Partida Rol por web

A veces el destino nos juega malas pasadas, un día tu vida parece perfecta y al día siguiente se va completamente a la mierda o simplemente empeora aún mas.

Nadie sabe de donde surgió aquel virus pero existía, era una realidad, aunque los gobiernos no quisiesen verlo. Cuando se decidieron a intentar algo ya era demasiado tarde, muchos eran ya lo contaminados. ¿Pero que hacía aquel virus? Mataba a la gente, sin duda, pero después ¡volvían a levantarse! y ansiaban la carne de los vivos, deseaban devorar... su vida.

Un simple mordisco bastaba para infectarte y ya era cuestión de tiempo que te convirtieses en una de esas abominaciones, bautizados con el nombre de zombies, un recuerdo de lo que antaño fuiste pero carente de raciocinio o sentimientos. Un simple cascarón vacío con un único objetivo: devorar a los que aún conservaban su humanidad.

Cuando todo estalló y se infestó de esos terribles seres, lograsteis ser rescatados por un grupo de militares que os sacaron de la gran ciudad y os conducían a VillaOso, un pequeño pueblo situado entre las montañas que parece ser un lugar seguro, pero las cosas se torcieron por el camino...

Eran demasiados zombies, no teníais nada que hacer. Perdisteis el transporte, vuestra escolta y al resto de civiles que os acompañaban. Por suerte o por desgracia, solo quedáis vosotros dos, en mitad de la carretera. Dos almas perdidas que han logrado alejarse lo suficiente de sus "rescatadores" antes de que "renacieran" y que ahora caminan pesadamente hacia VillaOso, con la esperanza de llegar en unas horas. Pero el hecho de que la noche lo cubra todo y de que no os conozcáis de nada y no hayáis cruzado una palabra nunca, no mejora la situación.

Todo se había ido a la mierda… con esto podría hacer una gran canción, si señor…pero tendría que esperar, después de caminar horas y horas me dolían hasta las solapas de la chaqueta.

Resople mientras lanzaba un trago de una de mis petacas y me encendía un pitillo le ofrecí el paquete a mi “compañera”

- Si gusta…

Continúe caminando en silencio emitiendo un pequeño silbido mientras observaba los lindes de la carretera para evitar sorpresas indeseables.

Las cosas habían ido de mal en peor en poco tiempo. Me encontraba con un desconocido en mitad de alguna parte con destino a VillaOso, hasta que no llegaramos estabamos probablemente en peligro. Las piernas me empezaban a doler, los años y pasarme tantas horas sentada detrás de una mesa no perdonaban.

-Gracias, dije mientras cogía un cigarro, me lo puse en la boca esperando a que me lo encendiera.

-Por cierto mi nombre es Bessie Cooley, extendí la mano a modo de presentación, no son las mejores circunstancias para presentarse pero aun en esta situación hay que ser educados.

Iba detras de mi "compañero", mis pequeñas piernas no daban para ir a su ritmo, aparte esperaba que él tuviera mejor sentido de la orientacion que yo.

Me acerque de nuevo a ella con el mechero prendiendo su pitillo suavemente.

- Disfrútelo, tal y como están las cosas cualquier minuto puede ser el ultimo

Recibí su mano llevándola casi a mis labios con cortesía.

Me llamo Harry. Por supuesto, que seria de todos nosotros sin los modales.

Si le parece haremos turnos de guardia cuando descansemos, aunque en mi opinión deberíamos hacer un esfuerzo para llegar a esa ciudad lo antes posible…No quiero volver a ver a esos bichos que nos perseguían antes.

-Opino lo mismo, cuanto antes lleguemos a la ciudad mejor. Me toque las piernas, de la caminata ya me dolían, pero sacaría fuerzas de donde fuera para estar cuanto antes a salvo.

Os movéis con el mayor de los sigilos en dirección a VillaOso. De pronto, escucháis lo que parece un rugido que os hiela la sangre, pero aún así continuáis caminando y parece que lo que sea que ha provocado semejante sonido no se ha percatado de vuestra presencia, al menos de momento...

Llegáis, un tanto fatigados, a lo que parece la entrada a un pueblo. Debe ser VillaOso, sin duda. Pero, como toda cautela es poca, os escondéis entre los matorrales para observar que la entrada está libre de zombies.

Lo que veis es algo perturbador: Lo que parecen dos militares se encuentran tendidos en el suelo, aparentemente muertos. Frente a ellos, de pie, hay tres figuras: dos hombres y una mujer, hablando entre ellos.

Un rugido terrible destrozo el silencio y nuestro sistema nervioso a su paso…Me sobresalte y levante la mirada para intentar tranquilizar a mi compañera si perdía los papeles…al fin y al cabo el músico había visto mucho mundo…quizá demasiado.

¿Habíamos llegado a Villa oso? Eso esperaba de corazón no aguantarían una noche a la intemperie con esas cosas rondando por aquí…

¿Quienes eran esos individuos…eran mas de esas criaturas?

- Shhh veamos de que se trata…

Podéis observar desde vuestra privilegiada posición a tres personas que contemplan los cadáveres de los supuestos militares.

Son tres personajes de lo mas dispar: Una chica de unos 20 años de edad o incluso menos, un tipo vestido con ropas militares (puede que sea uno de verdad) y un joven con ropa y andares estrafalarios.

Sin daros tiempo a reaccionar, se meten en un coche, arrancan y entran en el pueblo a toda velocidad.

Ahora que ha vuelto el silencio a la zona y lo examináis todo con calma, podéis ver el cartel de la entrada que dice "Bienvenidos a VillaOso".

El coche salió a toda velocidad y quizá nuestras esperanzas con el…Salí del arbusto y apremie a mi compañera.

- ¿Tienes algún arma?, ¿algo con lo que puedas defenderte de esas cosas?

Pregunte aunque ya conocía la respuesta, debemos encontrarte algo aunque sea provisional hasta encontrar algo con potencia de fuego.

Cuando llegamos a los cuerpos eche un vistazo tratando de averiguar la causa de la muerte y ver si llevaban algún arma.

Salgamos de aquí, no quiero arriesgarme a que despierten…Ya hemos llegado al pueblo ¿y ahora qué? Comenzaba a desesperarse…Echo un par de grandes tragos de su petaca y cerró los ojos durante un segundo.

Tarde en reaccionar hasta que vi que mi compañero me sacaba tres o cuatro pasos de donde estaba.

Mire fijame a Harry.-No tengo nada y ¿tu?. Apañados estábamos si no teníamos armas con las que defendernos de las posibles amenazas. Salir corriendo seria mi manera de defenderme y no era buena en eso.

Al ver a Henry inspeccionar los cuerpos hice lo mismo para acabar cuanto antes y salir de aquí.

-No es el mejor momento para que te pongas a beber¿no crees?, dije, estar ebrio no sera de ayuda, suspire. ¿Entramos a VillaOso?

Entremos por supuesto…Comente mientras la dejaba pasar, las damas primero señorita.

Sus viejos fantasmas le aterraban día y noche y esos no morían de un tajo en la carótida o un balazo…No señor, a esos había que ahogarlos en whiskey o lo que fuera…siempre que fuera fuerte.

Continuamos andando hacia el pueblo con la mas mínima esperanza de encontrar algo de ayuda.

Entráis en VillaOso. No muy lejos podéis ver a los tipos de antes, con su coche con los faros encendidos. Parece que hay mas gente y aunque desde vuestra posición actual no veis muy bien, algo gordo está pasando ahí... El resto del pueblo parece estar vacío.

¿Que vais a hacer?

Cogí a mi compañera suavemente por el brazo e intente acercarme al grupo por el lado de las casas evitando el campo abierto, lo último que quería era que me lanzaran una lluvia de tiros por pensar que era una de esas cosas, antes de actuar teníamos que ver con más claridad que era lo que estaba ocurriendo allí delante.

- Veamos que es ese alboroto, por aquí vamos…Susurre mientras me dirigía en silencio pero a un ritmo rápido  hacia el grupo.

Me deje llevar por Harry, que parecía que tenia mas idea de lo que hacer en estas situaciones o tal vez era mas echado hacia delante que yo. 

-Tendremos que tener cuidado no sabemos que podemos esperarnos de ellos,comente en voz baja