Partida Rol por web

Maldición, al parecer se me han caído las galletas. .-Lo lamento loro, al parecer con todo el ajetreo se me han refundido las galletas. Pero si me das la información te prometo algo..Recuerda que el saquear se me da muy bien, y si me ayudas te puedo asegurar un cofre rebosante de galletas. Solo imagínate la cantidad de galletas que tendrías. 

El loro no parece satisfecho.- Cuando tengas las galletas silva, mientras no hay trato, humano.- Hace un ruido característico de loro y sale volando.

Annie, algo mosqueada por la pandilla de inútiles y machistas que tenía por compañeros, bajó del barril. La idea de ser más piratas que tenía el franchute la atraía pero seguía en sus 13 de ser capitana.

Cuando vio a Danny hablarla enarcó una ceja y sonrió entre burla y superioridad, halagada por los comentarios sobre su físico. Es cierto que nadie sospechaba del niño pero no sabía hasta que punto fiarse así que se inclinó suavemente mostrando los pechos alzados por el corsé.

-Que halago, cariño... Pero... Eres demasiado pequeño... Aunque si me convences más sobre lo que me puedes dar puede que te haga un bello favorcillo... ¿Puedes adelantarme algo de información? A cambio yo podría adelantar algo de visión -Y mientras le susurraba esto se desabrochó algo más la camisa pera dejar más a la vista sus tulgentes pechos

Cuando vio pelear a los dos piratas rodó los ojos.

-¡Hombres! -Pensó volviendo a prestar atención al chaval

El joven se queda pensativo, mientras observa la pelea de los dos piratas con mueca graciosa.

Finalmente responde.- No me fío, si quieres que haya trato tienes que dejar que te pruebe primero.- Acto seguido señala la bodega, donde normalmente hay un hueco donde nadie va.

Annie rodó los ojos. Definitivamente no le andaba bien la suerte ese día, a lo mejor también se la había comido el tiburón.

La mujer pirata se mordió el labio y levantó un dedo.

-Hagamos un trato... Yo te dejaré ver, tú me contarás algo, te dejaré tocar y deberás convencerme para que te deje meter tu cosita dentro de mí. Aunque quizá me adelante llamándolo "cosita", seguro que sabrías complacerme...

Maldito loro, ya verá cuando sea capitán. Haré que me lo sirvan el primer día. Pensó con resentimiento Edward, mientras veía como se alejaba el loro. Tenía que conseguir el apoyo de la tripulación si quería ser capitán, era importante que comenzara a hacerlo. 

De repente escucha uno de los característicos eructos de Nate el tembleque. Hmm convencer a Nate podría no ser tan difícil, veamos que pasa. Se acercó al borracho y le dijo.- ¡Eah! Nate viejo lobo, veo que andas preocupado por el ron. Pues los dioses te sonríen. Muy pronto habrán elecciones para el capitán del barco, yo soy uno de esos candidatos y te convendría que ganara. Cuando yo era capitán de el Montaña mantuve siempre un lema. Hace una ligera pausa recordando un tanto nostálgico y continua.- Ron, riquezas y mujeres. Esas son las tres cosas que no le pueden faltar a mi tripulación. Dame tu apoyo y te aseguro que mi lema se cumplirá como algún día se cumplió en el Montaña. 

Ese trato me gusta más, ven conmigo.- Dice el joven y va hacia el centro del barco, abre una compuerta, baja por las escaleras y te indica que la cierres. Allí solía estar el viejo Nate "Tembleques" roncando y con su jarra tirada en el suelo. Ese cabrón se iba a acabar toda la reserva de ron él solito. Hoy no estaba allí. El chico te conduce hacia una pequeña esquina, lejos de la posible mirada indiscreta de piratas, y entre barriles vacíos.- Bueno, desnúdate a cambio de un secreto.- Acto seguido espera a ver la reacción de la pirata.

John escupió sobre el suelo del barco cuando vio como uno de los candidatos comenzó a ganar adeptos, parecía que lo tendría complicado... pero no pensaba renunciar a convertirse en capitán, si querían juego sucio, por todos los demonios del infierno que la iban a tener.

Entonces se organizó una pelea entre "Manonegra" y aquel armario empotrado negro, John rió por lo bajo, si lo mataba tendría a uno menos en el que preocuparse de manera que dándole un empujón a uno que se le había puesto en medio.

- Aparta...- masculló arrojándolo al suelo y observando la pelea invocnado a cualquier dios para que el puñetazo del negro partiese por la mitad a Cristopher

El borracho ríe mientras se tambalea un poco.- JAJAJAJAJAJA. A mí lo que me interesa ahora es el ron, si haces magia y consigues ron tendrás mi apoyo. O... quizás de la reserva personal del capitán.- Señala hacia la habitación donde estaba encerrado Vane.

Annie había bajado pocas veces a la bodega pues le parecía un lugar cuanto menos, asqueroso; pero la ambición era poderosa en ella y más si ganaba cómplices.

Una vez estuvo con Danny en la esquina, le puso un dedo en los labios.

-No creas que me desnudaré del todo. Por ahora te dejaré ver solo una parte antes de darme información tú. -La pirata sonrió provocativa y subió sensualmente la mano desde su entrepierna a su pecho, moviendo la cadera-¿Arriba o abajo? ¿Qué quieres ver primero?

El chico se puso nervioso y dijo.- Arriba. Pero te las toco o no hay trato.- Dice señalando su mano.

Annie acabó rodando los ojos. No era el primero que se las tocaba y veía así que... ¿Qué más daba?

La pirata se desabrochó la camisa, bajando el corsé, enseñando su exuberante delantera.

-¿Y bien, algo que decirme pequeño?

Vane se había encerrado en la habitación del capitán, y Edward necesitaba algunos recursos que se encontraban en ese lugar. Ahí podría sacar el ron para el tembleque y las galletas para el loro. Además podría sacar a un candidato de la lista si Vane era lo suficientemente ingenuo. 

De repente escuchó un gran alboroto, al parecer otro de los candidatos a capitán se había metido en una trifulca. Los dioses me sonríen, ojalá le atraviesen las entrañas a ese malnacido que cree poder ser mejor capitán que yo. Cuando se disponía a acercarse a hablar con Vane una idea un tanto macabra se le ocurre. Puedo distraer a Vane con la pelea y aprovechar para darle una estocada por la espalda. 

Se acercó rápidamente a la puerta de la habitación de él "capitán" Vane y comenzó a golpearla y a decir alarmado.- Capitán! Capitán!! Es urgente capitán, se van a matar!! Nos vamos a quedar sin tripulación a este paso!! 

Me concentré en tocar sus exuberantes pechos y luego le dije.- Está bien.- Acto seguido dijo.- Estuve escondido en el camarote del capitán, y le escuché decir algo así como. "Estos incrédulos se creen que les voy a ceder el puesto".- Acto seguido miró tus tetas.- Eso significa que no os piensa dejar el puesto ¡Pretende amañanar las elecciones para que lo reelijan! La tripulación le tiene demasiado miedo...- Acto seguido volvió a tocar tus pechos.- Si me das lo que busco... meter la cosita... te daré información de cómo ganarte el corazón de la parte más importante de la tripulación. Sé todos sus secretos... además haré todo lo posible por que salgas elegida capitana.- Dice emocionado con la idea de meter por primera vez su cosita.

Luc-David estaba también ahí en la puerta, y parecía estar diciendo lo mismo. Fue cuando Edward llegó que abrió la puerta.- ¿A qué se debe tanto alboroto?.- Dijo a Luc y a Edward.- ¿Que se están peleando? ¿Para eso me despertáis? ¡Idos al carajo!.- Dice con intención de cerrar la puerta en vuestras narices.

Annie no estaba muy segura de si confiar en el chaval pero podía ser que dijera la verdad y... ¿Por qué no? De paso aliviaría tensiones.

La pirata sonrió con malicia y desató su falda, dejándola caer en el suelo.

-¿Hay algún dato más que pueda gustarme oír para terminar de convencerme? -Le susurró pasándose los dedos por la entrepierna, mostrandole su humedad.

El joven sonrió y se sacó el miembro.- Todo a su tiempo, futura capitana.- Dice introduciéndole el miembro en su vagina y comenzando a moverse... pronto sientes un miembro de tamaño un tanto pequeño, pero parece que no se mueve demasiado bien, igual necesita alguna clase...

Annie se extrañó al apenas sentir al chiquillo y no dudó en hacerle tumbarse bocarriba en el suelo, colocándose sobre él. Acarició el miembro de Danny con su entrepierna, sonriéndole con picardía.

-Creo que no te vendría bien que yo tomara las riendas... 

Annie se penetró con el miembro del muchacho sin moverse aun, cogiendole del pelo, acercándose a su labios.

-Vuelve a llamarme "capitana" eso me excita mucho...