Partida Rol por web

Dejando el sofá donde estaba, aireo mi cabello con un deje de mano mientras el olor a chamusquina se expande por la habitación y el ruido de mis tacones resuena en el suelo de madera a medida que me acerco a la puerta, colocándome frente al último de los cadáveres sentencio en un murmullo rápido

Si nos estás viendo, que sepas que vamos a por ti

En realidad la frase no tiene ningun sentido, en realidad ni siquiera pienso en estar diciéndola, es solo para ver y cerciorarme que la supuesta "muerta" está realmente muerta, piel pálida, alguna deformación, ausencia de respiración.... y retrasando el puño, me dedico a tatuar mis nudillos en su cara, dispuesta a aplastarle la cabeza contra la pared que tras ella detendrá su avance impidiéndole ir más lejos.... o al menos... eso esperamos

Respiro profundo, varias veces. Para intentar calmar el corazón de la niña que latía agitado y la desesperación que se acababa de apoderar de mi cuerpo. No podía permitir que me tocara. Menos teniendo un envase de por medio.

-¿Y que ganaras con eso...? Estando así atada, ni siquiera podría darte placer... Si me soltaras...podríamos jugar ambos...-

Le susurro de manera suave. Sabia que no iba a creerme. Pero tenia que intentar de alguna manera salir de allí. Seguramente la niña estaba en las mismas condiciones que yo, y no me agradecería el perder la virginidad por una violación. Y yo tampoco me lo agradecería a mi. Lo observo fijamente, intentando disimular todos los pensamientos que cruzaban mi cabeza en esos momentos al verlo desvestirse.

Evangelia parece tomar ahora la opción de atacar. La muerta está quieta, sus ojos vidriosos observan a la nada, su cabello sucio y enmarañado, y su piel está arrugada y a medio podrir. Su ropa está raída, tiene una falda larga y una camisa blanca llena de manchas de variada y asquerosa coloración.

En cuanto la ángel en el cuerpo de la cuarentona se dispone a dar el puño, la cabeza del cadáver la observa, sin mirarla, y abre la boca, con un movimiento de contracción, el cuello se mueve bruscamente y la boca se abre, expulsando un asqueroso líquido verdoso. La acción transcurre en cámara lenta, tomada por sorpresa ve como aquel disparo se acerca inevitablemente, no es tan rápida para esquivarlo...

Pero de un momento a otro, como imbuida con una vitalidad esotérica, da un giro se quita grácilmente, justo a tiempo, algunas gotas la salpican en la túnica, dejando agujeros. El resto de aquel brebaje toca suelo a pies de Zadkiel, quien salta alarmado para atrás, se emite un sonido vaporoso y un humo blanquecino se libera, mostrando señales de quemadura lateral. Se trata de alguna sustancia burbujeante, muy corrosiva, un ácido. Ha estado bastante cerca. La muerta no sonríe, sino que apunta su cabeza hacia Evangelia de nueva, seguramente dispuesta a repetir el ataque.

Todos respiran aliviados pero sin bajar la guardia. Aún no terminaba la lucha.

Practicamente seguía alucinando por el espectáculo demostrado por Zadkiel hacía un momento, con los ojos exageradamente abiertos tras lo sucedido y aliviado a la vez de que se hubiera deshecho de los 3 no-muertos.

Para cuando quise darme cuenta Eva y Zadkiel estaban acecándose a la que seguía al otro lado de la puerta, quieta.
Rápidamente y visto lo sucedido con mi anterior contrincante, no quise arriesgarme más y me lancé en un salto a coger el bate de beisbol con el que me habían estado zurrando... Curioso el destino.

Cuando alzo de nuevo la vista me parece ver algo burbujeando en el suelo cerca de Walton y a este dando un salto esquivando lo que quiere que fuera eso. Al parecer hay que andarse con mucho cuidado con esta... pienso a la par que me propongo lanzarle el bate con todas mis fuerzas para no tener que acercarme.

Todavía desconcertado por lo que acababa de ocurrir, Zadkiel analizó la situación y se lanzó al ataque.

Aprovechando que la señorita de escasos modales y a la que el desodorante la abandonó hacía ya mucho tiempo, dado el evidente olor a muerto que desprendía, desviaba la mirada hacia Eva para propinarle otro de aquellos curiosos gargajos del infierno, Zadkiel se lanzó para intentar dejarla fuera de combate cuanto antes.

Moviéndose todo lo rápido que pudo al lado de Eva y en dirección opuesta a la que miraba la mujer muerta, la flanqueó e intentó golpear detrás de la nuca con todas sus fuerzas.

La cabeza del demonio o muerto gira de manera escalofriante encañonándome como su próximo objetivo... sea pues

Me agacho y tomando un nuevo y peliculero impulso, trato de encajar un gancho en su mandíbula con tal de partirle la nuca y dejarle la cabeza colgando, pero la bicha consigue echarse fácilmente a un lado demostrando no estar tan dormida como parece, y algo me dice que no voy a tener la misma suerte que antes...

Veo entonces como Eddgar se acerca con el bate y alargando una mano hacia él le digo algo desesperada

¡¡ Pásame el bate !!

El brazo queda alargado, y puedo oir ya el gorjeo que precede a la erupción ácida que muy probablemente alfombrará mi cuerpo en cuestión de segundos.... que el Señor se apiade de mi alma

Muerta tira, y falla.

Este cadáver podría tener el aspecto de estar en un trance, casi petrificada, pero vaya si tenía más habilidad para moverse que los otros tres los que se enfrentaron... y era potencialmente más peligrosa, por lo visto. Eddgar salta sobre el bate en lo que queda del fiambre rostizado, lo arranca con un crujido, mientras la mano achicharrada y huesuda de su anterior propietario se aferra con fuerza sobrehumana al mismo... pero no hay tiempo para fijarse en los detalles, si no fuera por el asqueroso olor a carne quemada que aún expide toda la habitación...

Entonces Zadkiel se escabulle, con gran agilidad, silencioso y flexible, su cuerpo pequeño le da más maniobrabilidad, sonríe y cuando se acerca para golpear a su enemigo, esta gira con agilidad y mueve la cabeza, Zadkiel no se da cuenta de que ha fallado hasta que es demasiado tarde... de repente, ese sonido gástrico empieza a oírse con claridad. Es casi seguro que el número del ácido se repetirá si no la detienen...

Evangelia salta y lleva hacia atrás sus músculos para encajarle un golpe, pero de nuevo esta se dobla un poco hacia atrás. Expide un olor purulento, desagradable, no tiene expresiones y sus ojos tienen una claridad blanquecina tan prístina, que toda la habitación se vería reflejada en la superficie de sus globos oculares.

No sonríe, no parece regocijarse, pero su cuello se ensancha y parece regurgitar de nuevo, Evangelia se mueve y salta hacia atrás, la boca se abre, y con un impulso, otro chorro del corrosivo líquido sale despedido, Evangelia se lanza contra un segundo sillón en esta habitación, el ácido cae sobre la alfombra, haciendo que se diluya en un sonido efervescente y rápido. Los ángeles pueden ver ahora que este segundo cuarto es una versión más reducida del primero, no hay mesa de centro, pero si hay los muebles, y algunos cuadros que no detallan.

De nuevo el disparo ha fallado, la muerta se queda en su sitio, no se ha movido ni un centímetro de su posición original. Los ángeles parecen verse en problemas contra esta última amenaza...

Respiro fuerte, tengo que encorvarme sobre el sillón para poder respirar bien

Uff uff uff

La chica no parece tener ganas de hablar, tampoco gesticula, está muy muerta, pero no escuché jamás que los muertos escupieran ácido, resulta tan raro, que casi no puedo pensar... piensa piensa piensa... ufff, demasiado dificil

Eddgar alarga el bate tratando de alcanzarlo pero yo ya voy pensando en otra cosa, y el mismo sillón en el que me he apoyado, es catapultado contra la chica-zombie como si Evangelia desenvainara una katana mediante Iaijutsu, el sillón es alzado con tremendísima facilidad, y ya se sabe que el tamaño importa, algo más grande, será más dificil de esquivar

Lógica aplastante = resultados aplanados

El malicioso hombre sonríe. Parece relamerse los labios. -¿Ves como cambian las cosas cuando cambias tu mentalidad, cariño?- dice mientras se lleva las manos hacia atrás, y se acerca con un movimiento tranquilo, bastante confiado, y antes de que puedas hacer algo, ves como saca un puñal de atrás, su hoja plateada y filosa, ya te supone un escalofrío.

El hierro va a parar a tu cuello, cierras los ojos, pero está ahí, sientes el helado beso del arma en tu piel, te toca apenas. -Relájate amor, no me va la necrofilia... aunque los ángeles no dejan cadáver cuando mueren- dice con un tono gracioso. Se acerca a tu oído y su voz regresa a ese estremecedor tono sensual y coqueto que estaba usando hace unos instantes. -No me fío de los ángeles, cariño. Son demasiado... hipócritas, son mojigatos, aunque te estuvieras muriendo por que te enseñara lo que es el placer, aunque quisieras gemir como una perra en celo... no lo dirías. Son demasiado orgullosos... así que ahórrate el numerito- dice mientras baja la hoja y empieza a cortar la tela de la túnica lentamente.

-Un movimiento preciosa, y tendrás otro agujero con el que jugar en un rato- dice alejándose un poco. La túnica cae y solo queda tu ropa corriente.

-Relájate, no te va a doler demasiado... y lo vas a estar gozando para cuando acabemos... vas a pedirme más... y más- dice sin ocultar la lujuria que le domina.

Una vez con el bate en las manos me siento más seguro pues ni tan siquiera tendré que acercarme tanto a la nueva enemiga pudiendo darle desde algo más lejos con el arma de mano.
Tras el zarandeo de un sillón por parte de Eva me acerco intentando atizar a la no-muerta con el bate tras ver cómo el líquido que expulsa parece ser ácido pues se ha comido un trozo de alfombra, literalmente...

¿Pero qué demonios ocurre? ¿Ni siquiera soy capaz de usar un bate de beisbol en mi propia defensa? pienso enfurecido viendo que ni siquiera con un arma en las manos la suerte está de mi lado...

Zadkiel reculó ante la amenaza de un nuevo vómito corrosivo y se preparó para lo peor, pero por fortuna lo que temía no llegó. Al recuperar el equilibrio tras su leve retirada marcha atrás, y al ver cómo la mujer muerta volvía a atacar a sus compañeros, se adelantó con todo el ímpetu que pudo y cogiendo a la mujer por detrás de la cabeza, la forzó hacia la pared con la intención de golpear su cara contra la misma.

-¡Cómete esto Antonia! Gritó cual improvisado grito de guerra. Estaba claro que no era momento para las florituras y que se requería algo de pelea sucia.

Te vendrá bien para la acidez de estómago.

La muerta falla de nuevo.

Me estremezco al sentir su cuchillo. Tenia que haber alguna forma de que me soltara. Estaba en muchos problemas en estos momentos y lo mas importante era que me iban a violar y a mi envase también. Tal vez, seria mejor comenzar a fingir.

Dejo escapar un leve jadeo. Al tenerlo tan cerca, sonriéndome levemente.

-Vamos... ¿Vas a tomarme así esposada? Ni siquiera podría tocarte de estar así... Si me sueltas prometo no huir...ademas... Puedo desvestirme para ti...-

Le digo en tono suave, con un dejo juguetón. Tenia que agotar todas mis reservas y conseguir que me suelte.

La lucha cobra proporciones ridículas, ya que es un desfile de agilidad y falta de precisión de proporciones épicas, la primera en entrar a la caravana de destrozos inútiles es Evangelia, quien tomando uno de los sillones, pretende usarlo como proyectil, y lo lanza en contra de la muerta, quien solo debe girar un poco y cambiar de posición, mientras su tronco responde torpemente, y evade lo que sería un impacto seguro. El sillón va a estrellarse contra la puerta de salida, con un golpe seco, que retumba por la habitación (y seguramente afuera).

Strike 1

El segundo en la intentona, es Eddgar, entra con el ímpetu de un bateador de los Houston Astros, y con la misma efectividad con que no habían logrado un solo título, el bate de madera pasa a escasos centímetros de la cabeza de la mujer, quien se agacha, Eddgar usa toda su fuerza en vano.

Strike 2

El tercer es Walton, quien toma a la mujer por la cabeza, y la dirige a toda velocidad contra la pared, pero su cabello es grasoso y asqueroso, y aquel adefesio vuelto a la vida, se retira, Walton se queda con un gran mechón de cabello pajizo en su rostro, antes de hundir su mano con más fuerza de la que podría esperar en la pared, su brazo queda en un agujero, mientras el polvo y el sonido le hace toser y cerrar los ojos un momento.

Strike 3

Y la muerta se gira, enfila al moreno y empieza a regurgitar su ataque ácido. Walton abre los ojos y tira con fuerza para liberarse, el cuello de su enemigo se ensancha, Walton tira, se oye aquel ruido de líquido surgiendo, Walton tira, La muerta abre la boca, parece sonreír, y Walton tira con fuerza, con un pedazo de pared como manilla, logra ponerse en guardia, tropezar, y caer de culo un metro más allá. Sus compañeros y él, ven que por escasa distancia, donde antes estaba él paradote con el brazo atrapado, hay un nuevo charco de efervescente corrosión.

Es la hora de la tercera entrada.

Realmente frustrado por ver que no conseguía hacer nada en condiciones observo con auténtico pavor la escena que protagonizan la muerta y Walton, que se libra por los pelos de ese líquido ácido que ella expulsa por la boca. Es aqueroso. Casi suelto un grito de horror al ver lo cerca que ha estado pero me contengo.

Agarro de nuevo el bate y con todala furia de sentirme un completo inútil en la pelea apunto esta vez a la cabeza intentando destrozársela mientras pienso que debería haber intentado averiguar qué poderes me había dado Novalis para defenderme en la Tierra aunque mucho me temía visto lo visto que no servirían para el combate precisamente.

Con el mismo ímpetu que he golpeado hacia un lado, vuelvo a desviar el sillón hacia el otro, como quien se abanica, esperando encajar el golpe en la repulsiva cáscara vacía y desmenuzarlo como un saco de plumas, aunque, preveyendo que esté llena de ácido, el propio sillón me servirá de escudo en el caso de que realmente la haga estallar como una piñata.

Los brazos de Dorothy no están enervados, ni en tensión, resulta extraordinaria e inaudita la escena de ver a tan vigorosa mujer usando un sillón de comedor como si fuera una espada samurai

No sé porqué... pero me da, que este es tu final Bicheja

Viendo lo que se le venía encima, Zadkiel que una vez más se encontraba tirado en el suelo, gateo marcha atrás para alejarse de la muerta andante.

Ay, ay, ay, ay.... Pensaba observando las intenciones del ser que se alzaba sobre él, e intentando dejar espacio para que sus dos compañeros le arrearan con todo lo que tenían. Se incorporó como pudo y se preparó para lo que pudiera acontecer a continuación.

La muerta recibe ambos impactos.

El primero recibe 6+2+1 (por fuerza), 9/3 = 3 puntos de daño.

El segundo golpe la acaba sin más. (no cálculos extra).