Partida Rol por web

Caminamos sobre la nieve, lo que hace algo pesado el paseo, más después de lo que dejamos atrás y, peor aún, lo que cargamos. Vamos agarrados de la mano, y ese contacto significa mucho para mí, aunque más lo sería una sonrisa que mostrara que está bien.

Levanto la mirada hacia las ramas de los árboles, con restos de nieve aún, y el sol que se filtra entre ellas. Es una estampa arcoiris preciosa.

Espera, para. -Le digo a Liz de repente, soltando su mano, con la mirada en la maleza de fuera del camino. Me separo de ella un poco- No te muevas, creo... -Otro paso más, y me giro a mirarla, sonriendo con picardía. Entonces le doy una patada, casi una coz, al delgado árbol que tengo a mi espalda, haciendo que se sacudan sus ramas y liberen la nieve que está acumulada, que cae sobre nosotros como una nevada concentrada.

Y río, acercándome, con la confianza de que ella también lo encontrará divertido. Que sonreirá.

Salimos de la cueva y comenzamos a caminar sobre la nieve, de forma lenta pero firme, deseando llegar cuanto antes a nuestro destino. Sí, quería dejar aquella cueva atrás, por los malos momentos, pero no lo aprendido en ella. Había pasado un par de malos ratos, pero el balance era claramente positivo.

Todo volverá a su cauce, ¿No?

Miré a Ben, que dirigía la vista al frente, y volví nuevamente la mirada al suelo, hasta que de pronto este me pidió que parase. Así lo hice, y cuando me soltó la mano y se separó le seguí con los ojos. Se aproximó a la maleza diciéndome que no me moviera, ¿Habría visto algún animal?

-T-ten cuidado… - fue lo único que me dio tiempo a decir antes de ver aquella sonrisa pícara y la patada que le daba al árbol.

Sobre nosotros empezó a caer la nieve de las ramas de los árboles que se extendían sobre nosotros. Miré hacia las ramas, con las palmas de las manos hacia arriba, recogiendo algunos de aquellos improvisados copos. Al bajar nuevamente la vista tenía a Ben frente a mí.

-Me has engañado… Otra vez. – reí, lanzándome sobre él en un repentino abrazo, recordando sus sucesivas bromas desde que nos habíamos conocido. Afloje el abrazo, separándome un poco de él, aún con mis manos rodeando su cuello. – Me encanta que me hagas reír. – dije algo sonrojada, en parte por mis palabras, en parte por el frío del exterior. – Pero de esta tengo que vengarme… - le susurré al oído justo antes de coger con ambas manos la nieve que había caído sobre su mochila y restregársela en la cara. - ¡Lo sientooo! – grité alejándome rápidamente, echando a correr por el camino a la velocidad que el peso de la mochila me permitía.

La pareja jugueteaba cuando se percatan de una serie de huellas que van hacia la dirección donde se debía encontrar el castillo por lo que ellos recordaban, miran más detenidamente y se dan cuenta que son huellas de algun tipo de animal, por el tipo de pisada es de lobos.

Mientras están observando escuchan como Makoto aparece por donde ellos habían venido caminando con tranquilidad

Makoto ve a Ben y Liz que cubiertos un poco con nieve observan algo en el suelo

Ahí están.

Vio a la pareja que acababa de iniciar el camino y se acercó a ellos.

No pensó encontrarles tan cerca y entonces se dio cuenta de que parecía que estaban observando algo.

¿Qué ocurre ahí? - se acercó en silencio.

Todos se reunen en el exterior Ben y Liz estan mirando algo en el suelo y Makoto se acerca

Ben no tardó mucho en darme alcance y cuando nos detuvimos a observar por dónde debíamos continuar nuestro camino, nos dimos cuenta que en la ruta hacia el castillo había algunas huellas.

-¿Algún animal? – pregunté a mi novio, agachándome junto a aquellas señales para mirarlas más de cerca. – Lo raro es que este es el camino hacia el castillo, ¿No?

Me giré para mirar a Ben, dándome cuenta de que Makoto se encontraba muy cerca de nosotros. Estiré el brazo para saludarle mientras me ponía en pie.

-¿A vosotros qué os parece? – pregunté a los chicos, a la vez que veíamos a lo lejos como parte del resto salía de la cueva.

Lia llegó encabezando la comitiva. Cuando estaban a escasos pasos escuchó a Liz preguntando algo. Al llegar hasta ellos, bajó la mirada y vio las huellas. Los miró a ellos, luego a las huellas. Y de vuelta a ellos.

-Estamos en un bosque. Hay huellas en un sendero. ¿Qué hay de raro en éso?-parpadeó un par de veces, mirándolos sorprendida. Quizás era un lobo, quizás un oso. No sentía nada extraño, a diferencia de cuando entraron en las cuevas- Quizás hay lobos por aquí, no sería raro. ¿O habéis visto algo raro?-. ¿Acaso era necesario caer en seguida en una paranoica sensación de estar constantemente en peligro?

Corro tras Liz tras la broma de la nieve, pero se detiene de pronto y me paro a su lado sorprendido. Ambos nos agachamos a comprobar esas marcas en la nieve, y yo incluso pongo mi mano sobre ellas para calcular el tamaño. Las preguntas de Elizabeth me hacen pensar, no respondo inmediatamente, y apenas me giro un poco cuando veo que pregunta también a alguien más, y que Mako está cerca nuestro y los otros chicos se están acercando.

Miro el sendero, comprobando la dirección de las huellas, y entonces oigo a Giulia. No se ni qué pensar de lo que dice. ¿No deberíamos preocuparnos de que pueda haber lobos o un oso cerca de donde estamos? ¿Tan poderosa se piensa que es tras pasar por las cuevas? Bueno, puede que lo sea, también yo creo que podría medirme a un animal con lo que he aprendido, pero eso no hace que me preocupe menos.

Raro no es. -Me pongo en pie, tratando de parecer más confiado y seguro de lo que estoy- Manuel ya dijo algo de que podría haber lobos. También podría ser el jefe de seguridad ese, ¿no dijeron que era un hombre lobo? Puede que haya salido a hacer una ronda por los alrededores...En fin, las huellas parecen ir hacia el castillo, puede que averiguemos algo mas adelante.

Me giro y doy un paso hacia Mako, poniendo una mano en su hombro- ¿Qué tal estás? ¿Mejor?

Recogí mis cosas junto al resto y salí tras Lia mirando hacia atrás pensando en los que se quedaban..

Cuando todos se detuvieron, al parecer era debido a unas huellas en el camino.

-Estoy con Lia, no me parece algo de lo que alarmarse.

La verdad, me era un tanto indiferente lo de esa huella, solía hacer muchas aventurillas por las montañas y bosques, este tipo de cosas eran bastante normales.

La observé de reojo por si sabría distinguir de que era y seguí dando pasos a ver si todos retomaban el camino.

Los demás llegaron a nuestra altura en poco tiempo, y quienes se pronunciaron no parecían ver nada extraño en aquellas huellas.

Me sentí algo cohibida ante las repetidas miradas de Giulia, al mismo tiempo que avergonzada por su rotundidad en que aquello no tenía nada de raro; Kurt tampoco lo veía así, e incluso Ben se mostraba de acuerdo con ellos.

Aquello hizo que agachara irremediablemente la mirada, insegura y avergonzada.

-Y-yo… Ayer no vi nada parecido, me pareció curioso… - traté de explicarme, aunque con apenas fuerza en la voz, y finalmente desistí.

Además vamos en esa dirección, ¿No significa eso que podríamos toparnos con esos lobos?

Me giré y continué caminando cabizbaja, dejando atrás a Ben con Makoto y al resto de los chicos.

Aún estoy esperando la respuesta de Makoto, cuando veo que Liz comienza a alejarse ella sola. Mierda, es justo lo contrario de lo que pretendía. Bueno, no, en realidad lo que pretendía era que no cundiera el pánico, y parece que en ese sentido ha funcionado. Aunque probablemente no por lo que yo he dicho para tranquilizarles, sino porque, a tenor del modo en que Kurt le da la razón a Lía, parece que el hecho de que pueda haber lobos cerca les importa un pimiento. ¿Sabrán lo que es un lobo? Igual se han confundido con un caniche, y la posibilidad de ver un oso les recuerda a los osos amorosos...

Pero lo que está haciendo Liz va mucho más allá. Una cosa es no tener un miedo excesivo y otra aventurarse en solitario. Deberíamos ir juntos, por si pasa algo.

Me acerco más a Makoto y le susurro unas palabras, antes de darle un par de palmadas en el hombro y despedirme con un- Luego hablamos, ¿vale? -Y salgo corriendo detrás de Liz.

Le he quitado importancia por no asustar a la gente, pero me preocupan esas huellas, podría haber lobos cerca buscando comida, ten los ojos bien abiertos ¿Vale?

-Juraría que mientras no estábamos la cantidad de cosas que había se han multiplicado, ¿hm?- decía a Rina mientras iban con paso tranquilo junto a Manuel y Kyara. Pese a la temperatura que había fuera Nyara no sentía frío alguno ni salían nubes de vaho de sus labios al hablar... se le había acabado la tontería de la bromita fumadora los días de frío.

-¿Te encuentras bien?- inclinó la cabeza hacia la muchacha oriental, extrañada porque la hubiesen dejado tirada ahí, durmiendo en las cuevas.. aunque a saber qué era lo que había pasado para que la dejasen atrás junto al chico de seguridad. Quizá solo eran paranoias suyas y simplemente había insistido esperar a Kyara hasta caer rendida por la tardanza de las hermanas, ¿no había sugerido Manuel algo así?