Partida Rol por web

-Cole, posible acceso en parte superior. Procedo a comprobarlo.

Tras unos pocos pasos, aunque encuentro ventanales vallados, no tardo en encontrar un posible acceso en la oarte superior de la catedral. No es excesivamente difícil trepar hasta allí, así que es un acceso de lo más prometedor. Y al parecer Korvin ha encontrado prácticamente lo mismo que yo. La disposición de la catedral debe de ser simétrica, tiene sentido, desconocía este detalle pero lo más probable es que así sea. 

-Mantén el canal abierto. Yo también he encontrado un posible acceso.

Dejo el canal abierto como le he pedido a Korvin y me dispongo a entrar al interior, con cuidado de hacrlo en completo sigilo.

-Mantén el canal abierto. Yo también he encontrado un posible acceso.

La ornamentada pared tiene tantos relieves y formas que su subida resulta ser un juego de niños. A medida que asciendes, tu respiración se mezcla con el sonido de roca siendo picada, siendo tratada.

Al llegar a la altura del parteluz, te descuelgas levemente y echas un rápido vistazo al interior, aún sin llegar a entrar. Se trata, efectivamente, del segundo piso de la nave central de la basílica. Una serie de bancos forrados de cuero están situados de espaldas al parteluz, orientados de tal forma que los asistentes pudieran presenciar lo que abajo ocurría sentados frente a un barandal. Por su disposición, parece ser la zona más cercana al altar, que aunque aun no lo ves seguro estará situado frente al enorme muro metálico que se levanta a tu izquierda. Muy seguramente, este muro separe la enorme habitación eclesiástica de lo que haya en el interior de la cúpula que viste desde el exterior.

Frente al muro, separada por un metro y colgada en alto de una serie de ganchos del techo, se levanta una enorme vidriera, otrora representativa de una escena bélica entre el emperador y una horda demoniaca, pero que ahora sólo muestra la roja escena inferior llena de demonios impensables. Es una cristalera agujereada por balas y piedras. Al no tener luz detrás, debido al muro metálico, parece que se "iluminaba" mediante un sistema de espejos cuidadosamente colocados en diferentes salientes y columnas, para que incluso con la menor luz siempre resaltase la imagen ahí plasmada.

Tras el rápido vistazo que podías permitirte desde el exterior, y viendo que no hay enemigos a tu alrededor pese a que las columnas que sujetan el techo podrían ofrecerles cobertura visual y no lo sabrías, ingresas en el edificio. Te mueves con cuidado, avanzando hacia la barandilla entre los diferentes bancos para ver qué hay en la planta inferior, y qué es ese ruido de roca, y al llegar al borde descubres que el ruido es causado por un cuarteto de criaturas, más máquina que hombre, que están derribando una estatua del emperador situada justo pegada al muro metálico. Observándoles, mientras inspecciona un artilugio metálico entre sus manos, está el tecnohereje. La estatua ya está a mitad de ser destruída por completo, pero, ante todo, no parece que lo estén haciendo por pura destrucción.

Frente a tí, bajo el soportal que forma el segundo piso en el lado opuesto, y desapareciendo de vez en cuando tras las numerosas columnas, puedes ver a un marine Espacial del Caos haciendo la ruta que va de punta a punta de la gigantesca nave. En el extremo opuesto de la nave están los accesos a las dos torres principales, tanto desde el primero como desde el segundo piso, y en la prmera planta también hay una puerta situada a media altura. Quizá haya otras en tu lado, pero no las ves.

Por último, la planta del edificio tiene numerosos bancos, idénticos a los del segundo pisto pero un una cantidad muy superior, dispuestos mirando hacia el destruído altar, que estaba colocado frente a la estatua y la colorida vidriera. No ves a los demonios en esta habitación pero, salvo que hayan desaparecido, podrían estar en cualquier otra sala y volver en cuanto comenzase un combate. Tampoco parece estar presente el tercer Marine Traidor que vísteis en el exterior.

Frente a tí, ves a Korvin, en el segundo piso del lado opuesto, y nadie de los presentes en la sala parece fijarse en tu presencia. Sin embargo, el Marine del Caos que está haciendo la ronda por la zona debajo de tu compañero, se para y afianza el bólter, apuntando en varias direcciones. Parece que ha escuchado algo, aunque aún no sabe donde. Los que están junto a la estatua derruída están demasiado concentrados en su tarea como para darse cuenta de nada más.

La ornamentada pared tiene tantos relieves y formas que su subida resulta ser un juego de niños. A medida que asciendes, tu respiración se mezcla con el sonido de roca siendo picada, siendo tratada.

Al llegar a la altura del parteluz, te descuelgas levemente y echas un rápido vistazo al interior, aún sin llegar a entrar. Se trata, efectivamente, del segundo piso de la nave central de la basílica. Una serie de bancos forrados de cuero están situados de espaldas al parteluz, orientados de tal forma que los asistentes pudieran presenciar lo que abajo ocurría. Por su disposición, parece ser la zona más cercana al altar, que aunque aun no lo ves seguro estará situado frente al enorme muro metálico que se levanta a tu derecha. Muy seguramente, este muro separe la enorme habitación eclesiástica de lo que haya en el interior de la cúpula que viste desde el exterior.

Frente al muro, separada por un metro y colgada en alto de una serie de ganchos del techo, se levanta una enorme vidriera, otrora representativa de una escena bélica entre el emperador y una horda demoniaca, pero que ahora sólo muestra la roja escena inferior llena de demonios impensables. Es una cristalera agujereada por balas y piedras. Al no tener luz detrás, debido al muro metálico, parece que se "iluminaba" mediante un sistema de espejos cuidadosamente colocados en diferentes salientes y columnas, para que incluso con la menor luz siempre resaltase la imagen ahí plasmada.

Tras el rápido vistazo que podías permitirte desde el exterior, y viendo que no hay enemigos a tu alrededor pese a que las columnas que sujetan el techo podrían ofrecerles cobertura visual y no lo sabrías, ingresas en el edificio. Te mueves con cuidado, avanzando hacia la barandilla entre los diferentes bancos para ver qué hay en la planta inferior, y qué es ese ruido de roca, y al llegar al borde descubres que el ruido es causado por un cuarteto de criaturas, más máquina que hombre, que están derribando una estatua del emperador situada justo pegada al muro metálico. Observándoles, mientras inspecciona un artilugio metálico entre sus manos, está el tecnohereje. La estatua ya está a mitad de ser destruída por completo, pero, ante todo, no parece que lo estén haciendo por pura destrucción.

Frente a tí, bajo el soportal que forma el segundo piso en el lado opuesto, y desapareciendo de vez en cuando tras las columnas, puedes ver a un marine Espacial del Caos haciendo la ruta que va de punta a punta de la gigantesca nave. En el extremo opuesto de la nave están los accesos a las dos torres principales, tanto desde el primero como desde el segundo piso, y en la prmera planta también hay una puerta situada a media altura. Quizá haya otras en tu lado, pero no las ves.

Por último, la planta del edificio tiene numerosos bancos, idénticos a los del segundo pisto pero un una cantidad muy superior, dispuestos mirando hacia el destruído altar, que estaba colocado frente a la estatua y la colorida vidriera. No ves a los demonios en esta habitación pero, salvo que hayan desaparecido, podrían estar en cualquier otra sala y volver en cuanto comenzase un combate. Tampoco parece estar presente el tercer Marine Traidor que vísteis en el exterior.

Frente a tí, ves a Cole, en el segundo piso del lado opuesto. El Marine del Caos que va andando por debajo de él continúa su ronda de manera normal, y los que están junto a la estatua derruída están demasiado concentrados en su tarea como para darse cuenta de nada más.

Al parecer había conseguido acceder al interior de la catedral sin que nadie me escuchara, en cambio a Korvin parecían haberlo detectado, pero probablemente podría confundirse si se queda quieto con el ruido del entorno. Dispuesto a evitar que esto explote antes de haberlo preparado informo a Korvin de lo que veo.

-Korvin, permanece quieto y en silencio. Debajo de ti hay un hereje que ha debido de escuchar algo.

Me mantengo en silencio, observando la zona. No veo a los demonios y eso me preocupa bastante, pues si entramos a combatir nos pueden sorprender por cualquier lado. Informaré al grupo para que sepan lo que vamos viendo.

-Escuadra, aquí Cole. Hemos conseguido entrar en el interior de la catedral. No veo a los demonios, pero veo a cuatro humanoides más máquina que hombre destruyendo con diligencia la estatua mientras el tecnohereje inspecciona algún tipo de objeto metálico. También veo a un marine caótico de patrulla. ¿Instrucciones?

-Korvin, permanece quieto y en silencio. Debajo de ti hay un hereje que ha debido de escuchar algo.

-Escuadra, aquí Cole. Hemos conseguido entrar en el interior de la catedral. No veo a los demonios, pero veo a cuatro humanoides más máquina que hombre destruyendo con diligencia la estatua mientras el tecnohereje inspecciona algún tipo de objeto metálico. También veo a un marine caótico de patrulla. ¿Instrucciones?

Debajo de mi y ha escuchado algo. Mierda.

Pero parece que Cole no ve que debajo suya hay otro. Rápidamente, y en silencio, alzo mi mano en la señal del código de "alto" y acto seguido de "silencio". Tras eso no pierdo tiempo y hago la señal de "enemigo", le señalo, y señalo justo debajo suya.

Aunque al parecer, algo tarde. Ya está informando...podría ser escuchado.

Rápidamente, y en silencio, alzo mi mano en la señal del código de "alto" y acto seguido de "silencio". Tras eso no pierdo tiempo y hago la señal de "enemigo", le señalo, y señalo justo debajo suya.

Cuando os llega la nueva comunicación de Cole, el Justicar mira hacia Trebek, y asiente con la cabeza queriendo indicarle que prepare su arma pesada. Después, a hurtadillas, se mueve hasta el final del murete, buscando al resto de la escuadra con la mirada, y abre una nueva comunicación:

- No tenemos ojos dentro, por lo que tenemos que confiar en su criterio. Les indicaré que hagan lo que crean más conveniente, pero en el momento en que se oigan disparos debemos acabar con la amenaza del exterior. Esos tres mastines han de caer rápidamente; repartiros los blancos -Y os pregunta para finalizar-. ¿Preparados?

Observo la situación con cuidado, tanto el ventanal como otros objetos pueden ser usados en nuestra ventaja. Si el Tecnohereje encuentra lo que anda buscando habrá que actuar cuanto antes. Y aprovechar el terreno es una de las virtudes que ganamos tras tantos siglos de entrenamiento.

-Korvin, ¿ves la vidriera superior? En el momento en el que Tecnohereje "encuentre" lo que sea que anda buscando se la lanzamos encima. La idea es hacernos con ese objeto nosotros y teleportarnos fuera para iniciar el combate teniendo el objeto bajo nuestro poder. Tú te encargas de las cadenas de tu izquierda y yo de las de tu derecha. Cuando caiga, nos teleportamos a recoger el objeto y después al exterior. ¿Te parece bien?

El plan me parece digno de ser intentado. La vidriera es lo suficientemente grande como para hacer daño y con un poco de suerte el objeto se le caiga de las manos. El emperador hará un último trabajo hoy.

-Yo me teleportaré a cogerlo. Tú me cubres desde ahí. Si hay algún tipo de trampa no podemos caer los dos. O bien, te teleportas junto a una ventana, para romperla y poder ver el exterior. Saltar a ciegas no es buena idea.

Al fin y al cabo, queremos ir en dirección a nuestros compañeros. No simplemente salir, eso podríamos hacerlo por la vidriera.

Cambio al canal de la escuadra.

-Pronto habrá movimiento. Manteneos a la espera.

Trebek ve marchar-se a los hermanos Cole y Korvin montaña arriba. A continuación toma posición en la casa más próxima y a su lado se coloca el Justicar Leehan mientras el resto se colocan en la casa contigua para realizar un fuego cruzado hacia la entrada de la Basílica.

Al cabo de unos minutos llega la primera comunicación de Cole conforme han alcanzado la parte posterior de la basílica y se disponen a entrar. Minutos más tarde llega la segunda, conforme están dentro e informan de lo que hay. El Justicar Leehan nos da la señal para preparar-nos:-Preparado y listo Justicar. Para mi el de la derecha.-comenta Trebek por el comunicador de su casco. 

Por lo que iban comunicando sus compañeros, parecía que en el interior de la basílica acompañando al tecno-hereje había algun otro tipo de antiguos seguidores del Dios Máquina. Por un momento recordó a los servidores que vieron en el hangar antes de entrar en el Teleportarium.

- Pretorianos... Espero equivocarme, pero si es a lo que se refiere el hermano Cole, ya podemos prepararnos para lo peor... -el tecnomarine susurró las palabras que le enseñaron en el Adeptus Mechanicus a modo de protección, una vez hubo acabado, contestó al Justicar a través del comunicador- Preparado.

- Aquí Leinad -Responde también el apotecario-. Preparado y listo, Justicar. Yo apunto al de la izquierda.