Partida Rol por web

Al acercarse al cachibache con forma de congelador, justo el que estaba al lado del que cogió Videshee, Templario pudo confirmar que efectivamente había alguien dentro. Y lo cierto es que el tipo le sonaba. Aunque no estaba seguro de qué era.

Tras limpiar un poco el cristal del frigorífico que estaba empañado, Templario reconoció sin problemas a la perona que había dentro. No era otro que Hydra, el temido lider terrorista y el dueño de la base donde se encontraban. Y supuestamente muerto además.
O eso decía la información del Dr.Destrucción.  Desde luego no parecía ser una persona que dejase que le entraran ocupas así como así.

Roxanne estaba tratando de mantenerse un poco más alejada del combate para no hacerse nuevos agujeros innecesarios, pero estaba segura de que ese grupo no iba a terminar ese combate sin ella. Sí que le sorprendió el golpe que Obscure le dio a uno de los soldados que terminó por prácticamente despedazarlo.

Durante un momento del combate la mujer desvió la mirada hacia la zona de las máquinas y al ver que Templario se dirigía sonrió ligeramente, convencida de que él también se había percatado de algo… o era el hombre con más suerte del mundo (pronto sabrían si buena o mala).  ¿Qué? ¿El colgante?- la mujer se rebuscó entre las ropas para sacarlo y ponerlo en un rango de visión entre ella y el Warlord que parecía algo aturdido.

-Hey, mamón, alguien quería enviarte un recuerdo de su parte.  Deja, que ya te lo acerco yo- fue lo último que dijo antes de avanzar hacia él para atacarlo. ¿Te suena de algo o hace falta que te lo meta por el culo para que te acuerdes? 

El ataque del Warlord había conseguido neutralizar momentaneamente a Videshee y a Worm, no así a Roxanne que estaba demasiado enfadada para quedar aturdida por cualquier cosa.

Templario no había notado nada de aquello y le devolvió el saludo en forma de disparo que impactó de lleno en el comandante alien volviendo a aturdirlo. Parecía ser su estado normal.

Roxanne sacó el medallón que les había dado Ikaran, y desde luego si Shavak no estuviese ya aturdido aquello lo habría dejado en shock, pues empezó a gritar en su idioma. Nada demasiado agradable, ni divertido de oir ya, que la distorsión metálica que provocaba la parte baja de su garganta hacía que sonase aún más tétrica.
Aún así tuvo el suficiente ánimo para esquivar a duras penas el ataque de la Omega de las garras.

Algo hizo que me sintiera un poco traspuesta tras mi ataque y aunque por unos instantes pensé que tendría que agarrarme a algo para no irme al suelo, conseguí que la habitación dejara de darme vueltas y tras sacudir la cabeza como un perro mojado, sólo que en seco, volví a centrarme en aquel cabrón. 

- Menuda mierda de truco. - Se lo hubiera dicho en su idioma, pero no me apetecía pensar y perder el tiempo en eso en aquel momento, pues me estaba apeteciendo un poco más romperle la crisma. 

Mi truco anterior no había servido para mucho y estaba claro que con este tipejo lo íbamos a tener un poco más difícil, pero bueno, también la llevábamos jodidos para salir vivos de donde estábamos, aunque hubiera sido una cuestión de entrar en los planes de otra persona, también podíamos con esto. 

En vez de volver a intentar lanzarle algo, decidí intentar sujetarlo para que fueran los demás los que le golpearan. Ya lo habíamos hecho una vez y el truco no había salido mal, así que... 

Estaban hasta cumpliendo sus compromisos, enseñando el recuerdo al Warlord. Aquello asombraba a Templario, estaba acostumbrado a que sus planes se fueran al infierno a los pocos minutos y a salvarse como podía entre una catástrofe de destrucción tras otra. 

—¡Eh! ¿Habéis visto a quién tienen ahí en salmuera? ¡Es un pez gordo! —comentó señalando a una de las máquinas que parecía un refrigerador. 

Luego le pegó un tiro al Warlord, por guardar las apariencias. 

—Cuidado, no os pongáis en medio —dijo a las chicas— no quiero haceros daño —si las pegaba un tiro, al final estarían inaguantables. 

Videshee logró atrapar en esa ocasión al warlord. Lo cual no sólo le garantizaba que lo retendría para que sus compañeros pudieran pegarle mejor, si no que además pudo estrujarle cariñosamente logrando que su armadura se agrietara un poco. Aún así pudo nota como se resistía.

Por su parte Templario aprovechó que informaba a sus compañeros del descubrimiento que había hecho para pegarle otro tiro, el cual afortunadamente le dio por mirar antes de disparar para que fuese más fácil y así no fallar. Aún así el Warlord encajó el disparo sin inmutarse demasiado.

Le habían enseñado ya el colgante aquel, por lo que no había motivos para frenar todavía más lo inevitable. Habían venido a cargarse a aquel gilipollas extraterrestre y esa era una diversión que Worm no quería dejarse quitar por nadie.

Volvió a descargar el plomo de sus pistolas, con la intención de terminar cuanto antes con aquel tipo, que competía con él por ver quién era el más feo, y poder dedicarse de una vez al pillaje. Mas el primer disparo del supervillano se fue muy alto, arrancando únicamente trozos de cemento del techo, y el segundo dio de lleno en la parte más acorazada de la armadura del K´Tharen.

– Pero… ¿Que cojones! Me estas empezando a tocar las pelotas, gilipollas. ¡Déjate de chorradas y muere de una vez, coño!

Worm empezaba a perder la paciencia. Bueno. La verdad es que nunca había destacado por tener demasiada.

Roxanne le había enseñado el colgante y no tenía muy claro si el cabrón que tenía delante lo había visto, pero podía decir que al menos ella ya había hecho su parte prometida.  Su compañera Videshee lo tenía bien agarrado y ese era el mejor momento posible para poder desatar todo su poder sobre ese cabrón. 

-Pues nada, si quieres que te lo acerque más, yo me encargaré. Quizá haré que te llegue hasta el corazón. Que no se diga que soy una mala persona sin sentimientos. Solo quiero unirte a tu amigo. 

Dicho y hecho, la mujer se abalanzó sobre el maldito ser al que tenían que cargarse y al que, por supuesto, le tenía muchísimas ganas por todas las heridas que había recibido ese día por su culpa. Luego iba a pasarle la factura médica a su jefe. 

Ikkaran, hijo de mil padres. El Overmind tendrá tus entrañas por ésta traición.
Y vosotros, aunque no seáis más que marionetas a las que él mueve sus hilos sufriréis igualmente por todo lo que habéis hecho. Desearéis que os mate. Desearéis no haber nacido. Desearéis...

Roxanne parecíó desquitarse de todo por lo que había pasado durante el asalto, por lo menos así se sintió ella. El Warlord tan solo podía gritar de dolor mientras le iba arrancando piezas de armadura, metal y algún que otro pedazo de carne.
Aún así Shavak parecía resistir aún, aunque a duras penas, eso sí.

En su mirada de odio no estaba el rendirse, moría si hacia falta. Pero se llevaría a alguno de llos consigo. El comandante V'Sori se concentró a pesar del dolor, y un estallido mental salió en forma de cono atrapando a Roxanne, Videshee, Worm y Obscure.
No obstante las chicas y Worm fueron capaces de esquivar el ataque, no así el multiforme. El cual quedó aturdido por el impacto.

El impacto del Warlord Shavak había dejado con pocas opciones a Obcure. El multiforme había aguantado la mayoría del impacto, pero no logró sacarse de encima el aturdimiento que le había dejado el estallido psíquico del comandante alien.

Lo único que pudo hacer es ponerse en pie y esperar su momento.

Ah. Callaté de una vez y haz el favor de morirte. Cansino, que eres un cansino.

A pesar de su mirada de odio y de las bravatas que soltaba, al menos para quienes podían entenderlas, el Warlord Shavak estaba en las ultimas. Las partes bionicas estaban echando chispas, a pesar de no saber nada de biología alien era bastante seguro que algunas cosas que le colgaban deberían ir por dentro del cuerpo, y su armadura brillaba por su ausencia en muchas partes, por no hablar de toda la sangre azul que había por muchos sitios. Incluido el cuerpo de Roxanne.

La joven omega estaba algo cabreada, y todavía no se había desquitado lo suficiente al parecer. Y Shavak estaba ahí para pagar el pato.
Una vez más hubo un borrón de garras moviendose y más partes de metal y carne saltando por los aires. Y sangre, mucha sangre.
Cuando acabó lo único más o menos intacto del comandante alienígena era su cara, o lo que quedaba de ella. Y la joven le metió el medallón en la boca.

No parecía haber nada más peligroso en la sala.

-En fin, un gilipollas menos, ¿no?- preguntó más bien como una afirmación Roxanne después de haberle metido el colgante en la boca al tío al que acababa de cargarse. Teníamos que matarlo, ¿verdad?- no estaba demasiado segura de si lo había hecho porque quería o si además también era su objetivo.  Si tenía que vivir… bueno, la verdad es que me da igual. Todos los días muere alguien y hoy le tocaba a estar mierda.

Rox después de eso comenzó a quitarse un poco de la sangre azul que la manchaba y echó un vistazo a su alrededor.  Templario estaba justo en el lugar que ella había mirado antes desde la distancia y lo malo era que como se explicaba tan jodidamente mal no tenía claro hasta qué punto estaba siendo literal o no.  -¿Qué coño dices de un pez globo? Lo que necesitamos está ahí- dijo mientras avanzaba hacia el soldado para comprobar qué había ahí dentro escondido.  Por cierto, un tío más al que acabo matando yo. Creo que voy ganando, así que hoy no pagaré nada- no lo había hecho en su vida y no lo haría ahora.