Partida Rol por web

Os despertáis con un fuerte dolor de cabeza y la boca seca.

¿Que ha pasado?

Por una parte estaba aquella especie de aberración que no sabríais decir si era un zombie o que demonios era y por otra... ellos. No sabéis de donde salieron pero no los visteis llegar, llevaban ropas militares y la cara tapada con una mascara. ¿Fue un dardo? Si, estáis bastante seguros de que alguien os lanzó un dardo. Fue todo muy rápido, el calmante hizo un rápido efecto y os desplomasteis contra el suelo. Y ahora... ahora despertáis aquí... ¿Cuanto lleváis inconscientes y que lugar es este?

La luz es tenue pero está claro que se trata de una especie de cárcel y os encontráis dentro de una sucia celda.

Hay al menos cuatro celdas aquí. Vuestros cansados ojos, de momento, no dan para ver si hay mas. En todas hay dos camas y un cubo, suponéis que para hacer vuestras necesidades. Todas las celdas tienen una pequeña ventana (podría considerarse mas un agujero que una ventana) por el que entran unos escasos y tímidos rayos de sol. El pasillo está iluminado por una simple bombilla.

En una de las celdas se encuentran Harry y Hernán y en otra Pete y San Lorenzo. Las otras dos también están ocupadas pero no alcanzáis a ver quienes son sus ocupantes, parecen estar inconscientes aún...

Pete fue, aparentemente, el primero en despertarse.

No tenía ni idea de dónde estaban, ni de que había ocurrido, pero tenía una cosa muy clara. Se meaba, se meaba mucho.

Tras varios minutos usando el cubo hasta llenarlo casi hasta la mitad él solo, canturreando mientras orinaba, Pete se sacudió un par de veces la manguera y volvió a meterla en terreno seguro.

mmmm... bueno, parece que están todos muy cómodos durmiendo...   echaré un ojo a ver que nos han dejado...

- La chucha madre! - exclamó el latino después de estar a duermevela durante unos minutos. No era la primera vez que se despertaba en una celda sin recordar nada.

Golpeó con un pie a Harry para que despertara aunque el sonido de la otra celda le llamo la atención, por lo que se arrastró hacia los barrotes.

- Mierda.. dónde carajo estamos hermano? - intento divisar si había algo o alguien fuera de las celdas.

Asomas la cabeza pero apenas te entra por los barrotes, por lo que de primeras no ves nada que te llame la atención...

Sin embargo, en una de las celdas mas alejadas te parece ver una silueta de mujer ¿O lo estás flipando? ¿Será Elisa?

Ante todo, Pete se lio un cigarrito. Sacó el tabaco de la pequeña carterita de cuero en la que lo guardaba, y procedió a desmenuzar la deliciosa sustancia que lo convertía todo en algo mucho más divertido.

Con el porro ya encendido, y tras dar unas cuantas caladas y exhalar el humo con calma y parsimonia, el joven se peractó de que alguien le había hablado. Y ya debía hacer un rato. Si es que el tiempo vuela cuando estás colocado...

No... no tengo ni idea, hermano   ¿Hermano? No recordaba que su hermano estuviera allí con ellos. En realidad no recordaba tener un hermano. Bueno, ya se solucionaría después.

Pete siguió el contorno de la verja que impedía que salieran de la celda, intentando atisbar algo de la que tenía delante. Allí había una figura, sumida en la oscuridad. Pete tuvo un súbito pálpito. Algo le decía queién era. O a lo mejor era producto del colocón, nunca se sabía.

¿Elise? ¿Elise, estás ahí?

Abrí los ojos con un dolor de cabeza descomunal, sentía como si todos los huesos se hubieran descolocado para volverse a unir después…

Era como una resaca pero sin alcohol de por medio.

Genial pensé cuando observe donde me encontraba y con quien…

-¿Recuerdas algo más que no fuera ese mastodonte acercándose?, esto se empieza a poner muy feo Hernán… comente a mi compañero de celda.

Palpe mi cuerpo buscando mis armas…Mierda…susurre en un suspiro.

Lorenzo está estirado en el frío suelo de la celda, finalmente abre los ojos y se endereza quedándose apoyado a una de las paredes. Coloca la mano sobre su rostro – oh... dios...-dice a la vez que comienza a frotarse los ojos, se sentía dolorido y parecía que la cabeza le iba a explotar. Levanta la vista, veía un poco borroso y no acababa de captar lo que tenia a su alrededor, escucha la voz del joven que había conocido- ¿eres tu...Pete? - pregunta con cierta duda.

Observa que en la oscuridad una pequeña luz se enciende, era la luz de un cigarro -si, es el...- pensó para si mismo.

Una voz familiar sonó a lo lejos.

¿Pete? ¿Eres tu?

Un segundo padre... respondió Pete al sacerdote, exhalando una nueva bocanada de humo ¡Tranquila churri! ¡Pete está aquí! ¡te salvaré! exclamó contento de ver cómo su ligue - bueno, o quien él creía que se había ligado - seguía con vida.

A ver, estamos los cinco enteros, no nos ha comido aquella cosa gigantesca. comenzó a razonar mientras daba paseítos cortos por su celda El sarge ha desaparecido, pero estoy seguro de que volverá a por nosotros. ¡Soy su mejor amigo! ¡Y es un tipo legal!

Por otro lado, continuó elucubrando acercándose a las rejas de su celda para comprobar su firmeza no sabemos dónde estamos, ni quién nos ha encerrado. Tengo mis cosas, salvo mis nuevas pipas. ¿Y vosotros?

Lorenzo se levanta dificultosamente apoyándose en la pared, se acerca a su pequeña mochila que estaba tirada en una esquina de la celda- parece que lo tengo todo…- dice un poco aliviado. No tenía gran cosa, pero actualmente cualquier objeto por muy inútil que pareciese podía servirle de utilidad.
Se acerca a la joven y le ofrece una mano para que se levante- ¿estás bien pequeña?

¿Donde estamos? ¿Estáis bien? ¿Sabéis quien es esta gente? - la joven estaba clarisimamente alterada.

La tengo loquita, como se preocupa por mi - pensaba satisfecho Pete - Tranquila querida,seguimos de una pieza. Nos han encerrado pero no se quien ha sido. ¿lograste ver a alguien?

No, la verdad es que... - de repente escucháis un sonido sordo y el silencio lo inunda todo.

- ¿Aló pendejos? Quien chucha anda ahí? - exclamó Hernán tras el ruido e intentó ver por el pasillo pegando su cara en la reja de su celda.

Alguien se acerca lentamente a vosotros. A pesar de tenerle cerca, va tapado con una capucha y la oscuridad no os permite verle la cara.

Vaya, vaya. Estamos muy habladores hoy ¿Verdad?

Contadme un poco mas sobre vosotros. Quizás si escucho algo de lo que quiero oír, sufráis un poco menos...

¿Que te contemos...? ¿Cómo que te contemos un poco más de nosotros? exclamó Pete irguiéndose, muy ofendido. ¿Es que no sabes quién soy, tío? ¡Soy el genial y genuino Pete Doherty! aseguró esperando a que el tipo raro de la capucha hablara ¿No? ¿En serio? Pero coño, ¿en qué mundo vives que no conoces a una estrella de la música?

Esperate, anda, que te lo demuestro dijo cogiéndo su armónica, y comenzando a tocar una tonada, rasgando el sonido con su voz cuando cantaba, mientras con el pie acompañaba dando golpecitos en el suelo a modo de caja de ritmos... pero sin demasiado ritmo.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=JoYcu-ML94w

Un silencio lo invadió todo durante unos segundos, tras la "actuación" de Pete.

Nadie podía ver el rostro de aquella persona, pero era poco probable que Pete le hubiese impresionado, al menos no para bien.

¿Y que coño pasa con los demás? ¿¿NO tenéis nada que decir o QUÉ?