Partida Rol por web

Trascurrió 10 días desde que tuvieron noticias del rey, Tauriel se fue en el octavo día, (tenia un mandado del rey)

El onceavo día los cuernos sonaron. Legolas junto a una decena de caballos llenos de barriles de licor y ropajes de seda, como presentes había llegado;   una decena de elfos le acompañaban. Estaban ya en las puertas de la montaña y al lado de él, se encontraba vuestro pequeño Sam. Otra vez todos juntos

Los días transcurrían bajo la montaña ya gobernada por su legítimo Rey. Las cosas se iban normalizando poco a poco y todo iba volviendo a la normalidad.

Un par de días después de la marcha de Tauriel, un príncipe elfo llegó a la montaña acompañado por barriles de licos, ropajes de seda y una docena de elfos junto a él. Pero, algo no encajaba en el grupito de elfos guais que acababan de llegar.... Una pequeña figura tras de ellos empezaba a tomar forma... - ¡¡Sam!! - grité mientras corría hacia él como un poseso para darle un fuerte abrazo y coger al mediano en volandas - pequeño granuja ¿donde has estado mientras nosotros nos enfrentábamos a la muerte? me alegra verte en tan grata compañía... - y conforme decíia esta última palabra, miré a todos los elfos y les ofrecí una pequeña reverencia con la cabeza.

- Mis señores... llegais un poco tarde para la batalla, ya nos hemos divertido nosotros bajo esta gran montaña HE HE HE HE - comenté jocosamente a los recienllegados elfos - Pero no soy yo al que corresponde dar la bienvenida a esta montaña - finalicé dando unos pasos atrás y dejando que los enanos fueran los que dieran la bienvenida como se merecen a estos elfos.

El camino junto a los elfos fue tranquilo, recorriendo bosques de árboles grandes y frondosos.

Pero al final volvió a reunirse con sus amigos, después de millas y millas, de luchas y carreras, volvieron a reunirse. Fue corriendo a su encuentro, pero Malleus fue más rápido y le alzó como aquél que levanta una pluma.

-Veo que sigues igual de fuerte Malleus-dijo cuando consiguió zafarse de su abrazo.

El sonido del cuerno nos alerto de que teníamos visita, supuse que Sam había llegado por fin, quería ser uno de los primeros en dar la bienvenida a nuestros invitados.

Al abrir la puerta contemple la compañía de elfos que habían llegado a las tierras de mi padre, y de entre todos ellos, la imponente figura de Legolas hacia frente a la comitiva.

El guerrero Malleus saltándose todo tipo de protocolos intervino al ver a Sam muy efusivamente, cierto es que a mi también se me escapo una gran sonrisa al verlo sano y salvo, pero como hijo del Rey guarde como pude la compostura y salude al otro príncipe.

Bienvenidos seáis al las tierras del Monte Gumdabad, dominio del Rey Tritón. Nos complacería que os sintáis como en vuestra casa. Mire a algunos de los enanos que estaba por allí y les dije, acompañarles a sus aposentos, estoy seguro que querrán descansar del viaje.

Luego mire a Legolas y le dije, Príncipe Legolas a mi padre le gustaría disfrutar de vuestra presencia para agradecer a tu pueblo lo que hizo por su liberación.

Volví a mirar a Sam, y la sonrisa se me hizo cada vez más visible.

Salí junto a mi hijo Triton II, en mis puertas estaba El hijo de tharnduil conocido como Legolas.

Entre los principes se saludaron.

Luego se acercaron a  a darnos los presentes y mi hijo le ofreció alojamiento. Un pequeño hobbit estaba esntre ellos y fue bien recibido y me imagine que era el tan mencionado Hobbit

Yo al ver a mi semejantes asentí con la cabeza, pero no quise Romper el protocolo así que espere

Tirar Etiqueta para ver como son los inicios de este historico encuentro.

-Es un honor estar al pie de es esta montaña, centro del reinado de Triton, mi padre os manda estos presentes, y desea que las armas enviadas hallan sido de vuestro agrada. Y También lamenta lo del anillo que trajo el Hobbit.

cuando los caballos estan siendo descargados Legolas continua.

-Con sumo gusto asistiré a los congresos para los tratados  entre los dos reinos, al igual que será un honor compartir mesa con tan renombrados Heroes, más he de rechazar la petición de acomodamiento en el interior de la montaña, con vuestro permiso pondremos las tiendas reales y demás a 100 metros de la entra.  para estar más en contacto con los arboles y animales.

Kryl decidió permanecer al margen en la pequeña conversación entre Triton y Legolas. No quería entrometerse entre ellos dos, más que nada porque entendía que ambos le superaban en estatus en aquellos momentos. Así pues, simplemente se limitó a sonreír amistosamente a Sam. Hacía bastante que no le veía, y aquel reencuentro era motivo suficiente como para estar contentos.

Una vez dado la bienvenida a los elfos, dejé al rey de la montaña (mi padre) que se ocupará de ordenar todos los preparativos, yo mientras estaba más interesado por saber que había ocurrido con el anillo y que buenas nos traía Sam.

Amigo Sam, que te parece si entramos y nos cuentas como te ha ido desde que te deje con aquella elfa.

Sam se acercó a Tritón, que le esperaba junto a su padre a la entrada de la ciudad. El hobbit caminó entre los caballos de los elfos y saludó a su amigo.

-Sí, enseguida. Hay muchas aventuras que merecen la pena ser contadas.-le comentó.-Pero habrá comida me imagino, ¿no?

En estos días de espera de la llegada de Legolas, se limpiaron las galerias y las minas se volvieron a abrir, los enanos trabajanban duro para volver a la normalidad, cuando Legolas llegó el reino y sobre todo el salon de trono estaba listo para recibirlo. 

El salón del trono estaba limpio renovado, desde el trono el rey estaba rodeado de sus consejeros y llevaba sus mejores galas despues de haber recibido antes a Legolas, esperaba que su hijo estubiese cerca. Después de la etiqueta y la pesada Burocracia empezaba la fase del dialogo. Despues vendría un banquete digno de reyes.

... - No podemos a los elfos del bosque a ayudarlos en su lucha contra los nazguls en Bol Guldor, nuestra guerra civil nos ha mermado los recursos demasiada sangre enana se ha vertido y no esta aquí al lado, hay que recorrer mas de 300km...

Después del eufórico saludo al mediano y de ver como los demás mantenían la compostura, me coloqué un poco al margen echando un vistazo a la comitiva que había llegado - Vaya, parece que vienen en buena compañía animal.... Un halcón, un lobo y dos perros de caza...... parece que vienen bien acompañados - pero aún así me parecía raro que un grupo de elfos viniera con tal cantidad de animales peligrosos - con los sentidos que tienen esta gente.... ¿y que vengan con ese séquito de animalejos?, seguro que me equivoco, pero bueno, no hay nada malo en escudriñar un poco más de la cuenta..... -

Tirada de Etiqueta:

Tirada de advertir notar (por si viera algo raro en el tema de los animalejos):

Una vez toda la parafernalia de presentaciones y demás había terminado, todos nos dirigimos hacia el salon de reuniones donde empezaría un buen rato de diálogo, burocrácias, politequeo y demás..... que a mi me daban dolor de cabeza.

Tomé asiento y sin decir ni pío, estuve atento a todo lo que allí iba aconteciendo - Las cosas de enanos y elfos se deben solucionar entre ellos, enanos y elfos, los demás sobramos.... ¡por ahora! -

Malleus ve los aburridos protocolos de los enanos, cuando se fija en los animales, pero se da cuenta al montar el campamento elfico, que se quedan en los alrededores de este y nunca se alejan del campamento más de 50 metros.

Triton y sam quieren hablar del anillos, cuando hay una llamada de consejo, antes se pongan las cosas claras mejor para todos, Legolas lo manda su padre entre otras para que una vez restablecido el reyno de triton le ayude en el bosque negro, pero Triton I despues de una guerra civil y teniendo a los orcos más arriba de las montañas altas, no lo ve factible.

Aun no había terminado de zanjarse el asunto del envió de tropas cuando sale el tema del anillo.

Legolas comenta que atrae sobre el como (el iman al hierro ) a las fuerzas oscuras y que su padre a petición de Sam se lo ha vuelto a entregar a este. Y pide unos minutos de reflexión de que hacer con el. ¿...?, Pero no se olvida del tema anterior y en este sentido señala a los portaderos por si quieren exponer a la sala sus consejos.

El rey Triton I deja hablar a su hijo que es esta más versado en la materia del anillo que él, pues no conoce la historis del anillos como su hijo TRITON II

Una vez todos acomodados en el salón, tras la recepción, empiezan a salir los diferentes temas por lo que estábamos reunidos, uno de ellos era una petición de ayuda para enfrentarnos a los ejércitos oscuros que acechaban Bol Guldor, pero rápidamente surgió uno que nos tocaba más a fondo, El anillo.

Padre, Legolas habla de un anillo mágico que encontramos en nuestro viaje a Ciudad Gris, Un anillo que anhela el enemigo y por eso no puede caer en sus manos. 

Nos dirigíamos al pueblo de los elfos para que ellos se ocuparan de él cuando me entere de lo que ocurría aquí y decidimos ayudar a tu pueblo antes de finalizar la misión, y (miro a Legolas) no entiendo por que los elfos no han sido capaces de saber que hacer con tal objeto.

Después del combate, el conjurador mantuvo un perfil bajo, casi  ni se lo vio por la ciudad. La  necesidad  de descanso era tan grande y las heridas de la batalla parecía no querer cerrar.

Pero cuando recuperó las fuerzas perdidas   y se dispuso a disfrutar del arte y conocimiento que guardaba la ciudad  de enanos se enteró de la llegada de los elfos.

No asistió al recibimiento  de  Legolas y su  compañía,  observó desde lejos  como los demás compañeros  manejaban los asuntos diplomáticos,  no quería acerca a ellos si no era realmente necesario.

-Al menos los presentes son de interés - dijo para sí al ver los animales que traía como regalo,  sin poder ocultar la curiosidad.

Luego de pasado el momento protocolar  fue a reunirse con sus compañeros,  con la intención de saludar al mediano.

Ahí se enteró del  problema con  el anillo.

-Nada más me esperaba de esos elfos- dejó escapar el comentario frente a sus compañeros

-La historia se repite  un a y otra vez, tras su máscara de falsa sabiduría y bondad se esconde  el  inmenso egoísmo de su raza . Hacen  cargar al hobbit   nuevamente con tan peligroso peso. Parece que  los primeros hijos de Iluviatar no son dignos de ayudar a los demás seres de la tierra media  - sin ocultar su enojo se alejó un poco de los demás.

-La hermandad es mas que suficiente para poder llevar con éxito la misión -  dijo por lo bajo