Partida Rol por web

La Universidad de Miskatonic, joya de los conocimientos y el saber del estado de Massachusetts.

Nombrada en honor al río que atravesaba Arkham contenía entre otras maravillas, una de las bibliotecas más ricamente abastecidas de la costa Este de los Estados Unidos de América.

Ese era precisamente el destino de nuestros investigadores que en aquel momento se encontraban en la puerta que daba acceso al campus. Avanzaron siguiendo las indicaciones que ofrecían los cruces de calles hasta dar con el edificio.

No era especialmente impresionante en cuanto a su factura arquitectónica, pero no pasó desapercibido al grupo una cierta atmósfera de misterio rodeando la construcción.

Una vez dentro del edificio se acercaron a la pequeña oficina del conserje que les indicó gustosamente la manera de llegar al despacho del profesor Armitage, situado en la tercera planta de la biblioteca.

El escritorio de la secretaria se encontraba vacío, quizás estuviese de vacaciones o había salido a tomar un café, la cuestión es que como nadie podía anunciar su llegada fueron los propios visitantes los que llamaron a la puerta.

-Adelante- fue la lacónica respuesta que surgió del otro lado de la hoja de roble.

Una vez en el interior del despacho, atestado de objetos extraños y libros antiquísimos, los cuatro hombres pudiero conocer en persona al profesor Henry Armitage.

-Buenos días caballeros, por favor siéntanse como en su casa- dijo el profesor poniéndose en pie.

Una vez levantado, los investigadores se pudieron percatar de que realmente era un hombre anciano y, muy probablemente, sabio.

-¿Les gustaría tomar una taza de té?- preguntó acercándose a una humeante tetera junto a la ventana.

-Buenos días profesor Armitage- Saludó John un poco en nombre de todos y se dispuso a presentar a sus tres acompañantes. Una vez intercambiados los apretones de manos entre los presentes John aceptó -también en nombre de todos- el té que les había ofrecido el profesor.

- Gracias por atendernos, profesor, incluso a horas tan tempranas. Nos gustaría hablar con usted sobre el tema que nos mantiene ocupados en los últimos días, y que no es otro que el allanamiento que se produjo en el museo la otra noche. Parece ser que todo gira en torno a un cuadro, concretamente "Un paraje junto al mar", de L. W. Henrichs. ¿Qué nos podría contar con respecto a esa obra, profesor? ¿Y sabría decirnos qué clase de relación puede haber entre ese cuadro y Red Bannon?

Phil saluda formalmente al profesor y se presenta profesionalmente. Cuando Finder comienza a introducir el tema guarda un segundo plano. Pero al escuchar la segunda pregunta del investigador, decide hacer un apunte. 

- Más exactamente, ¿cuál es la relación entre el desaparecido Heinrichs y el señor Raider Bannon al que se refiere mi compañero?. En otro orden, me gustaría discutir con usted el aspecto artístico de la obra del señor Heinrich en sí si dispone de unos minutos. 

El detective Robert se presentó al igual que sus compañeros. Al presentarse remarcó su condición de detective dejando cierta ambigüedad en relación a sus compañeros. -Por si las moscas-. Pensó.

Tras ello, como si fuese una señal sus compañeros empezaron a avasallar a su anfitrión con un sinfín de preguntas. Al final cabo era a lo que habían venido por lo que optó por permanecer en silencio hasta que oyese algo de interés.

Nuestra llegada a la Universidad fue tranquila y sosegada, comparada con los acontecimientos ocurridos en el Museo. Algo que se agradecía enormente.
Nos dirigimos sin mucha demora al despacho del Profesor Armitage. Como no, una vez más la secretaria no se encontraba donde debía estar. Era algo habitual, aunque sin demasiada importancia. No era la primera vez que entraba en el despacho del Profesor sin la presentación de la secretaria.
-"Buenos días, Profesor. Saludos del director del museo." me presenté.
-"Un magnífico té, calentito y sabroso, siempre viene bien" acepté la propuesta mientras ocupaba un asiento.
-"Lamentamos molestarle y preocuparle por estos hechos tan desconcertantes, pero ... Sólo usted podría arrojar cierta luz ante lo sucedido. Y ni que decir tiene, que será un honor volver a oir algunas de sus historias, llenas de conicimientos y sabiduría." le sonreí al darle un sorbo a la taza de té.

El anciano sonrió como el abuelo que escucha como sus nietos vienen a preguntarle de donde vienen las nubes o algo así.

-Veo que tienen muchas preguntas, pero por lo que veo su mayor preocupación es Lawrence Watkins Henrichs, ¿me equivoco?- preguntó retoricamente -Supongo que ya habrán tenido el placer de contemplar su obra en el museo- continuó -Y supongo que habrán sido capaces de ver algo que no deberían haber visto-.

Al hacer aquella afirmación se fijó especialmente en Phil y John, que eran los que, evidentemente, estaban más ávidos de respuestas.

-Bien, tomen asiento por favor, les contaré una pequeña historia que disipará algunas de sus dudas:

Hace 20 años el pintor Lawrence Watkins Henrichs realizó un conjunto pictórico formado por dos cuadros, "Una mansión" y "Un paraje junto al mar", una semana después desapareció sin dejar rastro.
Su obra sin embargo se mantuvo hasta que su familia decidió venderla o donarla. El cuadro "Un paraje junto al mar" fue donada a la fundación artística de Arkham quien a su vez lo guardó en los sótanos del museo de arte contemporáneo de Arkham cubierto por laminas de madera que lo protegerían del paso del tiempo.

La semana pasada el cuadro fue elegido para ser expuesto en la exposición de pintores americanos y anteayer, por primera vez en 20 años, el cuadro fue colgado en una pared, en este caso en la sala central del Museo- hizo una pausa para tomar aliento -Pero claro, eso ustedes ya lo saben, no es ningún secreto. Bien continuemos- dijo acomodándose en su sillón.

-Lawrence nació en Kingsport en 1877. Vivió una vida tranquila hasta que a los 18 años viajó a Arkham para cursar estudios de arte en ésta universidad. Fue aquí donde conoció a Reidar Bannon, por el que también me han preguntado. Era un joven local cuyos padres habían conseguido el dinero suficiente para pagarle el primer año de universidad.

Los que conocimos a ambos les podemos asegurar que no podían ser más diferentes Reidar era visceral e hiperactivo mientras que Lawrence era reflexivo y sosegado, pero el amor por el arte y por el conocimiento les unió durante sus años de universidad.

Fue en aquella época cuando me hice cargo de ésta biblioteca- se quedó un momento en silencio, quizá recordando sus años jóvenes, quizá solamente recuperando algo de aliento para continuar.

-La vida era muy distinta para los dos jóvenes. Mientras Lawrence disfrutaba de la comodidad del dinero de su familia, Reidar debía compaginar sus estudios con trabajos de poca monta. Esta situación empujaba a Reidar a realizar proyectos estrambóticos buscando una solución permanente para sus problemas, hasta que un día escuchó el rumor de un gran poder oculto en la biblioteca de Miskatonic, un poder antiguo y misterioso que solo estaría al alcance de unos pocos...- en éste momento el profesor Armitage guardó de nuevo silencio, pero en ésta ocasión sus invitados se percataron de que no quería continuar.

Phil permaneció atento a las palabras del profesor

- Así que el tal Reidar es un amante del arte. No le imaginaba así. Señor Finder, ¿usted mencionó una banda no?. Alguien con el sentido artístico desarrollado no me encaja como líder de una 'banda'. Pero por favor Profesor, no se quede ahí. Continue, no puede dejarnos con la historia a medias. 

La cara hasta ahora algo preocupada pero afable del profesor se volvió increíblemente grave, lo que fuese a contar realmente se lo tomaba muy enserio.

-La cuestión es que los chicos empezaron a venir mucho por aquí muy a menudo e hicimos buenas migas, casi podríamos decir que eramos una especie de "amigos", pero no divaguemos. Fue el propio Reidar el que me contó que una noche se coló en esta biblioteca y encontró "algo" que le dio poder. Nunca me confesó que fue, pero intuyo que fuera lo que fuese, lo encontró dentro de la Sala de Libros Raros-.

Cogió con cuidado el asa de su taza, aún humeante, y dio un sorbo para humedecer su garganta.

-¿Qué como lo sé? Porque pidió ayuda a Lawrence. La noche siguiente a la "incursión" de Bannon a la biblioteca vine aquí a vigilar y encontré a ambos leyendo un tomo de apariencia antigua, desde donde estaba no podía verlo bien. Reidar no era estúpido, pero Lawrence era muy inteligente. Lo que quiera que necesitase pasaba por los conocimientos de Watkins-.

A partir de este momento el tono del anciano dejó de ser tan sombrío.

-Vinieron varias noches más, pero casi no me enteré de ninguna más, empecé a considerarlo como una chiquillada y con el tiempo me olvidé del asunto.-

-Pasaron los años y Lawrence se fue volviendo cada vez más reservado y siniestro. Casi no hablaba con nadie y arrastraba unas ojeras que denotaban muchas noches en vela, aunque lo cierto es que su calidad como pintor fue en aumento. En su último año, 1899 creo recordar- dijo con una ligera y mal disimulada sonrisa, él lo recordaba todo de todos -prácticamente se había convertido en un fantasma, de hecho, creo que solamente hablaba conmigo, y era en contadas ocasiones. Por su parte Bannon juntó a un grupo de jóvenes y comenzó a practicar actos digamos poco legales al principio, y directamente ilegales poco después-.

-Y a partir de ese momento nunca más volví a ver a ninguno de aquellos chicos-.

Escuché con admiración el relato del Profesor y como era de esperar se ganó la atención de todos los presentes. Una vez más, su elocuencia y capacidad para narrar historias era abrumadora, tanto como su propio carisma y simpatía.
Dando otro sorbo a la taza de té y mirando a mis compañeros ante lo que acaba de oir...
-"Querido Profesor, ¿a qué clase de proyectos estrambóticos se refiere?" le pregunté con la misma curiosidad de un niño al escuchar un hermoso cuento.

- Profesor, hábleme sobre el cuadro en sí. Usted sabe que he visto algo en él, y usted probablemente también lo haya hecho. En el museo le han visto observarlo muy detenidamente. ¿Qué misterio esconde esa pintura, más allá de su magnifica composición lumínica?

-"Es decir, el señor Reidar Banon se convirtió en un delicuente y creo una banda." puntualicé.

Mirando con atención al señor Phil , recordé sus palabras cuando nos encontrábamos a solas en el Museo. Solos ante el cuadro misterioso.
Preguntas que no me atrevía a formular hasta no tener más datos.
-"¿Qué dirían mis compañeros de profesión si me oyeran formularlas?" pensé

John Estaba absorto escuchando al profesor. No sabía qué pensar, pero su historia no hacía más que confirmar lo extraño del suceso que estaban investigando y, sobre todo, su extraña experiencia ante el cuadro mencionado.

-Profesor Armitage, como dice Phil... ¿Qué esconde realmente "Un paraje junto al mar"? y ¿Qué hacían exactamente Lawrence y Bannon en la biblioteca?

Armitage escuchó las preguntas de sus invitados y respondió.

-Cuando digo proyectos estramboticos me refiero a negocios milagro para hacerse rico sin esfuerzo, cosa que obviamente, no suele funcionar- contestó a Charles.

Luego se giró hacia la pareja que estaba más obsesionada con el cuadro.

-Yo no he "visto" nada, pero al parecer ustedes sí. Hay gente con cierta... sensibilidad a energías procedentes de otros planos y dimensiones, pero eso es algo que escapa a su comprensión en estos momentos, llamémoslo magia. Hay gente que puede sentir la magia, como en el caso de ustedes dos- aclaró.

-He dedicado décadas de mi vida a estudiar esas fuerzas e intentar comprenderlas y les aseguro que mi estabilidad mental se ha resentido, y mucho. Puedo detectarla y puedo intentar discernir su naturaleza. En este caso, lo que esconde "Un paraje junto al mar" es un portal a otro mundo-.

-Cómo... cómo dice? Un portal a otro mundo? Por Dios!!! A qué mundo?!!! Esto es de locos!!!- John levantó la voz perdiendo un poco los nervios. No entendía como alguien del prestigio del profesor podía dar credibilidad a ese tipo de supercherias. Pero lo que le inquietaba de verdad es que muy dentro de él creía lo que estaba escuchando.
Se tranquilizó como pudo y prosiguió: -Continue profesor, cuentenos más sobre ese portal, sobre ese otro mundo.

Phileas, esto es lo que necesitabas. Expandir tu mente. Que te ayuden en tu locura. Irte a otro mundo donde Marie no sea más que un recuerdo muy lejano.

- Profesor.... ¿cree que podríamos visitar esa sala de libros 'raros'? Supongo que usted intentó por su parte identificar los volúmenes que consultaban Reidar y Lawrence ¿verdad?. 

-La identificación de los ejemplares raros que han consultado sería un asunto de sumo interés. Debería hacerlo constar en el informe policíaco.- Subrayó intentando frenar el entusiasmo de aquel heterogéneo grupo del que, para bien o para mal, formaba parte.

-No obstante como agente del orden me veo poco inclinado a tomar las leyendas como base para una investigación policíaca. Entiéndame un hecho poco contrastado no deja de ser una fantasía. –Añadió mientras dedicaba una mirada reprobadora a sus compañeros. No eran investigadores desde luego-. Desde mi punto de vista tenemos una evidente conexión entre el autor del cuadro y la víctima. Dado el contexto criminal de este último me gustaría empezar por el autor. ¿Tiene usted una idea de dónde se encuentra su residencia?-. Le interrogó

-Portales hacia otros mundos… ¿Qué será lo siguiente… Santa?

-Señores, por favor, uno a uno...- decía mientras movía las manos de arriba a abajo pidiendo calma.

-Para empezar, señor Finder, se que es un portal a otro mundo porque percibo el conjuro que se ha realizado en el cuadro, es más, incluso puedo dericle que es un portal DE SALIDA de otro mundo, por lo que probablemente el que lo creó tuvo que crear otro portal de entrada. En este caso, y según cuentan las historias sobre Lawrence, es posible que dicho portal sea el desaparecido "Una Mansión", que formaba parte de un conjunto pictorico junto a "Un paraje junto al mar". En cuanto a la naturaleza de ese mundo o dimensión paralela nada puedo decirle pues nunca he estado allí.- 

-Por otro lado, podrán visitar la sala de libros raros, por supuesto, tienen mi permiso para ir dónde les plazca, lo único que no les permito es sacar ningún volumen de dicha sala-.

-Y por último, pero no menos importante, les he dicho que Reidar nunca me dijo que había encontrado, no que yo no lo supiera...- hizo una pausa teatral -El volumen en cuestión es el Necronomicón de Abdul Alhazred. Un grimorio que contiene hechizos como el que nos ocupa... y otros mucho peores-.

Luego se centró en Graves.

-Comprendo y respeto su escepticismo, es completamente lógico y necesario para no perder la cabeza. Pero le aseguro que cuando el velo de la realidad que usted conoce se rasgue y pueda solamente atisbar qué el universo es un lugar terrible y lleno de amenazas, ese escepticismo se desvanecerá-.

-Bueno, bueno. Nos estamos precipitando. –Tranquilizó a un grupo cada vez más ávido por conocer nuevas historias de fantasmas-. Insisto en que el tema de los hechizos debemos dejarlos para las historias en torno a hogueras mientras asamos malvaviscos. –Con aquel símil mostró claramente su postura ante aquellas supersticiones, estaba perdiendo la paciencia y quería resolver el caso cuanto antes.

-Hemos venido por un homicidio y tenemos de momento varios sospechosos a quienes debemos interrogar. ¿Podría por favor facilitar la dirección del autor del cuadro? -. Preguntó nuevamente mientras apuntaba la referencia al necronomicón.