Partida Rol por web

Al contrario de lo que cabía esperar, Manuel me respondió con seriedad, haciendo las mismas elucubraciones que había hecho yo, y comentándome que el Director podría responderme mejor a mis preguntas. Justo en aquel momento llegó Andrea, la mujer de la que me había hablado Kyara, y Manuel me confirmó que ella tenía la habilidad de meterse en los sueños.

La mujer parecía bastante amigable y tranquila, y debía conocer muy bien a su compañero al adivinar que este ya había estado haciendo bromas.

- Buenos días. - la saludé y procedí a presentarme. - Mi nombre es Elizabeth. - miré también a Manuel, al que se me había pasado presentarme, y volví a dirigirme a Andrea. - Estábamos hablando sobre... Un sueño. O eso creo. Más bien una pesadilla, en la que vi a una chica ensangrentada.- terminé por decir, esperando ansiosa cualquier tipo de respuesta.

Andrea escucha a la chica y dice:

- Una pesadilla, uff suelen ser muy desagradables, dices que viste a una chica ensangrentada? la conocias? porque normalmente si sueñas con alguien que conoces es porque puede llegar a pasarle algo a esa persona, pero el que este ensangrentada no quiere decir nada, lo mismo era su sangre o de otra gente.

Se toca la barbilla y dice:

- Puede que tengas la capacidad de ver el futuro en tus sueños y sea un futuro, digamos que algo que pasara, como que esa chica estara envuelta en algo relacionado con la sangre pero a lo mejor no lo es. Mi habilidad es entrar en los sueños de la gente pero el interpretarlos no es mi especialidad, aunque seguramente sea por algo de lo que te he dicho

Lia escuchó divertida la respuesta de Chris, y le encantó verlo reir ya que hasta la fecha le había visto demasiado mustio. Le dió un golpecito en el hombro de forma amistosa.
-¿Éso significa que podemos echar un pulso a cuatro manos, no? Seré benévola contigo, creo que me llevas bentaja con los efectos secundarios, así que no abusaré de tí, hamburguesa-pulpo- rió entredientes. Al menos la reclusión en aquel castillo no sería tan tediosa si al menos los ratos muertos eran entretenidos.

Cuando escuchó a Elizabeth se giró, puesto que hasta ahora la muchacha no hablía hablado demasiado y era en cierto modo la segunda novedad, tras la sonrisa de Chris. Al oírle confesar un sueño, no pudo evitar mirarla como si fuera una bomba a punto de estallar en cualquier momento. Si aquél sueño realmente se debía a algo sobrenatural, parecía que los símptomas se manifestaban rápido. Se inquietó un poco, borrando la sonrisa perenne de su cara. No le agradaba la idea de pasar por un sueño así: Lia era en realidad bastante miedosa.

Que Manuel y la recién llegada Andrea lo tomaran de forma tranquilizadora ayudaba a normalizar la situación.

-Hola Andrea- saludó cortesmente. Tenía esperanzas de que el director fuera alguien agradable como Andrea y Manuel, porque de ser como la mujer que los había recibido en el patio de armas la idea de quedarse resultaba poco cautivadora. Miró como Andrea y Elizabeth conversaban.
-No todos tendremos ése tipo de sueños, ¿no?-preguntó, consciente de que no tenía por que ser así, pero necesitaba que se lo confirmaran en voz alta.

Desagradable se queda corto...

- No, no era nadie que conociera... Gracias... - respondí a Andrea un tanto decepcionada.

No había podido ofrecerme las respuestas que buscaba, sin embargo si era de la opinión de que aquello pudiera tener algo que ver con alguna habilidad para predecir acontecimientos. Lo más raro del asunto es que Kyara también había vivido lo mismo, pero no quise hacer mención al tema, debía ser ella quien decidiera o no contarlo.

Giulia preguntó sobre la posibilidad de que tuvieran también sueños así, y realmente esperaba que no fuera algo que fuésemos a vivir todos, fue tan horrible que no se lo desearía a nadie.

Ni siquiera a Nyara, aunque no le caigamos bien.

- Espero que no sea esa mi habilidad. No quiero esa responsabilidad. - le dije a Ben, mientras miraba al suelo.

Trata de tranquilizarme, y nuestras manos se unen nuevamente mientras ese temblor desaparece. No me quedo tranquilo, porque a pesar de todo se que lo está pasando mal. Pero me mira a los ojos y, por un momento, siento que todos los problemas desaparecen. Que somos lo bastante fuertes para poder con ellos.

Que todo saldrá bien.

Liz hace su pregunta, pero parece que nadie aquí está muy por la labor de ofrecer respuestas. Manuel, tal como él mismo se define, es más músculo que otra cosa. Músculo y un sentido del humor cutre a más no poder. Y la tal Andrea, a la que saludo con un simple gesto de cabeza cuando llega y nos saluda, se suponía que era una experta, pero sólo ofrece conjeturas en las que no confía ni ella. Como el director ese no empiece a mostrar más convicción, voy a plantearme seriamente buscar respuestas en otro lugar.

Ya, cuando oigo el susurro apesadumbrado de Elizabeth, me desarmo. Nunca había sentido esta impotencia, querer proteger s alguien y no poder hacer absolutamente nada. Ojalá pudiera arrancarle esas pesadillas y sufrirlas yo en su lugar. Ojalá pudiera meterme en ellas y protegerla. Pero no puedo, no se ni lo que puedo hacer. Porque lo que sí puedo hacer se que no será suficiente.

Pasar una mano por su espalda, hasta su hombro, en un cariñoso abrazo, y tratar de reconfortarla con un beso en la mejilla.

La joven hizo un gesto con la mano para que su hermana supiera que la había entendido.

Kyara se hacía la longuis intentando descansar un poco más en lo que empezaba lo que tuviera que empezar, pero al escuchar llegar a Andrea y a la pelirroja explicarle el sueño, no pudo evitar volver a la conversación- Andrea, lo extraño es que yo soñé lo mismo. Era como un videoclip de rock japo y luego, la cantante, aparecía de pie, ensangrentada y mirándome. Casi salto por la ventana.

La joven hizo un gesto con la mano para que su hermana supiera que la había entendido.

Yo también río un poco entre dientes, pero no digo nada más, pues Gula parece preocupada de golpe, por el tema del sueño de la pelirroja. Miro un momento a la chica, Elizabeth, mientras comenta el tema con la recién llegada Andrea. Frunzo un poco el ceño, preguntándome si realmente es tan terrible soñar con una tipa ensangrentada, especialmente cuando has conocido a una mujer que manipula el fuego. ¡Y a un tío que se divide! Debo de ser al único al que le flipa el poder de Bruce.

Vuelvo a mirar a Gula. Ya no sonríe tanto. Seré raro, pero si yo me despierto por haber soñado con una tía ensangrentada, le dedicaría unos tres minutos de mis pensamientos al sueño antes de darme la vuelta y volverme a dormir. No me iba a asustar más que soñar con...

Trago saliva un momento e intento alejar mi mente de eso ahora. No es en lo que quiero pensar ahora mismo. Durante un segundo miro al suelo, con la mirada clavada en un instante infinito. Luego vuelvo a elevar la cabeza, e intento fijar los ojos en algo sólido. Miro hacia Kyara, que es la que está hablando ahora, contando lo que ya comentó un poco durante el desayuno. Sí, eso es, déjate de recuerdos y mierdas, que bastante seco eres como para encima empezar a cabrearte. Céntrate, pasa de rollos. Eso es, las polladas de sueños sangrientos son lo mejor para distraer la mente de malos pensamientos. Así pues, me cruzo de brazos mientras voy mirando a los que hablan, atendiendo a la conversación, aunque no exáctamente por interés en ella.

Abrió la puerta mirando un instante hacia atrás comprobando que no se cerraría en las narices del Bello Durmiente. Alzó una mano saludando a Andrea y se repitió mentalmente lo de no retarla jamás a beber.

-Siento la tardanza, estaba más dormido de lo que esperaba-se excusó ante los veteranos alejándose para apoyarse en una pared.

La buena acción del día estaba hecha.

Varios pasos se escuchan bajar por la escalera.

Primero se tata de un hombre mayor, vestido con ropas de cocinero, sin duda es la persona que ayer les preparo la cena y hoy la comida. Su ropa esta perfectamente limpia y su barba perfectamente recortada, el hombre tiene una mirada amable y mientras baja mira a todos los alli presentes sonriendo, parecia contento, segun baja dice:

- Buenos dias, soy Paolo Ligrigni, vuestro cocinero

A continuacion baja una mujer con ropas oscuras, rubia y con una mirada tambien amable, la mujer camina con tranquilidad observando a los alli presentes, lleva un libro bastante grueso en las manos, su voz al igual que la del cocinero suena amable,pero en este caso mas como la de una madre:

- Buenos dias chicos, yo me llamo Marie Lagrange y soy la encargada de la biblioteca y de los estudios teoricos por asi decirlo, soy la historiadora y experta en mitologia del castillo

mauel se coloca en su posicion mientras dice:

- Bueno como os dige soy Manuel y soy uno de los chicos de seguridad por asi decirlo, pero tambien soy agente de campo, cosa que ya os enterareis lo que significa, ahora mismo yo soy el jefe de seguridad mientras el autentico jefe de seguridad esta fuera en un transporte especial con Bruce, el cual creo que conocisteis todos

Janet baja con su ya conocida cara seria y sin mirar apenas a los alli presentes, la mujer vestia con un pantalon oscuro ceñido y un jersey de cuello bajo de color rojo sobre el que tenia puesta una cazadora abierta:

- Ya me conoceis, yo me encargo de todo el aspecto relacionado con la magia dentro del castillo

El siguiente es un hombre que viste con traje chaqueta de color azul oscuro y gafas, se nota que es un hombre serio y su saludo es poco mas que un saludo con la mano, con un tono de voz serio dice:

- Buenos dias, me llamo Hans Gunther y por decirlo de cierta forma soy el subdirector de esta instuticion y director de operaciones de campo

Un hombre con bata de medico baja animadamente por las escaleras y dice:

- Buenos dias, yo sere vuestro medico y espero no veros mucho por la enfermeria y que nos veamos por cualquier parte menos por ahi por cierto me llamo Arturus Scheider

El hombre parecia de buen humor y descendia las escalera animado

Andrea se coloca junto a Manuel y dice:

- Bueno ya que me conoceis no me presentare de nuevo, solo os dire que ademas de lo que os dige soy otra de los agentes de campo junto con Manuel

Finalmente un hombre mayor vestido de negro baja tranquilamente mientras dice:

- Sed bienvenidos, yo soy el director de este castillo, mi nombre es Alexander Smith y es un autentico placer teneros aqui

Mira a todos y dice:

- Comprendo que esteis asustados preocupados o sorprendidos, pero ahora ha llegado el momento de que pregunteis lo que querais saber

Se escuchan pasos, y de repente aparece un desfile de gente. Uno a uno se van presentando, aunque parece que los demás ya conocieron a algunos anoche en la cena. No es que me arrepienta, en absoluto. Tampoco despiertan demasiado mi interés, hasta que Manuel comenta eso de ser "agente de campo". En cómica, libros, series, y hasta en juegos de rol, siempre he visto esa denominación en gente dedicada a cumplir misiones fuera de las instalaciones controladas. Me preguntó qué clase de misiones le encargarán a esta gente, fuera de aquí. ¿Espionaje? Puede que así nos localizaran a nosotros. ¿Captura? Si es cierto eso de que los seres sobrenaturales existen y pueden ser peligrosos...

Estoy pensando en ello, con una mano entre la espalda y el hombro de Liz y la otra con sus dedos entrelazados, cuando se presenta finalmente el director, ofreciéndose a responder ¡por fin! nuestras dudas.

No tengo ganas de hablar en público, me da mucha vergüenza. Lo normal es que me quede callado y espere a que hable otro. Sin embargo, estoy viendo sufrir a Elizabeth, a mi lado. La impotencia me corroe al verla así, y no puedo evitar girar la cabeza, sin soltarla, pues el contacto y hacerla saber que me tiene a su lado es lo único que soy capaz de ofrecerle.

Y esto.

Yo quiero preguntar algo. -Digo con un recién estrenado valor, que se va diluyendo a medida que veo tantos rostros girarse hacia mí- Bueno, yo... quisiera saber... En realidad no se si anoche se explicó algo en la cena, porque yo me la perdí -Digo yo, no nosotros, para dejar a Liz al margen de este tema. Bastante está pasando ya, y sigue siendo algo que levanta susceptibilidades- Pero quisiera saber qué es exactamente lo que vamos a hacer con todo esto de nuestra verdadera naturaleza, y en qué pueden... no se, ayudar. Porque aquí hay gente a quien le está pasando algo que no comprende y que le hace sufrir, y de momento nadie parece hacer nada.

Me doy cuenta de que he sonado mucho más directo, impaciente y brusco de lo que es habitual en mí, incluso de lo que yo mismo quería. La situación me supera, y no puedo aguantar un sólo chiste más ni otra respuesta a medias.

Liz necesita ayuda. Y me jode no poder ayudarla.

Alexander escucha atentamente a Benjamin y calmadamente dice:

- Lo cierto es que mas que ayudarles podemos contenerles y enseñarles... Veamos como lo explico, los cambios que van a sentir se producen en sus cuerpos quieran o no quieran y esten o no esten aqui.

Mira a todos y añade:

- Imaginate que como dices sufres visiones o sueños horrorosos en tu casa, y no sabes lo que es, a quien le preguntas? o me pongo en algo peor, suponte que tienes sangre de vampiro y un dia de repente te entra muchisima sed que no eres capaz de controlarla y ves por casualidad a tu hermana o a tu madre o tu padre sangrando, te aseguro que lo que has visto en las peliculas se puede llegar a asemejar mucho o por ejemplo que seas un hombre lobo que durante la luna llena se descontrolan

El hombre mira a los alli presentes de nuevo y dice:

- Aqui estareis seguros vosotros y las personas que os rodean ya que podemos controlar vuestros impulsos primarios y sobretodo enseñaros a controlarlos y sacarles provecho

El brazo de Ben en mi espalda y su beso en la mejilla me reconfortaron, pero aquello no era suficiente. Necesitaba saber qué me estaba pasando, y qué se podía hacer al respecto. Pronto llegaron el resto de miembros de la "plantilla" del castillo, culminando las presentaciones con las palabras del Director, que nos invitaba a formular las preguntas que creyésemos oportunas.

Debería decir algo, pero no se si esto sirve para algo...

Miraba hacia abajo, pensando qué hacer, cuando escuché que Ben comenzaba a hablar, y giré mi cabeza para mirarle.

Ben...

El tema también le incumbía, pues no sabíamos cuando se produciría la siguiente "manifestación" de lo que fuera que nos fuese a pasar, pero estaba claramente haciendo alusión a lo que me había pasado... El hombre respondió a sus palabras, sin aportar nada de demasiado provecho, hasta que pronunció la última frase. Miré a Ben, captando su frustración, y apreté ligeramente su mano para indicarle que era mi turno.

Entonces, di un paso al frente, desenredando lentamente mis dedos de los de suyos, y sintiendo cómo su mano se deslizaba por mi espalda hasta dejar de tocarme. Sentir todas las miradas clavadas en mí no era plato de buen gusto, pero había que hacer algo con todo aquello.

- Disculpe Señor... Pero ha hablado de sacarles provecho. ¿Es eso a lo que se dedican los agentes de campo? - pregunté nerviosa - Una compañera y yo hemos tenido el mismo sueño, un grupo japonés cantando, y después la cantante ensangrentada, mirándonos, tratando de alcanzar algo. - cada vez me encontraba más incómoda con la exposición, pero no había elección. - ¿Y si la chica está en peligro? ¿No deberían hacer algo? - dije alzando un poco la voz.

Bueno, y parece que al fin comienza la reunión. Ya iba siendo hora.

Según bajan, les echo una mirada rápida a cada uno de ellos.

Un cocinero, con pinta de ser muy majo. Me pregunto si el cocinero también tendrá superpoderes, o es un familiar o un tío contratado sin más. Quiero decir, sería una putada tener superpoderes y que el único puesto de importancia que te den es la cocina. Quizás tenga sentido si sus poderes consisten en comunicarse con vegetales.

Luego la bibliotecaria. Esta también parece amable, me recuerda a una profesora que tuve en el instituto. Esta tendrá supermemoria o será maga también, creo que es lo que más le pega.

La china maga baja después, tan seria como siempre. Bueno, no puedo decir que eso me moleste.

El siguiente tipo me recuerda a un abogado amigo de mi padre...Trajeado, formal, serio...Subdirector dice, sí, desde luego me lo creo. ¿Ha mencionado operaciones de campo? Bueno, está claro, esta gente es como los X-Men en la vida real, por lo que trabajarán para el gobierno o algo. Este se encargará de decir a quién tienen que atacar los hombres lobo que viven aquí.

El último hombre que baja es el director. El psíquico. El puto Xavier.

Nada más verlo sé que tiene algo. ¿Qué es? Un encanto singular, un aura carismática, no lo sé, pero hay algo en él que me induce a respetarlo, así, sin más, sin conocerlo, un sentimiento irracional que me inunda de forma casi imperceptible, como un murmullo en mi nuca de palabras que no pueden ser oídas, pero que asimilo según emergen y se dirigen hacia mí. ¿Será parte de sus poderes? Quizás. O quizás es sólo un hombre que, de alguna manera, sabes que se hace respetar.

Entonces me doy cuenta de que puede leer todos mis pensamientos. Bueno, nadie nos lo ha dicho expresamente, pero estoy seguro de que puede hacerlo. Así que por dios, no imagines ninguna burrada.

Entonces el noviete de la pelirroja pregunta algo. ¿Qué mierdas le pasa? ¿Qué carajos dice que a la gente le hace sufrir? ¿Lo dirá por el sueño de la pelirroja? ¿En serio hay para tanto? ¡Oh, cuanto sufrimiento, he soñado con una tía ensangrentada, parad el mundo! Kyara será una pesada a veces (siempre), pero al menos se lo ha tomado como una persona de más de diez años. De verdad, vaya puto par de maricones.

Después de que el psíquico conteste al muchacho, con una respuesta que en realidad es bastante esperable, dado todo lo que nos han dicho hasta ahora, decido preguntar algo que aún no sabemos, y que creo que es un poquito importante.-Disculpe, director.-digo, mirando al hombre, diréctamente a los ojos, como es costumbre en mí.-Si estas capacidades no se manifiestan hasta a saber cuando. ¿Cómo carajo nos habéis detectado?-finalizo la frase sin darme cuenta siquiera de que se me ha escapado un taco al hablar. Puede que me imponga respeto, pero hay cosas que me salen solas sí o sí, y me saldrían igual aquí o en un puto juicio.

El hombre escucha a Elisabeth y camina hacia ella meintras habla:

- Los agentes de campo son los que se encargan de que la gente como nosotros no alteren la realidad y la sociedad de nuestro mundo ni mas ni menos que eso.

En cuanto a sacarles provecho puede ser de muchas formas, eso dependera de que sepais hacer y como querais usarlas, lo de la vision, si me permites puedo hacer algo

El hombre coloca su mano sobre la cabeza de Elisabeth y cierra los ojos:

- Puedes pensar y recordar ese sueño que has tenido?

Tras un rato el hombre empieza a asentir, tras un par de minutos se aleja un poco:

- Veo lo que has soñado, y conozco a dos de esos chicos, a la chica, la cual no recuerdo el nombre, pero esta relacionada con el castillo de Kyoto, al igual que uno de los chicos, en tu sueño lleva una camiseta rosa

Se gira y algo rpeocupado dice:

- Hans podrias comunicarte con el castillo de Kyoto por favor? la chica aparece ensangrentada, eso pueden ser dos cosas o que es herida o que hiere a alguien

Janet es la que meintras el director esta con Elisabeth responde a Christofer:

- Eso es lo que se ha conseguido conjuntando la ciencia con mi magia. por explicarlo de cierta forma emitis un aura diferente al resto, una energia espiritual, ki, mana o como querais llamarlo, en el momento en el que empezais a cambiar es cuando empezais a emitirla y va aumentando hasta que llegais a vuestro maximo potencial

La mujer coloca su mano derecha con la palma hacia arriba, en ella aparece una bola de hielo.

- Esto es una persona, el mana de una persona, pero cuando empiezan a despertar sus habilidades sucede algo como esto

De la esfera comienzan a salir poco a poco puntas de hielo hasta ser mas grandes que la propia esfera, Janet cierra finalmente la palma y el hielo desaparece:

- Es energia espiritual que se escapa de vuestro interior porque es demasiado grande y os otorga esas habilidades

Kyara saludó con la mano a cada uno de los profesores que se presentaban, aunque aún estaba más dormida que otra cosa, el jaleo y tanta gente hizo que comenzara a espabilarse. Además,su hermana estaba de nuevo que había ido a pescar al lentorro de turno.

Entonces empezaron a preguntar las dudas y esas ya las habían resuelto, pero ahora también hablaban del sueño de los japos. Ahí si prestó atención pero, por suerte, quedó como anónima y todo el mérito se lo llevó la pelirroja- mejor que mejor -pensó mientras tapaba un enorme bostezo con la mano y se estiraba un poco.

-Resumiendo, es una prisión para no tener que cazarnos y, con suerte, que nos convirtamos en una activo valioso para esta institución -dijo Kyara resumiendo de forma directa lo que parecían intentar suavizar con palabras- creo que todos somos mayorcitos como para que nos digan las cosas como a niños pequeños.

Blablabla...

Hubo un momento de silencio y Nyara, apoyada en la pared estudió al personal del castillo.

-Gracias por la cena, señor Ligrigni-no pronunció bien el apellido, poco familiarizada con la sonoridad que los hispanos llamaban "eñe" y que en italiano provocaba la conjunción de las letras "ge" y "ene". En sus labios apareció el fantasma de una sonrisa a modo de disculpa por la pronunciación y miró a la mujer que se encargaba de los libros para repetir esa pregunta que antes había hecho a Manuel pero que había ignorado-¿Los libros se pueden sacar de la biblioteca, señora...euh.. Lagrange?

Tras la contestación de la señora se dirigió al director, sosteniéndole la mirada con aire vacilante.

-En lo que mi naturaleza, por llamarla de alguna forma, se manifiesta ¿Puedo acompañar a Andrea o a Manuel? Puedo aprender algo de ellos, del castillo y mantener físico y mente ocupados en algo que no sea...-la chupipandi de la paz y el amor-vaguear ociosa a la espera de que me ocurra algo.

Interesante. Por como habla, parece que las opciones de explicar esto desde una perspectiva científica van disminuyendo. Quiero decir, ha hablado específicamente de combinación de ciencia y magia. Está claro que si todo fuera ciencia, habría hablado de otra forma, y estoy más que seguro de que han investigado lo suficiente como para saber si es todo ciencia o no. O sea, que no son poderes psíquicos mentales, ni mutaciones genéticas. Es puta magia. Mola.

Asiento a la mujer, dándome por satisfecho.-Entiendo.-digo, contento al saber que al menos no llevan años fotografíandonos y siguiéndonos. No tengo mucho más que preguntar, lo único que me interesaba era saber si se puede acelerar el proceso, y ya me han dicho unas ciento trece veces que no. Así que a esperar. Miro a los demás mientras hablan, mientras me pregunto si nos llevarán a alguna de esas misiones de campo para aclimatarnos, o para lo que sea.