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Una espada contra el Caos [Capítulo II]

4. Ecos de la Guerra Eterna

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13/05/2020, 20:21
Narrador

Aquella inmensa sala circular estaba repleta de un entramado de cables y conexiones que iban a ras del suelo, colgaban del techo, o corrían dentro de tuberías de diferentes tamaños, hasta parar en una enorme piedra verdosa luminiscente situada sobre el centro de la bóbeda, y desde allí nuevamente hasta dos grandes columnas mecánicas situadas en la pared norte de la habitación. Se trataba de dos grandes pilones mecánicos creados por la mano del Mechanicus, repletos de bobinas metálicas, cables, y un sin fin de conexiones. 

A cada lado de estos pilones mecánicos había dos columnas del oscuro material con el que estaba construía la pirámide de alrededor de 2,5 metros, y de ellos colgaban Yelena y otro humano al que Cole puso rápidamente cara y no tardó en compartir: El ex-Inquisidor Baltassar Caro. 

Ella estaba inconsciente y sangraba del labio y la nariz. Él "sólo" parecía haber sufrido una soberana paliza dada la hinchazón de su rostro, pero continuaba despierto.

En el centro de la habitación, justo bajo la enorme piedra verde del techo que parecía servir de catalizador de energía, se encontraba un trono mecánico que a su vez se alzaba sobre un podio de más de 5 metros de altura. Detrás del trono, en la mismo plataforma superior, había una sala de mando, cerrada y protegida tras un grueso cristal, desde donde el que parecía ser el Magos Ivanov y su séquito de servidores parecían orquestar su trabajo. 

Para llegar hasta esa altura -tanto al trono como a la sala cerrada- había que usar un pequeño elevador en el que entraríais dos de vosotros muy justos de espacio, o acceder a través del piso superior mediante el ascensor.

Unos artefactos con antenas de diversos tamaños y formas estaban colocados a lo largo de todo el perímetro, y todas ellas apuntaban hacia el trono, donde un humanoide de semblante enfermo se encontraba atado, aparentemente desmayado. Estaba completamente lleno de manojos de cables multicolor que salían y entraban de su cuerpo en diferentes ubicaciones, y estaban, a su vez, conectados a diversos aparatos electrónicos, entre ellos el propio trono.

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13/05/2020, 20:23
Ex-Inquisidor Baltassar Caro

- ¡Por el trono! ¡Joder, ya era hora! -Gritó el inquisidor traidor, tras lo cual escupió un salivazo de sangre al suelo, mientras se zarandeaba en un además de intentar soltarse de las cadenas que lo mantenían en el aire- ¡Destruid al hereje y parad esta locura, maldita sea!

Caro tenía medio cráneo restaurado mediante una prótesis cibernética mientras que en la otra tenía pelo moreno, lacio y largo. Por la caída de sus músculos faciales parecía sufrir algún tipo de leve parálisis, y su mano derecha era en realidad un antiestético garfio de cinco puntas móviles. Sin duda, parecía un hombre curtido que había gozado de días mejores. 

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13/05/2020, 20:23
Magos Alek Ivanov

- ¿Locurrra? ¡¿Locurrra dices?! ¡Serás ignorrrante, Inquisidorrr chalado! -Exclamó el Magos, que bien podría decirse que se había convertido en un Adepto corrupto, a la vez que enchufaba algún tipo de altavoz para que sus palabras se oyeran en todo el complejo, no solo en esta sala-. Hijos del Dios Máquina, estos son unos tiempos incierrrrtos, unos tiempos en los que aún hay quien no rrreconoce la imporrrrtancia de nuestro trrrrabajo. ¡Se atrrrreven a llamarrrrlo locura! ¡¡LOCURRRA!! ¡¡Nos llaman locos aquellos que nos necesitan para arrrmarr sus ejérrrrcitos, para prrrotegerr sus mundos, para viajarrr... PARRRA TODO!!

El Magos Ivanov se trataba de un humanoide alto pese a encontrarse visiblemente encorbado, que se ocultaba bajo una túnica andrajosa cuyo color rojizo, característico del Adeptus Mechanicus, hacía tiempo que se había convertido en un marrón verdoso. 

Tubos y cables salían y entraban en su sucia y corroída túnica a través de agujeros improvisados, y lo comunicaban con un servogenerador siseante que tenía acoplado al rostro. De su rostro, aunque oculto bajo la oscuridad de su roída capucha y por el sistema de respiración, se podía apreciar una luz anaranjada que señalaba las cuencas de sus ojos. Una pareja de servocráneos volaban constantemente por encima de su cabeza. Cuánto había de máquina o cuánto quedaba de humano en él era un misterio, pero por lo poco que se podía ver de su cuerpo, la respuesta es que ya quedaba muy poco.

El tecnosacerdote estaba flanqueado por 4 servidores, y contaba con numerosos brazos a modo de tentáculo mecánico que le servían de brazos adicionales. 

- ¡No pueden ni llegarrr a imaginarrrse lo que hemos puesto en marrrrcha! ¡Algo así nos perrrrmitirrrrá elevarrr Marrrrte a una errra dorrrada de prrrrogrrreso científico nunca antes visto! No al menos desde que el Emperradorr Cadáverrr pisó Marrrte. ¡Atended, Astarrrtes, pues vosotrrros serrreis los prrrrimeros testigos de mi Grrran Obrrra Maestrrrra! ¡La Obrrra que el Dios Máquina ha converrrtido en rrrealidad a trrrravés de mi!

El tecnohereje pulsó varios botones de forma apresurada pero bien calculada, y comenzó a mover palancas asistido por al menos cuatro servobrazos, quizá más. El zumbido de un rotor girando comenzó a escucharse bajo vuestros pies, primero lento, luego más rápido, y chispas brillantes comenzaron a surgir de diversos lugares donde la energía comenzaba a condensarse. 

El zumbido pronto se convirtió en un pitido horrible, al alcanzar una frecuencia que vuestros sentidos no podían soportar, pero poco después desapareció, al superar vuestro umbral de audición. No obstante, la vibración del suelo os indicaba que algo bajo vuestros pies giraba a una velocidad endiablada. 

Esta energía alcanzó al hombre sentado en el trono, que gritó, gritó como sólo pueden gritar aquellos que están sufriendo un dolor extremo. Se trataba a todas luces de un hombre ciego, dados los ojos grises que brillaban en su rostro desencajado por el horrible sufrimiento. 
 

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13/05/2020, 20:24
El reino del Immaterium

La energía procedente del trono donde el hombre sufría llegó hasta las dos columnas mecánicas, y en el centro de estas se comenzó a generar un torbellino multicolor. 

El aire se volvió grasiento y espeso, y riachuelos de un líquido salobre corrieron por las paredes de la habitación oxidando aquel metal que había permanecido intacto durante milenios. Un sonido atravesó el lugar, un aullido terrorífico, el sonido de la realidad siendo mortalmente desgarrada, a la vez que un fuerte olor a ozono llenó la estancia. 

La realidad se deformaba a vuestro alrededor bajo la voluntad de un arquitecto demente, incapaz de contener aquel torrente de energía disforme en las dimensiones del espacio real. La energía pura del portal deformaba la habitación y creaba momentos de locura febril que a todos os hacían parpadear dos veces. Las paredes de la habitación por momentos parecían estar a kilómetros de distancia, para luego convertirse en montañas que subían y bajaban como si de los dientes de una espada-sierra se tratasen, o incluso los de un gigantesco demonio. Aquello era capaz de transformarse a voluntad, volviendo loco a cualquiera que no lo estuviera ya, o cuya fortaleza mental fuera lo suficientemente fuerte como para resistirlo.

El suelo tembló, como si la tela que separaba el mundo material del reino del inmaterium se estuviera desmoronando y muy pronto unas nubes amenazantes de hechicería pura comenzaron a aparecer, rompiendo con la realidad del mundo material y eliminando todo atisbo de techo sobre vuestras cabezas.

A vuestra espalda, el alto pedestal desde donde el Magos ejecutó su herético plan se había convertido en una gran montaña donde él y el trono estaban protegidos, o atrapados, dentro de una especie de jaula formada por barrotes de alambre de espinas que se retorcían, y que lucían enganchados los pellejos de diversos rostros humanoides que aún guardaban el gesto de su último estertor. Sus cuatro servidores, por otro lado, se habían convertido en unas horribles criaturas mitad mecánicas mitad tentaculares.

La Inquisidora Yelena continuaba inconsciente, mientras que el Inquisidor intentaba liberarse de sus ataduras, aun consciente. Las columnas de donde colgaban, otrora negras y lisas, eran ahora dos enormes tótems formadas por torsos humanos unidos entre sí mediante algún tipo de sádica cirugía. 

Y en el centro de aquella locura, no obstante, la purpúrea luz del portal abierto por el Magos corrupto continuaba resplandeciendo y agrandándose. Os obligaba a mirar hacia ella. Era la insistente llamada de la disformidad, la seducción del Inmaterium a base de promesas de poder y grandeza. 

Aquella seducción pronto tomó forma, y seis criaturas de aspecto confuso se materializaron en el espacio real. El encanto andrógino de aquellos seres demoniacos con piel púrpura, con un símil vago a una mujer, era tan repulsivo que generaba adoración, contoneando sus seductores a la par que mutados cuerpos mientras chasqueaban sus enormes pinzas de cangrejo. 

No obstante, aquello no fue lo único en materializarse. La figura dominante que atravesó el portal andando de forma tranquila pero exudando un aura amenazante no fue un demonio, sino un Astartes rodeado por las demoniacas figuras femeninas, que bailaban a su alrededor una mortal danza, extasiadas.

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13/05/2020, 20:25
Señor del Caos

Se trataba de un Marine Espacial enorme, más grande que cualquiera de vosotros. Su servoarmaduraarmadura de exterminador, negra aunque con partes rosadas y sin un ápice de brillo, era arcaica, un modelo viejo y largo tiempo olvidado adornado con púas, cadenas, símbolos heréticos, y hasta piel humanoide, que se unía a cicatrices de bólter y cortes de espadas.

Llevaba una pesada capa de piel adornada con pelaje, y tres grandes picas situadas sobre la zona de los hombros mantenían empaladas las cabezas de varios xenos eldar en diferentes estados de descomposición. Su casco era lo más llamativo, pues una enorme cuchilla brotaba de su frente, como el cuerno de un rinoceronte, y varias más pequeñas cruzaban el resto del yelmo a modo de cresta afilada. En sus manos llevaba una pistola de plasma que había tenido años mejores, y una espada curva de aspecto tosco, en cuya hoja había un ojo que parecía parpadear y hasta observaros.

Y por si todo esto fuera poco, a través del portal disforme se podía ver la figura de una enorme monstruosidad con la mitad inferior de su cuerpo serpentina y dos enormes alas acercándose, junto a una hueste de demonios menores. Era uno los despojadores de la pureza, de los corruptores de la fe; uno de los Guardianes de los Secretos guiando a las huestes de Slaanesh.

- Resulta difícil impresionar a quien ha estado en la galaxia desde hace más de diez mil años, mortal -Aquella voz era algo gutural, casi cadavérico, que hablaba en un gótico antiguo pero perfectamente entendible. Parecía que iba a haber un "pero", que iba a agradecer la labor del tecnosacerdote por haberle traído a esta pseudo-realidad, pero no fue así-. Carne de bólter -Se refirió con desprecio hacia los demonios menores-, atacad a la escoria lealista y proteged a los sacrificios. Esos cadáveres encadenados son cosa de ÉL. ¡Por la muerte del Falso Emperador y por la agonía de las estrellas! ¡Que de comienzo la orgía!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Iniciativa: 9

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14/05/2020, 10:04
Diablillas de Slaanesh

Los demonios menores obedecieron las órdenes dadas por el Astartes, y mientras dos de las sensuales demonios se separaron del grupo para proteger las columnas donde Yelena y Caro estaban prisioneros, bailando a su alrededor de forma amenazante, las otras cuatro tenían intención de cargar contra vosotros a la vez que lo hacía el Marine del Caos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Iniciativa: 11

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14/05/2020, 12:49
Director

Notas de juego

Bienvenidos al combate final.

Todos estáis 100% de salud y 100% de munición. Me da igual si antes no lo estabais. Y, por cierto... ¡Tirad iniciativas!

El resultado de esta escena es muy variable, y en consecuencia la XP que se puede ganar, también.

 

Aquellos que tengáis "Saber prohibido (Demonología)" (Todos) y paséis una tirada, sabréis que son diablillas de Slaanesh, y posiblemente alguna cualidad dependiendo del grado de éxito (Yo os lo diré). Los que no, sabréis que son demonios de Slaanesh, pero no el detalle de qué.

Aquellos que tengáis "Saber prohibido (Legiones traidoras)" se puede tirar para conocer algo más del Marine del Caos.

Aquellos que tengáis "Saber prohibido (Disformidad), se puede tirar también. 

 

Y para ayudar a entender la situación, un "sencillo" mapa de antes de que todo se fuera al garete y se transformara en un mundo de pesadilla. Las distancias son relativas. Las paredes limitaban la zona del entro de mando elevado que ahora sería la montaña.  

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15/05/2020, 07:44
Director

Notas de juego

El hombre sentado y sufriendo en el trono mecánico, es el que te gritó el nombre en la Lengua del Caos.  

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15/05/2020, 09:33
Leinad Ikegar

El apotecario salió disparado hacia el elevador. Había portado su espada némesis todo el rato en la mano, al igual que el auspex. Su radarcito les había sacado de más de una, y le había tomado bastante "cariño". - Voy a intentar parar el portal. Sabían todos perfectamente que aquello era una batalla perdida, si salía un río de bichos imparables sin cesar. Algunos los podrían liquidar, pero tampoco podrían estar enfrentándose por siempre, y menos, si llegaba algo más gordo. La verdad es que tenía muchísimas ganas de pegarle un tajo al magos ese y destriparlo, dejando que todos los fluidos y cables dejasen de funcionar, y que sus sistema vital se apagara, haciendo lo propio con su vida ... lentamente.

- Creo que el del trono es para o hacer de faro o de huésped, así que está sentenciado si o si. Igual si lo matamos antes, se soluciona parte del problema.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ostras, un 10.

Me gusta el mapa. Quiero aprender a hacerlos, colgarlos y todo eso.

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16/05/2020, 16:44
Trebek N'Kari

Al abrirse las compuertas encontramos a Caro, Yelena y el magos Ivanov pero no en la situación que esperábamos encontrar. El Magos Ivanov enchido de locura y frenesí abrió un portal a la disformidad. La luz y colores del portal era demasiado atractiva que incluso los Astartes no pudieron dejar de verla. En el momento en que pudieron liberarse del influjo fue cuando apareció un Marine Espacial más grande que cualquiera. Su servoarmadura de exterminador, negra aunque con partes rosadas y sin un ápice de brillo, era arcaica, un modelo viejo y largo tiempo olvidado adornado con púas, cadenas, símbolos heréticos, y hasta piel humanoide, que se unía a cicatrices de bólter y cortes de espadas. 

La corrupción se podía oler en el aire y se acentuó cuando detrás del Astartes caído aparecieron demonios de Slaanesh. El Guardián de los Secreto esperaba al otro lado del portal, en ese momento la voluntad de Trebek casi titubea al recordar a N'Kari, maldito sea su nombre. Si logró derrotar a ese vil demonio, repetiría con este nuevo:-Y el Emperador dijo: He aquí mis hijos, los mejores. Se enfrentarán a todo tipo de enemigos, demonios y miedos. Pero recordad, ellos NO CONOCERÁN EL MIEDO!.-gritó el expiador y apuntó con su bolter pesado al Marine Espacial de Slaanesh

- Tiradas (3)

Notas de juego

Acción completa: apuntar (+20 HP) al Marine del Caos. 

Herridas: 22/22

PD: 2/5.

Munición Bolter Psy: 60/20

Munición Kraken: 120/30

Munición Hellfire: 28/30

Munición bolter: 120/170

Carga de fuel: 3/3. 

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16/05/2020, 18:06
Steingrimur Eachann

- ¡No lo destruyas! -Grito Stein por el comunicador, al ver las intenciones de Leinad de parar el portal-. ¡No sabemos qué consecuencias podría traer una interrupción brusca del sistema! 

Y aunque Stein fuera quizá el qué más ganas tenía de todo el equipo de batalla de enfrentarse al Magos, apretó los dientes y se quedó en su posición, preparado para hacer frente al caótico astartes y las criaturas no natas.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Iniciativa: 11

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16/05/2020, 20:57
Cole Angron

- Aunque confíe en el Hermano Leinad, ve con él Stein -Dijo Cole por el intercomunicador. Parecía que le dolía separar al grupo, como si al hacerlo estuviera rompiendo la cohesión que pudiera daros la victoria-. Será lo mejor. El Magos cuenta con servidores que le protegen, y estaría en visible desventaja. Zorael, Trebek, creo que podré distraer al traidor el tiempo suficiente como para que no os molesten las diablillas. Acabad con ellas y mandadlas de nuevo al vacío.

Seguidamente activó la espada némesis y fijó su casco en el Marine del Caos. 

- Habrás vivido milenios, traidor, pero los has vivido escondido...

- Tiradas (4)
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17/05/2020, 01:32
Zorael Eduh

Una vez las puertas del elevador se abren y podemos ver la aberración que el mago había empezado a realizar ante los ojos de sus sirvientes, la furia estalla en cada uno de nuestros corazones, pues había traicionado al Sagrado Emperador bajo el celo de lo mejor para el Omnissiah. Por si no fuese baladí esta traición, había desgarrado el velo de la realidad aportando un portal por donde los no nacidos y los herejes podían regresar al mundo mortal.

- No hay virtud en lo realizado aquí, la mente del Magos debe estar abrumada bajo códigos heréticos, pues nadie cuerdo pacta con los diablos a sabiendas. 

Nuestras acciones como nuestro pensamiento son fluidas y lo que tenemos ante nosotros no es mas que otro obstáculo al que vencer, cada uno de nosotros toma el objetivo que el Justicar marca, es con esto y las palabras de Leinad, cuando retiro una de las granadas de mi armadura y se la tiendo al Apotecario. - Será de ayuda. Y añado señalando al hombre anclado al trono. - Su sufrimiento es real, no creo que lo haga voluntariamente. 

Estando tan cerca de la rotura del velo, apenas concentro mi mente para apoyar a los hermanos que tengo alrededor, hermanos que han sangrado y luchado a mi lado. Pero las energías se disuelven y apenas puedo conjurar un jirón de poder antes de que se desvanezca. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Media acción: convocar puño martillo némesis: Fallo

Media acción: Pasar granada PEM al Hermano Leinad o Stein

Heridas:24/24

PD.4/5

Cargador pistola de plasma: 12/12 Nº cargadores - 5/6

Munición bolter: 40/60 Nº cargadores:2

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17/05/2020, 06:20
Narrador

El símbolo que el Marine del Caos portaba en la hombrera le hacía miembro de la Legión Negra, aquella que fue a su vez los Lobos Lunares o los Hijos de Horus, durante la Gran Cruzada y el periodo de guerra civil denominado como Herejía de Horus respectivamente. No obstante, el color rosado de la hombrera y de algunas partes de la ceramita parecía significar algo más. Quizá su pertenencia a alguna facción en concreto, aunque eso no lo tenías claro. 

Respecto a los demonios menores que le acompañaban, tenías claro que se trataba de Diablillas de Slaanesh. Su apariencia frágil contrasta con una enorme agilidad, lo que les confiere una gran movilidad, tanto para atacar como para esquivar los ataques. 

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17/05/2020, 06:21
Narrador

El símbolo que el Marine del Caos portaba en la hombrera le hacía miembro de la Legión Negra, aquella que fue a su vez los Lobos Lunares o los Hijos de Horus, durante la Gran Cruzada y el periodo de guerra civil denominado como Herejía de Horus respectivamente. No obstante, el color rosado de la hombrera y de algunas partes de la ceramita parecía significar algo más. Quizá su pertenencia a alguna facción en concreto, aunque eso no lo tenías claro. 

No obstante, si algo te dio información fue el peculiar casco del Marine del Caos, que te hizo recordar que existen historias acerca de cuatro lugartenientes del Saqueador, el actual Señor de la Guerra del Caos que dirige la 13ª Cruzada Negra. En este caso, una de las leyendas cuenta la historia del Tirano de Sarora, un tirano con un casco descrito como el de vuestro enemigo, que hizo destilar la esencia vital de todos los ciudadanos de la Ciudad Colmena más grande del planeta Sarora para crear un elixir. Se dice que el Señor del Caos se volvió invencible al beberse el frasco, y así ganó el favor de Slaanesh tras buscar la eterna juventud.

Respecto a los demonios menores que le acompañaban, tenías claro que se trataba de no natos de Slaanesh, pero no sus cualidades o características. 

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17/05/2020, 06:23
Narrador

Respecto a los demonios menores que acompañaban al Marine del Caos, tenías claro que se trataba de no natos de Slaanesh, pero no sus cualidades o características. 

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17/05/2020, 06:35
Recuento
Sólo para el director

Notas de juego

Leinad: 14
Cole: 13
Zorael: 11
Stein: 11
Trebek: 11
Diablillas: 11
Marine del Caos: 9

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17/05/2020, 06:48
Narrador

El primero en reaccionar fue Leinad, que decidió ir por su cuenta a detener lo que el Magos había iniciado en su delirante proyecto. Giró sobre si mismo buscando el elevador y el apotecario pronto descubrió, en forma de sorpresa desagradable, que este ya no se encontraba ahí. La montaña de disformidad lo había engullido y en su lugar había una extensa escalera fabricada a base de torsos humanos, cuya repulsiva barandilla eran las extremidades de los desdichados que hacían de base para ascender hasta la cima. 

Cole no dudó en dar un pasó al frente, pero se contuvo a la hora de cargar. No quería mostrar sus cartas aún. En vez de eso, se mantuvo quieto, con la esperanza de que el Marine del Caos cargase contra él y no solo pudiera parar el golpe, sino también contraatacar.

Zorael, Stein y Trebek les siguieron después. El bibliotecario no pudo llegar a concentrarse lo suficiente como para invocar sus poderes psíquicos, pero al menos si pudo ofrecerle la granada de impulso electromagnético al tecnomarine, que siguió la estela de Leinad hacia la grotesca escalera de torsos. Por su parte, el expiador afianzó el bolter y apuntó hacia sus enemigos...
 

Notas de juego

@Leinad: En las escaleras estarás expuesto, y desde arriba podrán dispararte, pero es la única vía aparente de ascenso. Stein irá contigo. Puedes hacer una tirada de "Esconderse" para tratar de coger coberturas aunque te moverás a mitad de velocidad. O bien "Trepar" a través de la montaña sin usar las escaleras... Esto ya como veas.

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17/05/2020, 07:07
Diablillas de Slaanesh

No obstante, antes de que prácticamente os dierais cuenta, los andróginos demonios del Dios más joven habían cargado contra vosotros. Se movían a una velocidad endiabladamente rápida, dos o incluso tres veces la vuestra, y las distancias que recorrían en un abrir y cerrar de ojos eran inmensas. 

Dos de ellas saltaron contra Cole, mientras otras dos lo hicieron sobre Zorael. El justicar del equipo de batalla lo vio venir y aprovechó para teleportarse con el primer ataque que parecía bien dirigido, y así evitarlo, pero no pudo hacer lo propio con el siguiente. 

Zorael, por su parte, sufrió la carga de otras dos de esos veloces demonios. Incluso cargando, aquellas criaturas golpeaban dos veces, con una velocidad completamente antinatural. 

- Tiradas (8)

Notas de juego

Daño a Cole en torso: 13, Pen 5 (Daño recibido: 2 heridas)

Daño a Zorael en ambos brazos y torso: 7, 8, 9 Pen 5 (Creo que nada te llega a dañar por la resistencia sobrehumana). Ojo, que igualmente puedes tratar de esquivarlo/pararlo.

Trebek: Si disparas a enemigos en C/C tendrás un 20 de malus a la tirada.

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17/05/2020, 07:19
Señor del Caos

El último en reaccionar, pero no por ello el menos importante, fue el déspota del Caos.  

- ¡Vamos allá! ¡jajaj! -Rugió, a lo que acompañó una risa sádica, y seguidamente se abalanzó sobre Cole, que prácticamente le había retado. Dio igual que el Caballero Gris ya se encontrase en combate cerrado con dos de los demonios.

La servoarmadura de exterminador avanzó deprisa por la sala, y el golpe de la espada del marine del Caos parecía ir bien dirigido, pero Cole consiguió pararlo interponiendo la suya propia. En ese momento el Caballero Gris aprovechó para contraatacar y golpear, pero el traidor paró el ataque. 

Sin embargo, la sonrisa se tornó en decepción cuando Cole vio que aquel último golpe que parecía que dañaría a su enemigo fue rechazado por algún tipo de escudo psíquico. Un aura rosa pálido apareció alrededor del guerrero de Slaanesh.

- ¿Eso es todo lo que tienes? No me retes y luego me insultes... 

- Tiradas (7)