Partida Rol por web

-Pues entonces no me parece una opción viable porque dudo que pueda llegar rápido a tanta distancia.

-Bueno, entonces unos se quedan aquí, otro se van a ciudad esmeralda... ¿Y el resto? - Pregunto refiriéndome a Lin.

- Yo, querria cuidar de la hija de Ireth si ella me deja-

-¿Y eso qué implica? ¿Quedarte con ellos para provocar la destrucción de donde estéis?

- Pero yo puedo alejarlos y asi no los encontraran-

Alzo una ceja, dudo que Ireth quiera que se lleve a su hija.

Me acerco a Lin y pongo una mano en su hombro -Podemos ir todos... ¿Sindaliel podría cargar con Irteh y conmigo a la vez?-

Sabía que Lin podría seguir el ritmo del dragón él sólo.

Mi sangre hervía cada vez que escuchaba una palabra más e intenté reprimirme todo lo que pude, pero, hubo algo que hizo que me levantara de mi asiento y los miré, cansada.

-Me parece que no se me entiende cuando hablo. He dicho que no quiero seguir huyendo- dije, enfada-. Quiero tener lo que toda familia desea: un hogar, una familia. ¿Es que acaso es mucho pedir?- pregunté, a nadie en particular-. ¿No hay alguna manera de dejar de huir, y tan solo vivir?

-No te quieren a ti, sino a tu hija, y no pararán hasta que la tengan. Si quieres dejar de huir debes alejarte de ella.

-Hablaba de huir una última vez para no tener que huir más...- Contesto tranquilamente, de nada nos servía quedarnos aquí si íbamos a morir o a huir para o hacerlo, o peor, separarnos de nuestra hija...

Miré a Thane y escuché a Bellis y me sumí en un mar de dudas. Todo se me nubló y quise concentrarme en una sola cosa: la felicidad de mi hija. Y dudé que existiera. Si estaba conmigo, moriría y si se la entregaba a Lin o me separaba de ella, ¿quién sabe qué futuro le espera?

Suspiré y miré hacia abajo, con la mirada perdida, tratando de tomar una de las mis mayores decisiones. Era mi hija y disponía de ella. Yo decidiría qué era lo mejor para ella.

-Antes que entregársela a nadie y seguir huyendo, prefiero matarla- dije, fría, sin sentimiento alguno, como quien habla de lo cara que estaba la harina o curioseaba sobre el hecho de tal o cual vecino-. Yo decido, y decido que ni huimos ni la entrego. 

-Vale, me parece una buena opción, decidir que este pueblo merece ser exterminado, me parece una decisión muy loable.