Partida Rol por web

La cosa no pintaba nada bien. Mientras enviaba a un drone a su compañero Siniestro decidió que era hora de practicar un poco de tiro al blanco. Sin embargo estaba claro que las armas de fuego no eran lo suyo. ¡Maldición! Él que esperaba acabar rápido con los problemas...

Enfrascado como estaba con el combate contra Templario y Roxanne, el drone no se fijó en que su compañero le atacaba, por lo que la garra ebergizada le atravesó la armadura dejandole aturdido nuevamente.

Si alguno de los otros tenía alguna duda de si Siniestro había controlado al soldado se acababa de disipar totalmente. Ahora tan sólo hacía falta acabar con él y evitar que algún otro se enterase.

Obscure aprovechando que los drones no le habían atacado, no sabía si por casualidad o por su aspecto, ya que parecía uno de ellos, recorrió los metros que le faltaban del dron más cercano y en un instante el brazo metálico se convirtió en lo que parecía una mezcla de una guadaña con un látigo que se clavó en el desdichado.

Obscure llegó el último a la fiesta, pero pareció que la terminaba. El golpe que lanzó al drone lo atravesó dejando ver los consabidos restos de carne y metal con el que estaban fabricados.

La lucha había sido rápida y sin ser advertidos. O eso creían, pues de dentro de la nave se escuchó una voz gutural que parecía ser de uno de los dos Fins que habían entrado antes. No parecía muy contento y parecía que se iba acercando al acceso de la nave para salir fuera.
 

Recuperando el aspecto de dron normal.

-Objetivo identificado, Fauna local, eliminación completada. Aumentamos vigilancia. (en mi mejor V'sori)

A la voz que se escuchaba de dentro de la nave, le contestó la de Obscure. O por lo menos la del drone que sabiáis que era obscure.
No entendistéis lo que dijo. Pero la verdad es que sonaba muy convincente.

Todos estaban espectantes por ver qué ocurriría a continuación pues no parecía que se hubiese detenido.

Obscure dice algo sobre.

Fauna. Eliminación. Vigilar.

Templario contempló el peor ataque de la historia de los supervillanos. Y de los superhéroes. Ni siquiera los franceses atacaban tan mal. Era desastroso. Sin embargo, habían conseguido controlar un Drone y destruir el otro. Ahora había personas dentro. Mierda, le gustaba matar pero no a gente controlada por el enemigo. Era erróneo porque... era como trampa. Sí, eso era.

El drone que parecía ser Obscure habló con lo que había dentro. Templario se elevó sobre la salida y apuntó hacia abajo.

—En cuanto salga el E.T. el extraterrestre le haré un agujero en su cabeza extragrande... —susurró. 

En voz baja les digo:

-Creo que les he convencido de que lo que habian detectado eran unos animales y que hemos acabado con ellos. Es el momento de entrar por sorpresa a la nave.
 

El combate había acabado casi sin empezarlo, y eso ponía de mal humor a Roxanne. No sabía cómo el drone había sido capaz de moverse para esquivarla, pero suponía que la oscuridad le estaba jugando una mala pasada a la hora de evaluar la profundidad del lugar en el que se encontraba. 

Ahora tocaba atacar la nave por sorpresa... y eso significaba que habría un montón de sangre. Roxanne tuvo la sensación de que pronto empezaría el combate por los sonidos que se oyeron en el interior de la nave, pero sin embargo todo quedó en un silencio incómodo hasta que Obscure dijo que los había convencido. 

La mujer preparó sus garras y asintió con la cabeza- Yo estoy lista. Cuando queráis. 

A pesar de las palabras confiadas de Obscure, se seguían escuchando unos fuertes pasos que resonaban en el suelo metálico de la nave. Y a los pocos segudos apareció la enorme y terrorífica figura de un K’tharen (también llamados Fin). Al contrario que las fuerzas de choque de los V'Sori, los drones, ésta raza era la fuerza de élite de los alienígenas. Ya habiais peleado varias veces contra los primeros, pero a estos no los habiais visto hasta ahora (a excepción de en las noticias) y desde luego nunca tan de cerca. Lo cierto es que imponían bastante con sus más de dos metros de altura y su aspecto. Y desde cerca la armadura dejaba claro que aunque fuese la de los domingos estaba preparada para resistir.

Con la excepción de Obscure (transformado) y el drone controlado por Siniestro, el grupo trató de esconderse lo mejor que pudo entre la nave y las cajas de las cercanias. Más el K’tharen pareció husmear el aire y su boca hizo un gesto extraño con la boca que tal vez en otra criatura hubiese sido una sonrisa. Miró a los dos drones como decidiéndose con cual hablar.
Nuevamente se escuchó una voz digna de un grupo escandinavo de Death Metal.

¿Por qué has desobedecido las ordenes? Si no había hostiles o mejorados cerca no debíais abrir fuego.

Seguir una conversación cuando entiéndes una de cada cuatro palabras no era fácil, desde luego.

¿Por qué?. Ordenes. Mejorados. No. Fuego.

El jodido idioma alienígena ese era de lo más complicado que me había encontrado, aunque claro también me lo dijeron cuando me propuse hablar árabe o chino. 

- Le está preguntando algo así como por qué hay ruido fuera. - Le dije a Templario hablando lo más bajo que pude para que me escuchara. - Y le está respondiendo algo de eliminar fauna. 

Para ser autodidacta no me iba mal y eso que aún estaba empezando a comprender algo de lo que decían. 

- A ver si en algún momento podemos robarles algún manual o algo en el que salga su lenguaje escrito... - Ahora sentía mucha curiosidad. 

No tardó en aparecer aquella figura, que a mí me recordaba a una tortuga ninja sin caparazón y supe que aquello iba a ser más duro de pelas aún que los drones. Puede que nosotros no fuéramos normales, pero vamos, estos extraterrestres eran duros como piedras. 

- Hostias, eso que ha dicho no me ha quedado claro. - Volví a decir a Templario. - No sé si está diciendo que nos disparen o que no. Sólo he entendido "órdenes", "mejorados", "no" y "fuego". 

Yo por si acaso ya estaba preparada para protegerme de cualquier disparo. 

Videshee le comentó que alguien salía a "eliminar fauna". La mujer sabía lo que decían los ETs aquellos. —Joder, Rusita, eres demasiado lista. Si tenemos algún día hijos, quiero que hereden tu belleza y mi inteligencia, no se puede ser tan listo, te pegan en el instituto —Susurró Templario, que vio salir al alien, vio la cabeza del bicho. Apuntó hacia la aleta y disparó con una sonrisa. 

—Cabezón, ¡Toca corte de pelo! ¡Y se te va a caer!

Tengo que mejorar las bromas. Pensó al ver que esta vez el impacto sí parecía haber hecho más efecto. Rusita volvió a traducir las últimas palabras. —Eso es que quiere un disparo en la cara, seguro. Es lo que piden a gritos siempre. 

El disparo de Templario fue directo a la cabeza del K’tharen. Denjandola toda chamuscada. Lo malo es que todavía estaba en su sitio cuando creía que se la habría volado.

Lo siguiente fue ya el caos del combate. Era obvio que el K’tharen iba a empezar a ponerse violento, pero Templario y Siniestro eran más rápidos. Lo mismo hasta podían acabar el combate antes de que fuera a más.

Eso sí, había quedado demostrado que los seres aquello no sólo parecían duros. También lo eran. Y además había otro dentro, que con casi toda seguridad se habría enterado de que algo pasaba. O no.

¿Serían lo suficientemente rápidos nuestros héroes  villanos?

Templario recordó a su maestro, un tipo portugués, calvo y con perilla que medía más de dos metros y pesaba ciento cincuenta kilos. Su maestro a la hora de disparar, tenía una máxima. 

No hay nadie al que puedas disparar un tiro que no merezca llevarse unos pocos más. Sí, eso le decía. 

Pero eso lo decía porque él disparaba con AR-15... yo tengo armas de energía de esta armadura...

Y pensado eso, volvió a decirle algo a Rusita —Le ha gustado tanto el tiro que quiere otro, es que lo hago tan bien... —y volvió a disparar el arma de energía incorporada en su armadura contra el bicho. 

Joder, muérete de una vez, que me vas a hacer quedar mal. 

El disparo de Templario alcanzó nuevamente al K’tharen en la cabeza, no había duda que cuando se proponía algo Templario lo conseguía.
Pero una vez más el ser aguantó. La armadura no parecía servirle de mucho contra sus ataques, de hecho ese último disparo se la destrozó del todo. Lo que hizo que le mirase furioso. Una mirada que prometía mucho dolor. Aunque desde las alturas el acorazado se las veía felices.

No obstante aún faltaba otro héroe miembro del grupor actuar antes de que pudiera hacer nada.