Partida Rol por web

Templario había esperado que Roxanne matara al idiota. Era obvio que tenía que ser ella, porque después de sufrir tantos disparos, debía vengarse. Y sino, se ventaría con otros, y no quería ser ese "otros".  

—Seguro, teníamos que matarle y que viera el amuleto antes de matarlo. Ese era el trato. Y nosotros siempre cumplimos los tratos —bueno, casi siempre. Para todo hay una primera vez. 

—Me refería a que además de lo que vinimos a buscar para destrucción, tenemos a Hydra congelado en ese frigo de ahí —señaló a uno de los cacharros— Nos lo podemos llevar también y que nos cuente qué está pasando realmente o lo que sabe. Sin duda hay algo más en todo esto. Para qué valen los cacharros de Destrucción, que traman los aliens. Esas cosas. 

Lo de que no pagaría no le enfadó, era lo habitual —¿Esa es la excusa de hoy? El otro día fue "se un caballero, Templario, y paga las rondas". El otro día "Rusita ha cantado muy bien y tienes que pagar el concierto" y el anterior "Se me ha olvidado el monedero".  

Me hizo gracia aquel comentario del hombre que estaba apunto de morir, pues estaba segura de que mis compañeros le iban a dar para el pelo. 

- No te creas. Una deja de perder el tiempo cuando sabe que no puede cambiar nada. - Murmuré tras escuchar eso de que íbamos a desear no haber nacido. 

Me mantuve en mis trece sujetando aquel tipo, aunque claro llego Roxanne y lo que hizo fue dejarme con un montón de cachitos de tío flotantes. 

- Supongo que ya puedo soltarlo ¿no? - Pregunté justo cuando caían los trozos al suelo. 

Templario comenzó a hablar y la verdad es que no le presté atención hasta que oí eso de rusita. 

- ¡Eh! Que yo siempre canto bien. - Era mentira, pero me daba igual. 

Worm estaba apuntando a la cabeza del warlord -no pensaba volver a fallar- cuando la mujer con las garras letales salto sobre su enemigo, hecha una furia, y se dedicó a hacer carne picada con él. El súpermalo chistó molesto, pues le acababa de quitar la oportunidad de acabar con aquel cabrón, pero, en lugar de alzarse de hombros y dejarlo pasar, se acercó hasta el tal Shavak con sus pistolas aun desenfundadas.

Por fortuna Roxanne había dejado la cabeza del warlord más o menos intacta y Worm, una vez a su lado, le metió dos tiros seguidos en la frente, haciendo que parte de la masa cerebral saliera saltando en todas direcciones.

– ¡Hala! Así estas más guapo.–Y, girándose hacía sus compañeros y sin entender apenas de lo que estaban hablando, término dirigiéndose a ellos–. Pues este de aquí ya no va a hablar mucho. Así que, si creéis que el congelao ese nos puede servir de ayuda…

Y dejo el resto de la frase en el aire. Ellos tomaban las decisiones. Worm solo intentaba mantenerse vivo y cargarse de camino a los que se interpusieran entre él y su meta.

Shavak había sido derrotado, y ésta vez no parecía haber ningún brillito que le sacase de allí. El cómo había logrado sobrevivir al anterior encuentro con los Omegas era un misterio, aunque seguramente las partes mecánicas que mostraba (o lo que quedaba de ellas) tenía bastante que ver.

El aparato que quería Destrucción estaba listo para ser trasportado, e incluso tenían el vehículo preparado. No obstante cuando el grupo se acercó a la "nevera" que señalaba Templario pudieron ver que lo que decía era cierto. Allí se encontraba el supervillano Hydra. Era facilmente reconocible, sobretodo en el antiguo circulo en que se movían los Omegas. Ahora eran luchadores por la libertad, pero no siempre fueron eso.

La cuastión es qué hacía allí, pues los datos de vuestro jefe decían que había muerto. Aunque como dijo Mark Twain puede que los rumores sobre su muerte fueran exagerados.

—Bueno, compañeros. Vuelvo a proponer un plan. Nos vamos a la nave y llevamos el cacharro de Destrucción, pero también nos llevamos a este pescado congelado tapado por unas mantas y en la guarida lo interrogamos. ¿Que os parece? Me gustaría saber para que valen los cacharros que estamos robando para Destrucción y todo lo que sabe Hydra sobre los Aliens. 

Se le ocurrió otra cosa. 

—¡Y luego lo podemos tener como mascota! Gusanito ya ha probado hoy que es tan capaz como el resto de montarla, ya no puede ser el becario, la mascota o el nuevo inútil. ¡Y puede cargarlo entre él y su clon como último acto de novato!

Tenía que conseguir el apoyo de Rusita y del otro. Ya fuera para que lo llevara uno u otra. 

Lo principal de la misión ya estaba hecho, aunque claro, uno nunca lo sabía con certeza, pues aún teníamos que salir de allí. Yo ya había dejado de confiarme, sobretodo, habiendo aliens cabrones metidos en el ajo. 

Lo de llevarnos la chatarra que iba buscando por ahí el "jefe" me parecía bien, pero lo de llevarnos al polo... 

- ¿En serio te crees que va a sernos útil de alguna manera? 

Yo no lo tenía tan claro, a fin de cuentas, igual llevaba ahí dormido desde que el mundo aprendió a conectar dos cables. 

- Pues menuda mierda de mascota. ¿No podemos buscarnos, no sé, un perro? 

Tampoco me importaba tener un sirviente, pero ya de ponernos, prefería que fuera uno cachas y no lo que había metido en aquella lata de conservas. 

La mujer escuchó los comentarios de sus dos compañeros y se rio, dándoles la razón- Es cierto, es cierto.  No puedo pagar yo porque estoy ahorrando para un modelito sexy para la rusa, así que será mejor que pagues. Tú también podrás disfrutarlo.

Rox escuchó las posibles soluciones que incluían llevarse a Hydra, pegarle algún que otro tiro o incluso cargárselo allí mismo (vale, eso era algo en lo que pensaba ella realmente).  A ella eso de hacer crecer la familia no le hacía mucha gracia, pero sí el hecho de tener una nueva mascota. Además, eso de que fuera un villano de estos famosos le daban más ganas de someterlo que si era un don nadie como Worm.

-Yo me lo llevaría, sin saber muy bien para qué. Mínimo para saber porqué cojones lo tenían ahí encerrado, y si intenta pasarse de listo nos lo cargamos. Lo mismo cuando se descongele está muerto y no se puede hacer nada por él- afirmó, encogiéndose de hombros. Pero sino creo que puede tener alguna utilidad en toda esta historia, aunque a mí mientras me sigan dejando a mi aire y me llamen para matar cabrones el resto me da igual, la verdad.

- ¿En serio te crees que va a sernos útil de alguna manera? 
- Pues menuda mierda de mascota. ¿No podemos buscarnos, no sé, un perro? 

Había dicho Videshee. Templario la verdad no pensaba mucho, pero todo lo que estaba ocurriendo no le acaba de cuadrar. —Si es un perro le sacas tú a cagar. A este simplemente le interrogamos para que nos diga para lo que sirven los aparatos que llevamos a Destrucción. Que son de su guarida y sabrá lo que son. Si es para destruir aliens o matar gente, todo bien. Pero por si nos jode a nosotros o destruye el mundo. mejor saberlo de paso.  

 Es cierto, es cierto.  No puedo pagar yo porque estoy ahorrando para un modelito sexy para la rusa, así que será mejor que pagues. Tú también podrás disfrutarlo.

Había dicho garritas —¿Disfrutarlo? No me lo vais a hacer poner esta vez. El bikini fue algo que... bueno, mereció la pena por veros pero nada más —se había dejado el casco y así no había pasado tanta verguenza. Ah, y había sacado muchas fotos y vídeos con los sistemas automáticos del trasto. 

-Yo me lo llevaría, sin saber muy bien para qué. Mínimo para saber porqué cojones lo tenían ahí encerrado, y si intenta pasarse de listo nos lo cargamos. Lo mismo cuando se descongele está muerto y no se puede hacer nada por él- afirmó, encogiéndose de hombros. Pero sino creo que puede tener alguna utilidad en toda esta historia, aunque a mí mientras me sigan dejando a mi aire y me llamen para matar cabrones el resto me da igual, la verdad.

—Si yo estoy como tú en eso de matar cabrones y que la vida es buena, pero eso nunca dura. Podemos interrogarle y ver que sabe. Y si no nos gusta, le damos pasaporte. Gusanito, apuntale, por si acaso. 

Dicho esto, desenchufó el cacharro de Hydra. Si le dejaba en un bloque de hielo, se lo podían llevar así. Si no, a ver que pasaba desenchufándole. 

Iba a quejarse cuando Templario propuso la idea de que fuera Worm quien se ocupara de cargar con la caja del pescado congelado, pero, antes de que pudiera abrir la boca, ya habían cambiado los planes. Ahora querían que se encargara de meterle un tiro en la cabeza si hacía algo raro. Worm pensó por un momento, si se enfadarían mucho si le metía un tiro en la cabeza, aunque no hiciera nada raro. No lo tenía muy claro. Quizás tendría que probarlo.

Pero por el momento prefirió dejarlo estar.

– Cuenta con ello, soldadito.

Fue la respuesta al hombre de la coraza y se preparó para seguirlos con las pistolas preparadas y reaccionar ante cualquier inconveniente.

Al decirme que si era un perro lo sacaba yo a cagar, así de literalmente, enseñé a Templario el dedo corazón. 

- Bueno, yo al menos puedo sacar al perro sin salir de casa. - La telekinesis era un mar infinito de posibilidades. 

Negué con la cabeza por la protesta sobre lo del bikini, pues si no recordaba mal, la idea sobre que nos pusiéramos uno había sido precisamente suya. 

Suspiré cuando vi que nos llevábamos al polo. 

- Pues vale. Venga. Salgamos... - Respondí con cierto tono de resignación y luego cogí todo lo que nos teníamos que llevar incluyendo al Walt Disney de Hydra. 

Esperaba que la salida fuera tranquila, pero ya que yo iba cargada hasta las trancas, esperaba que alguno de mis compañeros fuera por delante. 

La misión había sido un éxito. Habían conseguido el objeto que quería Destrucción, y tenían un extra de villano congelado. Al menos de momento, porque en cuanto Templario desenchufó los cables que tenía conectados la nevera empezó a pitar y echar mucho vapor o humo o lo que fuese. Parecía una discoteca. No obstante el tipo de dentro no parecía quejarse mucho. Más bien nada.
Videshee podía cargar con los dos aparatos, le costaba pero podía. Y además tenía un ligero Deja Vu con aquello. Ni que la quisieran sólo para levantar cosas.

Entonces, como todo había ido muy bien, pasaron un par de cositas. La primera fue la llamada del piloto del vehículo que tenían esperando en la puerta.

A ver. No sé cómo andáis por ahí. Pero lo mismo sería cuestión de que os dieséis prisa. Las tropas que se suponía que no estaban aquí están regresando. Detecto varias naves V'Sori en nuestra dirección. Y parece que las defensas externas se están activando de nuevo. Si salimos de aquí va a ser un viaje movidito.

Lo segundo fue que el colgante que llevaba Roxanne brilló y empezó a hablar. La voz os sonaba, parecía la de Ikaran. El Warlord que os había permitido llegar hasta allí.

Hola. Soy Ikaran. Lo primero de todo agradeceros que os hayáis cargado al bastardo ese de Shavak. Le tenía mucha manía desde que me hizo caer en desgracia y que me degradaran. Había jurado que sería el artífice de su muerte. Y lo he sido, más o menos, con vuestra asistencia.
Lo segundo es que además, gracias a vosotros voy a ascender por todo lo alto. Ya que no sólo no está mi competidor directo. Si no que voy a capturar a los que lo mataron.
Ya me sabe mal, pero mis jefes no se toman a bien eso de que en los planetas que conquistan haya resistencia y eso. Son cosas nuestras. No es por vosotros, es por nosotros.
Si sois buenos y os rendis prometo trataros bien y que no os torturaran cruelmente.

Videshee me enseño el dedo corazón. -Vaaale, te compraré un anillo.

El colgante se lo había hecho comer Roxanne al Warlord, pero lo habían recuperado. Templario tomó el colgantefono.

-Pues mira, mas te vale dejarnos escapar accidentalmente. Porque si no vamos a explicar que tú estabas detrás de lo que ha pasado a los aliens últimamente. Desde el rescate de las mujeres familiares del presidente a este ataque y todos los demás que se han hecho -los que seguro habían realizado los otros comandos del Dr. Destrucción- en los últimos tiempos.

-Tenemos el archivo preparado para la emisión y lo retransmitiremos sin parar. Y si nos matas, sabrán que es para ocultar tu rastro. 

Mientras decía esto, tapando el colgante por si les espiaban, Templario se levantó un poco el casco y musitó a sus compañeros. -Busquemos una salida secreta, los supervillanos siempre tienen una.

Los omegas no podían ver el rostro de Ikaran, pero por el tono parecía estar sonriendo.

Claro. Claro. Ya decía yo que eras el que mejor me caes. Siempre me haces reir.
En fin. Nos vemos pronto chicos. Procurad no hacer muchos destrozos.

Por si acaso había alguna duda de lo que pasaba, la voz del piloto volvió a sonar por los comunicadores.

O salimos antes de diez minutos de aquí o no salimos. Espero que tengáis el paquete.

Me volvió a tocar llevarme las cosas y aunque estas eran bastante pesadas, no protesté ni dije nada, hubiéramos tardado más de haber buscado dónde llevarnos aquello, incluyendo al polo, que no sabía yo si iba a despertarse sin más o se nos iba a transformar en agua. 

- Nadie se ha parado a pensar que el polo que llevamos pueda tener poderes como nosotros y hacernos un poco de pupa. Si lo han guardado congelado es porque tiene que ser importante. 

Así, se me ocurrió otra de las complicaciones que podía tener ese tío. 

- Y lo vamos a meter en nuestra guarida... No veo este plan ¿eh? 

No tardaron en meternos algo de prisa y respondí en mexicano, ya que sus quejas sonabas aún más lastimeras. 

- Ya vamos güey. Estamos trabajando en elloooo... 

Y en cuanto escuchamos la voz de Ikaran, nos llegó la puñalada. 

- ¡Ah! Claro espera... vamos a dejarnos coger ahora mismo.  

Al menos, estaba avisándonos de que nos iban a tocar las narices. 

- Deshazte de ese cacharro, chatarritas, que seguro que nos puede localizar con él. 

El piloto volvió a hablar y entorné los ojos. 

- ¡Me gustaría verte a ti cargando con el paquete, gilipollas! ¡Que ya vamos!

Por un momento Hydra empezó a convulsionarse y a tener espasmos, para luego de repente quedar inerte. Cuando ya creías que la había palmado empezó a toser y escupir algo de sangre. Videshee pudo fijarse que no estaba en muy buen estado, y que lo mismo el aparato donde estaba era para mantenerlo con vida. Pero aún así  logró medio abrir los ojos y hablar.

Hijos de puta. Os juro que pagaréis por ésto. Os mataré a todos, me da igual cuantos seáis o de qué planeta vengáis, pero nadie me trata así y vive para contarlo.

Luego se fijó en que no eráis aliens y volvió a toser un poco más.

¿Quiénes sois vosotros?

Las cosas se empezaban a complicar algo. Aquel alienígena que les había facilitado la entrada al complejo les había traicionado. Al final iba a ser simpático y todo. Tendría que recodárselo cuando le metiera un tiro en la cabeza y le saltara la tapa de los sesos.

El hombre de la armadura empezó entonces a buscar a saber qué.

– ¿En serio? –Empezó a contestar a Templario Negro, cuando una voz desconocida llamó su atención. El tal Hydra se estaba despertando.

– ¡Eh! Tranquilo hombre, que nosotros somos los malos. –Vio que le miraba extrañado–. Los de aquí, no los de allá. –A juzgar por su expresión, el hombre debía de encontrarse todavía aturdido–. Que nosotros también queremos cargarnos a esos capullos azules, vamos.

Sería mejor dejarlo ahí, con cada palabra Worm lo estaba complicando aún más.

– Pero será mejor salir de aquí echando puñetas. Por cierto, ¿conoces alguna salida secreta? Este sería un un buen momento para decírnoslo e irnos cagando leches.

Hydra sacudió la cabeza trantando de quitarse el entumecimiento que tenía. Pero no era fácil. Aún así, un pequeño vistazo a su alrededor le situó más o menos en lo que estaba pasando.

Mi laboratorio. Años de trabajo perdido por culpa de esos cabrones. Lo pagarán caro-

Miró a Worm y luego a los demás.

Sí. Tengo una salida secreta. Ayudadme a llegar hasta ella. Está por ahí.

El villano trató de levantarse por su propio pie. Pero estaba bastante debil todavía. Señaló justo por donde estaba la pantalla derribada.

Templario lo sabía. ¡Seguro que Hydra tenía una salida secreta! Nunca le hacían caso pero solía acertar. 

—Te seguimos... —dijo Templario al supervillano, que se había levantado— luego mientras escapamos te contamos todo lo que ha pasado a cambio de que tú nos cuentes un par de cosillas —algo por algo—  y te ayudo si hace falta. 

Agarró a Hydra para ayudarle a avanzar. Y para que no se escapara sin ellos. 

—Para empezar, los aliens ganaron, mataron a todos los superpetardos y ahora dominan el planeta. Somos parte de la resistencia, compuesta por... algunos idealistas y quizás aquellos a quienes antes erróneamente llamaban villanos. 

Trató de ver que era eso de la salida secreta —Ahora dinos tú algo... ¿Para que vale este cacharro?. 

Cuando Hydra les reconoció tener una salida secreta, Worm se alegró, viendo una vía de escape de aquella emboscada en la que se encontraban. No terminaba de confiar en aquel personaje que se había pasado la mayor parte de la conquista de los alienígenas dormido, mas la posibilidad de huida que les ofrecía era una oportunidad demasiado atractiva como para no seguirla.

No enfundo las pistolas, decidido a hacer uso de ellas si el tal Hydra se atrevía a hacer alguna tontería, pero animó al malote a enseñarles donde estaba esa salida suya.

– ¡Hale! ¡Hale! No perdamos más tiempo. Tú indícanos el camino y mi colega el de hojalata te va haciendo un resumen de lo ocurrido.

Se giró hacia el resto de Omegas.

– ¡Venga! ¿A que esperáis? Hay que largarse de aquí.

Hydra miró a Templario como si le estuviese diciendo que el sol brilla mientras se acercaban a la pared.

¿Con quién te crees que estás hablando? Ya sé todo eso. O acaso crees que sois los únicos que habéis luchado contra ellos. ¿Por qué creéis que me atacaron?

Una vez al lado de ella. Empezó a tocar partes metalicas sin ton ni son. O al menos eso parecía. Porque de repente se abrió un hueco con una pantalla pequeña en el centro.

El antiguo enemigo de Aquarian dió un rápido tiron del brazo que le sujetaba Templario liberandose. Casi cayendo dentro del hueco y con su mano tocando, por fortuna o no, la pantalla. Acto seguido sonó una alarma y el hueco volvió a cerrarse, aunque pudieron escuchar la voz de Hydra.

Decidle a Destrucción que no pienso unirme a sus Omegas, ni ahora ni nunca. Y que quiero mi teleportador de vuelta, me costó demasiado. Eso sí, no seré desagradecido por ayudarme a escapar. Os daré algo de tiempo antes de que toda la isla explote.