Partida Rol por web

Un Nuevo Mundo

.: La recta final :.

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01/08/2009, 16:54
Director

 

| NOTA MASTER |

 

Estaré ausente hasta el Domingo por la noche o hasta la madrugada del Lunes, depende. Me voy todo el fin de semana a la casa del campo, así que no podré postear ni nada hasta que no vuelva a mi casa, pues allí no hay internet.

No pasará nada si no posteáis durante éste fin de semana, así que si queréis podéis descansar y disfrutar un poco o... ¡viciaros y esperar a que llegue! Jajaja.

Un beso a todos.

Atte: Medea

 

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02/08/2009, 11:27
Sirius Abeforth Valpurgis

| CASA ÁRBOL |

¿Qué sería capaz de hacer si su magia entrara en mi cuerpo otra vez? No sé. La última vez la he podido controlar y me preocupé mucho más por ella que por lo que podía hacer, pero ahora... ella está a salvo... si le quito su poder... igualmente sufriría y podría perder la vida.

Tiene que haber algo que podamos hacer. Algo para que no suceda nada.

Siento como me besa y los pelos se me erizan.

¿No ha pasado nada? ¿La he besado y no ha pasado nada?

- Me has besado y no ha pasado nada. ¿Lo has visto? Prueba otra vez. - Le digo extrañado.

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02/08/2009, 23:55
Hëndel Writtën Hanswyll

| CASA DEL ÁRBOL |

 

Sonreí, satisfecha por el paso que habíamos logrado dar. Si conseguía controlarse, podríamos continuar en aquel momento tan íntimo que ambos deseábamos con locura...

- Será un placer- le susurré a Sirius, mientras me acercaba y le volvía a besar, ésta vez más apasionadamente que la anterior, intentando provocarle para que perdiera el control y me siguiera la corriente, sin preocuparnos de lo que podría pasar.

Estaba tan desesperada por poder terminar aquel momento tan importante de una vez... La primera que lo intentamos, nos interrumpieron en el bosque... Después sus poderes... ¿Estábamos destinados a tener sólo unos besos?

Dejé que su cabello se deslizara entre mis dedos, mientras lo agarraba con fuerza, atrayéndole hacia mí. Mi respiración comenzó a agitarse debido al momento...

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03/08/2009, 12:09
Fistandantilus

[Casa de Dana]

Aproveché la oportunidad que Dana me daba para recorrer su cuerpo con mis manos.

Poco a poco empecé a aumentar el ritmo y la embestía con más fuerza, temblando de placer.  La llevé hasta la cama y me coloqué encima suyo.  La besé en los labios y continué aquella sesión fruto del amor, la pasión y el deseo.

Estaban nuestros cuerpos sudados y agotados cuando llegué al punto álgido y se desató un gran placer que me dejó allí, tirado encima de su cuerpo, respirando profusamente, sin ganas de moverme lo más mínimo.

Con esfuerzo me apoye en mis codos, y me quedé mirándola, con una sonrisa.  Dejé mi cabeza encima de su pecho unos segundos, como si tuiera la intención de dormirme así mismo.  Unos segundos despues la besé en el cuello.

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03/08/2009, 12:36
Sirius Abeforth Valpurgis

| CASA DEL ÁRBOL |

Mi corazón comenzó a golpetear mi pecho.

Mi respiración se tornó rápida y arrítmica.

Sus labios recorrieron los míos una vez más de forma salvaje, cosa que me gustaba por un lado, pero me daba miedo por el otro.

Sus manos me cogieron de los cabellos y tiraron de mi con fuerza para dejarme más pegado a ella.

Sentía como mi corazón galopaba en mi pecho... y cerré los ojos...

Por un momento intenté poner la mente en blanco y tranquilizarme, pero no podía.

Tum tum tum. El corazón latía con más fuerza.

Pero nada pasó.

El beso, el más dulce de los besos continuaba.

Y nada pasó.

Pasé mis brazos por su cintura y me lancé sobre ella, cayendo los dos sobre el suelo de la casa del árbol y ahora fui yo el que comenzó a besarla con pasión.

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03/08/2009, 14:38
Jairon Rhaus

| Habitación |

No abrí los ojos en ningun momento.
-Con el vaso de leche será suficiente. Gracias, Mae. Si tengo algun tipo de visión te llamaré enseguida.-me acomodé la espalda un poco en la cama y me quedé en silencio.
Realmente quería tener alguna visión, eso me ayudaría...

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03/08/2009, 14:42
Cambaral

| Junto al Lago |

Reí exageradamente al escuchar las palabras de Naida.
-¿Y si esta vez te equivocas?.-le pregunté, mirandola fijamente a los ojos.-Ya veo que por tener una fama, que sinceramente, no es que me preceda mucho... No puedo acercarme ni a un par de chicas.-hice como si aquello me doliese y aparté mi vista de ellas.-En fin...

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03/08/2009, 15:15
Lilith

[El Lago]

Vi la cara que puso Cambaral tras el comentario de Naida, no sabia que tuviera esa fama de mujeriego, aunque con las pintas que llevaba y lo directo que era, dejaba muy claros sus intenciones- como esta el ambiente ¿no?- dije mirando a los dos, me pregunté si Naida habia tenido alguna aventura con Cambaral, y no hubieran terminado muy bien del todo, ya lo averiguaría - Bueno Naida ¿te apetece que vayamos a alojarnos en alguna casita? estoy un poco cansada y me gustaria darme una ducha- le dije a mi amiga- ya seguiremos conociendonos "chico directo"- le dije a Cambaral con una sonrisa burlona para terminar la conversación.

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03/08/2009, 17:14
Dana (Prof. Adivinación)

| EN CASA |

 

Solté el último gemido... El que anunciaba la llegada al éxtasis... Y, para finalizar, solté un largo e intenso suspiro.

Fist se quedó sobre mi cuerpo unos segundos y después me besó en el cuello. Rodeé su cintura con mis brazos, mientras mi respiración aún sonaba entrecortada. Cerré los ojos, intentando calmar los latidos de mi corazón.

- No te puedes imaginar cuánto te amo, Fist... No soportaría perderte- le susurré, apretándole fuertemente contra mí-. Cuídate mucho, por favor... Aunque pienses que estás a salvo y con gente de confianza, cuídate siempre... No quiero que nos separemos nunca- volví a susurrar, sintiendo un escalofrío por todo mi cuerpo al pronunciar aquellas palabras.

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03/08/2009, 17:48
Hëndel Writtën Hanswyll

| CASA DEL ÁRBOL |

 

De repente, empecé a sentir una fuerte presión en el pecho... Se trataba de mi corazón, que palpitaba a mil por hora. Por fin estábamos disfrutando de un momento íntimo y todo parecía indicar que podríamos terminarlo.

Acaricié con cuidado su cuello mientras me besaba, tirados en el suelo. Le levanté la camisa, lentamente, mientras me detenía a acariciar cada centímetro de su espalda, o al menos a aquellas partes donde lograba llegar con mis manos.

Rodeé su cintura con mis piernas, ayudándome con las manos para levantarme levemente el vestido, notando su piel rozando la mía... Suspiré, feliz de poder sentir aquel contacto...

- Sirius, te quiero...- le susurré al oído, mientras le besaba el lóbulo de la oreja.

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03/08/2009, 17:51
Mae

| APOSENTOS DE JAIRON |

 

Asentí, mientras me daba la vuelta y dejaba al muchacho con las dos copias exactas de mí.

- Ahora mismo te traerán el vaso de leche, hasta luego, Jairon- me despedí y salí a toda prisa de aquella habitación. ¿Realmente yo podía sentir algún tipo de afecto por algún hombre? Con Jairon todo parecía diferente... Nuestra relación era amistosa, no como la que tenía con otros hombres... Mi relación con Markwolf es simplemente profesional, pero con él... Era simpático y agradable, y se divertía mientras yo le molestaba a Cassandra. Quizá no todos los hombres fueran como los que había conocido hasta entonces.

Fui a la cocina y les ordené a las viejas que le llevaran al joven un vaso de leche, y no tardaron ni cinco minutos en llevárselo.

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03/08/2009, 20:02
Sirius Abeforth Valpurgis

| CASA DEL ÁRBOL |

Mis manos bajaron por su cintura hasta llegar a sus piernas y comenzaron a acariciar sus muslos lentamente, mientras mi cuerpo se pegaba más al de ella, mientras no dejaba de besarla, mientras no dejaba de acariciarla.

Sus manos cogieron después el vestido, y tiraron hacia arriba, dejando a Hëndel sin el en pocos segundos.

El corazón seguía galopando como una docena de caballos en su interior, pero su respiración era tremendamente tranquila. Seguramente eso es lo que le ha ayudado a no activar su poder.

Pero la tranquilidad de su respiración se vió alterada cuando su amada le dice eso al oído.

- Yo también, amor, yo también. No sabes tu cuanto. - Le dijo y se lanzó nuevamente por sus labios dulces.

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03/08/2009, 22:24
Fistandantilus

[Casa de Dana]

Me di media vuelta para tumbarme boca arriba sobre la cama y salir de encima suyo.  Pasé mi brazo bajo su cuello, la cogí del hombro y la volteé, dejando su cabeza apoyada en mi pecho.

"Estaré bien, no te preocupes.  Cuidaré de los dos."

Acaricié su cuerpo, la besé en el pelo.

"¿Puedo... dormir contigo?"

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04/08/2009, 12:38
Director

| JUGADA MASTER |

 

[ En Deeteth... ]

Farilynn caminaba por la isla junto a Grey, enfrascados en una interesante conversación.
- Le agradezco enormemente que nos haya acogido en su hogar, Grey... Estamos en grave peligro y contamos con la suerte de tener a Dana a nuestro lado- dijo Farilynn, aunque seguía con aquellos ojos hundidos y aquellas ojeras moradas que mostraban el estado en el que se encontraba la reina-. Es difícil cuando habéis estado en perfecta armonía y paz durante siglos-.
Grey sonrió a la reina Farilynn, deteniéndose en sus puntiagudas orejas y en su aspecto general.
- Majestad... ¿Puedo hacerle una pregunta sin que suene indiscreta?- preguntó Grey, con una mueca que parecía una sonrisa, intentando preparar el terreno.
- Sí, adelante, por favor- pidió Farilynn, haciendo una inclinación de la cabeza.
- Bueno, he leído ciertas cosas en las mentes de los muchachos... ¿Tenía planes importantes con ese chico, Walgior?- preguntó el adivino, temiendo recibir una mala contestación por parte de ella o incluso una bofetada, pero Farilynn se limitó a mirar hacia el horizonte, con los ojos entrecerrados.
- Sí... Íbamos a casarnos... Él iba a proclamarse rey y...- empezó a decir, pero se dio cuenta de que no quería informar a nadie más sobre su embarazo, aunque se preguntaba si ya lo habría adivinado.
- Vaya... Lo lamento muchísimo, Majestad... ¿El bebé es suyo?- preguntó, despejando toda sospecha en la mente de la elfa. Ésta apartó la mirada del horizonte para dirigirla hacia su acompañante, mientras un montón de lágrimas se deslizaban por su rostro.
- Sí... - susurró, con la voz entrecortada debido a los sollozos-. Y no crea que me hace mucha gracia esconderme aquí... No hay otra cosa que desee ahora mismo que la venganza para Walgior... -.
Grey le dio unas suaves palmadas en el hombro, consolándola.
- Mire... Es mejor que se oculten aquí de momento y esperen el ataque de su enemigo... Ellos no podrán verles aquí y usted debería aprovechar para descansar, Majestad... Disculpe el atrevimiento, pero no tiene buen aspecto- se aventuró a decir Grey, mientras volvía a emprender el paseo que habían interrumpido debido a los sollozos de la reina.
Ésta asintió con la cabeza, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano, viendo cómo el águila de su amado se colocaba sobre su hombro. Le acarició las alas y la cabeza, pero Grey la interrumpió.
- Majestad, creo que en ese águila reside gran parte del espíritu de Walgior y estoy completamente seguro de que no le abandonará- comentó Grey, acariciando también al animal, dedicándole una sonrisa a la elfa.
Los chapuzones que se estaban dando en el lago les sacaron de aquella conversación y vieron lo bien que se lo estaban pasando todos.

En una de las casas árbol que los adivinos habían construído exclusivamente para los recién llegados, se encontraban Sirius y Hëndel demostrándose su amor...
Sirius empezó a notar que una pequeña parte de la magia de su amada fluía por sus venas, llenando su mente y su cuerpo de poder, pero no era lo suficiente como para dejar débil a Hëndel, como la vez anterior.
Ella sentía que su magia se marchaba, pero no resultaba algo preocupante, pues la transferencia de magia se detuvo justo a tiempo para impedir que ella se desmayara.
El amor que Sirius sentía por Hëndel era demasiado grande y eso le permitía empezar a controlar su don, y aquella noticia fue tan bien recibida por los dos muchachos que no cesaron en su empeño de acabar una tarea que habían dejado pendiente hacía tiempo.

Dana y Fist seguían en la casa que había escogido la adivina para descansar mientras estuvieran en Deeteth. Se había negado en rotundo a dormir en su verdadero hogar... No quería que su verdadero pasado se descubriera, aún no...
Sus mentes seguían protegidas, gracias a la magia de la adivina. Estaba dispuesta a cualquier cosa para salvar aquellos pensamientos que tenían el uno del otro, aunque muriera en el empeño.
Dana sonrió ante la pregunta del muchacho y le devolvió el beso, pero en los labios.
- Claro que puedes dormir conmigo, Fist... - susurró la adivina, mostrándole una agradable sonrisa-. Pero por favor, te pido que cuides exclusivamente de tí... No te preocupes por nadie más, yo me cuidaré por ti- dijo Dana, abrazando a su amado.
De repente, alguien tocó un par de veces a la puerta con los nudillos, sacando a la adivina y al joven del momento romántico que estaban viviendo.
- ¿Dana?- preguntó una voz femenina al otro lado de la puerta.
Ambos se miraron por un momento y la adivina se levantó de la cama, vistiéndose, nerviosa. Sólo ella sabía quién era y parecía ser importante por la actitud que había tomado de repente.
- Fist, debes esconderte debajo de la cama unos minutos... Será poco tiempo, lo he visto- dijo Dana, colocándose bien el vestido y dándole un beso en los labios a su amado.
Cuando éste se hubo escondido, llevando sus ropas con él, Dana se apresuró hasta la puerta y la abrió. Cuando lo hizo, apareció la misma mujer que les había recibido al llegar a la isla.
- Ah, hola Dana- dijo aquella mujer, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza-. ¿Te encuentras sola?- preguntó, asomando levemente la cabeza por encima del hombro de la adivina, intentando encontrar la respuesta ella misma.
- Ehh... Sí, Nacilë, pero tampoco creo que sea el mejor lugar para hablar...- murmuró Dana, sintiendo a Fistandantilus a la escucha de la conversación-. Podemos ir a cualquier otro sitio más íntimo, querida-.
Nacilë negó con la cabeza, abriéndose paso para entrar en la estancia. Recorrió la casa con la mirada y no notó ninguna presencia, ni tampoco la vio. Se podía deducir que ese efecto era causado por la protección que Dana seguía poniendo alrededor de Fistandantilus.
- Hacía tiempo que no nos veíamos... Tenía ganas de hablar contigo, Dana- dijo la adivina, aunque por la forma de sus orejas se podía deducir que también era una elfa. Aquella mujer resultaba bastante extraña. Ninguno de los adivinos de la isla eran, además, elfos-. ¿Qué has hecho durante todo este tiempo?-.
- En serio, Nacilë... No creo que sea el mejor momento para hablar... Puedo hacerte una visita a tu casa, tenía pensado lavarme ahora mismo- dijo Dana, señalando un barreño que había llenado de agua con su magia, justo antes de que Nacilë se adentrara en la casa, adivinando lo que pasaría-. Necesito un momento de relajación... No es fácil dirigir un colegio cuando todos estamos bajo amenaza de muerte, ¿sabes?-.
Nacilë asintió, con una leve sonrisa, al mismo tiempo que le daba suaves palmadas en el hombro. Con aquel gesto se parecía mucho a Grey...
- Está bien, querida... Te espero en mis aposentos. Tú ya sabes dónde vivo- sentenció la joven elfa, mientras atravesaba la habitación y se marchaba, permitiendo a Dana cerrar la puerta para impedir que volviera a entrar.
Ésta suspiró de alivio y se dio la vuelta, viendo en su cabeza que Nacilë se marchaba de verdad.
- Fist, ya puedes salir...- dijo Dana, mientras el nerviosismo abandonaba su mente-. Siento haberte escondido de mala manera, como si fueras un amante prohibido o algo así... Pero es mejor que lo guardemos en secreto hasta que todo mejore... Me entiendes, ¿no?- preguntó, mientras ayudaba a Fist a salir de debajo de la cama y le abrazaba, dándole un suave beso en el cuello.
Acarició su espalda y bajó sus labios hasta la clavícula del muchacho, recorriéndo cada cenímetro con sus labios y saboreando con su lengua. Parecía que a Dana le gustaba eso de ir ocultándose, más de lo que Fist creía... La adivina acercó su cuerpo al del muchacho, sin dejar de besar la zona del cuello... Se desplazó al hombro derecho del joven y siguió con el juego.
- Tengo un problema, Fist...- susurró Dana, separando unos segundos sus labios de la piel del joven-. Siempre estoy sedienta de tí...-.

Lilith y Naida se separaron de Cambaral para buscar una casa donde alojarse, y encontraron una casa árbol bastante bonita, cerca del lago. No dudaron en subir y comprobar las vistas que habían desde su nuevo hogar y quedaron encantadas.
Toda la vegetación quedaba a la vista, toda la isla se veía desde aquella humilde casa.
Sólo constaba de una estancia, al igual que la casa elegida por Sirius y Hëndel. Una cama doble en el centro y un par de estanterías con fruta, verduras y comida para saciar el apetito.
- ¡Esto es genial!- exclamó Naida, paseándose por toda la casa, admirando las conchas de mar que habían colgando de las paredes de madera blanquecina, además de todas las plantas que adornaban cada rincón de ésta.
Era una casa que daba la misma sensación que la isla en general: paz.
- ¡Vayamos a bañarnos en el lago!- dijo Naida, mientras cogía de la mano a su amiga y bajaban por una cuerda, acercándose al lugar donde muchos jóvenes se divertían con el agua.
Todos estaban en ropa interior, pero eso no importaba cuando la diversión estaba asegurada... Así que, sin pensarlo dos veces, Naida se quitó la ropa hasta quedarse en ropa interior. Se lanzó al agua y animó a su amiga para que la imitara, con un gesto de la mano.
De pronto, dos chicos se acercaron nadando al punto exacto del lago en el que se encontraban ellas.

- Hola, ¿qué tal? ¿Vosotras sóis dos de los alumnos que habéis acudido buscando refugio?- preguntó el chico moreno, con una sonrisa que mostraba sus dientes blancos, perfectamente alineados.
El joven rubio le dedicó una sonrisa a Lilith, haciéndole una señal con la mano para que se metiera también al agua.
Ambos eran altos y corpulentos, además de increíblemente guapos.
Cambaral, que aún se encontraba cerca del lugar, pudo comprobar cómo otros chicos acechaban a las dos muchachas que él mismo había acechado hacía tan solo unos segundos.

 

[ En la casa lúgubre... ]

Jairon seguía vigilado por las dos copias exactas de Mae y una de las viejas mugrientas que servían en la casa no tardó en acudir para llevarle el vaso de leche que había solicitado la guerrera de parte del joven.
La vieja se marchó, dedicándole una mirada severa a Jairon antes de salir, y se volvió a quedar solo en la habitación.
Después de dar un trago al vaso de leche, logró cerrar los ojos y relajarse, concentrándose completamente en tener una visión que ayudara a su señor, que les ayudara a todos a seguirle la pista al enemigo...
Y de repente, todo se quedó en negro... Seguidamente, apareció un castillo, sólo, vacío, abandonado... Intentó dirigir su visión hasta el lugar donde, supuestamente, habría huído el enemigo... Pero no había nada más, sólo aquel internado abandonado.
De pronto, recuperó la imagen de lo que estaba pasando en ese momento... Los dos clones de Mae estaban inclinados sobre su cabeza, intentando adivinar lo que le sucedía.
Segundos después, apareció la verdadera Mae, y se apreciaba la diferencia porque ella andaba con más elegancia.
- ¿Qué sucede? ¿Estás bien, Jairon?- preguntó la guerrera, acercándose corriendo hasta el muchacho. Se sentó a un lado de la cama y le secó el sudor de la frente con un pañuelo que había en el cajón de la mesita de noche. El joven se había esforzado mucho en intentar adivinar dónde se escondían ahora que habían abandonado el internado-. ¿Has tenido una pesadilla o una visión? ¡Traed un vaso de agua!- gritó Mae, consiguiendo que las mismísimas viejas acudieran en pocos segundos con lo que la guerrera había solicitado. Ésta le arrancó el vaso de la mano, con un movimiento brusco, y se lo tendió ella misma a Jairon-. Bebe... Te sentará bien-.
Y todos se quedaron esperando, incluso la vieja, pero los clones de Mae le dedicaron una mirada aterradora y no dudó en marcharse, murmurando cosas por lo bajo.

Neith y Mefiroth seguían disfrutando de su presencia en los jardines de la casa. La joven seguía empeñada en atraer a Mefiroth hasta la locura, conseguir que sólo tuviera ojos para ella... Neith se dio cuenta de que eso no era sólo adicción a lo físico...
La joven agarró el cuello de la camisa de Mefiroth y lo atrajo hacia ella, lamiéndole con la lengua su labio inferior, provocándole.
- Vamos, cariño... ¿No irás a plantarte ahora?- le preguntó la muchacha, empotrándole suavemente contra el tronco de un árbol, para tenerlo acorralado y así sentirse más poderosa. Le encantaba tener la situación dominada-. ¿Has estado deseando tanto como yo que llegara éste momento? - le preguntó, aunque no esperaba una respuesta con palabras-. Debo reconocer que me encantas, Mefiroth... Me encantas hasta tal punto de que estaría toda la vida entregándote mi cuerpo cada dos minutos... ¿Te apetece jugar un poquito, cariño?-.
Y sin esperar respuesta alguna, le quitó la camisa y comenzó a lamer el pecho, bajando hasta sus perfectos abdominales. Dedicó un instante al ombligo del joven, lamiéndolo con gran entusiasmo.
Seguidamente, le desabrochó los pantalones y los bajó, lentamente... Tan lentamente que esperaba escuchar a Mefiroth suplicando que empezara aquello que ambos estaban pensando...

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04/08/2009, 15:04
Mefiroth Victorius Vermin Dern

 

-JARDIEN DE LA CASA LUJUBRE

 

Estaba asombrado, por las declaraciones de la joven, me encantaba su cuerpo y su forma de ser… la simple duda de dejarla plantado me dejaba con ganas de demostrarle que sería muy difícil que en verdad lo hiciera así que si mas que decir, cuando esta empezó a realizar sus toques y roses, solo me quede concentrado en que cada toque hiciera su trabajo y fuese como una dulce puñalada al sistema nervioso.

Ya cuando empezó la acción, gemía de placer y al final desespere, la sujete por la cintura y comenzamos una a realizar un ejercicio que tanto a ella como a mí, nos encantaba. Ella estaba gimiendo y dejando salir todos sus deseos, mientras yo solo quería satisfacer todas sus necesidades y caprichos.

Ya pasadas varios minutos en aquel acto, a la luz del sol, sin importar quién o qué nos estuviera viendo y ya habiendo repasado una cantidad de posiciones interminables, terminamos y quedamos exhaustos totalmente sudados.

Al terminar y estar recostados cerca de aquel árbol, se me escapa una risa y digo:
 
Estos encuentros son espectaculares, pero lo que me da gracia es que el señor nos mando a descansar, y nosotros hemos hecho un uso del descanso que estoy seguro no era su idea del mismo- La mire y me brillaron los ojos al ver su tierna cara y sus hermosos ojos, sentía que este momento era especial y único, tal vez el ultimo.

-En la batalla…- dije cambiando mi rostro y tono de voz a siniestro y oscuro –será un día memorable, no sabemos quien ganara el combate, pero en verdad espero que seamos nosotros y que tu salgas viva de esto…- pause por momentos y dije nuevamente – si me dieran a elegir prefiero que seas tú la que sobreviva en el combate a que me dejes solo y seas tu la que parta a un sueño eterno-

-Me aterra pensar que uno de nosotros perdiera la vida en este enfrentamiento-, la mire con un aire de melancolía y le toco la mejilla derecha, conmovido por la belleza de la joven y su hermoso cuerpo que brillaba a la luz de la luna del sol.

 

Notas de juego

OK, quite lo que me tacho... Grax

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04/08/2009, 15:23
Cambaral

| Lago |

Ví como aquellos dos chicos se acercaron a Naida y Lilith y no pude evitar sonreir con picardia. Aquello me daría más diversión.
Me quité toda la ropa, quedandome solo con una pegada ropa interior que resaltaba mis dotes. Con un ágil movimiento me zambullí en el agua. El agua era mi mayor aliado, no sería de extrañar que fuese el mejor nadador y buceador de toda la isla despues de tantos años... Eso jugaba ami favor.
No me acerqué a ellas, me dediqué a nadar y bucear, intentando que vieran mi cuerpo esculpido mojado por el agua. Yo era mi mejor arma, estaba más que claro. Me quedé quieto a unos cinco metros de ellos y me alisé el pelo hacia atras, cerrando los ojos.
Debia admitir que mi cuerpo añoraba la suave caricia del agua y que aquel baño me estaba sentando genial.

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04/08/2009, 15:31
Jairon Rhaus

| Habitación |

Abrí los ojos y ya me ví con la verdadera Mae dandome un vaso de agua. Dí un pequeño sorbo y me dejé caer en la cama.
-No estan en el castillo, pero no tengo ni idea de adonde pudieron ir...-dije, con un poco de dificultad.-Necesito más tiempo...-no abrí los ojos en ningun momento mientras hablaba.-Te informaré de lo que suceda, Mae.-
Quería saber dónde estaban pero no para darles la información, estaba claro... Lo último que quería ahora era que corriese más sangre por mi culpa. En aquel momento un nuevo plan inundó mi mente...

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04/08/2009, 15:53
Lilith

[El lago]

Acepte la animada invitación de Naida y empecé a quitarme la ropa,  un buen baño y un poco de diversión me vendria muy bien. Justo en ese momento dos chicos muy guapos se acercaron a nosotras. - Si, yo soy Lilith, y mi amiga se llama Naida ¿y vosotros? ¿como os llamais?- les dije mirando a uno de ellos, era rubio y muy guapo. De reojo ví como Cambaral mostraba sus dotes de pirata, estaba claro que el agua era lo suyo, la verdad esque tenia un cuerpo espectacular. Terminé de quitarme la ropa y me quedé solamente en ropa interior, me lancé al lago y le heché un poco de agua al chico rubio mientras me acercaba a mi amiga. 

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04/08/2009, 22:25
Fistandantilus

[Casa de Dana]

"No te preocupes, entiendo la situación.  Me imagino que el que me hubiese visto aquí no sería lo más conveniente."

Dana empezó a besarme y con sus palabras conseguía ennubilarme.

"Yo... me pasa algo parecido.  Es una lástima que tengas que ir a hablar con tu ¿amiga? - pregunté.  Ahora que tenemos esta intimidad... - puse mi mano en su parte mas íntima, sobre la ropa, y la miré a los ojos - pero habrá más, y mejor."

La besé.

"Creo que te ibas a dar un baño - dije mientras empecé a desnudarla -.  Si no te importa, me lo daré contigo."

 

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05/08/2009, 00:38
Neith Lykit

| JARDINES DE CASA LÚGUBRE |

 

Estábamos allí, abrazados después de un largo momento de felicidad y placer... Pero sus palabras me sorprendieron tanto que la respiración pareció detenerse unos segundos.

Le miré, con los ojos abiertos como platos.

- Tú... ¿De verdad sientes eso? ¿Darías lo que fuera para que yo saliera sana y salva de la batalla?- le pregunté, incrédula a lo que estaba diciendo. ¿Sería una trampa? Aún así, me había encandilado con aquellas frases tan bonitas y llenas de sentimiento-. Mefiroth yo... Pensé que lo nuestro sólo sería algo pasajero, algo con lo que entretenernos... Pero... Me he dado cuenta de que te necesito a mi lado, y no por lo que puedas darme sexualmente... Te quiero tal y como eres...- le susurré, temiendo que me estuviera sincerando demasiado y que todo aquello fuera una broma.