Partida Rol por web

Krystal había pasado el curso, un poco como siempre, algo ausente de lo que pasaba en la sociedad del colegio, por lo que realmente no estaba muy enterada de los amoríos y desavenencias de los compañeros, ella simplemente hablaba con todos de forma normal sin importarle demasiado la situación sentimental. El día empezó para ella como casi todos los días, algo más tarde que para los demás, porque nunca madrugaba y siempre solía quedarse de las últimas en la cama, prácticamente cuando todas las chicas del dormitorio ya habían bajado a desayunar.

Como siempre solía pasarle descendía medio dormida y eso solía ser sinónimo de llevar alguna prenda o algo que no debería estar ahí, hoy se trataba de un gorro para dormir que imitaba al sobrero seleccionador pero hecho de lana y con los ojos cerrados y como si estuviera durmiendo. Medio durmiendo así es como estaba Krystal cuando entro en el comedor mientras susurraba:

Que temprano… que sueño

Al entrar ve como hay varios alumnos reunidos y presta atención, parecen estar hablando de una fiesta, con somnolientos pasos se acerca y saluda con la mano mientras dice con una voz grave inundada de sueño:

Buenos días… muy temprano jóvenes magos y magas… ¿de qué fiesta estáis hablando?

Sonría a Jack cuando también le da una bolsita de chocolates.

-He dormido bien, la verdad. Aunque estoy emocionada con la fiesta de esta noche. Normalmente, nosotros no hacemos ese tipo de cosas. 

Muerde una tostada untada en mantequilla. 

-Tenemos un festival cultural en septiembre. Si habéis visto animes o leído manga, veréis lo que digo. Cada clase monta como un tenderete, una tienda o cosas así. Es bastante divertido, aunque no tenemos fiestas temáticas. Bueno, a veces hacemos una fiesta de navidad, pero no mucho más.

Las conversaciones en el desayuno van y vienen, pero pronto llega la hora de retirarse cada uno a sus clases o sus quehaceres si no tienen clase. El día avanza entre clases, trabajos y deberes. Aunque también está la excitación sobre la fiesta de esa noche. Los profesores, algunos más enrollados que otros, se dedican a hacerles hacer algunas decoraciones para la fiesta siempre y cuando vayan con la temática de la clase. Los menos enrollados, solo hacen una clase normal.

Tras las clases de la mañana, llega la hora de la comida para aquellos que quieren comer. Otros, sin duda, lo usarán para prepararse para la fiesta de esa noche. En el tablón de anuncios aparece una sorpresa.

Habrá concurso de disfraces y se elegirá al "Rey y la Reina" de la noche. Todos pueden participar.

La lechuza alza el vuelo tras recibir la carta de Artemis. Se pierde en el horizonte sin dar por segura una respuesta del padre de Dominique. Ahora solo queda esperar.

Tras ver a la lechuza partir, dejo escapar un gran suspiro y me alejo de la lechucería con la esperanza de que el padre de Dominique pueda darme la guía que necesito y me dirijo a clases.

Durante los últimos días había investigado a destajo, me había batido en duelo con varios adversarios e incluso había explotado contra un idiota que me insultó en pleno duelo lo que me llevo a cambiar la varita de mano sólo para ponerlo en su lugar.

Sin embargo, por más que me había esforzado aún estaba lejos de dominar mi mano izquierda, así que decidí que durante los próximos meses haría todo con la mano izquierda, desde vestirme y bañarme hasta tomar notas en clase, mientras caminaba pensaba en el rechazo de Euphemia, el cual no me había hecho ni pizca de gracia, pero perferí dejarlo estar, al menos de momento.

Ya tenía mi traje para la noche y estaba listo para ir a la fiesta, aunque no tuviera con quien hacerlo, pero en definitiva no me permitiría perderme el evento, en especial porque iban a hablar de la competencia que había sido el centro de atención de la escuela entera durante los últimos meses.
 

No tenía ni vestido ni nada para esa noche, el hecho de haber sido expulsada de su casa tenía el gran regalo de la libertad pero también la había dejado desamparada y sin muchas opciones una vez que terminara la escuela. Pensaba en eso mientras estaba delante del cartel en donde se decía que se elegiría al rey y a la reina. En ese momento se preguntaba si todo lo que estaba pasando valía y la pena y se daba cuenta de que sí, que lo hacía y que incluso la idea de ser ahora alguien sin familia, era mejor que vivir encerrada en aquella mansión. Además, no estaba sola del todo, debía encontrar a su padre, pero para eso debía averiguar quien era.

La chica puso sus manos en su bolso y se apartó del cartel, caminando entre sus compañeros y tarareando la canción que presentaría esa noche.