Partida Rol por web

Sorak había mantenido un mutismo natural en los de su raza, solo pensaba en cuanto tiempo le llevaría librarse de sus argollas y poder cruzar sus manos en el gaznate de alguno de los guardias de la caravana.

Uno de los reos, junto con el trato de hacerle entablar conversación, Sorak le miro entrecerrando los ojos y respondió:

- De normal no tengo nada que decir de mis condiciones, pero la verdad no lo llevo tan bien como crees. La mala alimentación a la que nuestro anterior patrón – comenta mientras escupe al suelo. – no nos dejo nada bien y eso repercute en mi aguante. Veremos ahora que tenemos uno nuevo. Soy Sorak, Gladiador. – termina presentándose.

Al ver aparecer a los nuevos captores y como estos traen comida y agua, permanece quieto sabiendo las posibles reprimendas que se llevaría en caso de hacer algo que no debiera. Escucha como la elfa va a ser llevada a presencia del capitán; seguro estará mejor alimentada pero que mas le pedirán hacer… , piensa el mul.

- Parece que nuestro nuevo señor prefiere tener su mercancía en mejor estado. – responde al humano que sigue entablando conversación con el. – Aunque temo que la joven elfa va a tener mas que nosotros, no me gustaría estar en su pellejo si deciden aprovecharse de ella.

De nuevo tras alimentarse y recuperar sus fuerzas, vuelve a intentar desprenderse de sus argollas a base de pura fuerza y persistencia. Acaso no era mitad enano, tozudo como ellos.

Bretus tardo unos segundos en darse cuenta de que el hombre le hablaba a el. Y luego escucho las palabras, tres segundos mas tarde vino la reacción. 

Abrió los ojos mucho. Y luego puso una cara de asco. 

No, hacer daño es malo. Si ellos buenos, Bretus no hacerles daño. Pero si ellos malos con elfa o con nosotros. 

Para terminar la frase, dejo caer una de sus manos cerrada en un puño sobre la palma abierta de la otra. Con toda la inercia que tenia el peso de aquella descomunal extremidad. 

Sonó fuerte un Plas. Que a mas de uno ubiera intimidado sin lugar a dudas. 

Su plan andaba a las mil maravillas. Lo bueno era que todos, sin distinción, subestimaban la inteligencia de los semigigantes, en muchos casos con razón. 

Pero a él le importaba poco. Había conseguido lo que quería. Aun con los tres o cuatro segundos que tardo en reaccionar, todo aquello jugo a su favor. 

No necesitaba interpretar para convencerlos de que era menos listo de lo que era. Ellos querían creerlo así. 

Ahora tenia al humano a sus pies. Y lo manipularía para que combatiera primero, o para que se llevara el primer golpe antes de que Bretus tuviera que mover un dedo. 

Ellos no lo entendían, pero estaban siendo condicionados por una falsa moralidad. En la que, de venir a agredirles, sencillamente ellos tendrían que recibir un golpe antes de el tener que ir a salvarles el culo. Si es que decidia hacerlo. 

Poco a poco su plan iba tomando forma. Seguramente para escapar alguien tendría que morir, cualquiera de ellos le valía, y el humano estaba poniendose a su merced.

- Soy Hidem Marheim - extiende su mano a modo de saludo - encantado de conocerte Sorak, tuve a un buen amigo mul que era gladiador, luché junto a él en una...misión.
Enmudeció y cuando los guardias se marcharon añadió dirigiéndose hacia el semigigante.
- Ya estar encadenado es malo, si tuviera tu fuerza ya le habría echado mano a esos cretinos lameculos de los guardias, y en cuanto a ese degenerado noble arrogante...- su rostro se contrajo por el odio - si pudiera echarle mano...

Calma...se encogio de hombros Kavan ante la irritacion de Hidem conforme se habia presentado el mismo al semigigante y el guerrero mul mantente frio amigo mio; bastante caluroso es el desierto como es; tu ira solo te cansara y te hara mas mal que bien ahora mismo...

Kavan se froto el parche del ojo rematando su racion de agua con expresion resignada, cada gota valia pero era asquerosamente horrible.

Ya llegara el momento y la oportunidad, esta caravana tiene algo que me ha estado molestando desde hace rato...hay algo raro en ella y quizas, solo quizas...haya una oportunidad de hacer exactamente lo que deseas....

Al terminar de servir la comida y revisar los grilletes los guardias vuelven a salir y se aseguran de cerrar la puerta adecuadamente.

Justo en ese momento el capitán de la guardia sonrie al interior de la estancia mientras perdéis de vista a la elfa...

Los pasillos de la caravana están pobremente iluminados, parece que el atardecer el día os ha alcanzado, sorprende enormemente como, dentro del corral, resulta imposible concebir el paso del tiempo.

Al abrirse ves a un hombre apuesto con barba y pelo largo. Su porte es fornido y elegante. Te invita a pasar…

El interior de la habitación esta decorado con un gusto exquisito, una gran cama con dosel justo debajo de un respiradero cuidadosamente tapado con telas para ventilar la habitación sin que entre la arena del desierto, al lado derecho de la cama una pequeña mesa con una jarra un poco de agua fresca y unos guantes de piel muy poco elegantes. Una voluminosa mesa con patas decoradas con motivos animales preside el extremo opuesto de la habitación, esta mesa ha sido adaptada para servir la comida a dos personas.

El jefe de la guardia quita los grilletes a la esclava mientras susurra en la mente

Te estoy vigilando... cuida lo que haces o te arrepentiras.

El capitán de la caravana invita a sentarse a la esclava

Usi, umaesrikitro¹. Responde este mientras golpea su pecho con el puño cerrado

El capitán se sienta al lado opuesto de la mesa. Se acomoda y señalando a la comida dice

Aunque no podemos ofrecerte un aposento adecuado, tus alimentos serán los mejores que se sirvan en este viaje.

- Muchas gracias - con un gesto educado - ¿Puedo preguntar porqué de este gesto hacia mi? Creí que mis palabras habían ofendido al señor y no era mi intención ni mucho menos...

Negando con su cabeza Weom le responde

Ni mucho menos. Agradas a lord Txala, sin embargo el esclavista que te vendio se sintio emasculado por tu intervención. Al fin y al cabo, no es lógico que un esclavo se venda mejor que como lo hace su dueño.

Mi jefe esta contento, tiene planes para tí. Pero no los descubriremos hasta que lleguemos a Tyr.

Bazofia regada con agua sucia, lo habitual, parece que han aprendido de los furrieles de los grupos de combate de urik... comento Kavan recostandose en las maderas colocando las cadenas de  manera que no le molestaran al tiempo que miraba la madera de la carreta.

Eh, ¿Bretus verdad? miro Kavan al semigigante como midiendo su fuerza te he visto forzar las cadenas que te sostienen pero...¿ has probado a forzar las cadenas de los demas?, no creo que el enganche que lo une a la madera sea tan resistente como el que te sostiene a ti....

Bretus miro al hombre. El no había intentado forzar los grilletes que lo aprisionaban. Ni siquiera lo había pensado.
A donde iba a ir, si ahora era propiedad de los hombres de la caravana.

No, no sé. ¿Para que romperlos?

El semi gigante volvió a mirarlo como si lo viera por primera vez.

Ahí estaba, el primer intento de manipularlo activamente para convertirlo en el primer blanco de los guardias enfurecidos.

Porque iba a querer soltarse o soltar a los demás, para tener que pelear cada centímetro hasta la salida con docenas de hombres armados.

Que incorrección.

Además, estaban atados de pies y manos, y con el cuello anclado a la pared de la caravana. Un esfuerzo físico semejante, incluso consiguiendo liberarse, sería sin duda un perjuicio a la hora de un combate, pues estaría cansado.

No, no pensaba liberarse rompiendo las cadenas. Si se presentaba la oportunidad, mataría a los guardias, obtendría las llaves de hueso de los grilletes, y saldría por su propio pie, pero desde luego no lo haría con ese estúpido humano.

Ahora le tocaba darle la vuelta a la historia. Parecer incluso más tonto y noble de lo que debían de pensar ya sus compañeros.

De este modo, ellos tendrían que forzar su mano para intentar escapar, y el podría usarlos como herramientas para sus propios fines.

Fuera como fuera, antes de que pasaran dos días más los tendría completamente subyugados. No le cabía la menor duda.

Bueno querida... ha sido una interesante cena.

Ahora si me disculpas...

Weom se levanta del asiento mientras apura los ultimos sorbos de agua fresca

¡Uguarrikidi au uarikicom riuripakiña ua ula umurikicha chau ua usus uarikipo senuritos!¹

Buenas noches...

Rápidamente se abre la puerta, el jefe de la guardia tiene en sus manos las restricciones que cuidadosamente te coloca.

Espero que hallas tenido una interesante cena. Dice en tu mente¹... si no fuera por el respeto que le guardo a el capitán te convertirías en en maravilloso entretenimiento para mis hombres. Continua mientras termina por asegurar todos los grilletes.

Unrikios urerikiti raurimoski umi userikiñor...² dice mientras se golpea en el pecho en señal de respeto.