Partida Rol por web

El supervillano Templario ya estaba harto. Estaba cansado, le habían pegado y fallaba todos los disparos. Pero al menos  las chicas hacían bien las cosas. Vid había liberado a Roxy y garritas estaba haciendo picadillo al Fin. 

—¡Eh, Garritas, guárdame algo de ese Sushi de pescado!

Sabía perfectamente que quitarle su presa a la mujer haría que se enfadase, así que sabiamente dejó que lo exterminara ella y rodeó a Worm y su amigo para poder disparar al rojo. 

Por fin los astros se alienaron y acertó al ser, haciéndole un buen agujero. 

El Super Fin llameante estaba aguantando lo que podía. Pero aquello no podía durar siempre, tal y como se encargó Templario de demostrar. El disparo del Omega acorazado le hizo un buen boquete en la armadura y el torso. Y al contrario que el de la armadura amarilla no parecía que este fuera a poder regenerarse.

Me dispuse a atacar pero me quedé un momento pensando en que si atacaba al que estaba con Roxanne la iba a joder la diversión, ya que estaba realmente furiosa y estaba desahogándose, por lo que decidí atacar al rojo, que Worm no parecía estar envuelto en ningún tema personal de orgullo. 

Así, busqué de nuevo arrancar algo muy grande de allí y se lo lancé al rojo, con intención de darle de lado para no llevarme a Worm por delante. 

La verdad es que iba a dejar todo aquello decorado a la última si seguía arrancando cosas de todas partes, pero era eso o quedarme mirando con un bol de palomitas. 

Videshee decidió, al igual que Templario, no quitarle el jueguete a Roxanne. Que es algo muy peligroso. Y decidió ayudar también a Worm. Mirando por la sala  buscando lo más grande que pudiera encontrar para lanzarselo al Fin, encontró algo que se ajustaba a lo que ella quería. Con un poco de esfuerzo arrancó otra de las computadoras que había en la sala, aún más grande que la anterior, y se la lanzó sin miramientos al alien. Pero aunque le impactó, en esta ocasión su armadura le protegió de lo peor del mismo.

Por su parte los técnicos que quedaba empezaron a chillar como locos al ver aquellos destrozos, al menos hasta que Ardeen disparó a otro. Lo cual hizo que los tres restantes se callaran en el acto y levantaran las manos.

Por su parte el Fin de la armadura roja trató de quitarse el entumecimiento que sentía. Pero sus heridas eran demasiado grabes. Aún así el aura de fuego alcanzó igualmente a todos los que estaban a su alrededor, pero la protección que tenían los Omegas resistió.

Rox tenía la sensación de que nadie quería quitarle su presa y eso estaba bien, muy bien. De hecho implicaba que todos ellos se conocían y se compenetraban a la perfección, sabiendo qué era lo mejor con cada uno de ellos.  La mujer tenía a su presa indefensa delante de ella, esperando una muerte agónica.

-Oh, cariño, esto te va a doler- la mujer mostró unos dientes afilados, como si parte de su esencia animal saliera a la luz.

Después de que le dedicara esas palabras, los ataques de Roxanne se volvieron una carnicería. Sus garras se hundieron en la carne del fin, atravesándolo conjuntamente desde cada uno de sus hombros hasta la entrepierna, rasgando todo lo que se encontraba como si quisiera convertir a ese amasijo de extraterrestre en un conjunto de cinco piezas diferentes por el suelo.  

Los compañeros de Roxanne ya la habían visto en más de una ocasión ponerse violenta. Pero desde luego en esta ocasión se notaba que le tenía muchas ganas al Fin. Sobretodo por los pedazos tan pequeñitos que dejó, ya que normalmente eran más grande.
La joven acabó que parecía salida de una escena de Carrie, salvo porque la sangre era verde en lugar de roja.

Y lo cierto es que al Fin de la armadura roja no le fue mucho mejor. Entre todos acabaron con él sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Una vez muerto las llamas se apagaron eso sí, si no habría sido un poco complicada la cosa.

Eso dejaba a los Omegas y Ardeen con tres técnicos V'soris muy, pero que muy, asustados. El doctor miraba los destrozos que había hecho Videshee con cara de circunstancias.

En fin. Espero que no se haya roto nada importante. Echemos un vistazo.

El alien traidor a los suyos se puso a trastear con los ordenadores. Aunque fue rápido.

Mierda. Justo arrancaste uno de los bancos de memoria principales. Y gran parte de la información que necesitamos reprogramar estaba ahí. Sin eso no podremos cambiar las ordenes. Estamos jodidos.

El espectáculo de Garritas era digno de ver. —Dije sushi, no picadillo. ¿Ahora que voy a hacer con mi arroz?

Luego Templario se encogió de hombros ante las quejas del doctor. 

—Era eso o morir —le había gustado ver cosas volar— Y no creo que quieras morir. 

Miró a los técnicos —Y nuestros amigos lo van a reparar. Verdad... ¿Verdad?

Los técnicos no parecían con ganas. 

—Bah, matadles, yo me voy a sanar estas heridas con la armadura...

Desde que había descubierto el botón de "sanar" todo iba mucho mejor. En unos pocos segundos todo estaba mucho mejor, aunque estaba un poco más cansado.

A pesar de que el tono de Templario no era muy convincete, el hecho de que Roxanne estuviera a su lado cubierta de sangre de su protectores hacía que estuvieran de lo más cooperativos.

Ardeen se encargaba de traducir para que no hubiera ninguna duda, y Videshee controlaba que Ardeen dijese lo que tenía que decir para que tampoco hubies alguna duda. Así estaban todos contentos.

Afortunadamente dicen que en el satelite hay materiales de repuesto y para reparar. Yo puedo asisitirles, pero no es lo mío. Aunque puedo asegurarme de que lo hagan bien. Eso sí, estiman que tardarán como una hora o dos. Y destrucción no tiene tanto tiempo. El asalto empezará en menos de media hora. Si para ese entonces no están reprogramados los drones lo pasaran mal.

- Si hubieras avisado me hubiera estado quietecita. - Le respondí a eso de que había arrancado no se qué. 

Me crucé de brazos con cara seria y sin decir ni una palabra más. 

Encima cada vez que hablaba el idiota este me sentía más idiota por haber hecho eso, pero ahora, por mucho que quisiera no podía volver a hacer a colocarlo donde estaba así que simplemente me apoyé donde no pudiera molestar y me quedé observando la puerta por si le diera a alguien por venir a hacernos una visita. 

Templario se acercó a Videshee. 

—No te preocupes. Era eso o que nos mataran. A mi me gusta verte mover cosas con el coco.

Sonrió malignamente, aunque la chica no podía verlo bajo el casco. —Y si vemos que no podemos arreglarlo, decimos a Destrucción que Arden nos traicionó al final rompiendo los bancos de memoria, lo matamos, ponemos los explosivos que dejarán a los drones jodidos y nos vamos. Dos pájaros de un tiro. 

Esto lo susurró. Si, era su nuevo plan maligno. 

Los tipos esos habían sido duros, todo había que decirlo, pero nada que el grupo de Omegas no pudiera manejar. Eran unos putos profesionales en lo suyo –desmembrar, destrozar, deshacer, …– y los cadáveres por el suelo daban buena cuenta de ello. Lo malo es que los resultados solían conllevar ciertos efectos secundarios que normalmente les importaban una mierda, pero en este caso podrían ser algo problemáticos.

A pesar de los dolores que tenía el hombre gusano después del encuentro –dolores que por otro lado trataba de no mostrar delante de los demás–, se acercó interesado a los despojos electrónicos que había dejado Videshee tras su demostración de poder. Era una hermosa lluvia de chispas que recordaba a los fuegos artificiales del Año Nuevo, aunque en ese caso no eran portadoras de buenas noticias.

Después de unos segundos rascándose la cabeza y mirando de forma estúpida aquel desastre, dio su veredicto en voz alta.

– ¡No tengo ni puta idea!

Rox asintió satisfecha al ver los restos del Finn desmembrado por el suelo. Era una de esas pequeñas venganzas personales que le hacían sonreír después de haber tenido un momento difícil. A su alrededor el combate terminó sin provocar la baja de nadie del grupo, así que la alegría era doble. Eso sí, sus compañeros se habían llevado algún buen golpe. Ella había aprendido a base de golpes, así que supuso que los demás le sacarían algo positivo de las heridas.

Videshee se había puesto algo imaginativa rompiendo parte de la maquinaria de la sala, pero Roxanne de haber tenido ese don probablemente lo habría destruido todo, así que no pudo decirle nada. Eso sí, se rio al ver el estado en el que había quedado el suelo. Cuando Arden se quejó de lo que había pasado, la mujer se encogió de hombros sin más. Cosas que pasan.

-Puedes ponerme el arroz encima y comerlo directamente- respondió a Templario, guiñándole el ojo.  Luego miró al doctor y a los tíos acojonados con su presencia y volvió a sacar sus garras, dirigiéndose a ellos. Vamos a ver, ¿se puede saber por qué coño no estáis ayudando a este señor a arreglar la maquinaria? ¡Os quiero ver trabajando YA!-gritó, acercándose a uno de ellos con actitud amenazante. Pero si lo hacéis, prometo no mataros a ninguno. Ya me he desquitado bastante con ese de ahí- señaló con la mano al cadáver del guerrero y se quedó esperando a que esos inútiles ayudasen a Arden, porque ella no tenía ni idea.

Los técnicos no necesitaban demasiado para motivarse, aún así Roxanne era la mar de convincente. Sobretodo con toda la sangre que llevaba encima. Los aliens fueron rápidamente al taller, debidamente acompañados de los Omegas para que no hicieran tonterías, y trajeron todo lo necesario para las reparaciones.

Una vez aclarado el tema y con todo el material listo, Ardeen y los otros V'Sori se pusieron a trabajar. El tiempo no estaba a su favor, pero parecía que avanzaban con buen ritmo. Sobretodo cuando Ardeen le disparó al técnico que no hacía más que equivocarse. Eso sirvió para que el resto se esforzara aún más.

Mientras tanto los soldados de Destrucción preguntaron cómo iba la cosa y dijeron que tratarían de al Supervillano de lo que había pasado por si podía retrasar el ataque. Lamentablemente no tenían potecia suficiente para transmitir desde allí. Por no hablar de que no era del todo seguro. Destrucción tendría que aguantar hasta que acabasen.

Media hora después el traidor activó los últimos contactos y cerró las últimas placas. Se secó el sudor de la frente y se tomó un par de pastillas que se sacó de uno de sus bolsillos.

Bueno. La verdad es que he hecho un buen trajado. No me lo creo ni yo. Ahora toca la parte dificil. Programar los drones.

Gusanito no sabía nada sobre como reparar, como Templario. —No te preocupes, lo harán ellos o morirán.

Garritas estaba más contenta. No había nada como un mutilante y salvaje asesinato de un pescado superdesarrollado espacial para contentar a una chica. Y hacerlo sola. —Hummm, lo haré después. Prometo no morder muy fuerte. No tan fuerte como tú al menos, que tuve que descubrir la función de curar de la armadura.

La dejó amenazar a los tipos. No estaban mal las amenazas, quizá si dijera de no matar al que más se esforzara...

—Me temo que vamos a tener que ejecutar mi plan...— Templario pensó en donde podría disparar mejor a Arden, para que le doliera mucho. No tenía sentido matarle sin dolor, pero de pronto se puso a trabajar. 

Pronto Arden disparó a uno de los técnicos que no trabajaba bien. 

—Se va a quejar a recursos humanos —dijo del muerto. Se aseguró que estaba muerto pisándole la cabeza. 

—¿Pero es difícil? ¿No puedes meter una orden de "Atacar a los jed... alas esferas, como en nosequé película? En fin. ¿Luego la bomba la ponemos aquí o en el núcleo de energía o algo así?

A pesar de mi fastidio me tuve que reír con el plan de Templario, pues al menos aquel sería un plan divertido. Eso sí, ver cómo los técnicos arreglaban mis destrozos era muy aburrido, así que sí, comencé a canturrear porque aquello se me estaba haciendo muy largo. 

Sí, si tardaban mucho más en hacer lo que teníamos que hacer allí me iba a poner también a bailar. No sería la primera vez. 

Después de unos instantes de descanso Ardeen sacudió la cabeza para despejarse y ponerse a la siguiente parte del plan. Que era para lo que habían venido allí, hackear a los drones. De hecho el ataque de Destrucción ya habría empezado, así que el tiempo era un factor importante.

No. Los explosivos hay que colocarlos en el nucleo. Es lo que tiene la suficiente potencia para explotar el satélite entero y así asegurarse de que no puedan volver a programarlos.
Llevate a uno de estos, seguro que es muy amable de enseñarte el camino. Sobretodo si se lo pide la jovencita esa de ahí.

Cuando Videshee se puso a cantar Ardeen se la quedó mirando un momento.

Ejem. A riesgo de llevarme una ¿callija?, ¿te importaría no cantar? O al menos hacerlo en otro sitio donde no se te oiga tanto. Esto no es nada fácil aunque lo parezca.

-Tengo la piel dura, muerde lo fuerte que quieras. Pero luego te lo devolveré, así que…- se encogió de hombros. Era mejor dejar de hablar del tema o a Roxanne se le acabaría apeteciendo hacer alguna locura en el lugar en el que se encontraban, y tenían que trabajar.

La primera parte del trabajo salió bien, así que solo quedaba programar los drones y colocar los explosivos antes de marcharse de allí. Quedaba claro que Templario tendría que ir y que alguien tendría que encargarse también de vigilar y “proteger” al doctor mientras terminaba su trabajo.  Cuando Videshee empezó a cantar la mujer sonrió, apreciando lo curiosa que era la escena, y al oír a Arden decirle que si se podía callar pensó que era mejor salir de allí antes de que le arrancara la cabeza.

-Yo prefiero irme a explorar. Quedarme aquí es demasiado aburrido.  Alguien tiene que quedarse con el doctor, no vaya a pasarle nada mientras trabaja. Wormy, tú puedes clonarte, así que eres un ejército por ti mismo. ¿Te quedas tú? ¿Y qué quieres hacer tú, cantarina?- preguntó a Videshee, suponiendo que les acompañaría para no quedarse allí con el tipo ese. A no ser que se dividieran en 2 y 2.

Como respuesta a Roxanne, Worm volvió a clonarse y en cuestión de un par de segundos otra copia casi perfecta del supermalote estaba a su lado.

– ¡Cuenta con nosotros, tigresa!

Se rascó la cabeza con la culata de una de sus pistolas. Realmente se estaba estrujando los sesos.

– ¿Alguno sabéis mandar mensajes telepoquitos de esos? Si no quizás sería mejor tener algún tipo de radio para comunicarnos si las cosas se ponen tontas, ¿no?

Y pidió a Ardeen que les tradujera a los técnicos lo que estaba buscando, mientras mandaba a uno de sus clones donde estaban los otros alienígenas, para terminar de persuadirlos.

Mientras Roxanne y Templario se disponían a dejar los regalos de navidad en el núcleo del satélite con sus nuevos amigos, Videshee y Worm se quedaron para escoltar a Ardeen. Para disgusto de este último pues las canciones de la mujer le distraían. No es que cantara mal, simplemente que lo que tenía que hacer no era fácil y requería concentración.

El V'Sori traidor se puso manos a la obra. En un principio no parecía que fuera muy bien, sobretodo por los sonidos que hacía y que Videshee entendía como quejas y que la seguridad era muy alta. No obstante al cabo de diez minutos soltó una exclamación de alivio y empezó a teclear como un loco. Cinco minutos después se levantó entusiasmado.

Todo listo. Al final la cosa no era tan complicada como había pensado. Una vez sobrepasadas sus protecciones y programas anti intrusos el resto fue fácil. Llegados al sistema de ordenes estubo mascado, simplemente hubo de cambiarse a apagado y listo. Ahora tan solo queda volar el satélite y para casa.

En ese momento volvían los otros dos Omegas después de poner los explosivos. Los técnicos que quedaban fueron de ayuda, tanto para llevarles al sitio como para abrirles las puertas de seguridad. Eso sí, no querían ni hablar de entrar dentro. Tal y como había imaginado Templario el lugar no era un sitio tranquilo para echarse una siesta, no es que escapase radiación a expuertas, pero sí que había que entrar protegido. Afortunadamente su armadura servía perfectamente para ello.

Las cargas se colocaron. Ahora sólo quedaba marcharse de allí y hacerlas explotar.