra había quedado condenada. Aunque no fue hasta dos días después que llegaron las hordas del apocalipsis. Millones de seres demoniacos atravesaron las dimensiones que separaban los dos mundos y conquistaron la tierra en cuestión de días. Las principales ciudades de la tierra ardieron como si fueran de papel. Europa está casi en ruinas, Rusia devastada, China sigue peleando pero le queda poco que hacer. El sur de África es el menos afectado, pero el norte y todos los pozos petrolíferos están ardiendo. Australia y la mayor parte de Asia se rindió a las pocas horas. Sudamérica pagó cara su resistencia. Norteamérica ha salido más o menos indemne, a pesar de que varias de sus ciudades han sido atacadas también. Al parecer el Presidente Luthor consiguió llegar a un tipo de acuerdo para que la invasión fuese menos cruenta. No quiere decir que no haya habido bajas, pero han sido mínimas y sólo durante las primeras horas.

Pero hay quien dice que no ha sido gracias a nuestro presidente, si no a causa de nuestros héroes. Sí han oído bien. Todavía tenemos héroes. Seres poderosos que se han enfrentado a las hordas del comandante de esos seres, Steppenwolf. Se han enfrentado y han vencido. Han logrado mantener zonas seguras y llevan esperanza a los corazones de la gente que cree en ellos.
No sólo han eliminado a esos demonios voladores, si no que han conseguido derrotar a varios de sus capitanes. Por lo menos se sabe que seis de ellos han caído, no sin luchar, no sin sangre derramada, no sin esfuerzo.

Aun así, Steppenwolf sigue controlando el mundo. No se puede escapar. Incluso ha rodeado nuestro planeta con un campo de fuerza que impide que nada salga o entre por él. Como si se pudiera escapar a las estrellas o fuera a venir ayuda de fuera.
No. Si hemos de sobrevivir, si hemos de vencer. Tendremos que hacerlo nosotros.

Por fortuna todavía hay justicia en este mundo. Todavía hay gente que nos ayuda. Todavía hay esperanza. Estamos vivos. Y mientras lo estemos, pelearemos. Y mientras peleemos tendremos la oportunidad de vencer.

Lois Lane, retrasmitiendo para todo aquel que pueda oírme. Recordad...No estamos solos.

  Los tres meses que pasaron fueron una locura, tuve que luchar contra los secuaces de Steppenwolf para evitar que hicieran daño a inocentes, y evitar lo máximo posible que se extendieran por el país. Incluso derroté a Titán, uno de sus capitanes, un poderoso guerrero, cuya fuerza rivalizaba con la mía, y que arrasamos un barrio entero en la contienda, por suerte no hubo heridos. Al final lo derroté con mi visión de calor, con la que lo partí en dos.

 Al menos no todo fue peleas, sangre y muerte, durante mi cruzada, ayudé a una hermosa criatura, Lori Lemaris, una atlante, a librarse de unos Pandemonios. Desde entonces nos hemos estados viendo y hemos empezado a enamorarnos. Ella es mi pedacito de cielo y el único consuelo que tengo en esta horrible guerra.

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  Estaba volando, patrullando por la costa, normalmente a estas horas estaría enzarzado en algún combate con los sicarios de Darkseid, pero hoy, para variar, estaba siendo un día relativamente tranquilo, así que disfrute la ocasión para, además de lo obvio, disfrutar del aire fresco del mar.

 Entonces vi a tres Parademonios que estaban en medio del mar y que parecía perseguir a algo que estaba en el agua. Ceñudo, aceleré mi velocidad y fui a ocuparme de ellos y ver de que se trataba, por si era una persona...

 A primero lo abatí con mi visión calorífica, antes de que se diera cuenta de lo que pasaba, el segundo le arranque la cabeza de un puñetazo y el tercero, ya en guardia, ofreció algo más de resistencia, pero finamente lo partí en dos con mis manos.

 A continuación busqué a lo que ellos estaban persiguiendo, para lo cual usé mi Visión de Rayos X. Mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que bajo el agua se escondía lo que parecía una sirena, seguramente esperando a que me fuera.

 Decidí esperar a que saliera, mientras le saludaba con la mano, consciente de que podía verme. Timidamente se asomo en el agua y me miró como un cerbatillo asustado:

 - Hola, ¿te encuentras bien?. No voy a hacerte daño, tranquila... - Le dije con una sonrisa tranquilizadora. Realmente era una verdadera preciosidad, con unos rasgos muy dulces.

 Me miró unos instantes, antes de decirme, tímida:

 - Hola... ¿Quien eres?.

 Pensé en decirle Superman, pero me parecía que, dadas las circunstancias, no había nada malo en decirle mi verdadero nombre y ayudaría a que confiase en mi

 - Me llamo Kal-El. No te preocupes, soy un amigo...

 Su rostro se ilumino mientras me respondía:

 - ¡He oído hablar de ti!. ¡Eres un aliado del Rey Orin!

 Al parecer debía de ser una subdita de Aquaman, bien, eso haría que fuera más fácil que confiase en mi. Asentí, mientras confirmaba sus palabras:

 - Así es. ¿Como te encuentras?. ¿Estás herida?.

 Negó con la cabeza mientras respondía:

 - No, pude esquivar sus ataques antes de que llegaras. Yo soy Lori Lemaris.

  Se incorporó, permitiéndome ver mejor su cuerpo, cubierto solo por un bikini que dejaba poco a la imaginación. Me sonrojé incómodo, mientras ella me sonreía, completamente ignorante de como me hacía sentirme.

 - ¿Y que haces por aquí tú sola?. - Le pregunté, tratando de evitar un silencio incómodo.

 - Estoy realizando misiones de exploración para mi rey, tratando de localizar posiciones enemigas de los invasores. - Me respondió risueña. - Pero fui torpe y me descubrieron.

 Asentí comprensivo, mientras le respondí:

 - Deja que te escolte hasta un lugar seguro, puede que esos Pandemonios avisaran a más compañeros suyos antes de que yo apareciese y podían aparecer en cualquier momento...

 La idea parece asustarla unos instantes, pero luego me dedica una sonrisa tímida y me responde:

 - Vale, nadaré cerca de la superficie...

 A continuación se zambulló y comenzó a nadar a gran velocidad. Yo la seguí volando, por encima de ella, mientras admiraba su forma estilizada...

 A partir  de entonces, como suele decirse, es historia...

Ahora que han pasado tres meses, parece mucho más tiempo, casi como si mi vida antes de la invasión fuera la de otra persona. Tras el enfrentamiento inicial, el grupo se separó, era lógico, cada uno tiene una casa que defender y no se los puedo reprochar, aun así seguimos en contacto y nos coordinamos en la defensa cuando tenemos oportunidad.

Recuerdo que cuando se abrieron los boom tunel, incluso antes de asimilar lo que realmente estaba sucediendo me puse en marcha para atacar a las hordas de parademonios que salían de los portales.

Derroté decenas, incluso un centenar o dos antes de darme cuenta de lo inútil de la tarea, era como luchar contra la hidra, cada vez que caía uno, otros ocupaban su lugar. Entonces hice lo mejor que podía hacer en ese momento y comencé la evacuación de los civiles. Si tan solo me hubiera dado cuenta antes, podría haber salvado algunas vidas más, pero estos meses me han enseñado que no puedes vivir en el pasado, hay que sobrevivir, hay que recuperar lo que nos han arrebatado por aquellos que han caído.

No sé cuánto tiempo paso después de eso hasta que apareció Dark Ember uno de los capitanes de Steppenwolf. Apareció justamente cuando estaba evacuando una familia, padre, madre e hija que había quedado atrapada al venirse abajo parte de un edificio en un ataque de los parademonios, cuando salía con salía con la madre y la hija, de repente el infierno se desató y me vi envuelto en llamas por todas partes. Entonces lo vi, su piel era oscura como el carbón, recorrida por unas "venas" de lo que parecían brasas, de sus manos salían llamaradas y tuve que recurrir a toda mi velocidad para ponerlas a salvo. El padre no tuvo tanta suerte, entonces decidí que tenía que acabar con ese monstruo.

Tarde casi una semana en conseguir averiguar donde se escondía mientras no estaba arrasando central city. Se encontraba en la zona de Leawood, cerca del estadio, lo que me dio una idea bastante buena de cómo acabar con él. Desgraciadamente para este plan iba a necesitar ayuda y a falta de héroes tendría que echar mano de lo que pudiese. Sabía de un par de villanos que tenían buenos motivos para acabar con Dark Ember, uno era el Capitán Frio, supe que en las primeras oleadas de parademonios su hermana Lisa también conocida como Golden Glider y compañera de fechorías del Capitán, había muerto delante de él. Y el otro es el Capitán Boomerang, Dark Ember redujo a cenizas la guarida del Capitán con él dentro, dejandole una gran quemadura en la pierna. Debido a esto no me fue muy difícil el convencerlos para acabar con el monstruo.

Dos días después estaba todo listo. En unos segundos coloque varios boomerangs explosivos en puntos clave del edificio donde se encontraba y al momento, la explosión hizo que el edificio empezara a venirse abajo. Una gran llamarada en el lateral del edificio me hizo saber que la invitación había llegado correctamente, había llegado el momento de llevar a la rata hacia la trampa. Me plante a unos diez metros de él y le lance una de las "lanzas" de hielo supercongelado creadas por Capitán Frio, a la cara, la cual no llego a golpearle, pero si llegó como si le hubiese lanzado un vaso de agua a la cara. Inmediatamente el agua se evaporó y esas "venas" refulgieron al rojo vivo mientras su mirada cargada de odio por la humillación se ponía al rojo blanco. Era hora de ponerse en marcha, ya que en milisegundos la zona donde me encontraba estaba en llamas, comenzó mi huida hacia el estadio mientras seguía lanzándole bolas de hielo que ahora ni siquiera llegaban a tocar el cuerpo casi incandescente del monstruo, entonces sus pies se levantaron del suelo y empezó a volar tras de mí, no había contado con que pudiese volar, en todo el tiempo que le he seguido no había volado ni una vez, si llegaba volando al estadio vería fácilmente la trampa que le habíamos preparado. Tenía que tomar un desvío y obligarlo a seguirme cerca del suelo. El metro, era la forma más fácil de que no volase muy alto y hay una parada cerca del estadio, pero eso significaba que no tendría mucho margen de maniobra. En la siguiente entrada al metro me lance casi sin pensarlo, pasaron unos segundos eternos hasta que vi arder los carteles de las paredes y después apareció él. Las llamaradas que lanzaba cada vez me era más difícil de esquivar ya que el calor empezaba a dejarme sin oxígeno y el humo empezaba a cubrir la vista. Tras lo que me pareció una eternidad apareció la estación del estadio al tomar una esquina, aceleré para entrar en el estadio, no quería que ganara altura.

La cubierta del estadio estaba cerrada y esperaba que me siguiera por las puertas. Cerré las puertas y al momento se empezaron a combar hacia adentro y se pusieron al rojo blanco antes de derretirse dejando entrar una vaharada de calor que casi me hace perder el sentido. Tenía que atraerlo al centro del campo y las lanzas de hielo se habían acabado justo antes de llegar a la salida del metro. Ese era un desvío que no tenía previsto y ahora me dejaba con pocas opciones. Tendría que acercarme al cuerpo a cuerpo, pero eso era como intentar coger acero fundido con las manos desnudas.

Esquive la llamarada que me lanzaba y le lancé un golpe por la espalda que lo hizo entrar al campo, pero mi mano quedó totalmente abrasada, el dolor junto con el poco oxígeno y el humo que me rodeaba hizo que mi visión se cerrara, estaba perdiendo el sentido. No sé de donde llegó pero un boomerang había explotado a mi lado, una espuma fría me devolvió a la realidad y atrajo la atención de Dark Ember. Lanzando llamaradas que se dirigían hacia las gradas superiores, ahí se encontraba Capitán Boomerang, cada vez se encontraba más cerca del centro del campo, pero tenía que distraerlo para que el Capitán completara la parte final de nuestro plan. Agarrando lo que más a mano tenía, que resultó ser un carrito de perritos calientes, haciéndolo girar lo más rápido que pude se lo lance causando una pequeña explosión al explotar la pequeña bombona de gas que llevaba. Dejándole en el lugar adecuado.

Lancé el boomerang que emitió un silbido de aviso y de la grada superior salieron cinco boomerangs que explotaron en la cubierta haciendo que se viniera abajo, dejando nuestro plan al descubierto. Habíamos sustituido la cubierta del estadio por un bloque de hielo gigante, tenía dos segundos para salir del estadio antes de que el hielo llegara a Dark Ember y causara una explosión debido a que el calor convertirá el hielo en vapor de forma instantánea y al ser básicamente oxigeno e hidrogeno, entrará en combustión creando una reacción en cadena que volará por los aires el estadio. El tiempo era más que suficiente, la salida estaba delante de mis....BLAM. Golpeé de frente contra algo, todo daba vueltas a mí alrededor a cámara lenta y entonces lo vi. El Capitán Frio con una sonrisa de oreja a oreja mientras se alejaba en un coche, tras lo que me di cuenta entonces que era un bloque de hielo transparente que cubría la salida. Conociéndolo como lo conozco habrá taponado todas las salidas lo que me deja a mí y lo que resultaba extraño, al Capitán Boomerang a punto de morir junto con nuestro enemigo, tendría que haber adivinado que para uno de mis enemigos matarme y vengarse al mismo tiempo tenía que ser una tentación.

Me puse en marcha, tenía como medio segundo para coger al Capitán en la grada superior y salir del estadio antes de la explosión. Corrí como nunca antes subí casi instantáneamente y entonces lo vi, varias máquinas de lanzar a control remoto, supongo que en el coche Frio no estaba solo, eso explica por que no pude localizar de donde me llegó aquel boomerang extintor.

Miré al frente y vi pasar la cubierta mientras caía, cogí impulso y salte en dirección al campo, cayendo encima de la cubierta de hielo. Corrí con dificultad por encima del hielo cuando llegue al extremo salté apoyándome en los pedazos de hielo para llegar hasta el techo del estadio y desde ahí saltar hasta el río que pasa cerca. No hubo tiempo, el hielo se combó en el centro, se volvió oscuro y luego en un fogonazo que no llegué a ver pero si que noté la onda expansiva que me lanzó por los aires, por suerte de cabeza al rio. Lo vi acercarse y luego oscuridad.

Cuando desperté era de noche, ni rastro de ninguno de los capitanes y el estadio era un cráter, lo siento Central City Cougars pero vuestro estadio era el único lugar donde podía crear esta trampa. No sé si realmente había acabado con Dark Ember pero no ha vuelto a aparecer. Desde entonces me he dedicado a acabar con todos los parademonios que he podido y poner a todos los que he podido a salvo, hasta que llego el aviso de Oráculo. Y ahora estamos reunidos de nuevo. Espero que sean buenas noticias porque no abundan últimamente.

Diana había llegado a la Tierra para ver como esta se transformaba en el infierno. A pesar del mensaje y de las advertencias de sus hermanas, la amazona no había cumplido su propósito. Tras el afortunado rescate de los rehenes, lograron ver que la ciudad se llenaba de extraños demonios que seguían fervientemente a Darkseid.

Había comenzado a sentirse culpable desde el primer día, lo que la hizo querer alejarse del resto. Si sus hermanas, las personas por las que daría la vida sin pensar, la hubieran avisado antes de su cumpleaños quizá las cosas habrían sido distintas; podría haberse vuelto más fuerte, o podría haber acudido a la Tierra antes con la intención de avisar del peligro que se cernía sobre ella. Sin embargo, su llegada había estado llena de dolor, caos y sufrimiento. No se imaginaba que su primer trabajo fuera de su isla se convertiría en un fracaso tan estrepitoso.

Los primeros días, tras marcharse, siguió las pocas noticias que se retransmitían con la suicida idea de encontrar a  Steppenwolf, pero no había ni rastro de él. Estaba segura de que no podría derrotarle en un combate solitario, pero si lo localizaba podría intentar contactar con los otros elegidos para cortar el mal de raíz. Por desgracia su plan no dio fruto alguno, lo que la llevó a frustrarse aún más.

Se decidió, al final, por luchar en la calle, por ayudar a los que no tenían opción alguna de sobrevivir. Intentó ubicar a todos los que había ayudado en lugares seguros, pero la Tierra ya no era segura. No con el rastro de muerte que dejaban los demonios. Pese a que su única intención era luchar sola -para evitar así el peligro en terceras personas- al final acabó haciendo aliados, otros justicieros que veían la posibilidad de que la Tierra fuera salvada. Comenzó a trabajar asiduamente con algunos de ellos, pero sin duda conectó con más fuerza con Green Arrow, quien se decidió a llamarla por el apodo de Wonder Woman*para evitar usar su nombre real. La relación entre ambos se volvió bastante estrecha, suponiendo un punto de apoyo en los momentos más difíciles. 

Durante sus patrullas descubrió algo que le hizo preguntarse hasta qué punto merecía la pena luchar, o al menos esa fue su primera impresión hasta que trató de darle una explicación a los hechos. Pudo observar con todo lujo de detalles el enfrentamiento entre los ciudadanos que combatían hasta acabar los unos con los otros; por mucho que Diana intentara aplacarlos, notaba cómo la ira y el odio estaban arraigados en lo más profundo de sus corazones. Con el tiempo y, observando los patrones, se dio cuenta de que alguien debía estar detrás de estos extraños acontecimientos.  Se lo comunicó a sus compañeros y todos estaban de acuerdo en que debía de tratarse de uno de los generales de Steppenwolf. Ese era su siguiente objetivo a combatir.

Desde Isla Paraíso apenas llegaban noticias. Sus hermanas habían sufrido grandes pérdidas desde la primera invasión y el estado actual de su hogar era tan nefasto que ninguna de ellas podía acudir en su ayuda. Por si eso no fuera suficiente, la amazona tampoco podía viajar a su hogar. A veces, cuando trataba de descansar, se daba cuenta de lo frustrante de la situación y del daño que esto le hacía. Diana era una guerrera preparada para combatir y ayudar a los desfavorecidos, pero cuanto más hacía esas cosas más cuenta se daba de que dejaba de lado a tantos otros que también rezaban porque alguien los salvara.

Raramente la amazona se tomaba más tiempo para dormir o comer del que consideraba que mereciera. Su cuerpo sufría heridas tras cada enfrentamiento con las innumerables hordas de enemigos a las que había hecho frente, pero sentía que su dolor no era comparable con el que sufría el lugar donde se hallaba en su momento. Al final, por muy cansada y dolorida que estuviera, la princesa siempre volvía a ponerse en pie para acudir a la siguiente batalla.  Sus habilidades para el combate llamaron la atención de uno de los generales de Steppenwolf, MasterMind. Él era el causante de los enfrentamientos entre los propios ciudadanos que habían sorprendido enormemente a Diana. MasterMind ingenió un plan, utilizando a varios cebos que eran producto de sus intentos por mejorar sus habilidades, y tendió una trampa a Diana. La amazona, mientras trataba de salvar un autobús que intentaba abandonar la ciudad, fue sorprendida y atrapada por los secuaces de MasterMind. 

Diana no llegó a ser consciente del tiempo que pasó con MasterMind, porque la mayor parte del mismo lo pasó sumida en una especie de trance. Al parecer, pese a los muchos intentos del general, la mente de Diana se resistía a sucumbir a sus habilidades.  En esos oscuros tiempos, la princesa amazona pudo ver con nitidez las señales que Isla Paraíso le enviaba. Las imágenes. Los símbolos. Debían unirse de nuevo para combatir al mal. Para encontrarse con ellos primero debía vencer al general, y encontrarlos.

Sin duda alguna lo primero que debía hacer era encargarse de MasterMind, pero en su debilitado estado no podía hacerlo sola. En una de esas veces en las que se encontraba más despejada trató de hablar con sus hermanas, de pedirle que acudieran en su ayuda; solamente alguien con una voluntad férrea como la suya podría ayudarle a hacer frente a un peligro como ese. Sus hermanas no aparecieron, pero sí que la ayudaron enviándole señales a Green Arrow y a los otros compañeros que la habían apoyado. 

El equipo se coló con la intención de salvar a la amazona, quien estaba custodiada por varios de esos demonios en un almacén abandonado.  Para ellos no resultó realmente complejo deshacerse de sus enemigos y liberar a la amazona de su hipnótico trance, pero todo se volvió oscuro cuando MasterMind apareció junto a varios demonios más para impedir que se llevaran a su rehén.

-No importa a cuántos de nosotros creáis que podáis derrotar. Nuestra guerra estaba ganada desde que Steppenwolf puso sus pies en la tierra.  Haremos de esta galaxia un verdadero infierno. 

Había escuchado muchas frases a MasterMind mientras estuvo encerrada, pero aquella fue la única que le había repetido tantas veces que la amazona se la había aprendido de memoria; hubo un tiempo incluso en el que estuvo a punto de creer que era cierta, que su batalla estaba perdida, pero entonces sus hermanas le habían enviado imágenes. No la habían abandonado ni en sus mayores momentos de debilidad. 

En aquel duro combate dos de sus compañeros fallecieron, incapaces de resistir la dolorosa marea mental a la que se habían visto sometidos por parte del general. Green Arrow mostró tener una voluntad casi tan férrea como la amazona y, entre ellos dos se libró la última batalla de Diana hasta la fecha.  La amazona tuvo que ingeniárselas para sujetar a MasterMind, tras derrotar a su ejército, y el arquero se encargó de hundir una flecha en su corazón, acabando con su vida. Tras eso, Green Arrow también quedó inconsciente debido a las heridas sufridas durante esa batalla. 

Antes de que Diana pudiera preocuparse tan siquiera por el estado de sus amigos, sintió la llamada de Oráculo. Todos debían reunirse de nuevo, debían combatir el infierno que se había desatado en la Tierra.  Se encargó de dejar a Green Arrow y a otro de sus compañeros, una mujer que se hacía llamar Shadowrun, a salvo y dejó una nota explicándoles que debía acudir a Gotham City. Esperaba volver a reunirse con ellos cuando ambos se recuperaran, pero sabía que no podía esperar. El futuro del planeta dependía de ello. 

Hubiera sido bonito decir que desde el rescate todo fue bien, que los buenos habían podido derrotar a las fuerzas malignas, pero sería mentira.
El mundo se había visto sumido en la oscuridad, millones habían muerto, hombres, mujeres y niños por igual, ciudades destruidas, muerte y dolor por todas partes y los héroes a pesar de que hacían lo que podían no construían más que retrasar lo inevitable.
A el le había tocado la parte científica, necesitaban romper el escudo que rodeaba la tierra, así mismo necesitaba crear un medio para llegar a donde estaba Darkseid, necesitaban contraatacar y darles donde más les doliera, quizás así pusiera fin a esta pesadilla.
A medida que pasaban las semanas, trabajando en un laboratorio que aún permanecía intacto y sin avanzar practicante nada, pensaba cada vez más en el arma que Darkseid había venido a buscar y en la posibilidad de que si ellos la encontraban primero quizás pudieran usarla en su contra.
Ahora mismo ellos eran la resistencia y gracias a sus capacidades mantenía a todos en contacto y coordinados, si querían ganar debían trabajar como equipo.
A medida que los meses pasaban los meses la posibilidad de hacer caer el escudo parecía una posibilidad y ya no un sueño. Así mismo tras indagar en la mente de algunos de los invasores al fin pareció dar con unas coordenadas que quizás podían llevarles hasta Apokolips, probó llegaría el momento de usar otra vez las habilidades de su amigo en coma

Tres meses. Tres meses habían pasado desde la fatídica invasión y el fin de la Tierra. Darkseid no tuvo muchos problemas en hacer que el mundo se inclinase ante él. 

El inicio de la guerra fue brutal y sin cuartel. Nada mas salir de su última misión, se encontraron de bruces con aquella invasión. A pesar de su estado, él y sus compañeros no dudaron ni un segundo en luchar contra las hordas y tropas de Darkseid, pero eran demasiados, y por cuantos mas mataban, mas aparecían. Era imposible vencer aquello. Así que optaron por un segundo plan. Ayudar a cuantos más civiles era posible y después retirarse, ¿que otra cosa podían hacer en esos momentos?

El grupo tuvo una reunión efímera que fue simplemente para despedirse. Cada cual tenía una responsabilidad que asumir y él era el Rey de Atlantis, tenía también que ir y ayudar a su pueblo. Sin embargo, la despedida no era un adiós. Era un hasta pronto. Al fin y al cabo, todos seguiríamos desde donde estuviéramos luchando contra Darkseid. 

Orin volvió de nuevo a Atlantis su ciudad que, si bien es cierto que había sido atacada durante la invasión y había sufrido daños, aguantó y mantuvo su libertad. No podía estar mas orgullosos de sus atlantianos que resistieron con ferocidad el choque de las tropas enemigas con éxito. Orin se puso manos a la obra, y comenzó a preparar a sus tropas para mantener una lucha constante y de resistencia bajo el agua. Aquella ciudad debía convertirse en un símbolo de resistencia y que lanzase un mensaje: la lucha no había acabado. 

A pesar de los éxitos iniciales, el Rey de Atlantis sabía a la perfección que por mucho que la ciudad aguantase, la guerra solo podía ganarse si la superficie vencía. Y por eso inició otra campaña, pero esta vez en la superficie: crear un grupo de resistencia. 

La tarea no fue sencilla, pero en eso estuvo durante esos tres meses. Con el contacto del "Oráculo", el trabajo fue algo menos complicado. Humanos, superhéroes... todo grupo valía con el fin de convertirles en un símbolo y en la esperanza de que no todo estaba vencido. Poco a poco la resistencia se puso en marcha, y cosecharon algún que otro éxito. Pero aún quedaba mucho por hacer y aún no había nada decidido. 

Las hordas irrumpieron en el planeta tierra y lo devastaron como una plaga arrasando todo a su paso.

Hal y el resto de héroes no pudieron hacer más que retirarse a pensar en un plan de defensa y pelear en pequeñas escaramuzas para que su planeta resistiera.

Dado que todo en lo que creía estaba al borde de ser destruido Hal intento desesperadamente pedir ayuda a los Green Lantern Corps pero algo extraño ocurría pues no lograba contactar con el cuartel general, poco después descubrió que se debía a la extraña energía que había sido desplegada para impedir que cualquier cosa entrara o saliera…incluidas las comunicaciones.

Lo primero que hizo fue localizar y poner a salvo a Carol Ferris, no llego a desvelarse su identidad pero estaba convencido que ella lo había descubierto, sea como fuere este no era momento para descubrimientos, ella era muy importante para mi…Antes de irme le entregue una urna verde con unos cristales,

- Si estas en peligro rompelos y podré encontrarte.

 Mantente a salvo, volveré lo prometo.

Continuaba haciéndole visitas periódicas mientras pensaba en un plan de ataque sin noticias de ningún miembro del equipo…

¿Estábamos perdidos?

En su refugio decidió a contactar y ayudar a Jaime Reyes el chico que le había atacado, pasaron mucho tiempo juntos mientras localizaba y ponía a salvo a su familia, eso le ayudo mucho a conocerle y ganarse una confianza mutua.

Comenzó a entrenarle haciéndole ver que tenía un don y que él tenía que recuperar el control para que en estos momentos de guerra ayudara a sus seres queridos con ese potencial que había recibido.

Cada día el me explicaba más cosas sobre sus pensamientos que parecían ser fruto de otra conciencia externa aunque aun se mostraba muy reservado al respecto y yo le contaba los principios de los GL y por que debíamos ser aliados y no enemigos.

Quizá al ver su planeta desolado ayudo a la cuestión o quizá era muy convincente.

Cuando casi habían perdido toda esperanza recibieron un mensaje de oráculo en el que los citaba para una reunión, ¿sería esa la última esperanza del planeta Tierra?

Recargo al máximo su anillo y guardo su linterna mientras creo 4 pequeños cristales verdes.

- Toma Jaime continua con la exploración guárdate estos cristales y si algo va mal rómpelo y podre encontrarte enseguida. Cuídate amigo.

Se despidió GL mientras salió volando en dirección a los extraños almacenes Wayne.

05:23:59:01’00

Habían llegado los seis. A pesar de la guerra y las circunstancias de cada uno, un mensaje de Oráculo era difícil de ignorar.

Algunos habían estado en contacto ella (o ello, todavía no lo tenían claro), otros no. Algunos la habían ayudado o recibido su ayuda, otros no. Pero todos sabían que si había una resistencia contra Darkseid y sus huestes era gracias a ella.
Teóricamente las comunicaciones no funcionaban bien. Pero ella había logrado diseñar una nueva red informática que permitía coordinarse y hacer que la gente escuchara noticias sobre la guerra. Noticias sobre esperanza. Noticias sobre una oportunidad. Aunque esas esperanzas eran debidas en parte a una mujer normal, una periodista llamada Lois Lane que se jugaba la vida con cada retrasmisión.

Sí, es verdad que habían aparecido héroes. Sujetos con poderes, que eran más que humanos, casi dioses. Pero en el otro bando también había. Y aunque todo ayudaba, el hecho de que la gente corriente no se hubiera rendido ya radicaba más en sus noticias que en los actos. Pero como hemos dicho, todo ayuda.

Gotham City. Un almacén abandonado con el logotipo de Empresas Wayne era el lugar de reunión elegido por la “mujer”. Curiosamente se parecía bastante al que habían visto en Whasington. Lo mismo le hacía descuento el diseñador por cantidad. El caso es que estaban todos. Wonder Woman, Superman, Flash, Green Lantern, Aquaman y el Marciano. Estaban hablando de sus cosas y comparando noticias cuando la pantalla se activó y vieron la característica imagen de quién los había reunido.

Bien. Estamos todos. Me alegro de veros vivos.
Tenemos mucho que discutir. A la Tierra le quedan unos seis días antes de que se destruya.

Miré a Oráculo, consternado al escuchar eso:

 - ¿Por qué?. ¿A que se debe?.

 Aunque no guardaba recuerdos de mi mundo, ya había vivido la destrucción de un planeta, no quería vivir la destrucción de otro.

Diana había llegado de las últimas a la nueva reunión, puesto que había intercambiado momentos de vuelo con pequeñas paradas para hacer frente a enemigos que atacaban zonas de Gotham.   Mostraba en su pierna una nueva cicatriz producto de uno de los combates, pero quitando eso y su nueva indumentaria parecía estar igual, aunque bastante cansada.  No se había tomado demasiado tiempo para dormir cuando el mundo peligraba.

Saludó a sus compañeros, a algunos de forma más efusiva que a otros.  Resumió escuetamente lo que había estado haciendo durante el tiempo que permanecieron separados, puesto que le interesaba más saber sobre los otros que repetir el infierno por el que había pasado.   Desde su base había oído que algunos de los generales habían sido derrotados y confiaba en que esas victorias eran, en parte, debido a sus compañeros.

La voz de la pantalla no la sorprendió en absoluto puesto que no era la primera vez que la oía.  Sin embargo, lo que le atrajo realmente la atención era el ultimátum que acababa de darles respecto a la destrucción de la tierra.

-Gracias, ha sido un buen momento para reunirnos. Mis hermanas me enviaron señales durante nuestra separación, pero me sorprendió volver a ver al murciélago entre ellas. ¿Hay algo que no sepamos sobre él?  Asintió a la pregunta de Kal- El. La verdad es que sería más fácil si nos dieras toda la información de golpe en vez de asustarnos de esa forma.

Diana parecía más seria que de costumbre, pero todo radicaba en la guerra que estaban viviendo. Seguía considerándose como alguien abierta y amigable, pero las circunstancias mandaban en este caso.  Las circunstancias y el hecho de que hubiera soltado esa información como una bomba. 

La voz mecánica de Oráculo no reflejaba ninguna emoción cuando advirtió a los héroes de lo que iba a suceder. Dejó unos instantes que calara en sus mentes y empezó a contestar a Superman y Wonder Woman.

Perdón princesa. No quería asustaros. Tan sólo comentaba los hechos. No sé a qué señales te refieres. Pero lo último que sé de Batman me lo comentasteis vosotros.

Bueno. Vayamos a lo que nos ocupa.

Todos sabéis que desde que Sttepenwolf atravesó el portal junto a sus hordas se le ha visto poco, tan solo para hacer comunicados tratando de aterrorizar a la gente. Sus soldados y capitanes han estado más activos.
Algunos de vosotros derrotasteis a tres de ellos, los otros tres han caído a manos de otros héroes que han surgido en este momento de necesidad.
Héroes que son necesarios más que nunca. Como los Halcones, Blue Bettle, Sand (otro de los que rescatasteis que controla la tierra), Green Arrow, Ciborg, Atom Smasher y varios más. Aunque no todos han sobrevivido. Incluso hay un grupo especial de mejorados del gobierno de los Estados Unidos.
Y no sólo en América, también en el resto del mundo han aparecido gente con poderes y habilidades. En Europa se han alzado un grupo de héroes que se denominan Los Guardianes del Globo, y Rusia ha desplegado una brigada de armaduras que se denominan Rocket Reds. 
Aun así. El mundo está sufriendo. Algunas ciudades se han salvado, más o menos, otras no. Metropolis está prácticamente arrasada. Facewt City también. Coast City. Boston. Chicago. Los Angeles. New York. La lista no termina. Sé que el Rey Orín mantiene casi intacta su ciudad, pero si la superficie cae los océanos le seguirán.

Lo peor de todo es que al parecer tan solo estaban haciéndonos perder el tiempo peleando contra ellos y salvando gente. J'onn confirmó lo que dijo Metron sobre que Darkseid estaba buscando algo de la gente de la tierra. Pero, o lo ha encontrado o quiere algo más.

El caso es que hemos tenido noticias de que están construyendo algo, unos pozos, en cuatro partes del mundo. Son unos pozos enormes y según la información que tenemos son lo suficientemente profundos como para llegar a las capas de magma internas del planeta. Si eso sucede la tensión sería demasiado y se partiría. De ahí mi comentario anterior.

Y según nuestro informador no nos queda demasiado tiempo. Menos de seis día. De ahí mi comentario.

Desde luego que estas no eran las buenas noticias que esperaba. Las palabras de Oráculo cayeron como una losa haciendo añicos las esperanzas de que podríamos cambiar el curso de la invasión.

Con voz cansada digo:

-Bueno, a que esperamos, dinos donde es el lugar más cercano e iremos a detener la construcción. O, no, esperad, por que en vez de detenerlo, no vamos a rescatar a alguien. Si, rescatemos a alguien, AHORA TENEMOS MONTONES DE GENTE QUE RESCATAR A CADA MOMENTO.-

Según salían las palabras de mi boca sabía lo equivocadas que eran, solo habia que ver como se encontraba la mayoría para saber por el infierno que habían pasado. Antes de que nadie diga nada añado:

-Lo siento, han sido unos meses muy duros y hace días que apenas he podido dormir algo. No debí decir algo así, sé que no es justo.

Tras respirar hondo sigo hablando en tono mas calmado.

-Oráculo, por favor dinos donde se encuentran estos pozos y si tienes algún plan o si podemos contar con algo de apoyo.

Darkseid tiene muchísimos más hombres que nosotros. Sus esfuerzos están dividiendo el poco potencial que nos queda en la tierra, pero aún no es demasiado tarde para asestarle un golpe definitivo, ya que si vamos apagando juegos allí donde surgen el sigue adelante con su plan principal y la tierra en seis días será aniquilada.
Se nos acaban los recursos y los hombres, si queremos tener una oportunidad debemos reunir un grupo de héroes lo suficientemente fuerte para que vaya allí donde está el y asestarle un golpe definitivo, o al menos lo suficientemente fuerte como para hacer retroceder su intento de devastar la tierra.
Se que es peligroso y que es posible que muchos de los que vayamos no volvamos, pero si nos quedamos la tierra habrá visto sus últimos días. Yo voy a ir, me gustaría no ir solo pero si tengo que hacerlo lo haré.

Orin escuchaba con atención las palabras del Oráculo. Durante aquellos meses de intensa actividad, había mantenido una relación algo constante con aquel ser. Desde luego, había sido una baza imprescindible para que la resistencia de humanos y mutantes por igual contra la invasión hubiera tenido cierto éxito. Sin él, quizás las cosas hubieran sido diferentes.

¿Sabemos las localizaciones de los pozos?- pregunta. En su mente comenzaba a esbozarse una ligera idea de un posible plan, pero debía tener cuanta mas información mejor.

La imagen en la pantalla no dijo nada sobre el arrebato de Flash, si era porque no le importaba o no lo sentía era algo que no sabían.
No obstante pareció más interesada en las preguntas de después y el comentario del marciano.

Tengo la localización de los pozos, sí. Y una simulación de lo que pasaría si se activasen. Con la consiguiente destrucción de la tierra.

Una imagen apareció en la pantalla.

No obstante J'onn J'onzz tiene razón. Los pozos son importantes, y hay que evitar que los acaben. Pero es primordial evitar que los activen. Y eso no lo van a hacer desde aquí. De hecho los huecos ya están, taparlos nuevamente va a requerir tiempo, o poder, que no tenemos. La opción más lógica es evitar su activación. Y para eso he averiguado un modo en que la Madre Caja que tenemos vuelva a ser operativa...Pero claro, no es algo sencillo y sí muy peligroso.

 Miré a la caja, pensativo:

 - Necesitamos a alguien que comprenda su funcionamiento, el problema es que los únicos que conocemos en el planeta que podrían hacerlo son esbirros de Darkseid y no podemos confiar en ellos. ¿Alguna idea?.

Miré extrañado a Superman en cuanto oí sus palabras, parecía que su cabeza estaba en otro lado. Miré de nuevo a la pantalla y dije:

-Bueno, últimamente todo lo que hacemos es bastante peligroso. Así que dinos, ¿qué hay que hacer para hacer que la caja vuelva a funcionar?

Oráculo no era más que una imagen en una pantalla, pero por un momento os pareció ver como si enarcara una ceja ante la pregunta de Superman.

Hubiera jurado que ya sabíais cómo activar la Madre Caja, y que incluso ya lo habiais hecho. Pero podría estar equivocada. No, espera. No estoy equivocada. Ya lo sabeis. Os lo explicó Metrón y Flash la usó.

Lo que pasa es que ahora no se puede activar debido al campo de fuerza que rodea la tierra. Pero he sabido que Steppenwolf puede usar la suya. Así que, según mis fuentes, tiene un aparato consigo que puede anular ese efecto en un radio reducido. Por lo que tendreis que encontraros con Steppenwolf y derrotarle para poder conseguir ese aparato e ir a Apokolips.

Mientras, coordinaré una serie de ataques contra los pozos con los héroes que quedan en la tierra.

Si volveis espero tenerlo solucionado.